Ese vicio por las niñas.
como viajando en transporte publico,desde muy joven descubri el gusto por los traseros de niñas..
Que tal amigos les quiero contar como adquirí el gusto por los culos de niña, yo cuando empecé a estos de los arrimones y caricias sexuales en el metro, era muy joven, apenas 14 años, todavía en ese tiempo los arrimones y caricias sexuales solo eran consideradas una falta cívica, por eso se daban mucho más que en la actualidad, a esa edad me gustaban los culos de señoras, cosas y gustos de la adolescencia, siempre buscaba una señora para arrimarle el camarón, pero ahí en el metro pasa de todo y en una ocasión que me baje en Pino Suarez, me encamine a las escaleras eléctricas, ya cuando íbamos subiendo, vi a una niña como de 12 años, bonita, blanca en un vestido azul marino con florecitas, yo iba atrás de ella y podía ver que pese a su edad ya está caderoncita y tenía buenas nalgas, paraditas y bien redondas, de repente vi una mano con el dedo índice extendido, que se hundió exactamente en el ano de la niña y lo saco en forma de gancho hacia atrás, fue tan rápido que cuando volteo la niña para ver quién era, no supo quién fue, yo me quedé sorprendido y me puse muy serio, no vaya a ser que me echara la culpa, ella solo se nos quedó viendo a todos los que veníamos atrás de ella, puro hombre para desgracia de ella, su mirada duro unos segundos y luego se volteo, todo esto paso en segundos, que maestría tenía ese señor que arponeo el ano de la niña, esa manera descarada y atrevida de hacer esa acción a esa nena delante de todos, me dejo perplejo, ya arriba cada quien se movió en direcciones diferentes, pero los 2 señores que venían atrás de mí, se secretearon algo que alcance escuchar, entre risas uno le decía al otro, “que rico fundillo de esa niña, hasta perrito tiene, me mordió el dedo” sabía que se referían a la niña de las escaleras, me dejo pensativo lo que dijeron, a ese señor se le antojo el ano de la niña y viendo que ella estaba de espaldas, aprovecho que la niña venia desprevenida, el gentío y lo hizo, de solo verlo fue entonces que me dieron ganas de probar también que se sentía.
Más adelante una vez que regresaba de la prepa, iba en la línea 2, llegamos a chabacano y con la gente que bajo en esa estación, ya venía menos lleno el metro, yo venía aburrido y pensando en exámenes, observe alrededor a la gente, vi a un señor como de unos 50 años, alto y algo desalineado, estaba en el pasillo de asientos y se agarraba del asiento con una mano, a su espalda de él iba una niña como de 12 años, blanca, pelo castaño, un vestidito blanco hasta los tobillos, ella se iba agarrando del otro asiento, donde venía sentada su mama, hasta ahí todo bien, de repente me di cuenta que el señor tenía la mano derecha hacia atrás en dirección del culo de la niña, observe bien y vi que tenía un dedo metido en la altura del ano de la niña, era claro que le estaba agarrando el ano a la niña descaradamente, se veía como el vestido de ella, se metía entre sus nalgas ante la presión del dedo del señor, observe con detalle a la niña y ella no hacia un gesto de desaprobación o que le molestara, de hecho venia normal como si nada pasara, vaya viejo ladino y atrevido, disimulaba su acción al ir de espaldas a la niña y que nadie se diera cuenta, mientras venia horadando el ano de la nena, desde donde estaba, en el poco espacio que había de separación entre la nena y él, se podía ver que el señor tenia medio dedo metido en su cavidad anal, ella prácticamente tenía medio dedo del señor enterrado en su hoyo trasero, esa niña linda tan cerca de su mama y no le decía nada a ella, ni daba muestras de molestia, se veía incluso al ver su cara que ella venia feliz, mientras el señor tenía un rostro de depravado, se ve que él iba sintiendo totalmente y acariciando ese orificio trasero de la niña, era increíble creer lo que pasaba en ese poco espacio del metro, como si solo yo me hubiera dado cuenta de lo que pasaba, entre ese señor y la niña, la imagen era surrealista, el señor con una mano y su dedo extendido perforaba y disfrutaba del ano de la niña y con su otra mano se agarraba del asiento pero a su vez traía su chamarra, que utilizaba para taparse la tremenda erección que traía de estar acribillando el ano de la niña, de estarlo viendo quede impactado, sorprendido y excitado, la acción era deleznable pero a la vez tenía una fuerte carga sexual y perversa, el metro avanzaba y el señor mantenía su dedo metido permanente en ese pequeño ano, la forma en que la niña disimulaba que su ano estaba siendo atravesado por ese largo dedo, era de llamar la atención, era imposible que no sintiera ese largo dedo hurgando y explorando su ano, sobre todo teniendo a su mama al lado, la realidad es que ella lo estaba consintiendo, estaba dejando que el señor tuviera su dedo atascado en su hendidura anal, sin ningún pudor y hasta tal vez le gustaba tener ese dedo enterrado en el culo, eso ya lo sabía el señor, él ya tenía claro, que esa niña se dejaba hacer de todo a su ano, incluso había veces que sacaba y metía su dedo del ano de la niña arponeándolo una y otra vez, lo más probable por su expresión de la niña, es que ella iba disfrutando de esas caricias perversas de ese señor, la señora no sabía nada de lo que pasaba en el trasero de su hija, pues obviamente no podía ver que un degenerado estaba disfrutando del ano de su hija, así siguió ese señor perforando el ano de la niña, ya con la confianza de hacerlo ante la pasividad de la nena, ni siquiera le agarraba las nalgas, solo puro ano, se ve que le encantaban los anos de niña, yo me baje en 4 estaciones más, baje y voltie a ver atreves de la ventana, ambos seguían en lo mismo, ese señor hurgando el ano de la niña y ella dejándolo hacer, todos los demás pasajeros ni en cuenta, vi a la niña y ella como si nada, vaya que le encantaba lo que ese señor venía haciéndole a su ano, yo me di cuenta de lo que pasaba en chabacano pero lo más probable es que ya venía ese señor picando ese culito desde de antes, todo esto me pareció un poco obscuro, pero increíble y excitante, vaya audacia y perversión de ese viejo, utilizar el metro para dar rienda a sus instintos perversos y vaya comportamiento tan pasivo de la nena que dejaba que un viejo desconocido jugara con su abertura anal, eso me dio la idea que la mayoría de las niñas aceptan con mayor facilidad ese tipo de caricias. Eran más pasivas y dejadas.
Así que lo puse en práctica, no inmediatamente si no después de unos meses, se dio la oportunidad, una tarde que iba para la escuela, me subí al metro, venia lleno eran como las 3 de la tarde, estaba pensando en mis clases de matemáticas y sentía una hueva terrible, pasaron varias estaciones y después vi que una niña de unos 12 años, se puso delante de mí, ella llevaba un pantalón de tela ajustadito azul, lo único que recuerdo de su físico es que era güerita, pelo en forma de trenza, ya a su edad tenía buen trasero, ella venia moviendo su rico culito de un lado para el otro, no era que estuviera haciéndolo de manera sexual, sino más bien era inquieta y sus movimientos lejos de ser sexuales eran más bien inocentes, yo acordándome de lo visto anteriormente, decidí experimentar para ver qué pasaba, así que con mi dedo índice me acerque donde se veía que estaba su ano, localizarlo gracias a su pantalón fue más fácil, sin pensarlo mucho, le empuje mi dedo suavemente en su entrada trasera, poco a poco se introdujo entre sus nalgas y sentí el calorcito de su anillo trasero, también pude sentir como latía esa pequeña rajita, solo sentí esto, quede enamorado de lo rico que se sentía agarrar el ano de la niña, era un placer oculto que desconocía, me encanto como le metía mi dedo y ese pequeño ano latía de manera involuntaria, me hizo adicto de manera instantánea, mi verga respondió a este estimulo quedando totalmente erecta, continúe haciéndole esta caricia a la niña una y otra vez, aprovechando el amontonamiento de gente, era súper delicioso y placentero, sentir el ano de una niña es lo máximo, tan pequeñito y apretado, era como descubrir un nuevo juego arriesgado pero muy placentero, ella ni volteaba, me dejaba hacer, su mama una señora gorda ni cuenta se daba que estaban dedeando ese ano apretadito pero sabroso que tenía su hija, me la lleve así unas estaciones, estaba enloquecido y encantado por ese ano, ella y su mama se bajaron en zócalo y yo también lo hice, solo para ver si podía seguir picando esa sabrosa abertura anal, mientras ella subía la escalera, yo arponeaba ese rico ano de niña, yo sin medir las consecuencias y siendo algo descarado, ella y su mama caminaban hacia la salida y mientras tanto aprovechando el montón de gente que caminaba, yo le venía metiendo y sacando el dedo de su culito, yo estaba fuera de sí y solo concentrado en esa acción para satisfacer mi deseo, solo quería seguir perforando ese ano de nena, como cuando descubres algo que te causa tanto placer y no lo sabias, llegamos a él torniquete de salida, le metí el dedo una vez más de manera descarada y furtiva, en ese entonces no considere que había un policía en el torniquete, afortunadamente ese día no me vio, picándole el culo a esa niña, ya me iba a salir para seguir en esa morbosa tarea, pero me detuve, me acorde que tenía clases, así que a mi pesar, me regrese al andén y me fui a la escuela, el maestro me regaño por llegar tarde, pero me valió ya había probado el culo de niña y de probarlo una sola vez me hice adicto total, no puse atención en toda la clase y solo esperaba salir de la escuela para seguir picando culos de nenas. Lo cual se convirtió en un vicio y por lo tanto tuve muchas aventuras de este tipo
Que rico relato sigue compartiendo más
Buen relato, pero no exclente.me logro calentar al comienzo, depsues me aburri. 3 estrellas de calificacion
Nada mas rico que un culo buen fornadito de nena uff es demasiso rico yo e comido muchos y si lo sabes hacer se vuelven muy viciosas y te buscan y piden que se lo chupes y le metas la morra como dije si se sane hacer no se debe hacer a lo bruto es cuestión de mucha paciencia !
Que ricas exp en el.metro yo también tuve unas cuantas jejeje que las llegue a llevar a mi casa