Estrella.*
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Vladimirchavarria.
Un repentino despertar me sacudio por la madrugada.
Voltee para ver si mi pareja aun dormia, en efecto.
Quite la sabana que nos cubria; pues hacia algo de calor.
Ahi estaba al desnudo mi mas reciente conquista.
Su piel suave y blanca, sus largas y finas piernas, su vagina con bello pubico formandose; como cuando de joven comenzaba a salir la barba, sus pechos perfilandose para ser mas grandes, acompañados de unos pezones rosados y punteagudos.
Al acariciarle una pierna, mi mente vaga en el recuerdo de cuando la conoci.
Hija de una compañera de trabajo a la cual acudia cada tarde para esperarle a la salida.
La mama de Estrella y yo teniamos el mismo turno, por lo que al salir saludaba a su hermosa hija.
Una ocasion.
Luego de la salida, note que la madre de aquella adolecente, tardaba, por lo cual me ofreci a darle un poco de compañia; ya que era victima de lasivas miradas por parte del personal masculino.
Hicimos buena amistad los tres; pero yo no podia dejar de codiciar aquel cuerpo en desarrollo.
El cuerpo de una chica entre la niñez y la adolecencia.
Al pasar mi mano por encima de esos bellos pubicos en crecimiento, recordaba, las escasas horas de una guerra de besos y caricias.
Mi boca contra su piel.
Su boca contra la mia.
Fui convenciendola que estar con alguien de 23 años no era malo; que para su edad, no era edad distante para ella.
Asi que despues de unos dias, Estrella acepto ser mi novia, sin que su mama lo supiera; fue asi como terminamos encerrados en mi cuarto de solteria, jugando a ser amantes.
Su vestimenta estaba compuesta por una falda roja, zapatillas plateadas, blusa blanca, sweter blanco con rayas azul marino.
Al besarla en completa privacidad, no podia dejar de temblar a causa de los nervios, mis manos torpemente recorrian su piel por debajo de su falda.
Tumbados sobre la cama, quite cada una de sus zapatillas, besando sus suaves piernas, hasta llegar al fondo de las mismas.
Con resplandor observaba unas bragas blancas, por dentro una vulva lista para ser probada por mi lengua.
Como mi cadera se encontraba a la par de su cara, habilmente desabotono el cinturon y el pantalon, bajandolo.
Con poca experiencia hacia lo posible por atender ese organo que empezaba a erectarse.
Mientras que yo le termine de quitar sus bragas, para darle el mismo placer a su clitoris.
De un leve giro, cambiamos de posición, quedando su hermosa vagina en mi cara.
Quitandole su falda, Estrella termino de sentarse en mi para despojarse del atuendo que aun traia encima.
Su sabor y su aroma eran un deleite en mi boca.
Su aparente inocencia, su juventud, me exitaba al mas no poder.
Le pedi que se sentara sobre mi falo, para con mis manos guiarla en lo que seria su primera cabalgata.
Momentos mas tarde, le enseñe la posicion del perrito.
Aquella faena era algo maravilloso, porque jamas habia disfrutado de una joven mucho mas chica que yo.
No queria parar de estrujar esas nalgas blancas y redondas, en tiempo que mis arremetidas daban cuenta de sacarle algunos tiernos gemidos.
Sus pechos apenas alcanzando su medianez formaban un compas dignos de acariciar.
Colocandole boca arriba, acomodando sus piernas en mis hombros, juntando con mi lengua el sabor de sus pantorrillas, dandole fuertes estocadas, con las manos recargadas en ambos pechos.
Marlon.
Te amo.
Decia; al momento de pronunciar "Haz de mi lo que gustes".
Mi sonrisa acompañada de una voz entre cortada decian "Si mi princesa".
Pero el extasis, me hizo pegar mi boca a la de ella, en un gran abrazo, para vertir ambos liquidos en una exquisita conjugacion llena de gemidos sin nada de pudor.
Pero.
Ahora.
Ahi me econtraba, observando a mi pequeña amante desnuda, recordando sus hermosas palabras.
"Te amo.
Haz de mi lo que gustes".
El recodar esas tiernas palabras, hicieron que un dedo se posara en el clitoris de Estrella, moviendolo lenta y suavemente.
Su cuerpo reacciono, dando señal de lubricacion, sus pezones rosados, se erectaban, sus labios se comprimian, como horas antes.
Dando señales de conciencia con unos gemidos entre apagados.
Su mano se planto en mi entre pierna, para acariciar un testiculo, subiendo al mastil que le habia dado placer.
Lentamente abri sus piernas para deleitarme con el aroma y los jugos de ambos.
Sus ojos aun cerrados, pero sus manos posadas en mi cabeza, tratando de meter toda mi cara asia esa hermosa grieta.
Sus piernas se alzaban en señal de querer ser llenada por mi boca en cada rincon de sus muslos.
En momentos levantaba su cadera para que con mi lengua pudiera penetrar su hermoso ano.
Un culito como ese no podia ser desperdiciado por mi y menos el de alguien tan joven como ella.
Acomodandola en la posicion de perrito, segui atacando su vagina y su culo por la parte de atras.
Ella solo gemia y preguntaba que que hacia; a lo que le respondi que le gustaria lo siguiente.
Con mucha suavidad logre meter dos dedos en ese orificio anal, para asi estrenarselo.
Estrella quizo repetir la posicion del 69, porque le dije que sabia deliciosa la combinacion de jugos.
No quise esperar mucho para cavarle mi verga en su aun virgen culo; por lo que la acomode, con esas suculentas caderas lo mas alto que podia, para ir poniendo el glande en la entrada.
Suave, muy suave y poco a poco le fui perforando su esfinter.
Como era de suponerse Estrella medio se retorcia por el dolor de tener un intruso en su cavidad anal.
Pasado el tiempo, mi hermosa Estrella gemia con un placer casi sin igual.
Echaba sus caderas cada vez mas hacia atras, para que mi falo fuese a dar hasta el fondo.
No sabia como hacer para que esa adolecente quedara mas que satisfecha de sexo.
De mi sexo.
Al final, solo bastaron 5 minutos para que sus entrañas fuesen llenadas de mi semen.
Una vez mas cai rendido al lado de esa mujercita, llenandola de besos y caricias.
Solo un favor pidio.
Pronto obedeci para darle otra rica felacion, manos y boca, recorrian sus pechos, su clitoris.
Hasta que logro obtener un orgasmo que la dejo igual que yo.
Debo de agradecer que su señora madre haya aceptado una doble jornada de trabajo; aunque a mi adorada Estrella no le haria falta nada, mientras estuvieramos juntos.
Una tercera fusion entre nuestros cuerpos; agotados por las otras dos sesiones.
No duramos mucho, por lo que no vendra al caso relatarles.
Lo que si esque nuestros encuentros, prometian ser mas duraderos y frecuentes.
Vladimir escritor.
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