EXPECTATIVA DE SER COCKOLD

Desde cuando nos casamos, con mi esposa que se llama Nancy, en todo el tiempo nos hemos llevado muy bien, y hace unas semanas cuando regresamos de una fiesta que estuvo espectacular, bebimos más de la cuenta y al llegar a casa mi esposa no quiso que nos fuéramos a dormir.
Desde cuando nos casamos, con mi esposa que se llama Nancy, en todo el tiempo nos hemos llevado muy bien, y hace unas semanas cuando regresamos de una fiesta que estuvo espectacular, bebimos más de la cuenta y al llegar a casa mi esposa no quiso que nos fuéramos a dormir, entonces comenzamos una sesión de sexo maravillosa. Besos, caricias y luego desnudez para disfrutar sexo oral, sexo vaginal y los dos estábamos muy excitados. En algún momento le pregunte como se sentía íntimamente en nuestro matrimonio, si no había sentido monotonía, me dijo que a veces, pero creía que eso era normal. Yo estaba tan alicorado que me solté a decir cosas que en sano juicio no haría y mi esposa lo mismo, por eso senti que estábamos en una conversación muy abierta y sincera.

Ella me pregunto si íntimamente con ella sentía aburrimiento, le conteste que no, luego me pregunto con cuantas mujeres había tenido sexo, le respondí la verdad, cinco, pero todas ellas antes de casarnos. Y le retorne la pregunta a ella y me dijo que solamente con su primer novio y conmigo.

Le dije y fuera de eso no tuviste de pronto con compañeros de trabajo en las fiestas de la empresa ¿un rapidin?

¿Me dijo que es eso?

Bueno, una follada de afán y nunca más.

¿O cuando había baile algún compañero de trabajo te pegó su pelvis haciéndote sentir lo que tenía para ofrecerte?

Bueno eso si paso, pero yo corte a tiempo antes que las cosas perdieran el control.

¿Y eso algo no te excito en esos momentos?

Siiii, pero hay que controlarse cuando uno está casado.

¿Y si hubieras estado soltera habrías accedido?

De pronto si, si la persona me hubiera despertado atracción.

¿Y ahora después de tantos años no te gustaría probar sexo con otro hombre si lo acordamos los dos?

¿Y tú con otra mujer?

Noooo, no necesariamente.

Porque esa pregunta ¿te gustaría verme follar con otro hombre?

Si, solo si tú lo quieres.

Pero eso es difícil, yo no tengo un amigo de confianza a quien le pudiera decir… oye, vamos a follar, jajajajajajaja

No, no es así, hay que pensarlo muy bien y si deseas se puede hacer.

Ok si tu quieres verme follar con otro hombre quedas encargado de conseguirme el parejo. Jajajaja, Jajajaja

Esa noche terminamos de follar delicioso y después que ella disfruto su orgasmo y yo me corrí en su concha, nos fuimos a dormir. Al día siguiente tuvimos un dolor de cabeza, por el exceso licor que habíamos consumido.

Pasaron un par de meses y una noche que regresábamos de habernos reunido con amigos en una discoteca, mi esposa me dijo… tu amigo Darío es un poquito manilargo.

¿Por qué? ¿Qué paso?

Cuando me invito a bailar constantemente pego su pelvis a la mía, haciéndome sentir su virilidad, después cuando regresamos a la mesa, como estábamos solos, de seguro creyó que como no le había dicho nada, estaba dispuesta a complacer sus deseos y deslizo su mano sobre mi pierna, yo lo voltee a mirar y me dijo… tienes unas piernas muy hermosas, me gustaría acariciarlas, si tú me dejas claro está.

Le conteste… creo que no es posible porque yo estoy casada y me debo a mi marido y de ahí en adelante quedo mudo hasta cuando ustedes regresaron de bailar.

Si, a veces las personas se lanzan a explorar oportunidades de placer y esto no es solo es de los hombres, también hay mujeres que lo hacen. A mi me pasó en estos veinte años de casados con mujeres que al estar bailando le comienzan a uno a pegar su pelvis, tal como me lo acabas de contar, pero uno corta a tiempo.

Ok, pero bueno ya paso, dijo ella.

Pero luego muy risueña me dijo… ¿y que paso con el parejo que me ibas a conseguir?

No tenía ningún candidato, pero mintiendo le dije… es que tiene que ser uno que este a tu altura, no puede ser cualquiera. Jajajajaja

La verdad yo no había pensado nada al respecto, pero un día me encontré con un compañero de universidad estuvimos conversando sobre los amigos de la época y nos preguntábamos y que has sabido de tal o cual persona y así revisamos los que fueron más cercanos, hasta que mi amigo dijo… con el ultimo que me vi fue con Rafael.

Yo dije que loco que era, recuerdo que a la mujer que le echaba el ojo hasta que no se la cogía no quedaba tranquilo. ¿Y que es de la vida de él?

Mi amigo respondió… Él sigue soltero viviendo en su mismo apartamento al que nos invito muchas veces y por demás es muy bonito.

Si, si ese fue herencia de sus padres.

Recuerdo que a él le gustaba Amanda, ella muy bonita de ojos verdes, bastante seria, estaba casada y tenia una hija de unos cuatro años que ahora ya debe ser toda una mujer, que paso con ella, sabes algo.

Precisamente Rafael la persiguió y la persiguió hasta que la hizo caer y seguro no fue una sola vez porque su esposo se dio cuenta y se separaron.

Hummmm, que loco, era terrible, pero simpático, me gustaría volverlo a ver. yo debo tener su teléfono, lo voy a llamar y ese mismo día hable con él y lo invite a tomar algo.

 

Dos días después nos encontramos. Hablamos de mil cosas de sus pilatunas y le pregunte si seguía igual y me dijo muy serio… No, no ya soy muy juicioso.

Jajajajaja me reí y le dije… el que es no deja de ser. Y él sabiendo que era verdad se rio, pero me aseguro que estaba mas juicio. Y en medio de una conversación muy amena terminamos tomándonos varias copas de vino, prácticamente la botella y la conversación fue mas abierta. Me pregunto estaba casado y le dije… si, con la misma mujer, ella es maravillosa y nos entendemos muy bien.

Rafael no conoció a mi esposa porque cuando me case nos habíamos distanciado  hacía unos años y espontáneamente me invito a su departamento, me dijo que fuera con mi esposa y acordamos hacerlo ese fin de semana.

Cuando llegué a casa en la noche le dije a mi esposa, te tengo el parejo que te prometí, no es un adonis, pero si es muy simpático, especialmente con las mujeres.

¿Verdad? ¿Y cuando me lo vas a presentar?

Este fin de semana,

¿En serio? Me pregunto cómo sorprendida

Si, es en serio, y las cosas quedaron de ese tamaño.

El sábado en la mañana le dije… hoy es la presentación de tu parejo, quiero verte muy hermosa, más que siempre, por supuesto.

¿O sea que el asunto va en serio?

Claro va en serio.

Le pedí se pusiera una minifalda negra super corta que poco usa, medias de liguero, una blusa de seda sin sujetador, ya que sus senos aún conservan su lugar, y como la seda se pega a su piel, si se excita enseguida se notan sus pezones. Además, tacones altos que la hacen ver imponente.

Ella quedó tan sensual, que para no llamar la atención a la salida de nuestro departamento y a la llegada donde Rafael, se cubrió con un abrigo largo.

Cuando llegamos donde mi amigo, él nos recibió muy amable, y el saludo más especial fue para mi esposa, eso sin que se hubiera quitado el abrigo, porque cuando él se ofreció a recibírselo creo que quedó en shock y mirándome a la cara me dijo… que mujer mas atractiva tienes, es hermosa. Le recibió el abrigo y pasamos a la sala.

Allí nos preguntó que nos podía ofrecer, mi esposa propuso vino y yo un tequila, él dijo… yo te acompaño, me gusta mucho ese licor.

Iniciamos una conversación muy amena porque Rafael es muy simpático y como él se sentó en el sofá doble al lado de mi esposa, cada vez que podía, cuando estaba hablando ponía su mano sobre la pierna muy descubierta de mi esposa, gracias a la minifalda que poco le cubría.

Si Rafael hubiera estado sentado en mi lugar hubiera estado observando todo el tiempo el panty blanco de mi esposa.

La reunión fue avanzando y para poder tomarnos unas buenas copas, no llevamos el auto, así que mi esposa y yo dimos rienda suelta al vino y al tequila. Por supuesto a media noche los tres estábamos bastante alicorados y la conversación se tornó picante, al igual que las bromas.

Cuando mi esposa se excuso para ir al baño, Rafael me invito a que me sentara a su lado y me dijo… como si fuera un secreto… Tu mujer esta lindísima, me tiene en pena con esa minifalda y esos pezones que se notan bajo su blusa. Uhmmmm y se mordió el labio.

Le pregunte… ¿en verdad te gusta mucho?

Huy si, hace mucho tiempo que no venia este departamento una mujer tan espectacular.

Le dije… por mi tranquilo, la época de los celos quedo atrás y hoy en día tenemos un matrimonio abierto.

¿Sí? Pero estando tu presente me da pena.

Le respondí… Noooo, por mí no te preocupes, ya estamos acostumbrados a compartir y cuando ella lo quiere, no hay problema. Intenta a ver que te dice ella.

Cuando mi esposa regreso, Rafael se fue a traer mas licor y en ese momento le dije a mi esposa… Tienes enloquecido a Rafael, me lo acaba de decir y yo le he respondido… No me lo digas a mí, díceselo a ella. Jajajajaja.

Pasaron unos minutos y Rafael volvió a mencionar la belleza de mi esposa y en ese instante aproveché para ir al baño y me demoré intencionalmente.

Y estando los dos avisados era evidente que el hielo se rompería en un segundo y así fue, cuando yo estaba saliendo del baño, mi esposa se había levantado del sofá a mirar una porcelana que había en una mesita auxiliar y cuando ella se inclinó, su falda se subió y Rafael aprovecho la oportunidad para acariciarle las nalgas.

Luego los dos se sentaron en el sofá doble y se compenetraron en un beso erótico, al punto que creo no notaron mi regreso, además Rafael había apagado varias luces excepto la de una pantalla que por demás poco alumbraba.

Lo que siguió fueron caricias de Rafael en los senos de mi esposa, acompañado de besos en el cuello y las orejas, algo que la excita mucho, a continuación, la mano de Rafael comenzó a recorrer los muslos descubiertos de ella y no tardo en llegar con sus caricias a su concha.

Sus dedos se deslizaban sobre el panty y mi esposa excitada se recostó en el espaldar del sofá, cerró los ojos y dejo hacer su parte a Rafael en lo que él quisiera.

Yo sentado a dos metros de ellos saqué mi celular y lo puse en dirección para grabar la escena.

Después de los besos y las caricias preliminares los dos tomaron un sorbo de su respectivos licores y Rafael que es directo a lo que va, se quitó el pantalón y los zapatos quedando desnudo de la cintura para abajo. Luego se arrodillo frente a mi esposa, se acomodó en medio de sus piernas y reinicio un beso largo acompañado de caricias en sus senos.

A continuación, le subió la falda hasta la cintura, volvió a acariciarle la concha por encima del panty y algo hablaron sobre el panty. Él metió sus manos por los lados de la cadera de mi esposa le bajó el panty y ella le ayudó levantando sus nalgas y después hizo lo mismo con las piernas para que él terminara de sacárselo.

Lo que siguió fue que Rafael metió su cabeza en medio de las piernas de mi esposa e inicio una sesión de sexo oral que le arrancó los primeros gemidos a ella que continuaba con los ojos cerrados y respirando agitadamente.

Habiéndola llevado a ese estado de excitación acerco su verga a la concha de mi esposa y gracias a la lubricación de ella y la saliva de él, resultó fácil que la comenzara a penetrar, al inició solo metía el glande similar a un champiñón, pero rojo, y en la medida que él fue metiendo más y más su verga hasta quedar pegados con sus pelvis, vinieron los gemidos de ella.

Cuando Rafael empezó a sacar y meter suavemente su miembro, los sollozos de mi esposa aumentaron su volumen y con los ojos cerrados, muy concentrada y recostada contra el espaldar del sofá, disfrutó esta oportunidad de estrenar verga.

Mientras Rafael la follaba, él le aflojo los botones de la blusa y aparecieron sus hermosos senos que el empezó a acariciar y hasta se inclino para chuparlos y después mientras la follaba, no paro de apretarle las puntas de los senos y con esto creció la excitación de ella, al punto que, cuando escuché la característica de sus gemidos, entendí que estaba disfrutando su orgasmo y simultáneamente Rafael resoplando se corría dentro de ella.

 

Mientras transcurrió el proceso de penetración de mete y saca, y el movimiento de sus cuerpos acompañado de gemidos, mi verga se puso dura como un riel. Y cuando alcanzaron el clímax, esperaron un par de minutos antes de separarse, cuando esto sucedió yo me levante, me desnude de la cintura para abajo y le dije a mi esposa ayúdame a calmar esta erección y sin mas me arrodille donde antes estuvo Rafael, y acomode mi verga en la concha de mi esposa.

Ahora solo tuve que preocuparme por mí, porque ella ya había disfrutado su orgasmo. No necesite mucho mete y saca ya que mi excitación estaba a tope, entonces explote dentro de ella y su concha quedo tremendamente inundada del semen de nosotros dos.

A continuación, semidesnudos Rafael nos ofreció más licor y mientras lo bebíamos Rafael no hizo mas que agradecernos por haber compartido con él esta noche de sexo y nos ofreció su departamento para cuando quisiéramos volver, diciendo que siempre seriamos bienvenidos.

Mi esposa se fue al baño para secar su concha y mientras tanto Rafael no hizo mas que agradecerme la visita en especial la de mi esposa.

Media hora después recuperados todos, Rafael sentado en el sofá desnudo de la cintura para abajo le dijo a mi esposa, señalando su verga, mira como se puso al tenerte cerca, ahora vas a tener que calmarla y le pidió que se subiera sobre él, frente a frente y al tiempo que comenzó a follarla, se besaban intensamente y yo como estaba directo a ellos pude ver cada penetración, de las cuales mi esposa tenía el poder de la intensidad de las mismas.

Así estuvieron al menos unos diez minutos hasta que ella aviso de su orgasmo y Rafael tomándola de la cintura intensifico las penetraciones para él lograr correrse al tiempo con ella.

Cuando esto termino ya iban a ser las dos de la mañana, entonces recompusimos nuestras ropas y pedimos el servicio de transporte. Nos despedimos de Rafael y como siempre dirigiéndose a mi esposa le dijo… no olvides el camino, siempre serás bien recibida.

Al llegar a nuestro departamento mi esposa me dijo… La verdad creí que lo del parejo era una broma, pero ya que se hizo realidad te doy las gracias, fue maravilloso y él parejo que escogiste resulto excelente.

Esto lo estoy escribiendo en la semana siguiente de los hechos, no sé si se volverá a repetir, salvo petición de mi esposa o de Rafael. fue una noche muy divertiva