FABRICIA Y MAURELIA DOS NIÑAS DE LOCURA
Soy Braulio, esta historia es cuando recién empecé mi trabajo a los 26 años como médico, como primer trabajo siempre nos envían a hacer un servicio rural, siempre en los pueblos algunos más lejanos que otros..
Soy Braulio, esta historia es cuando recién empecé mi trabajo a los 26 años como médico, como primer trabajo siempre nos envían a hacer un servicio rural, siempre en los pueblos algunos más lejanos que otros.
Pue bien, me toco ir a un pueblo, que, de una ciudad, se tenia que ir a 4 horas en colectivo, por una carretera rural, llegando al fin al pueblo donde trabajaría por año, el inicio fue mas bien triste un pueblo de unos 1000 habitantes, con una sola posta médica, donde tenía tres compañeros de trabajo entre enfermeras y técnicas, quienes, por ser madres, no perdían oportunidad de irse a la ciudad donde Vivian sus familias. Por lo que los fines de semana me quedaba solo en mi posta médica.
Dentro de mis preferencias sexuales, lo convencional, mujeres promedio mi edad, sin embargo, durante mis estudios, casi ni tiempo hay para el desarrollo de nuestra vida sexual. Siempre nos enseñaron que en las zonas rurales existen ciertas féminas que ven en un medico joven una oportunidad de “cazar” un futuro, ya sea con un embarazo o enamorándolo, por lo que fui muy advertido a mi trabajo.
para el final de mi primer mes de trabajo, todo fue rutinario, mañana de trabajo tardes libre, fines de semanas trabajo todo el día, porque me encontraba solo, en el pueblo no existía línea de celular, solo unos teléfonos públicos, mi distracción era mi laptop con unos juegos que durante mis estudios nunca pude jugar.
Era sábado por la tarde, a la posta llegan dos ninfas, de 11 años, una de ellas con dolor de diente, la otra la acompañante fiel, su prima. Se acostumbraba en este pueblo que los menores vengan por su atención, sin la compañía de mayores, porque ellos trabajan todo el día en sus chacras, por ese motivo se atendía a las personas menores solas.
Después de realizar la atención y el tratamiento adecuado, las niñas me interrogan sobre que jugaba en mi laptop, muy curiosas e insistentes, les comparto mi diversión, sin ninguna intención oculta, por mi parte. Ellas emocionadas, aprenden rápidamente, y se divierten tiernamente, fue como dos horas que estuvieron entretenidas, se hacia tarde y las envié a casa. El mismo domingo, volvieron a la misma hora, pensé que el tratamiento iba mal, pero ellas solo querían jugar, las dos eran delgaditas, planas, no me fije en sus cuerpos, porque simplemente no me interesaba. Fabricia era la más conversadora, Maurelia un poco más callada pero divertida.
La tarde paso sin mayor novedad ni otros pacientes, porque los sábados y domingos casi nadie acudía por ser día de diversión para los adultos. Para la semana siguiente en sábado, yo ya me encontraba en ascuas, las pajas no eran suficientes, me urgía ir a la ciudad de cacería, sin embargo, no se pudo porque una de las licenciadas, tenia urgencia de irse a la ciudad porque su hijo se encontraba enfermo, en este estado de erección a medias, llegan las niñas otra vez, me piden jugar yo de mala gana accedo, porque ya resultaba para mí, una molestia. En una de esas que ellas se divertían, yo a un metro de ellas en mi escritorio escribiendo y vigilante que no maltraten mi laptop, Maurelia se rasca la vaginita por encima de su licra, y Fabricia al notarlo le mete la mano y le propina un tremendo pellizco, y se ríen a carcajadas, esta acción me llamo la atención, y con la arrechura que llevaba me empecé a fijar recién en ellas. Fabricia delgada con una carita angelical coqueta pelo negro azabache con una trenza que llegaba hasta por la cintura, un polito de niña desgastado, que dé en cuando se le subía y se podía ver un abdomen plano y duro, un culito pequeño y durito, una licra rosa bien pegada a su cuerpo que le llegaba hasta el tobillo, algo morenita, bien conversadora. Maurelia delgada un rostro mas tallado que el de Fabricia, mas linda por así decirlo, test blanca, igual de delgada similar vestimenta polo y licra, algo que notaba en ella era que hacia todo lo que Fabricia decidía.
En mis pensamientos perdidos un estruendo me aleja de mis pensamiento, los truenos anuncia una lluvia de esas de sierra, me asusto, porque recién me habituaba a ellas, y sabia que se venia el segundo diluvio, inmediatamente les digo a las niñas que se vayan a casa, Fabricia me dice en mi casa no hay nadie, mis papas se fueron a otro pueblo a un encuentro deportivo y llegaran en la noche, lo mismo dijo Maurelia, en medio de las explicaciones, empieza la lluvia, ruidosa y copiosa. Cierro la posta y mas por temor mío, que, por otra cosa, vamos al segundo piso, ellas me siguen e ingreso a un cuarto que teníamos, donde había dos camas, para ocasionalmente echarnos una siesta, sobre todo en situaciones como esta, de lluvia intensa.
Me siento en la cama y les digo quieren ver una película, ellas alegres, dicen que si casi gritando, se echan en la cama se acomodan y Fabricia me dice: ¿podemos usar las frazadas?, claro porque no, le respondo, ellas se sacan las sandalias y se meten por dentro de las frazadas en la cama, Maurelia queda al borde de la cama, Fabricia detrás de ella, hacia el lado de la pared, Fabricia abre la frazada y me dice cobíjate o te vas a enfermar, yo me quedo sorprendido, me esta invitando a echarme a lado de ella en la cama, una nena de 11 años, sin intención pienso yo, es inocente, vuelvo a pensar, pongo la película, y raudamente acepto la invitación, y me coloco dentro de la cama, al lado de Fabricia, yo estaba usando scrabs, una especia de buzo de tela sencilla muy cómoda para el trabajo, la lluvia era reacia, la película empieza, la primera de maléfica (bendita película), me echo y Fabricia de cucharita se acomoda junto a mí y Maurelia también de cucharita al lado delante de Fabricia. El olor de Fabricia la tibieza de su cuerpo, hacen que tenga una erección, y cual instinto salvaje, hace que ponga mi mano derecha por su abdomen, al ver esto Fabricia se pega mas a mi cuerpo, lo que me sorprende, como dándome permiso, yo no desaprovecho la oportunidad, y la jalo aún más, hacia mí, ella coloca hábilmente culito respingón a la altura de mi pene erecto, gira su cabeza me mira a los ojos y esboza una sonrisa como quien diciendo me gusta, yo le beso la cabeza y ella soba la cabeza sobre mi pecho como un gatito, Maurelia estaba concentrada en la película, (según yo).
Empecé a tallar mi pene por encima de nuestras prendas, siempre sujetándola del abdomen, mi mano subió buscando su pechito y tope algo hermoso, como un limoncito suave un pezón apenas perceptible, Fabricia daba signos de excitación, bajo mi mano por su abdomen, hacia su cadera, le agarro una nalguita, y paso hacia adelante por encima de su licra hacia su vaginita, ella sigue sobando su cabecita en mi pecho, con los ojos cerrados. Mi pene estaba totalmente erecto, duro como nunca, pongo mi mano encima de la cadera de Fabricia e intento bajar su licra, lo que paso fue increíble. Fabricia en un rápido movimiento se baja la licra con todo y calzoncito, yo me quedo incrédulo ante la habilidad y decisión de la niña. Reacciono y también me quito la ropa por debajo, nos volvemos a colocar de cucharita, y ahora si mi pene directo en las nalgas de Fabricia, una piel suave, unas nalgas pequeñitas, duras, pongo mis manos por delante de su vaginita, y hago atravesar mi pene entre las piernas, tallando de esta manera directamente todo el largo de la vaginita de Fabricia, la sensación es celestial, casi eyaculo ahí mismo, mientras Maurelia no decía nada y miraba la película. ¿Te lo puedo meter? Fue mi estúpida pregunta que le hice a Fabricia, ella asintió con la cabeza y me dijo al oído – despacito-
Mi erección a mil, su vagina húmeda, me imaginaba que iba a facilitar tomar mi primer virgo a mis 26 años, teniendo mis dudas, Fabricia hace unos movimiento de cadera y mi glande queda alojada en la entrada, lentamente, mi pene se desliza hacia adentro, con una facilidad, DIABLOS NO ES VIRGEN¡¡¡¡¡, que importa, el ajuste era lo mas delicioso que probé hasta ahora, se la metí firmemente hasta el fondo, a una niña de 11 años que tenia la experiencia de una de 20 .
Ya al tope, empecé el mete y saca en forma pausada y tranquila porque Maurelia estaba allí, de otra manera hubiese sido salvaje y cruel., ella acompasaba los disimulados movimiento, yo extasiado, no pude mas y descargue, mas de 5 veces entro de la vaginita de Fabricia. Sin hacer ruido, fue glorioso totalmente, Fabricia cerraba los ojos y disfrutaba de las ultimas penetraciones, no tuvo un orgasmo estuvo claro, pero se notaba que lo disfrutaba, quede rendido la abrace fuerte y nos dimos un discreto beso, la tenía abrazada, no quería soltarla, y ella tampoco tenía intenciones de dejarme. Pasaron los minutos, mi pene flácido abandona la tierna cuevita, el semen derrama por las piernas de Fabricia, ella me pide papel, muy despacio, lo único que encuentro cerca es mi bóxer, se lo doy y ella se ríe y se limpia. Volvemos a ponernos de cucharita la película muestra una batalla entre maléfica y unos soldados.
Repentinamente vuelve mi erección y estoy dispuesto a un segundo round, pero…………
Fabricia se da cuenta de mis intenciones y lo que hace, me desconcierta por completo, le dice a Maurelia ponte acá, y cambian de lugar, yo no sé qué hacer, según yo Maurelia no sabia nada de lo que había pasado, pero estas niñas lo tenían todo calculado, la presa era yo…
Maurelia se coloca de cucharita hacia mí, entregándome su potito respingón, al notar mi erección, hábilmente se quita la licra y se entrega pero tenia una seriedad que hacía dudar, como quien diciendo rápido que me toca, la tomo de la barriguita otra vez meto mi pene entre las piernas para tallar la vaginita ella empieza a moverse despacio pero esta seca, no hay humedad yo intento alojar la cabecita ella me jala del cabello con una mano y me dice muy despacio MOJALO¡¡, 11 añitos y se la sabían todas, yo saco mi pene ensalivo su vaginita y mío pene y ora vez lo intentamos y al fin cede, muy justado, aterciopelado, muy delicioso todo adentro y otra vez la faena, otra vez la explosión, una delicia completa e indescriptible.
Fue un poco mas duradera, al terminar intente besarla y me rechazó, rápidamente se salió de mí y se limpió. Me quede adormilado al costado de Maurelia, la película termino ellas se cambiaron entre risas cómplices y susurros al oído, la lluvia cesaba, ellas me dijeron que se van yo les indique como abrir y cerrar la puerta de la posta, no quería levantarme de mi lecho.
Salieron del cuarto, Fabricia volvió, me cogió de la cara y me estampo tremendo beso con lengua, que experiencia de la niña. Eres mío¡¡¡¡ me dijo, – con Maurelia solo esta vez¡¡¡ mañana vengo a las 4. y se fue meneando su colita.
Yo me que estupefacto, estas niñas, lo calcularon todo, que experiencia, que habilidades sexuales, que desinhibición, en fin, solo me quedaba disfrutar y ver que pasaría el día de mañana………
QUE GRAN HISTORIA TIO . OJALA LA CONTINUES