Festejando el cumpleaños
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Resulta que David cumplía años, como era día de pago en la dirección, tuve que asistir hasta el centro de la ciudad. Ya de regreso pase por mi esposo que salía de trabajar a esa hora, tomamos rumbo al sur sobre Tlalpan y yo llegando a periférico me dirigí al Ajusco, el trafico estaba bastante cargado, por lo que la demora fue bastante, David, sabia que yo iba a subir a felicitarlo, por lo que me aun me esperaba
Cuando llegue me comentó que pensaba que ya no asistiría, le mencione todo lo que había hecho, así que se quedo tranquilo, además le dije, crees que se me había olvidado festejarte, y enseguida me desabroche la blusa, sus ojos brillaron con una intensidad de fuego. Me dijo ven acércate y yo muy obediente me pare frente a él, terminó de desabrochar mi blusa y me la quitó, acarició sobre el sostén mis pechos y los apretó con intensidad. Yo sólo atine a decir que este era su regalo, -vaya, que es hermoso- dijo con una voz que denunciaba su excitación. Se paró y yo le abrace con mucha intensidad, se inclinó un poco para besarme y nos trenzamos en un delicioso beso, ya sin ninguna reserva, me desabrocho el sostén y mis pechos estaban listos pare él, primero los tomó suavemente y después los beso y succiono uno por uno yo le tome la cabeza y lo presionaba para que siguiera mamando mis tetas, él no perdió tiempo y desabrochó mi mini falda, en menos de los que les cuento ya estaba en sólo calzones, introdujo su mano dentro de mis bragas y acarició mi panocha que ya se imaginan estaba como una fruta jugosa y lista para comerse.
Para ese entonces David, ya se había desabrochado la camisa y nuestros abrazos se intensificaron con el delicioso roce de la piel, -eres adorable chiquita y te agradezco el regalo- rápidamente se quitó su pantalón y sus interiores y me mostró lo excitado que estaba ya que su verga estaba a punto de reventar, yo saque con mucha sensualidad mi tanga la cual además de bonita es muy cachonda, el miraba con un interés inusual, ya que es un tipo muy tranquilo. Mientras me besaba me estaba cachondeando de lo lindo, no dejaba de sobar y de manosear mis tetas, nalgas y pubis, yo ya quería que me ensartara, pero él quería disfrutar aun más del agasajo que se estaba dando.
Me jalo hacía el escritorio y me pidió que me sentara sobre el mismo, yo quite algunas cosas que estaban encima y me acomode, él jalo su silla y se sentó frente a mi, me dijo ahora si chaparrita te voy a comer tu rica conchita, tomó mis tobillos y me levantó las piernas acercó su boca a mi panocha y pasó durante largo rato su lengua sobre mis labios y clítoris, yo temblaba de placer y lo jalaba de los cabellos para que siguiera, dejo descansar mi vagina y se pasó a lamer mi anito, me estremecía el placer que estaba sintiendo, le dije que parara que ya necesitaba su verga en mi culito, me cargo por un momento, me paro cerca de él y se sentó, con la verga bien parada, me jalo, acarició mi panocha, lo que hizo que me contrajera un poco y me guió hasta su verga así de frente, siéntate y comete mi camote chiquita –Me preguntó – te gusta mi verga-, yo solo atine a decir que si, me incline un poco y tome su verga, le pase la lengua por el glande, eso hizo que emitirá un quejido como de dolor pero en realidad fue de placer, me volvió a preguntar si es que me gustaba su verga, le dije –si no me gustará tu crees que te hubiera venido a felicitar, sabes que me gusta y que me gusta que me hagas tu mujer, disfrútame soy tu puta papito-, eso lo puso todavía mas caliente, así que me tomo de la cintura y me levanto un poco, yo tome su verga entre las manos y la puse en la entrada de mi panocha, como estaba escurriendo de un solo golpe entro ese rico pedazo de carne caliente, espere a que mi vagina se acoplara al tamaño y grosor y comencé a moverme despacio y después un poco más rápido, el besaba mis chiches y mordía ligeramente mis pezones, me pasó la mano por las nalgas y localizó mi anito, con movimientos suaves estimuló el hoyito y en menos de lo que les cuento una parte de su dedo medio estaba en mi interior, yo estaba como loca moviendo el culo lo mejor que podía, me preguntó si se podía venir dentro, yo le conteste que si que me gustaba sentir la leche de mis amantes, me apretó con fuerza y yo sin dejar de moverme sentí como una gran cantidad de liquido seminal estaba derramándose en mi interior, nos besamos con mucha pasión, me dijo que era una mujer muy rica y también muy putita y que me agradecía el regalo, yo le conteste que aun quería más y él contesto, a bueno deja que me reponga un poco.
De su escritorio sacó unos refrescos, me ofreció uno, para entonces, me había puesto sólo la blusa y la falda sin ropa interior eso preocupada un poco por si a alguien se le ocurría entrar, me dijo que hacia mucho tiempo no disfrutaba tanto de estar con una mujer, que nunca se imagino que yo iba a estar con él, que era como un sueño, me senté sobre sus piernas, él también se había puesto el pantalón y la camisa, le tome la cabeza y le bese con un beso por demás apasionado, le dije que él también era un hombre muy atractivo, que además me gustaba mucho como me cogia, que su verga era deliciosa, que aun cuando era grande me gustaba comérmela toda. En poco tiempo se le notaba había repuso fuerzas ya que sentí como su verga estaba dura, recordé que así fue cuando lo conocí, y me puso caliente nuevamente, sobre el pantalón le sobé su camote, él abrió la bragueta y lo dejo libre, lo acaricié y le estimule haciendo movimientos para arriba y abajo, él me pidió que parará, me dijo que no quería terminar así, me tomó de los hombros y me puso agachada contra el escritorio, me subió la falda hasta la cintura, pasó su mano cual grande por mi rajita y enterró dos dedos en mi panocha, yo di un salto, él sonrió y me pidió le perdonara, yo le dije que con cuidado ya que estaba inflamada, se acomodó detrás de mi, tomó su verga y la puso en la entrada de mi panocha, le untó un poco de saliva y la empujó con un poco de fuerza, ya que se encontraba un tanto apretadita la entrada, me tomó de la cintura y empujó fuerte, sentí como la verga se me iba hasta el fondo, exclamé un gritito de dolor, se detuvo un momento y por encima de la blusa acarició mis pechos, jugó un rato con mis pezones que se encontraban verdaderamente duros, yo le pedía que no se detuviera, que me la diera, así, así duro cabrón, cojéeme, hazme sentir tu puta, tu mujer, tu hembra, llena esta panocha que es tuya, dale de comer, regálele tu leche.
Me jaló hacia él y me enterró con más fuerza su verga, me sentía en la gloria, sacó su verga y me levantó acomodando su verga en mi entrada y de nuevo, sabroso que entró su rico chile, yo lo abrace con fuerza, nuestros labios se devoraban, él empujaba con mucho ritmo y yo lo recibía como hacía mucho no recibía a alguien,
Me sentó en el escritorio, me recostó y me jalo hasta que mis nalgas quedaron en la orilla, levantó mis piernas y mi panocha quedó expuesta y a sus órdenes, puso su verga en la entrada y de un solo golpe se fue, que rico sentí, sus movimientos eran suaves sentía como su enorme cabeza presionaba mis paredes vaginales, yo levantaba la cadera y empujaba la pelvis, para hacer mas rica la entrada, así estuvimos un buen rato, él se quedo quieto por un momento y sentí como nuevamente sus jugos se derramaban en mi interior, no se quedó un rato quieto, yo sentía un tremendo calor mientras él me decía cosas, como que estaba muy sabrosa, que le encantaban muchos mis nalguitas, me cargó y me llevó hasta la silla, se sentó y me sentó sobre sus piernas, no dejaba de acariciarme, se acurrucó en mi regazo y mamó mis chiches que da gusto, no dejo de acariciarme y de besarme con mucha pasión, antes de vestirme me pidió que lo dejara mirarme, se dio vuelo, pose para él sobre el escritorio, me acosté y el pudo disfrutar de mi panorama tal cual vine al mundo.
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