Fin de semana con papá
Deseo a mi papá como a ningun otro hombre .
Cuando mis padres se divorciaron yo era muy chica, y recuerdo que desde siempre quise vivir con mi papá. No tenia ni tengo mala relación con mi mamá, pero mi papá era y es mejor en todo. Era más divertido, cocinaba mejor y me mimaba siempre.
Ahora que tengo 18 años, sigue siendo igual.
Los viernes luego de salir de colegio, me voy con el bolso ya hecho a la casa de él y me quedo todo el finde. Él vive solo porque nunca se casó, así que los dos somos la compañía del otro durante el fin de semana. Si hay partidos nos gusta ir a la cancha a verlo a River o sino, nos quedamos en casa viendo alguna serie. A veces salimos al shopping donde el me compra lo que quiero, o salimos a cenar a los lugares que a mi me gustan. Nadie me mima como él.
Muchas veces la gente que nos ve piensa que él es mi sugar daddy y mis amigas del colegio dicen que le dan.
Y es que mi papá recién tiene 42 años, va al gym todos los días, es alto y está tatuado. Tiene unos ojos verdes penetrantes y su estilo para vestir es moderno pero sin desubicarse gracias a mi. Es un papá hot, y aunque sea mi papá, yo lo reconozco.
Ahora estamos los dos acostados en el sillón viendo una película a la que no le estoy prestando atención porque estoy con el celu. Mi papá parece más dormido que despierto así que tampoco la está viendo.
Los dos estamos vestidos con pijamas… bueno si se puede llamar pijama a lo que tenemos puestos.
Como hace mucho calor ahora en Buenos Aires, yo solo duermo con una tanga o desnuda cuando estoy en la casa de mi mamá, pero cuando estoy en casa de papá, duermo en tanga y un top. A él no le molesta ni le incomoda, es mi papá y ya conoce todo de mi.
A mi tampoco me incomoda verlo sin remera y en boxer que es como duerme cuando yo estoy acá.
No me incomoda porque es como me gusta verlo.
-Pa, anda a dormir a tu cama, estás roncando.
Se sobresalta por mi voz y me pega en la pierna.
-Callate vos.
Me rio. -En serio pa, yo ya me voy a dormir también. Lucas salió con los amigos así que no vamos hablar.
-Mmm ¿seguro que salió o está con otra?
-¡Papá!
-Mentira, te jodo mi amor. -igual se rie y me abraza porque sabe que no me gusta que me joda diciendo que mi novio me cuernea.
Lucas y yo somos novios desde el primer año de la secu y mis papás lo re quieren pero últimamente como que estamos teniendo muchas peleas y no quiero creer que mi papá tiene razón.
-Dale, vamos a dormir.
Nos damos un abrazo de buenas noches y cada uno se va a su habitación. Estan una al lado de la otra pero los dos dormimos con las puertas cerradas.
No pasa ni una hora de que me acuesto que empiezo a chivar como loca. Intento bajar el aire para que haga más frio pero esta apagado, no prende aunque lo intento varias veces. No tengo ventilador y abrir la ventana no es opción por los mosquitos.
De malhumor me levanto y voy hasta la habitación de mi papá.
Cuando entro, sus ronquidos se escuchan hasta el sur más o menos. Pongo los ojos en blanco porque me voy a tener que bancar eso si no quiero morir de calor mientras duermo.
-Pa… Pa… Papá… ¡Papi!
-¿Qué? ¿Qué querés Lu?
-Se rompió el aire de mi habitación, voy a dormir con vos.
-¿Qué? ¿Lo rompiste?
-No lo rompi yo, se rompió solo.
-Que hija de puta. Es el segundo aire que rompes, Luciana.
-¡No lo rompí yo, pa!
-Dale acostate que me arruinaste el sueño.
Me rio y me subo a su cama que es mucho más comoda que la mia. La habitación esta fría así que me meto debajo de las sabanas con él y me acomodo dandole la espalda. Él se aleja un poco de mí dejándome espacio.
-Pa te vas a quedar sin sabana, acercate.
-Vas a estar incomoda.
-Nada que ver, acercate dale.
Hago que se acerque más a mi y así dormimos juntos como si estuviésemos haciendo cucharita. No me acuerdo si es la primera vez que lo hacemos desde que soy grande pero se siente cómodo estar cerca de mi papá. Sin embargo por un momento me olvido quien es y con quien estoy, y mi culo automáticamente busca rozarse con su pija. Es automático porque es lo que hago cuando duermo con mi novio, apoyarle el orto para que me apoye toda la pija y si es posible que la acomode de cierta forma que después me la meta.
Pero no es de mi novio que estamos hablando, sino de mi papá.
-Lu, dejá de moverte.
-Perdón.
Sin embargo, vuelvo a moverme y esta vez lo hago de forma rápida como para que mi cola quede ajustada a su pija. Paro más el orto, y su pija se instala entre mis cachetes haciendo que sienta como se va endureciendo. Sentirlo hace que la humedad se cuele en mi pequeña tanga rosa.
Tengo deseos por mi papá desde siempre y no voy a desaprovechar la única oportunidad que tengo de cumplirlos.
-¿Qué haces, Lu?
-¿Qué pasa, pa?
-¿Por qué te pones así?
-¿Así como?
-Luciana…
-Papi…
-Lu te estoy apoyando todo el pene.
-Pija se dice pa.
-¡Luciana, basta!
-¡Pero si no estoy haciendo nada!
-Basta, me voy a dormir al living.
-¡No! -lo tomo del brazo para detenerlo y lo miro fijamente. O lo intento por la oscuridad de la habitación. -No papi. ¿No te gusta? ¿No se te para la pija de sentir todo el orto de tu hija?
-Luciana, ¿que decís? ¿Estás loca?
-Loca por vos pa. Siempre imagine esto. Siempre imagine que me garchas. Escuchaba cuando traías minas acá a casa y como te las garchabas y quería que fuese yo. Te tengo muchas ganas, pa. Aparte ya se como me mirás segun vos disimulando. Y se lo que hablaste con el tío Pablo la otra vez, que te gustan mucho las pendejas así flaquitas como yo porque podes manejarlas como querés. Y el tio Pablo riéndose dijo que yo debo tener la conchita toda abierta porque me la paso cogiendo con Lucas desde que soy chica y vos le paraste el carro.
-Hija, Dios mio…
-Te juro que nadie lo va a saber papi, por favor. Cogeme toda dale, saquete las ganas con una pendejita como yo. Que mejor que yo que tengo 18 recién cumplidos, voy al cole y soy tu hija. ¿Me coges papi?
El silencio es sepulcral, solo se escuchan nuestras respiraciones y el aire acondicionado. Yo sigo sosteniendo el brazo de mi papá que se aleja de mi y prende la luz de la mesita de nocue. Sus ojos verdes se cruzan con los míos del mismo color.
-¿Me juras que no se lo vas a decir a nadie?
-Te lo juro, papi.
Sus ojos me miran con dureza y asiente.
-No pensé que fueras tan puta, Lu. Y yo tratándote como una princesa inocente. ¿Con cuantos hombres estuviste?
-Con Lucas nada más.
Una de sus manos se envuelve en mi cuello y la otra agarra con fuerza mi pelo largo.
-Mentirosa. Decime ya con cuantos hombres estuviste.
-Con Lucas… y varios de sus amigos, algunos chicos del cole, Martin el profesor de hockey, algunos chicos del gym y… nadie más, creo.
-Nadie más decis pendeja trola. ¿O sea que el pobre Lucas es el cornudo del país? -asiento. -¿Y él lo sabe? -niego y mi papá se ríe. -Sos una hija de re mil puta igual que la zorra de tu mamá que me hizo cornudo hasta con su hermano, tú tío.
Mis ojos se abren con sorpresa… o tal vez porque no puedo respirar por como me ahorca.
-¿Mamá se cogio a mí tío?
-¿A quien no se cogio esa trola? Pero eso no importa ahora, yo quiero saber que tan puta es mi hijita, la luz de mis ojos. Dale sacate todo y chupame la pija.
Me saco rápido el top y la tanga que es un desastre de lo mojada que estoy. Mi papá se queda parado al filo de la cama por lo que me arrodillo sobre está enfrente suyo y le bajo el boxer. La pija más hermosa sale como un resorte. Es larga y venosa y él está completamente depilado. Se me hace la boca agua.
-¿Cuanto querias esta pija?
-Mucho papi. Soñaba con chupartela todo el tiempo. Cuando te pones short de futbol y se te marca toda se me mojaba toda la concha.
-Uff pendeja trola, a ver como la chupas.
Me la mando hasta el fondo de una. Tengo habilidad con la garganta y se lo demuestro cuando el me ahoga con su pija y yo ni me inmuto. Su respiración es fuerte y sus gemidos empiezan a escucharse mientras me aprieta la cabeza y me la manda hasta el fondo varias veces. Saliva cae de mi boca sobre la cama y mi pecho enchastrando todo.
-Quiero ver como te colas los dedos y moves el orto mientras me la chupas.
Tengo las uñas largas pero eso no es impedimento para meterme dos dedos mientras muevo el orto como él me lo pidió. En la habitación se escucha lo encharcada que tengo la concha cuando mis dedos entran y salen con fuerza.
Lo saco de mi boca para poder respirar. Mi cara es un desastre, que suerte que no tengo maquillaje.
-Necesito sentir tu pija dentro mio, papi. No aguanto más. Me metí hasta una banana imaginando que eras vos que me cogias y ahora que estás acá necesito sentir que me llenas toda.
-Dios Lu, hija, me vas a matar. -sus labios chocan con los mio en un beso furioso que me derrite. Estoy enamorada de mi papá. -Acostate y abrí las piernas. Dejame ver esa conchita.
Me acuesto de espaldas y abro las piernas lo más que puedo. Tengo flexibilidad por los deportes así que él puede ver todo de par en par. Estoy completamente depilada también y se que mi conchita es linda y apretada.
-¿Me la vas a chupar, papi?
-¿Queres que te la chupe?
-Si por favor. Pasame toda la lengüita.
-Ven, sos mi puta.
Su lengua caliente barre toda mi concha y uno de sus dedos masajea mi botoncito de la felicidad. Mis ojos se ponen en blanco cuando lo pellizca con los dedos y mordisquea mis labios vaginales.
-Ay papi, diossss
-Acabame la boca, hija. Que rico sabor que tenés pendeja. Pensar que antes cuando eras chiquita yo limpiaba esta conchita, eh.
-Sii, me hubieses cogido en ese momento, papi. Me hubiese encantado.
-Uff hija de puta, me volvés loco.
Me vengo y él se toma mis jugos como si de agua se tratara pero necesito más. Necesito su pija.
-¡Metemela ya papá!
-Para, voy a buscar un forro.
-¡No! Metemela así, por favor. -casi que lloro viendo como su pija venosa se mueve en el aire y no dentro mio.
-¿Te cuidas? -me mira dudoso.
-No…
-¿Estás loca, nena? ¿Cómo es que Lucas no te preñó todavía??
-Porque a veces tomo la de emergencia… o por suerte del universo. No importa pa, a vos quiero sentirte toda la pija a pelo.
-Es peligroso, Lu.
-Te dije que nadie lo va a saber.
-¿Estas limpia?
-Obvio pa, con los otros uso forro. Solo con Lucas no me cuido. Además me hago exámenes cada tanto.
-Por lo menos sos una trola responsable. -los dos nos reimos. -¿Y si quedas embarazada? Luciana…
-Mmm, ¿un bebito nuestro?
-Cerra el orto, Luciana te mato.
-Papá, no voy a quedar embarazada. Lo aborto de última, no me importa. Solo quiero sentir como me llenas toda. Por favor, pa.
-Sos muy puta, hija. Abrí esas piernas, te voy a dar lo que pedís.
Ni siquiera lo hace con delicadeza cuando me la mete toda. Su pija llega hasta el fondo y un grito de dolor sale de mi garganta. Intento alejarme pero él sigue penetrándome como si su vida dependiera de ello. Me duele y me excita a la vez.
-¿A donde te pensas que vas puta de mierda? Querias pija y eso te voy a dar.
-¡Papá!
Su pija me está martillando de una forma en que ninguna otra lo hizo. Una de sus manos me ahorca y la otra me pega cachetadas. Me insulta y me escupe en la boca, obligándome a tragarme su saliva que me sabe dulce. Me tapa la boca porque dice que grito mucho y también me dice que soy mejor que mi mamá, más puta y que merezco ser usada como la zorra sucia que soy.
Yo solo asiento y grito de placer porque es el mejor momento de mi vida.
-Me voy a venir.
-Llename toda papi, por favor. Acábame adentro. Dame toda la lechita, quiero que me llenes y me hagas un bebito. Tu hijo y tu nieto,’y que todos se enteren que te cogiste a tu hija como una puta. Que la preñaste. Que el cornudo de mi novio crié al bebé pensando que es de él cuando la realidad es que es de su abuelo. El degenerado de su abuelo que se cogio a su propia hija y tuvo un bebé. ¿Te gustaría eso papi? A mi si, dale llename toda de leche, acabame la conchita, pa.
-¡Ahh hija, Dios!
Sentir como su leche caliente invade mis entrañas me da escalofríos, y un chorro caliente sale de mi interior bañándolo a él. El famoso squirt que pocos logran provocar, mi propio padre lo había hecho.
-Te faltó hacerme el orto, papi.
-Dios Luciana, basta.
Me rio, esto no va a terminar acá. Mi papá y yo tenemos mucho por hacer.
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