Flashback: Diario de un dia en la piscina
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por YYPPSSAA.
Hacia un par de meses que me había mudado a aquel apartamento, y con el buen tiempo que estaba decidí comprobar la famosa piscina que había en la zona baja. Cuando llegue no me esperaba encontrarme contigo, era una vecina de muy buen aspecto pese a aparentar unos pocos años mas que yo. Estaba de buen ver, muy simpática y agradable que siempre al cruzarnos por el portal o en el ascensor nos saludábamos.
Allí estabas con un bañador de dos cuerpos color rojo pasión y unas gafas negras oscuras. Casi me dejaste cortado, salvo por el detalle de mis gafas de sol, que me hacían de protección. Acostada en aquella tumbona blanca de resina no pude dejar reparar para tu cuerpo. Aquellos pechos voluminosos me pusieron los ojos como platos y más de mirar para tu entre piernas donde casi tenias marca de la raja de tu sexo. (mmmmm si pudiera estar agachado frente a ti comiéndotelo…) pensando eso era prácticamente imposible y complicado esconder mi miembro empalmado y erecto, salvo la toalla que me sirvió para salir del apuro.
Al paso por tu lado levantaste las gafas con una de las manos y sonriendo me diste los buenos días y mirando para ti y contestándotelos pensaba (que tremenda que estas…) y mientras con mis ojos clavados en ti tras los cristales oscuro seguía con la mirada fija sobre y pasando por detrás de tu cuerpo no pude resistir en ver la separación de tus pechos, apenas tenias los pezones marcados aunque se podían distinguir al igual que la rajita de tu sexo… (seguro que lo tiene todo rasurado y depilado) pensaba para mí, mientras me iba calentando y excitando más con aquellas imaginaciones y fantasías que tenía sobre ti. (mmmm como será su rajita…? será mejor que las treintañeras…?).
La verdad es que me iba derritiendo y empalmando más de pensar en ti, y en como seria tener sexo contigo). Me acerque a las tumbonas apiladas y cogí una para mi, y para no ser demasiado indiscreto la coloque de manera que si arquearas tu cuello y lo giraras hacia la izquierda me pudieras ver. El único inconveniente era que la piscina estaba a tus pies y la ventaja era que aquí apenas daba tanto el sol. Pose la toalla, me saque la camiseta, pero sigo notando aun un poco empalmado, lo cual si es un problema por si te giras ahora, no queda mas remedio que desanudar el bañador y acomodarme un poco para pasar inadvertido, no lo consigo, así que hago valor y dando una pequeña carrerilla llego al bordillo y casi sin parar junto los pies y salto al agua de pie, consciente de que igual te chapoteo y que eso te puede molestar. Pero no puedo hacer otra cosa.
Llego al fondo y contando hasta diez me impulso hasta subir a la superficie y apoyo los brazos y el codo en el bordillo que da frente a ti, pero no te miro, no quiero levantar sospechas. Sin embargo tienes tu cuerpo medio recostado, tu espalda esta un poco mas levantada y como si fuera a propósito tus piernas están un poco mas separadas y aquello vuelve a encender mis imaginaciones y por mas que lo deseo no dejo de mirar fijamente ahí, donde tus manos están apoyadas sobre las ingles, como si hubieran recolocado el bañador, pero en verdad lo haces mientras que miro, inconscientemente o no, me pones a cien (enséñame tu rajita) me repito mentalmente una y otra vez, sin embargo algo peor estaba por venir.
Levantas las gafas y con aquella sonrisa que te caracteriza me pides que te eche crema en la espalda sino me importa, a lo que no digo nada ni te contesto pensando en lo erecto y empalmado que estoy. Me acerco a la escalerilla que esta a mi derecha y mientras subo no puedo reprimir que mientras subo el bañador comience a ajustarme de tal manera que puedas ver lo empalmado y erecto que estoy que dura las fracciones de segundo que tardo en subir y salir del agua y estirar el bañador desajustándomelo del cuerpo. Quizás te hayas dado cuenta, quizás no… pero me encamino hacia ti.
No apartas los ojos de tu cuerpo, mientras subo por las escalerillas, tus gafas negras protegen el blanco de tu mirada, que por supuesto después de un leve reconocimiento general por mi cuerpo, desde mi pecho, estomago, muslos… se quedan enganchada a la evidente erección que tengo….
Apenas puedes contener una sonrisa de satisfacción, cada vez me doy cuenta mientras me voy acercando a tu tumbona…. Terminando de llegar a ti te desprendes de las gafas… presiento que te gusta mirar a los ojos… sin ningún escondite en la mirada… y sonriendo te extiendes el bote de la crema, y me dices “gracias, es complicado llegar a la espalda…” y escudando aquellas palabras te devuelvo la sonrisa, y apenas un susurro, de “no hay problema…” te contestan; en ese instante haces un giro con tu cuerpo y te tumbas boca abajo, indicándome que me siente en un hueco que has hecho en la tumbona a la altura de tu cintura… me siento… y al hacerlo te doy un respingo porque aún estoy empapado del baño… “que frío estás…”me dices entre risas… a lo que te respondo con un “no te creas… menos de lo que notas…” mientras pienso… (ojala supieras el fuego que de ver tu cuerpo en bañador mes has provocado…) pero me río… un jajaja… de ambos dejamos escapar casi a la vez, una carcajada porque somos conscientes de mi excitación….
Al terminar de tumbarte giras la cara a una lado, hacia donde estoy, puedes verme de reojo… me doy de cuenta, mientras voy apartando tu pelo o sino te lo mancharé… tus manos recogen el pelo llevándolo hacia arriba, a lo que voy aprovechando para pasar por con las mías por tu nuca…. Te estremezco del contacto de mis dedos en tu cuello, como si fuera la caricia más excitante… noto cada vez mas como tu piel reacciona… presiento que tú también comienzas a estar excitada, con ganas de que pase algo entre los dos…. Comienzo a darte masajes y mientras, para cortar el silencio entre los dos, y empezar a llevar una conversación a un terreno sexual te digo en voz baja… “tienes la piel muy sensible….” Pero no contestas, solo me miras y sonríes….
Acto seguido, me dices… “espera… que así será más fácil…” Y levantando un poco el torso y las manos hacia atrás, tiras del cordón que ata mi parte superior del bañador deshaciéndose el lazo en un momento y durante unos segundos, hasta que vuelves a reposar el cuerpo en la tumbona, donde mis ojos contemplan parte del pecho que ha quedado liberado de la tela… Apenas puedo apreciar el pezón que se deja entrever, no puedo reprimir el contemplarlo asombrado y descubrir que está erecto…. Me excito mas, (ojala te lo pudiera chupar y morder) pienso para mi.
“Ya estoy lista” me digo… tengo las manos llenas de crema que se posan a la altura de la cintura… y de nuevo te estremezco al contacto de las manos, que empiezan a resbalar por tu piel y con cierta presión como si de un masaje se tratara…“mmmmmmmmmm…” se escapa de tu boca… mientras siento que te has percatado de la mirada sobre tu cuerpo como si de un puñal se tratara, recorriendo cada centímetro de tu piel… y eso creo que me excita.. y viene a mi, aquella imagen en la que saliendo de la piscina me percate de te habías dado cuenta de mi excitación…
No se como pero un deseo empieza a invadirme e intento controlarme…. Y sin darme cuenta ni como ni porque mis manos suben y bajan… llegando a tu cintura de forma incontrolada, pero no me quedan ahí… mi libido se ha liberado, dejo mis prejuicios para comenzar a bajar un poco hacia los riñones y mis dedos se cuelan un poco por el borde del bañador, que por detrás es muy bajo casi a la altura del comienzo del canal que separa tus nalgas… estoy excitado, y completamente empalado, subiendo unas ganas y unos deseos de tomarte entera. Es un segundo en el que mezclo mis deseos, imaginaciones y fantasías, pero suficiente para que en ese instante me mires y me digas… “Lo haces muy bien…. Te importa darme también por los muslos…?” un estruendo recorre mi cuerpo, me excitas solo al pensarlo… y sin dudarlo accedo… es el momento en que termino de darme cuenta que ambos notamos que esto es algo más que extender crema….
Hago un recorrido visual de la piscina, estamos solos, ningún otro vecino…. me termino de situar un poco más abajo, y empiezas a extender por tus muslos… y al dirigirme hacia la parte interna, instintivamente las separas un poco mas… mi mirada se centra justo en tu culo, y compruebo que el bañador tiene una ligera mancha de humedad… y sin darme cuenta del porque… presiono con la mano en tu muslo… subiendo y rozando levemente con mis dedos entre tus nalgas por encima del bañador… un leve “mmmmmm…” dejas oír de tus labios de nuevo….
Te giras y me miras, te miro… sonreímos…. en aquella mirada dejas entrever muchas cosas, casi dándome a entender que quieres mas, que no pare, pero que vaya mas allá de lo que estamos haciendo los dos… y para comprobarlo… vuelvo a dirigir mis dedos.. ahora ya directos un poco más abajo…por la parte interna de tus muslos que van separando, voy enfilando hacia donde está mojado el bañador que se ha encogido un poco metiéndose por tu culo y marcando tus nalgas… me doy cuenta que tus piernas se van abriendo un poco más al paso de mis roces….
(Lo que sospechaba) pensaba para mí, estaba confirmando mas lo que tu pensabas… lo que intuías… lo que deseabas… y yo también… levanto el borde de la tela apenas unos milímetros… y cuelo como si fuera un descuido mis dedos… rozándote sutilmente tu sexo, para apartarte enseguida… espero a tu reacción, no dices nada, y vuelvo a hacerlo un par de veces… sigues sin decir nada, salvo mis dedos, que se mojan ligeramente… ahora ya, sin dejar de simular que siguió con la crema…. Aquellos dedos empapados de si solo me hacen presagiar que estas excitándote de manera extraordinaria. Pero yo también, no puedo evitarlo… me giro un poco, me pego mi cadera a tu cuerpo dejándote notar a la altura de ellas mi verga endurecida y como se me clava en tu piel… “mmmmmmm… me está gustando mucho, sabes…?” me dijiste, a lo que conteste con un “si… lo sé…a mi también… relájate… sigo ¿si?”, “si por favor… me encantaría….” contestaste.
Mi mano sigue extendiendo la crema por tu espalda, mientras con la otra sigo hundiendo mis dedos dentro de tu sexo, salvo que lo hago con lo más profundo de la falange del dedo corazón. Mientras que sigo masajeandote la espalda levantas una pierna y me rodeas entre ellas, dejando mi cuerpo entre el tuyo, a lo que yo correspondo girándome y colocando mis piernas entre los extremos de la tumbona quedando con mi cuerpo frente a tus nalgas y un poco mas cerca de tu sexo.
Continuo con los roces de mis dedos, pero esta vez aparto un poco mas el borde de la tela, siento tu sexo mas mojado, (lo que daría por poder estar agachado comiéndotelo) pienso para mi, mientras con que sigo con el dedo corazón empujando con mas fuerzas.
Tus manos se extienden y tocan por primera vez mi verga. Intentas agarrarla apretándola a través del bañador, aquello no me lo esperaba, y me excita hasta el extremo en que no tengo reparos de aflojar el nudo que aprieta la ropa, miro a un lado y al otro, no veo a nadie, y como en un abrir y cerrar de ojos esta aflojado para que puedas meter tu mano dentro si deseas, y echando un vistazo hacia arriba veo que no hay nadie y si bajar la vista te susurro porque no metes tu mano dentro… a lo que no hace falta que diga nada, pues antes de terminar mis palabras tus manos estaba colándose por arriba del bañador en busca de mi miembro.
No lo puedo resistir, unos deseos incontrolados de penetrarte me invaden por el cuerpo y me inclino hacia delante, juntando mi cuerpo contra el tuyo y apoyándome con las manos justo encima de tus hombre me acerco lo mas posible a ti, y estando lo suficientemente cerca de tu bañador, el cual voy apartando ligeramente con una mano mientras manoseo tus nalgas en la que aun quedan restos de crema que los aprovecho para dedicártelos con cuidado delicadeza por tu otro agujerito.
Tus manos siguen masturbándome despacio, deteniéndose en el glande el cual masajeas tan despacio y tan suave que no reprimir el seguir empalmándome mas, me pones tanto, que no lo puedo aguantar mas; y bajando un poco y en forma incomoda el bañador hasta tener la verga casi prácticamente a fuera, separo mas el bañador y tiendo la tela casi a mas de la mitad de tus nalgas hundo sin reparos el tronco de mi verga dentro de tu húmedo sexo.
Tu cuerpo corresponde levantando las caderas y dejando las nalgas un poco inclinadas, recostando tu cuerpo hacia atrás facilitándome el que te pueda penetrar y moverme aun de forma incomoda pero placentera dentro de tu cuerpo. Tus pechos queda un poco levantados, lo que aprovecho para escurrir mis manos por debajo en busca de tus pezones y poder retorcerlos a placer, me pides que lo haga despacio, pues la tumbona te lastima y te molesta, así que dejo mis manos debajo soportando tus pezones que tan duros están, y que entre círculos y pequeños tirones siguen apuntándose mas… estando creo que lo mas empitonado que puedan estar… me estoy derritiendo entre las embestidas y cabalgadas que doy dentro de tu sexo, como el inmenso placer que me da tener entre mis dedos tus pezones que un pequeño gemido de placer se escapa de tu boca, no lo puedo reprimir y comienzo a moverme un poco mas fuerte, sin percatarme si alguien nos pueda estar viendo desde lo alto de los edificios colindantes, pero no me importa lo mas absoluto, aunque pienso… en el piso estaría mucho mejor, pero menos excitante que el que algún vecino nos pudiera estar pillando.
Siento las primeras sacudidas y espasmos de mi verga en tu cuerpo, aunque pronto relajo el ritmo con intención de perdurar en aquella postura un largo tiempo mas… siento el tronco de mi miembro mojado y parte del bañador lo llevo impregnado de tus flujos, ya no se si quedarme ahí, o llevarte al agua y seguir haciéndolo dentro, solo se que mi dedos los llevo a mi mano y mojándolos con la saliva de mis labios comienzo a apretar mas tus pezones y a darte retorcijones mas fuertes, y viendo prácticamente una de tus nalgas no puedo reprimir el hundir otro de mis dedos ahí… hasta conseguir que sea tanto el placer y la excitación que no puedas el reprimir las ganas de gemir para mi un poco mas…
Tus caderas se mueven un poco mas, se levantan, y tu sexo ya no esta tan pegado a la tumbona de resina. Sigo empujando con más fuerzas e intensidad, pienso… (como desearía que estuvieras totalmente estirada y solamente apoyada con tus codos y brazos y tus piernas flexionadas… levantado tu culito y tu sexo para mi), en ese instante… como si hubieras leído mis pensamientos apoyaste tus rodillas, y levantando mas tus nalgas comenzaste a empujar contra mi… estaba mas y mas y mas excitado, ahora casi sentía que fueras tu quien me estuviera follando y penetrándome a mi.
Baje un poco mas el bañador, mi polla era visible para cualquiera que se asomara, contemplando como tus nalgas se movían en horizontal de arriba abajo, aparte un poco mas el bañador, y seguía mirando las pequeñas embestidas continuas que tu cuerpo hacían dentro del mío, empezaba apretar el calor, sin embargo, por mas calor que hiciera y estuviera caliente, mi verga seguía mojada y humedecida por tu cuerpo que al roce y fricción de nuestros cuerpos se podía apreciar el pequeño ruido de tu flujo viscoso sobre mi miembro.
No lo pude soportar mas, te agarre y te levante, gire tu cuerpo, me termine de desnudar para ti y haciéndolo sentar sobre el mío, nos sentamos y seguimos haciéndolo pero con mas intensidad, no te importo que estuvieras desnuda… te agarre fuerte por la cintura y comenzamos a movernos con mayor rapidez, sentía que me venia… notaba las ganas de eyacular desde lo mas hondo de mi cuerpo, tu cuerpo se mojaba mas, tu sexo vertía mas flujo, y apenas sentía mas que la fricción de una lubricación perfecta, presentía que te estabas corriendo, y yo deseaba empapar tus flujos con lo míos, hasta que se mezclaran.
Mis labios estaban frente a tus pechos los cuales comencé a chupar y morder con desenfreno, tanto era lo excitado que lamía y relamía tus pezones y tus pechos, sin dejar un centímetro sin mojar, pasaba una y otra vez por la separación de tus pechos y volvía a insistir contra tus pezones mientras tus manos apoyadas en mis hombros se impulsaban hacia arriba para caer con mas fuerza, mientras que mis manos ayudaban mas… a que bajaras con mayor intensidad, estaba comenzando a vertir mis flujos en tu sexo, por fin tu sexo estaba gozando de los chorros que estaban entrando de mi cuerpo. Mientras… aquello estaba ocurriendo tus labios me dedicaron los gemidos más hondos y profundos. No se el tiempo que paso desde que comencé a echar la crema sobre tu cuerpo, ni si algún vecino se percato del calentón que habíamos tenido, pero se que mañana volveré a la misma hora para darme un baño y si estas…. te volveré a echar crema en tu cuerpo otra ves.
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