Fui a charlar con el entrenador de mi hermanito
Una hermana hace todo por sus hermanos pequeños .
Hola a todos, espero estén bien. Mi relato es una historia real y sucedió hace unas semanas. Empezaré por describirme a mi misma: mido 1.66 ,de cabello largo color negro, cuerpo de gym gracias a dios que con el tiempo y esfuerzo he mejorado, glúteos firmes y redonditos acompañados de un par de piernas grandes que a cualquier hombre le gustaría tener.
Todo comenzó cuando mi hermano empezó a ir a las clases de 1º grado de secundaria, todo iba bien y empezó a asistir a los entrenamientos del equipo del colegio. Siempre era de los niños que llegaba primero y se iba al final, respetaba muchísimo al entrenador y obedecía sus órdenes. Todo esto fue en vano ya que el entrenador no lo consideraba para ser un jugador titular y solo lo metía 10-5 minutos antes de terminar los partidos por lo que mi hermanito estaba triste y decaído.
Pasaron así las semanas hasta que a mitad del torneo mi hermanito decidió dejar de asistir a entrenar y a los juegos, entonces mi mamá y yo hablamos y decidimos que iríamos a hablar con el entrenador para comentarle de la situación de mi hermano. El entrenador es un hombre alto de 1.85 m, bien parecido, bronceado y con un cuerpo envidiable.
Para esto un día de la semana que dejé a mi hermanito para sus clases a las 8 am fui y me estacioné afuera de la oficina del entrenador que todavía no llegaba, tuve que esperar 20 minutos y por fin llegó, me saludó cálidamente con un beso y un abrazo normal y me indicó que pasara a su oficina para poder platicar mejor.
Una vez dentro de la oficina nos sentamos y yo estaba en frente del entrenador, yo llevaba puesto unos leggings que uso para ir al gym y una blusa de Nike y el entrenador pues su uniforme, empezamos a entablar conversación y comenté que venía a charlar porque mi mamá y yo habíamos notado que mi hermanito cada vez estaba más triste y sin ánimos de entrenar y mucho menos de jugar fútbol además de comentar que él era de los niños que llegaba temprano, obedecía sus órdenes y no jugaba mucho tiempo. El entrenador me contestó que si notaba todo eso, pero que era decisión técnica y que era lo mejor que podía ofrecer a mi hermanito por el momento.
Me quedé callada escuchando y llegó un momento en que me perdí en tanta palabra que decía y no me percaté que mi mirada se dirigía a su entrepierna por lo que él me hizo un chasquido en los ojos y pude reaccionar con pena al darme cuenta que me había visto. Me preguntó que si estaba todo bien y le dije si pero quiero arreglar la situación de mi hermanito a lo que él me respondió que si era capaz de hacer cualquier cosa para ello y respondí firmemente que si.
De repente el me observó de pies a cabeza y se frotó ligeramente la entrepierna dejándome claro lo que me estaba proponiendo… me preguntó estás segura? Siempre hay algo que puedes hacer si quieres que tu hermanito sea un jugador importante para el equipo… y seguía tocándose la entrepierna por encima del short que tenía puesto. Yo reparada de la situación voltee hacia abajo y pude notar que se veía el bulto en su entrepierna.
Le dije que si estaba segura pero que me iba a prometer que nada iba a salir de su oficina y que mi hermano sería titular inmediato a lo que me respondió que si, al momento se levantó y movió el escritorio de cristal que nos separaba y puso un tapete de yoga en el suelo frente a su silla, me indicó que me sentara de rodillas frente a él y que le bajara el short… lo hice con delicadeza y bajé el short hasta sus pies dejando ver que era lo que tenía entre las piernas y vaya que era algo grande… debía medir unos 20 cm, tenía una gran cabeza en forma de hongo y un par de testículos que colgaban como si fueran cerezas… su pene estaba lleno de venas y se veía imponente. Comencé por acariciar los muslos del entrenador y poco a poco ir tocando ese pedazo de carne.
Fui tocándolo y parecía palpitar de lo caliente que estaba y empecé a chupar sus testículos unos minutos, después fui subiendo con mi lengua y labios hacia el tronco del pene hasta el glande… me centré en darle besos al glande y metérmelo en la boca y al observar al entrenador estaba con la cara roja del placer que le estaba produciendo mi mamada.
Estuve chupando el glande y acariciando con mis dedos sus testículos un buen rato y me decía que le encantaba como chupaba ese glande. Fueron alrededor de 20 minutos que estuve mamando la verga del entrenador y este no podía caber del placer que le estaba dando… hasta que instantes después me dice quítate porque te los voy a echar en la cara y me separa dejándome frente a su pene, procedió a masturbarse muy rápido frente a mi obligándome al mismo tiempo a que le mamara los testículos y de segundos después explotó y empezó a soltar chorros y chorros de su leche por mi cara; me llenó de leche los labios, nariz, mejillas, parte de mi cuello llegó a estar manchado de su leche e incluso mi blusa estaba manchada de su leche.
Me dijo que me había portado muy bien y que era suficiente para que mi hermanito jugara los siguientes partidos de titular pero que acabando esos encuentros volvería a hablar conmigo para que mi hermano se mantuviera como jugador clave… antes de irme le dije ok, quedamos a mano profesor y le pedí una toalla para limpiarme a lo que se negó, me hizo que me fuera con toda su leche regada por mi cara y ropa… fue humillante pero no niego que me sentí una cualquiera al salir con el semen de un hombre e ir por la calle.
Espero sea de su agrado y déjenme saber si quieren saber qué pasó después.
Sigue con tu relato está interesante