Galletas con extra azúcar
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Al abrir la puerta, la persona que estaba del otro lado pego un brinco y un grito de sorpresa, ya que abrí bruscamente la puerta, pensé que era el cartero pero era una jovencita que vendía galletas.
-¿Qué quieres?- le dije en un tono poco molesto, mientras cerraba poco la puerta para que no me viese vestido de esta manera.
-Vendo galletas- me dijo timidamente y se tambaleaba de nervios
-No quiero gracias- estaba a punto de cerrarle la puerta
-Espera… son para mi taller de teatro, se ha quedado sin presupuesto y necesitamos recuperar la inversión-
-Esta bien ¿de qué son?-
Me empezó a decir el diferente tipo de galletas, mientras las sacaba de su pequeña mochila y a la vez me las iba enseñando, al ver que no podía sacarlas muy bien la invite a pasar a la cocina, le dije que tomase asiento y ella enseguida se sento, le ofrecí un café pero no quería, así que me prepare uno para mi y me lo empecé a bebe a toda prisa, le hice un ademan de que continuase enseñandome las galletas. Sacaba de diferentes tipos de galletas, me empezaba a fastidiar y tenía mucho sueño, sacaba más galletas, hasta que empezó a sacar una pero no podía al parecer estaba atascada, así que hace fuerza para poder sacarala, aplico todo su esfuerzo hasta que logro sacarla volando de su cocina, empezaron a salir todas y la mochila se desplomo en el suelo, observaba el suelo todo cubierto de galletas, y entre esas galletas noté algo alargado con un color muy llamativo.
-¿Ese es el jueguetito de promoción si compro todas las galletas?- le dije apuntandole al objeto.
Ella se sonrojo y volteo a otro lado, no podía evitar la pena, era un consolador, empecé a agarrar las galletas y volver a acomodarlas, ella no volteaba a veerme, ya que había guardado las galletas tenía que guardar su juguetito, asi que al momento de agarrarlo ella puso su mano encima de la mía.
-Sientate- me dijo ella en tono agresivo.
No me parecio eso pero pues tome asiento, ella tomo su consolador y lo dejo en la mesa, se acerco hacía mi, se pudo de rodillas y me bajo el calzoncillo, mi pene salio rebotando, pero estaba en reposo. (No me iba poner a discutir de que no quería sexo, esto no pasa todos los días, aparte somos hombres nos dicen ¿Quieres sexo? ¡SI SI SI SI!).
-Creo que tengo que despertarlo- me dijo ella
-Creo que si-
Se sentó arriba de la mesa, se bajo sus pantaloncillos y podía ver sus panties rojizos con un ligero bordado texturizado, yo coloque mis manos en sus panties y se los baje lentamente, podía ver como se mojaba, asi que decidi introducirle lentamente mi dedo, ella gemio de manera muy repentina, asi que comencé a meterselo con más fuerza, al ver que ya se sentía insaciable por mi dedo agarre el consolador y comencé a meterselo rapidamente como lo hacía con el dedo, al oír esos hermosos gemidos rapidamente me dio una erección, no podía contenerme, ya quería introducirselo y eso fue lo que exactamente hice a continuación, comencé penetrarla, ella solto un fuerte grito y me veía con sus ojos de una manera muy sorpresiva, no paré comenzaba a penetrarla con más fuerza, cada vez que volvía a penetrarla se movía de manera muy brusca la mesa, no paraba hasta que por fin me vine, estaba exhausto y respiraba por partes, observé su rostro y me decía que quería continuar así que la lleve a mi habitación, la recosté y ella colocó su cabeza en la almohada, asi que me coloqué de rodillas frente a su cara para realizar la posición del vuelo de la libelula, asi que empezamos, introduje mi pene en su boca y ella comenzó a chuparlo, empezaba a sentir el delicioso climax que se acercaba poco a poco mientras ella lo seguía chupando, mientras me la seguí chupando puso su mano en mis trstículos y los empezaba a acariciar lentamente, hasta que me llego el clímax y me vine en ella, hizo por seguir chupando ya cuando me había venido y asi continuo, ella ya parecía más feliz que cuando paso por mi puerta, saco una galleta que lleva consigo en su bolsillo.
-¿Quieres postre despues del platillo principal?- le dije
-Quiero que te vengas en esta galleta-
Fue lo más bizarro que me ha pasado al tener sexo, pero lo hice y ella se comió la galleta, nos vestimos y le compre unas galletas y se fue.
!Diablos como me gustaría que vinieran mas jovencitas a venderme galletas!
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