Gina en el metropolitano

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por JuanMiguel123.
Hola soy Gina y tengo 30 años, soltera, abogada de profesión y me gusta coger cada vez que se puede tengo 1.
75 de estatura, tetas grandes y muy paraditas y un culo muy respingón y mis caderas son anchas, no tengo enamorado porque me gusta lucir lo que Dios me dio y se ponen muy celosos de la forma que visto, en fin así soy la mujer mas feliz del mundo.

Trabajo en un Estudio de abogados grande en San Isidro, allí pasan muchas cosas entre ellas coger con uno de mis socios el cual es casado pero tiene una muy buena pija o con algún cliente siempre que estén buenos, pero lo que paso hoy viernes esta fuera de mis limites eran las cinco de la tarde y estaba sola ya mis socios se habían retirado al igual que la secretaria cuando sentí el timbre de la puerta acudí para abrir y ver quien era al abrir simplemente me quede en una pieza era un moreno de 1,90 un cuerpo atlético, elegantemente vestido, la verdad medio asustada pregunte quien era y me dijo sonriendo que traía un encargo de un cliente nuestro a lo que lo invite a pasar, en realidad traía unos papeles de uno de nuestros mejores clientes lo invite a sentarse en la sala de estar y le ofrecí un café o un trago sin ningún reparo me dijo que un trago siempre que lo acompañara sonreí y me presente soy Gina, socia del buffet, a lo que muy sonriente me dijo porque no vine antes, soy Marcos .

Sonreímos y verifique los papeles que traía como estaba de pie aun note que el miraba sin ningún reparo mi culo a lo que me sentí halaga y me puso a mil sin dejar de moverme para que lo viera mejor le serví el trago al igual que el mío y me acerque para dárselo mostrándole mis tetas que vibraban bajo mi blusa ya que no uso sujetador y además abrí el primer botón de la blusa.

El sin dejar de mirar mis tetas me dijo que belleza de mujer eres a lo que yo conteste y tu eres un magnifico ejemplar masculino, sonreímos y me senté frente a el para que pueda apreciar mis piernas las mismas que cruce muy sensualmente conversamos de trivialidades y sonreímos varias veces el halagando cada una de mis cualidades y yo igualmente las suyas habría pasado casi una hora y el se levanto del sofá acercándose hacia mi sin desparpajo alguno se abrió el cierre del pantalón y saco una pija maravillosa tendría 25 a 28 centímetros aun no estaba totalmente dura pero me hizo vibrar y solo la tome y me la introduje en la boca mamándosela hasta los huevos el vibraba de placer entonces me tomo en sus brazos me saco la blusa y besando cada una de mis tetas, yo me sentía explotar de placer

Cada vez que mordía mis pezones, luego me la saco de la boca y simplemente me levanto la falda y comenzó a comerme mi conchita era delirante me hizo tener hasta dos orgasmos su lengua se introducía en mi conchita y en mi ano, cada vez el mordía mi clítoris muy delicadamente me hacia llorar de placer cuando vio que estaba lista simplemente me sentó encima y me cogió de maravillas así poco después me puso en cuatro para comenzar a comerme mi culito a lo que yo saltaba de placer era maravilloso los orgasmos ya no podía contarlos me venia una y otra vez sin ningún reparo cuando lo había dilatado bien me lo introdujo en un solo tiro hecho que me hizo gritar como una loca primero de dolor aun cuando no soy virgen por ningún sitio pero era una pija gruesa y como les dije casi llegaba a los 30 centímetros, luego todo fue placer absoluto así estuvimos en un mete y saca casi por una hora que resistencia tenia este hombre, al fin termino llenándome el culo con un chorro de semen que nunca terminaba así que sin mas me la saque para mamar ese néctar que había llenado mi culito, aun así mi boca estaba llena de su semen pero que delicia de hombre como sabia hacer feliz a una mujer.

Me dijo que el salía de viaje a Chosica para el fin de semana y me invito acompañarlo a lo cual accedí gustosa ya imaginaba todo lo que este hombre me daría de sexo durante el fin de semana solo llame a casa para avisar que regresaría el domingo en la noche mis padres me preguntaban porque y solo dije que era trabajo.