Güerita caliente
Con tan sólo 16 añitos ya me pedía comermela de pies a cabeza.
Esta es mi primer experiencia con Any, una niña de entonces 16 añitos; una mujercita preciosa, de aprox. 160 mts y delgada, ojos café clarito, entre verdes, una carita preciosa con una línea de pecas que atraviesa su carita de cachete a cachete, pasando por su nariz (Quienes conozcan a alguien así sabrán que es algo precioso), su piel clara, blanca sin ser totalmente pálida, más bien el tono claro perfecto, su tipo de cuerpo que para mí es perfecto: espalda delgada, cintura marcada, unas piernas con unos muslos y unas pantorrillas bien definidas, unos piecitos de 24 mexicano, lindos, delgados sin ser huesudos, un trasero bien paradito y definido, sin ser grande, más bien ese que sutilmente roba las miradas y por su manera de caminar lo luce más y la cereza del pastel, las tetas más preciosas que he visto (he visto varios pares) color claro, pezones rosaditos y pequeños, tamaño mediano, pero es la cosa más firme y perfectamente formada que jamás he tocado y comido.
En ese entonces yo tenía como 20, moreno, delgado, semi atlético, siempre he sido bastante atractivo a las mujeres…ya la había conocido por facebook, vive en un pueblo cerca de mi ciudad en el cual fui a trabajar unas vacaciones de verano. Para este entonces ya habíamos hablado de las tantas cosas que haríamos, ya incluso nos mandabamos nudes, le atrajo bastante mi vergota, supongo la curiosidad la mataba, aunque siendo virgen también se ponía nerviosa.
Esa noche quedamos de vernos después del trabajo, se fue a casa de una amiga donde me iba a esperar, se puso una faldita negra, muy corta, unos zapatos flat, de esos que apenas cubren los dedos y dejan el empeine al descubierto, una blusa de manga larga de color azul con rayas blancas, pegada, y con una cola de caballo, preciosa. No la conocía en persona, y al verla la riata se me puso al mil, se abalanzó sobre mí y nos besamos, nos fuimos directamente a una playa donde raramente va alguien, nos fuimos a la orilla y al poco tiempo de platicar y besarnos:
-Se me antoja que me beses las piernas, tengo ganas de que me beses los muslos
Yo sin pensarlo comencé a hacerlo y no se imaginan la delicia de piel de esa güerita, me comí con todo gusto sus muslos, yo estaba loco, como perro hambriento, comiendo y acariciando lo que estuviera a mi alcance, luego de eso comencé a recorrer todo lo que su ropa dejaba al descubierto, cuando llegué a su escote me dice:
-Hay que regresar al carro, no vaya a llegar alguien
Nos subimos al asiento de atrás, le quité sus zapatos y la comencé a acariciar de pies a cabeza mientras le bajaba su escote y me comenzaba a comer las tetas más deliciosas que he probado, le quité toda la parte de arriba, mientras le comía las tetas le acariciaba su rajita, ya hiper mojada, una linea pequeñísima, apenas dibujada, unos labios pequeños y más suaves aún que su piel, un sueño. Pocas palabras había, sólo gemidos y los sonidos de mi boca succionándole los pechos hermosos y ese sonido tan precioso de un par de dedos acariciando una vagina empapada.
Nos cambiamos de posición y me sacó la verga, por fin tenía en la manita lo que tanto deseaba, morena, gorda, cabezona y más dura que la madera, me empezó a masturbar torpemente mientras yo seguía disfrutando de ella, la puse encima de mí dándome la espalda, de tal manera que podía rozarle la verga por su culito, acariciar y apretar sus tetas y acaticiar ese pequeño clitoris que por meses había deseado, estabamos en el cielo pero quiso detenerse, quería volver a casa, yo la comprendí, nos preparamos para irnos, no sin antes tomar unas cuantas fotos de como estábamos, para el recuerdo, le lavé la arena de sus pies y me los llevé a la boca, chupé sus deditos hermosos y pequeños, no dijo nada, pensé que le parecería extraño pero lo disfrutó bastante, nos fuimos.
La llevé a su casa y así terminó esa noche, obviamente lo nuestro iba a continuar, tenía a mi disposición a una muñequita preciosa que me masturbó en el cine, en el parque y en casa de su tía frente a su prima, serán para otro relato, si gustan los publico con todo gusto.
Es real, pasó hace unos años, el nombre de ella es un apódo que le puse, diminutivo de su nombre real, su descripción física y lo que pasó también, saludos cochinotes,un abrazo y felices fiestas 2021.
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