Hablando entre amigas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me llamo Carolina, pero me dicen Caro, con Mari Carmen somos amigas de toda la vida, nos conocemos una a la otra mejor que nadie.
Ambas somos argentinas, ella tiene 42 años y yo 47, casadas, con hijos, señoras que a pesar de nuestra edad, nos conservamos vistosas.
Una tarde estábamos tomando mate y nos pusimos a conversar sobre nuestras vidas, y dentro de la conversación, salió la pregunta de por que con nuestros amantes ocasionales nos dejamos hacer lo que no nos dejamos hacer con nuestros maridos?.
Tanto mi amiga como yo, no desperdiciamos ninguna oportunidad de darnos un buen revolcón en una cama con un hombre que nos guste.
"Sí dice, a mi me cae tan mal cuando Juan me pide que me deje hacer por el culo, ufffff, odio que me lo pida, pero cuando estoy con otro en la cama, es lo primero que le ofrezco", me contaba Mari Carmen, "y no es que me coja mal, no se, es que me da mucha rabia, pero cuando tengo otra pija metida en el orto, como disfruto, yo misma, no solo le pido que me coja el culo, sino que me lo coja un buen rato", hablábamos mientras seguíamos tomando mate.
"Si, yo no se porque disfrutamos más con otra pija que con la de nuestros maridos, la semana pasada, cuando fui a hacer unas compras al centro, estaba viendo una ropa muy linda, y el vendedor me miraba y yo a él, cuando entro en el probador le sonrío, y él se metió conmigo, y le chupe la pija hasta que se acabó en mi boca y me pareció una delicia su leche, y la única vez que le trague la leche a mi marido, hasta vomité", le dije.
"El otro día vino un amigo de mi hijo a buscarlo, y vos sabes que a mi me gustan los guachos jóvenes, al rato estaba en bolas chupando su pija y pasando vaselina por mi ojete, hay Caro, no sabes que cogida me dio por el culo, tener ese guacho de 17 años cogiendo mi ojete, yo en cuatro patas, con el culo bien levantado y sentir como me entraba y me salía su pija del orto, sentir como me hacía tirar pedos de tanto que me serruchaba el culo, hasta que siento como me empieza a llenar de leche, me quería morir de lo que estaba gozando, no sabes, cuando termino, lo acosté boca arriba en la cama donde duermo con mi marido, y le limpie bien la pija con la boca, no sabes como se retorcía de placer mientras le chupaba la pija", me decía mi amiga entre mate y mate, "si, son divinos esos guachos, aparte se les para la pija enseguida, te cogen y después te quieren seguir cogiendo, te dejan muerta en la cama y bien llena de leche", seguíamos hablando con mi amiga.
"Vos conoces al marido de Fernanda, mi compañera de trabajo?, hace un mes salíamos del trabajo y te acordás como llovía?, me dijo si quería que me traiga a casa y le dije que sí, no te imaginas el pedazo de pija que tiene, la mas grande que me comí, me hizo gritar cuando me la metió por el culo, me dolió el ojete como una semana.
Casi no me entraba en la boca cuando se la estaba chupando, la concha me le lleno de pija, y cuando le di el culo, te juro que me arrepentí cuando empecé a sentir esa pija descomunal como me abría el ojete, yo no se Fernanda como lo aguanta?, me hizo gritar de dolor, pero el muy hijo de puta no paró hasta que me la metió hasta los huevos, no se como no me cagué con tremenda pija cogiendo mi ojete, ya te digo, por lo menos una semana me dolió el orto", hablábamos y nos reíamos de nuestras aventuras sexuales.
"Ahora la pregunta del millón, o somos mujeres muy liberales o muy putas", me dijo Mar Carmen, haciendo que me ría a carcajadas.
"Cuantos te han cogido?", me dijo Mari Carmen, "no se, perdí la cuenta, y a vos?", le devolví la pregunta, "también perdí la cuenta", me respondió, "y tus hijos, son todos hijos de tu marido?", me dijo Mari Carmen, pasándome un mate, "dos sí, y el último es de un amigo de él, pero no lo sabe, y yo tampoco me quise hacer preñar, pero cogimos sin condón, y ahí esta el descuido, y vos, tus hijos son de tu marido?", le pregunté, "ninguno es de mi marido, el primero no se ni quien es el padre, y el segundo es de un guacho de 16 años que me cogió cuando venía del gimnasio, que me decía cosas, hasta que cuando lo enfrenté se cagó en las patas y me dio lastima y nos fuimos al parque y me deje coger de parada contra unos matojos, y para mi desgracia me preño", me dijo mi amiga, "hay vos con tu costumbre de dejarte coger con guachos", le dije a modo de recriminación, "y vos que me decís si a vos te han cogido muchos guachos también, no me habías contado que los amigos de tus hijos te cogieron casi todos?", me tapó la boca, ya que es cierto, los amigos de mis hijos me han cogido casi todos, hasta tríos había echo con algunos de ellos.
"Lo que a mi mas me gusta es hacer tríos con los guachos, como se pelean a ver quien me la mete por un lado y quien por otro, o porque le chupe mas la pija a uno que al otro, me hacen reír a carcajadas", decía Mari Carmen, riendo con toda la boca abierta, "a mi los tríos me gustan con hombres, aunque he echo varios con guachos, pero los hombres son mas prácticos, no tenes que decirle quien te la mete adelante y quien te la mete por el culo, ellos solos se arreglan y al momento estas bien clavada en dos buenas pijas", le decía a mi amiga, "lo que a mi siempre me volvió loca, es que me llenen de chupones, andar con el cuello, la nuca, las tetas todas marcadas, pero ahora no puedo por mi marido, se daría cuenta que le meto los cuernos", le seguí diciendo, "no, eso a mi no me gusta, lo que si me gusta es quedarme con la leche adentro, subirme las bombachas con la concha o el culo bien lleno de leche y estar así todo el día, sentir como poco va saliendo y ver mis bombachas todas sucias de leche, eso si me encanta", me dijo Mari Carmen, "bueno, Caro, me voy que se hace tarde, voy a ver que hago en casa, otro día vengo y seguimos hablando", se despidió mi amiga y se fue hasta otro día.
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