Hambre vaginal desde los 9
Historia real sobre Karen, una nenita de 9 que descubre el placer vaginal..
Esta historia es 100% real, cambié los nombres por seguridad pero cada cosa que aquí les cuento, fue contada a mí directamente por la hermana de Karen.
Karen era una niña de 9 años, una chiquilla traviesa y mal educada que causaba muchos problemas en su casa, es por eso que Mabel una amiga mía, en su desesperación y harta de la situación encontró refugio en mí para desahogar todo lo que estaba pasando en su casa con Karen, su hermana.
El primer acercamiento que Mabel tuvo para buscar mi apoyo, fue en el trabajo. Ella y yo llevábamos ya varios años de conocernos y teníamos una buena amistad.
Una tarde ella se acercó y me preguntó si conocía algún psicólogo infantil de confianza, le dije que no, pero que le preguntaría a un colega y pregunté que qué pasaba.
Ella apenada me contó que cuando bajó en la noche las escaleras (cuando se supone que todos estaban dormidos) para buscar algo en la cocina, encontró a Karen (Su hermanita de 9) en el sillón con sus piernitas abiertas, frotándose su panochita con el control remoto mientras veía la tele.
Que lo preocupante de esto es que ella se lo frotaba con fuerza contra su vaginita infantil, como perdida, mientras hacía algo completamente ajeno a lo sexual como ver la tele, pero se veía como muy compulsiva.
En ese momento sentí que algo me quemaba en la espalda, mi pulso se aceleró y mi verga se puso durísima. Fue ahí donde descubrí por primera vez mi gusto por perritas tan jóvenes.
Yo volví en mí y traté de aconsejarle como amigo, le dije que la masturbación era algo completamente natural y que Karen probablemente solo estaba descubriendo y explorando su cuerpo.Eso la dejó más tranquila, aunque pensativa.
Esa tarde regresé a casa a masturbarme toda la tarde pensando en eso, me imaginaba la mirada perdida de esa malcriada mientras se frotaba el control remoto en esa vagina infantil. Fantaseaba con imaginar el olor que dejaba en el control, en lo que la muy puta sentía, en yo llegando a ayudarle a masturbarse, en yo haciéndole el calzoncito de nenita a un lado y olfatearle su vaginita… En fin, le dediqué chaquetas por días.
Eventualmente le conté a un amigo acerca de eso que me contó mi compañera de oficina. Y él me respondió: “No mames, hasta se me paró la verga”. Ahí descubrí que muchos hombres sentimos atracción por alguien tan joven pero ya con hambre vaginal.
Eso despertó fantasías en mí que nunca antes había tenido, me imaginaba a mi amigo y a mí violando a la nenita. Una verga en la boca, otra en la puchita. Dobles penetraciones, me imaginaba sintiendo el miembro de mi amigo y el mío separados por una delgada pared entre el ano y el útero infantil de Karencita. Fantaseaba con ambos dedeándola sin piedad, haciéndole orales, imaginaba nuestros bigotes sobre esa vaginita joven que seguramente no tenía ni un solo vello. Fantaseaba con ponerle vibradores y forzarla a tener orgasmos todo el día a la muy puta, escurriendo de flujo, meados, leche y sudor. Imaginaba con nuestras vergas adultas morenas y peludas destrozando esos dos orificios infantiles.
Al terminar de masturbarme pensando lo anterior, sentía mucha culpa, al punto de que juré nunca volver a hacerlo. Pero eso no ayudó, no podía parar, era muy tarde para mí, ya me había entregado al pecado mental de imaginarla cada vez más seguido.
Pasaron los días y entre más pasaban más buscaba demostrarle a Mabel mi amiga de la oficina, que podía confiar en mí para desahogarse. Me llegó a contar cosas inimaginables que yo adoraba imaginar en mis fantasías. Una vez la muy sucia estaba en cunclillas jugando con una perra que tienen por mascota y mi amiga dice que tuvo que gritarle que se quitara de ahí, que el perro podría pegarle una infección porque la perra la estaba olfateando.
Para este punto yo había entendido ya muchas cosas, pero la más obvia es que esta nenita había entrado en su etapa de exploración. Yo llegué a pensar que seguramente hasta a la perra de la casa probablemente ya le había dejado lamerle la vagina.
Tengo una tía que es pedagoga, le comenté sobre ella a mi amiga y me pidió su contacto. Al día siguiente en la oficina mi amiga estaba muy preocupada y me dijo que mi tía le dijo que aunque la curiosidad a esa edad es algo normal, el hecho de que Karen mostrará cierta compulsión, podría ser una reacción secundaria a actos de abuso. Mi amiga estaba muy preocupada, yo la abracé y le dije que quizás lo mejor era llevar a su hermana a terapia.
Pasaron los días y uno de esos tantos, le di un aventón (ride) a mi amiga al salir de la oficina. Llegamos a su casa, ella se bajó de mi auto y la mamá estaba afuera barriendo la cochera, yo la saludé sin bajarme. Mi amiga le preguntó: ¿Dónde está Karen?! Y su mamá respondió: En Casa de Mario y Julisa. Mi amiga tuvo una reacción de molestia y sin decirme nada abrió la puerta del coche y se subió. Me dijo: “Rápido, dale”. Yo encendí el coche, avancé y le pregunté qué pasaba. Ella me dijo que Mario y Julisa eran unos niños que eran hermanos de la misma edad que Karen y que vivían a la vuelta, pero que eran los nietos de “Don Luis” y que decían (los vecinos y la gente) que ese viejo era un mañoso.
Los huevos se me subieron y hasta sentí contracciones en el culo al escuchar todo eso.
Llegamos a la casa de ese señor en menos de 2 minutos. Ella se bajó enojada y tocó la reja y gritaba fuerte: ¡Kareeeeeen!.
La casa era una de esas que tienen una reja o portón de herrería de barrotes al frente, de esas en las que puedes ver a través de ellas y que tienes que cruzar y caminar unos pasos para llegar a la puerta de la casa.
La chiquilla salió por la puerta principal de la casa, se veía nerviosa pero feliz, como alguien que hizo una travesura y lo que están a punto de leer los va a dejar boquiabiertos.
Mi amiga le dijo: ¿Qué haces?
La niña respondió: Jugando con Mario y Julisa.
Mi amiga: A ver háblales
La niña: Es que están ocupados
Mi amiga: Diles que vengan
La niña: Están en el baño
Mi amiga: Aquí los espero
La niña: Ah no, me equivoqué. Fueron a la tienda.
Mi amiga: Vente, ya nos vamos, vine por ti.
La niña se mete a la casa y sale con el famoso Don Luis un viejo alto y de cabellos canosos, yo le calculo unos 65-70, Don Luis saca un llavero de su pantalón con muchas llaves, agarra una y camina para abrir LA REJA DE LA ENTRADA. ¡Sííí! La reja de la calle estaba cerrada con llave y el viejo tuvo que abrirla.
Aquí yo comprendí que era obvio que los nietos del viejo no estaban. Que estaba él solo en la casa y que incluso cerró la reja de la calle para que si alguien llegara, tuviera que tocar. Y así poder abusar a ese uterito de 9 años.
La niña se subió a mi coche, las dejé a ella y a mi amiga en su casa y me fui.
Mi amiga faltó al trabajo al siguiente día y como se atravesó el fin de semana, no supe de ella sino hasta el Lunes.
Resulta que la muy puta de Karen estuvo actuando raro, hasta que ya no aguantó y dijo que le dolía mucho la vagina. Mi amiga se imaginó lo peor, la llevaron a una revisión y el médico les dijo que aunque no había rastros de que la niña hubiera sido penetrada, sí había signos de que se había lastimado, probablemente tocándose ella sola o realizando alguna actividad que le causo que se lastimara.
Para mí es obvio que Don Luis la estuvo dedeando. Me masturbé tantas veces pensando en esos dedos viejos y grandes abriendo esos labiecitos rosados, picándole su panochita tiernita, esa nariz de viejo chocando contra su montecito de venus mientras le hace círculos con la punta de la lengua… ufffff.
Esto fue lo más excitante que escuché sobre Karen, eventualmente yo me mudé de ciudad, cambié de trabajo y Mabel y yo nos distanciamos. Karen, por otro lado, entró a las drogas, se embarazó a los 13 y eventualmente perdió a la criatura semanas después de haber nacido.
Hasta el día de hoy de vez en cuando fantaseo con Karen y con esas imágenes mentales de la punta de mi verga, topando y empujando las paredes de su infantil matriz.
Hubiera sido bueno , guiarla a la amiga , en esa etapa ,para que ella no pasara eso , porque ese el problema , para su edad todo diferente rico, pero a la vez el contraste de la humanidad que es conservadora ,