Henry, y su primer anal
Henry, todavía no llega a la pubertad, y su despertar sexual es producto de mi calentura y su necesidad de una buena verga.
Henry es mi vecinito, a mis 25 años gracias a Dios y a mi verga lo que me sobran son mujercitas. De hecho hace un rato terminé una maratón de sexo con dos gemelas de 15 años a las cuales, si hay algo que les gusta es el sexo en paralelo. Son muy putitas las dos.
Henry es hijo de una vecina muy bonita a la cual le tengo ganas pero Ella se hace la tonta, es soltera y sabe que quiero tener sexo con Ella. Pero todavía no se decide, anda a las vueltas. Tiene un hermoso culo y es mi especialidad.
Volvamos al pequeño, tarde de sol, mucho calor, vivo en una casa solitaria a la orilla de un arroyo, al que todos los niños de la zona vienen a bañarse en verano, yo disfruto del agua a la par de ellos, así más de una vez he conseguido tener sexo con más de una de las niñas de la vecindad, es que a los 12 o 13 años les arden las hormonas, sus tetitas empiezan a crecer, su pubis comienza a generar ese hermoso y llamativo vello. Y es obvio que ante un macho, ellas son mujeres y su prioridad es ganarse al reproductor.-
Esa tarde vino Anabella y Henry, ella ya había probado las mieles de mi badajo, de hecho todas las semanas teníamos una sesión de mete y saca. La piba no estaba mal, pero a la hora del sexo tenía muchos remilgos, que por la cola no, que la tenés muy grande, que me duele. Al final siempre terminaba empalmada hasta el fondo, gritando y pidiendo más. Henry en cambio es un muchachito remilgado o tímido, que siempre se quedaba un poco retirado del grupo, como si no le gustara el alboroto. Eso hizo que yo comenzara a preocuparme por El. Es así que esta tarde en cuestión, al verlo apartado y triste me acerqué a El, y comencé a darle charla, el prontamente se sintió contento de tener con quien hablar. Les cuento que el pibe es hermoso, rubiecito, de buen par de nalgas, boca y cara afeminada y se notaba que pintaba para tener más afinidad con las mujeres que con los hombres. En una palabra pintaba para ser mujercita en cuerpo de varón.
Caminamos un rato por la orilla del arroyo hasta un bosquecito alejado del grupo de niños que gritaban y se divertían a lo grande en el agua con tanto calor. Yo hasta ahí solo tenía interés en hacer sentir al chico que no estaba solo y que podía compartir con alguien sus momentos. El bosque se hizo más tupido y cerrado y ya de pronto no nos veía nadie. Me dieron ganas de orinar, y pelando mi verga sin verguenza alguna me pongo a mear. Henry de pronto se me acerca y extendiendo su mano, quita la mía del tronco de mi pija y me la agarra con firmeza. eso me generó una semi erección, claro no les conté pero tengo una tripa importante, en todo su desarrollo son 24 x 8cms. Todo músculo y nervio. JAJAJA. Se vé que a Henry le gustaba, finalicé de orinar y el siguió acariciándome la verga, se acercó más y se metió la cabezota a la boca y comenzó a darme una mamada de novela. El pendejito sabía lo que hacía, chupaba y lamía con mucho fervor, rápidamente mi badajo tomó su mejor forma. Sin tapujo alguna comencé a acariciarle las nalgas al chicuelo, el se dejaba hacer, le bajé el short de baño dejando sus pompas al aire, tiene un hermoso culo, gordito y duro, seguía entretenido con mi verga, a la que chupaba con mucho empeño, lo hice darse vuelta y apoyarse en un árbol algo agachado, eso me presentaba ese hermoso culito en una posición inmejorable, lo mejor de todo es que ninguno de los dos había dicho una palabra. Me arrodillé detrás de El y le chupé su agujerito, el gemía y se dejaba hacer, metí un dedo y el tranquilo, dilaté su agujerito con dos dedos y el solo sonreía por sobre su hombro, seguí mojando con saliva su anito hasta que tres dedos entraron cómodos, finalmente me paré, tomé sus nalgas con ambas manos, las abrí, lo que me presentó su esfínter rosadito y dilatado, apoyé el glande de mi verga que estaba en su máximo esplendor, y empujando lentamente comencé a entrar en ese hermoso y suave túnel de carne, el resoplaba y gemía pero no hacía nada por no recibir tamaño pedazo de carne en su culo, tanto es así que prontamente me encontré sumergido en su totalidad dentro de su conducto anal, costaba creer que un niño de su edad se tragara tamaño badajo por el culo, se la metía y sacaba toda, el feliz, solo sonreía, su túnel aterciopelado y estrecho generaba sensaciones maravillosas sobre mi pija, hasta que finalmente luego de un rato de darle matraca, me vine dentro de su culo, llenándolo de leche, en ese mismo momento, de su pequeña verga que también se encontraba dura, salió un chorrito de jugos. Al sacarle la tripa de su culito, se pudo apreciar el túnel dilatado de su ano. Lo más asombros que en toda esta situación ninguno de los dos emitió una sola palabra. El se arrodilló frente a mí y tomando mi badajo se lo metió a la boca y lo limpió en extremo. Sonriendo me mira de frente y me pregunta si me gustó. Le dije que había sido magnífico, a lo que El respondió, genial, mañana vengo de vuelta. Y subiéndose su short de baño, salió corriendo hacia donde estaban los otros chicos. A partir de ahí, fué cosa de todos los días el disfrutar de su boca y de su juvenil culito.
El título del relato dice: Henry, y su primer anal ¿De veras crees que tuvo su primer anal contigo, de veras crees que fuiste el primero que le metió la verga por el culo? Para haberle podido meter tres dedos primero y después toda la verga sin quejarse y sin poner resistencia, y hasta dando muestras de qué le gustaba, de qué lo estaba disfrutando era señal que una verga ya había entrado muchas veces por ese culo o habían sido varias vergas las qué ya se lo habían cogido. Por cierto ¿Qué edad tenía el niño cuando eso pasó?
Niño y tu ‘gran verga’ de una? Ese culo ya estaba bien culiado!!!