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Heterosexual, Incestos en Familia, Intercambios / Trios

Hermano mayor y 2 militares se culean a una hermanita en un cuarto de alquiler

Dos hermanos huérfanos se mudan a la ciudad para escapar de la guerra civil, pero desarrollan un vínculo prohibido de hermano mayor y hermana menor, aunado a los deseos carnales y amor entre ambos. .
Don Pedro, era un vendedor de frutas, vivía solo en una pequeña casa en el centro de San Salvador. Para complementar sus ingresos, alquilaba un cuarto a Hernán y Juana, dos hermanos huérfanos que habían llegado a la ciudad escapando de la guerra en el campo. Hernán, de 16 años, era un joven robusto con un cuerpo forjado por el duro trabajo de la construcción. Su pecho ancho, brazos fuertes y abdomen marcado y velludo lo hacían parecer un hombre hecho y derecho a pesar de aun ser un adolescente de 16. Juana, de 10 años, era una niña delgada con rasgos indígenas, labios pequeños y piel muy suave, pecho en plena formación, pero con curvas que comenzaban a despuntar, heredadas de su madre.

Parecían ser 2 hermanos muy unidos, las primeras semanas transcurrieron muy normal.

—Don Pedro buenos días!, ya conseguí trabajo — dijo Hernan con una voz de alegría después de haber buscado mucho tiempo en vano.

— Le dejo a la niña en casa, para que me la cuide mientras no estoy — agregó Hernan; — No hay problema muchacho, yo le echo un ojo — respondió Don Pedro.

Don Pedro, con su naturaleza curiosa y solitaria, a menudo se encontraba espiando a través de una pequeña abertura en la pared del cuarto de Hernán y Juana. Al principio, eran solo murmullos y risas, pero con el tiempo, los gemidos y gritos de pasión se volvieron más intensos y frecuentes. Cada noche, los sonidos de placer llenaban el pequeño espacio, y Don Pedro, a pesar de sus años, no podía evitar sentir una mezcla de curiosidad y excitación.

A través de la abertura, Don Pedro observaba cómo Hernán y Juana 👨‍👧se entregaban el uno al otro con una pasión desenfrenada. Hernán, tenia una verga de 15 cm, gruesa y con venas prominentes, penetraba a Juana con movimientos rítmicos y profundos. Juana, con su vagina estrecha y húmeda, recibía a Hernán con gemidos de placer, sus pequeñas manos agarrando las nalgas peludas de su hermano mientras él la embestía.

— Ves hermanita que si podías aguantarla toda? 🍑🍆 — le susurraba Hernan a Juana sin parar su movimiento de mete y saca; — Al principio solo te entraba la cabeza, pero ahora ya se va todo hasta las pelotas — agregó Mientras incrementaba sus embestidas. 🧒🏻👩🏻🍆💍

La vaginita de Juana parecía que fuera a explotar y que no estiraba más, desde la avertura de la puerta Don Pedro solo podía ver las 2 piernitas de Juana totalmente abiertas en pose de misionero,  mientras que en medio de ella su hermano Hernan la culiaba como un animal.

— Quiero leche hermanito mayor 👩🏻👅 — dijo Juana con un tono de voz tan dulce, que despertaba toda excitación sexual.

—Te va toda adentro mi amor! 🍆💧 — dijo Hernan, mientras con un quejido soltaba litros de Leche dentro de la apretada vagina de su hermanita, su pico palpitaba dentro de esa pequeña.

Al despegarse, Hernan dejó ver como había dejado la vaginita de Juana, la cual estaba totalmente abierta e hinchada, y expulsando chorros de semen combinado con sangre.

Las noches eran maratones sexuales, con Hernán y Juana explorando cada rincón de sus cuerpos. No había noche que no culearan, eran como 2 animalitos qué no tenían control.

Cada mañana (después de preparar el desayuno) Juana, con su boquita inocente, se arrodillada frente a su hermano y bajandole los Boxers le chupaba el pico a Hernan con dedicación 🫦👅🍆, saboreando cada centímetro de ese miembro que la llenaba de placer. Los testículos peludos de Hernán, colgando pesadamente, eran otro foco de atención para Juana, quien los acariciaba y besaba con devoción.

— Abre esa boquita hermanita, ahí te van!  🍆💧— le indicaba Hernan, mientras soltaba sus chorros de leche en la boca y cara de Juana.

—Hasta luego amorcito mio 🔥🤫😙👩🏻— le decía Hernan a Juana mientras le daba un beso y se iba a trabajar.

Una tarde, mientras Hernán estaba trabajando, dos militares llamaron a la puerta del pequeño cuarto. Juana, con su inocencia y curiosidad, abrió la puerta y se encontró cara a cara con dos hombres uniformados, altos y musculosos 👨‍👨‍👧 . El primero, un sargento de cabello corto y ojos penetrantes, tenía un físico imponente con hombros anchos y brazos definidos. El segundo, un cabo más joven, era igualmente atractivo, con una mandíbula cuadrada y un cuerpo esculpido por el entrenamiento militar.

«Hola, pequeña,» dijo el sargento con una sonrisa malvada. «Estamos aquí para revisar las casas y que todo esté bien. ¿Te gustaría dejarnos pasar?» 🧔🏻🧔🏾

Juana, sin saber cómo responder, asintió tímidamente. Los militares entraron y cerraron la puerta detrás de ellos. Don Pedro, con el corazón latiendo con fuerza, se asomó por la abertura para ver mejor.

«¿Dónde están tus padres, pequeña?» preguntó el cabo, su voz profunda y autoritaria.

Juana, con sus grandes ojos inocentes, respondió:

«Murieron en la guerra. Ahora vivo con mi hermano mayor.» 😔👩🏻

El sargento y el cabo se miraron con una sonrisa cómplice, como si compartieran un secreto oscuro. 😏😏

«¿Y quién te cuida?» preguntó el sargento, acercándose a Juana con una mirada intensa.

«Mi hermano,» respondió Juana, sin entender la tensión en el aire.

«Qué conveniente,» murmuró el cabo, su voz llena de insinuaciones. «Apuesto a que tu hermano te cuida muy bien.»

Juana, confundida, asintió. El sargento, viendo su inocencia, decidió llevar las cosas al siguiente nivel.

«Sabes, pequeña, hemos estado con muchas niñas como tú,» dijo el sargento, su voz llena de un tono moroso 🧔🏾😈🔥. «Y todas han disfrutado mucho de nuestra compañía.»

El cabo asintió, una sonrisa perversa en su rostro 🧔🏻😈.

«Sí, nos gusta enseñarles cosas nuevas. Cosas que sus hermanos nunca podrían.»

Juana, sin comprender completamente, sintió una mezcla de curiosidad y miedo. El sargento, aprovechando su confusión, comenzó a desabrocharse los pantalones, revelando su miembro erecto. El cabo hizo lo mismo, mostrando su verga larga y delgada.

«Ven, pequeña,» dijo el sargento, señalando su entrepierna. «Muéstranos cuánto puedes complacernos.»

Juana, siguiendo un impulso, se arrodilló frente a ellos. Con sus pequeñas manos, comenzó a acariciar ambas vegas 🧔🏻🍆🧔🏾🍄‍🟫, sintiendo su calor y dureza. Luego, con su boca 🫦👅, empezó a chupar al sargento, tomando su miembro profundamente mientras lo miraba a los ojos. El cabo, sin perder tiempo, se colocó detrás de Juana y comenzó a levantar su falda, revelando su pequeño y apretado culito 🍑. Con un dedo, exploró su vagina húmeda y lista, haciendo que Juana gimiera alrededor de la verga del sargento.

El sargento, disfrutando del placer que Juana le proporcionaba, decidió que era hora de llevar las cosas al siguiente nivel. Con una sonrisa perversa, le indicó al cabo que se preparara. El cabo, entendiendo la señal, se colocó detrás de Juana y, escupiendo la cabeza de su picó, lo empezó a bailar en la entrada de culito de Juana, poco a poco intentando meter su cabeza en tan apretado orificio. Luego de 10min y con una embestida firme, penetró su pequeño y apretado culo. Juana gritó de dolor y placer, pero continuó chupando la verga del sargento con más entusiasmo.

—Eso chiquilla, aguanta así como las mujeres grandes! — le decía el Cabo mientras seguía metiendo cada centímetro de su picó dentro de ella. 🍆🍑

El sargento, viendo que Juana estaba lista, se colocó frente a ella, la levantó y, con una embestida poderosa, penetró su vagina húmeda y estrecha. Juana, ahora llena por ambos lados, gimió de placer mientras los militares la embestían rítmicamente 🍆🍑🍆. Don Pedro, observando desde su escondite, podía escuchar los sonidos de la carne golpeando contra la carne, los gemidos de Juana y los gruñidos de los militares.

La escena continuó durante lo que pareció una eternidad, con los militares tomando turno para penetrar a Juana por ambos orificios.

— Anda cambiemos! — le ordenó el sargento al cabo, — Quiero sentir su culito estrecho — agregó.

—Si pero llevemosla a la cama, para abrir totalmente — dijo el cabo.

Tomaron a Juana y la llevaron dentro del cuarto, la cama tenía restos de semen y rastros de sangre.

—Apuesto que tu hermano ya te ha culeado antes, no? — preguntó el sargento.

— Él me ama mucho, asinto Juana.

—Bueno ahora te va a amar más cundo vea que ya eres una mujer hecha y derecha…. Ponte en cuatro chiquilla — ordenó El Sargento.

El cabo se acomodó en la cabecera de la cama dejando ver su miembro parado y listo para ser mamado, mientras que el sargento detras de Juana apuntaba con la cabeza de su verga al pequeño culito ya rotó de la chiquilla.  🍄‍🟫🍑

— Ahí te va chiquilla, siente lo que es un verdadero hombre! 😈🧔🏻 — dijo el Sargento mientras de una sola embestida metía su pico dentro del culito roto de ella.

—No señor Sargento, me duele mucho, pare! 😭👩🏻— decía Juana mientras su llanto se convertía en gemidos de mujer adulta.

Volviéndose a incorporar el cabo se puso debajo de Juana y apuntó su verga a la vagina de la chiquilla, y los dos militares taladraron a la pequeña por su vaginita y culo por caso 30min más.

Finalmente, con un último empujón, ambos soldados alcanzaron su clímax, llenando a Juana con su semen caliente. Juana, exhausta y satisfecha, se dejó caer en la cama, con una sonrisa de satisfacción en su rostro.

—Ni una palabra de esto a nadie, si no venimos por ustedes!, entendido? — ordenó el sargento, mientras Juana inocentemente asentía.

Meses después, Juana descubrió que estaba embarazada 🤰🏻. No sabía si el niño era de Hernán o de alguno de los militares. Hernán, al enterarse, decidió criar al niño como suyo, pues no tenía idea de como esos otros militares se habían culeado a su mujer (Hermanita), Don Pedro había sido el único testigo de eso. A pesar de todo, Hernán seguía amando a Juana y su deseo por ella no disminuyó. Incluso durante el embarazo de Juana, las noches de pasión continuaron.

Una noche, mientras Juana estaba en su septimo mes de embarazo, Hernán llegó del trabajo, algo sudado y sucio, la tomó con una ternura y deseo renovados por la cintura y le plantó un beso tan erotico. Acarició su vientre hinchado antes de besar cada centímetro de su cuerpo; bajó hasta su entrepierna y abriendo sus piernas puso a un lado su panty, y con su lengua empezó a deborar la vagina de Juana, tanto fue la pasión que las piernas de Juana empezaron a temblar.

—Ven mi amor, recuestate —le dijo Hernan poniéndola suavemente en la cama. 👩🏻🧒🏻

Juana, respondiendo con el mismo entusiasmo, desabrochó la bragueta de su hermano y guió la verga sudada de Hernán hacia su vagina húmeda y lista 🍆🥝.

Hernán la penetró lentamente metiendo primero la cabeza del pico con mucho cuidado, luego poco a poco fue entrando hasta que sus 15cm de verga venosa y gruesa de hermano mayor estaban totalmente metidos en ella; sus bolas tocaban el culito de Juana. Disfrutando de la sensación de estar dentro de ella. Las embestidas fueron suaves pero profundas, y ambos se perdieron en el placer de su unión.

«Te amo, Juana,» susurró Hernán mientras se movía dentro de ella. «Siempre te amaré.»

Juana, con lágrimas en los ojos, respondió:

«Yo también te amo, Hernán. Para siempre.»

Casi 1 hora estuvieron pegados y culeando a un ritmo de vals, con embestidas suaves pero llenas de pasión y deseo.

—A nuestro hijo no le faltará nada, te lo juro! — dijo Hernan, mientras cerraba sus ojos y tenía la venida más monumental de su corta vida, soltando litros de leche dentro de esa chiquilla embarazada.

Las noches de pasión continuaron, y el pequeño cuarto se llenó de gemidos y gritos de placer, mezclados con palabras de amor y devoción todos los días. Don Pedro, el testigo silencioso, continuó observando, sabiendo que había presenciado algo único y profundo, a pesar de las circunstancias inusuales.

Finalmente, el niño nació, y Hernán lo crió como suyo. El pequeño cuarto, que antes había sido un oasis de pasión y amor prohibido, se convirtió en un hogar para una familia inusual, llena de amor, dolor y secretos. Don Pedro, con el peso de lo que había visto y escuchado, continuó viviendo su vida, recordando siempre la intensidad de las emociones que había presenciado a través de esa pequeña abertura en la pared.

87 Lecturas/28 junio, 2025/0 Comentarios/por Yorg77
Etiquetas: hermana, hermanita, hermano, hermanos, hijo, madre, mayor, militar
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