HIJA…. JUGUEMOS AL PAPÁ Y A LA MAMÁ
Hija, mamá no esta y me aburro mucho…. quieres jugar?.
Hola, soy Sergio tengo 45 años, mido 1,78 de estatura pelo negro piel blanca y algo de barba. Vivo en un pequeño pueblo de algo mas de 10.000 habitantes, lugar donde todos nos conocemos o así parece. Solo que algunos, como yo, escondemos secretos oscuros y prohibidos para la sociedad.
Me junte con una mujer llamada Inés de 35 años actualmente y que tiene una hija llamada Belén que cuando nos conocimos ella tenia 10 añitos, hoy ya va por los 16 bien creciditos años que tuve el placer de acompañar esos momentos tan bellos y hermosos de la pubertad.
Cuando las conocí su madre era hermosa me enamoro su cabello sus ojos y un culo fenomenal y su nena una flaquita, le faltaba comer parecía a esa pobre criatura que me dio hasta lastima verla tan frágil, tan débil que me daba miedo que alguna brisa la llevara como papel y unos ojitos que brillaban como estrellitas intentando descifrarme como seria el nuevo novio de mamá.
Pasaron dos años de aquel encuentro y la relación con mi novia no era el ideal pero con su pequeña Belén era todo lo contrario, ella me quería tanto que hasta me llamaba «papá» y yo le correspondía llamándola «hija» cosa que le gustaba mucho porque en su escuela ya no seria la «rarita» que no tenia un papá.
Tenia ella 12 años cuando esta relación parental era muy intensa, mas intensa que la relación amorosa que mantenía con su mamá. Cuando discutía con Inés era ella la que me buscaba para llevarme de la mano a otro lugar para así dejar de pelear y me llevaba a la sala a mirar la tele o a la cocina para prepararme un jugo o a su pieza para dormir a su lado. Ojo que no sentía nada mas que el deseo de ser su padre, de ser su ángel guardián y ella ser la hija que buscaba que en cada pelea o discusión con su madre no terminara en una dolorosa separación.
Pero hubo un click, un quiebre en esta historia casi aburrida de una familia ensamblada buscando con el pasar de los años aparentar ser feliz. Hubo un momento en que todo cambio, primero para mi y después para ella.
Un año después cuando cumplía sus 13 añitos, regresaba tarde a mi casa después del trabajo y después de que mi «hija» hiciera un copetín con sus compañeritas. Al abrir la puerta escuchaba una fuerte discusión o mejor dicho era su madre recriminándole a Inés y esta vez fui yo a su salvación como tantas veces ella lo hacia conmigo. Al entrar a la habitación vi a Inés con la cabeza gacha y a su madre sosteniendo su celular y que era el motivo de tanto alboroto.
_Que paso con Belu? Pregunte.
— Vos no te metas porque uds. son cómplices y me ocultan cosas para que no me entere!! Respondió mi mujer.
_Me podes contar o mostrar que paso? Volví a preguntar y revoleando su mano con el celular de la hija me puso en la cara la pantalla y mis ojos se quedaron abiertos sin pestañear, era ella delante del espejo de su roperito infantil, era ella posando con un top de un color al cual no preste atención, era ella que con sus 13 añitos se sacaba una foto… en tanga… una tanga negra.
Intente salir del asombro de ver ya no era esa nena que apenas hacia sombra a tener ese hermoso cuerpo retratado en una foto que me la quería guardar en mi celular pero los gritos de mi mujer me trajeron de nuevo a la pieza.
-Y que me decís ahora!? Me recriminaba Inés.
Tartamudeando intente dar una respuesta que no convenció a Inés que se fue insultando y pegando un portazo dejándonos solos en silencio hasta que Belén levanto su mirada con algunas lagrimas e intente calmarla diciéndole que hablaría con su mamá.
Sali de la pieza, cerré la puerta y me quede unos segundos recostado en ella pensando en lo que había visto, agite mi cabeza como queriendo sacar esa imagen y fui a buscar a Inés para pedirle que no fuera tan drástica con Belén que era adolescente y que ella en esa época seguro hizo alguna cosa que para los padres estaba mal.
Pero yo seguía mirando ese maldito celular que ella tenia apretado en sus manos, esperando el momento en que lo deje en algún lugar así podía buscar esa foto para verla una vez mas.
Después de un rato lo dejo sobre la cama y fue a ducharse y ahí fue el momento en que no me reconocí como un depredador sexual que quería ver la foto de su «hija» en tanga, Espere a escuchar la ducha y salte sobre el celular deseando que no lo haya borrado y entre con la velocidad de un hacker a revisar el celular, parecía eterno encontrar la galería, encontrar la foto enviarme por mensaje y borrar el envío y volví a la galería pero aprete una vez mas mi dedo en la pantalla y la imagen que quería se amplio y la vi a Belén con una sonrisa enorme unas piernas largas y deseables nalgas sostenidas por esa tanga negra y fue el click, el quiebre en esta historia.
Ya no podía dejar de verla y desearla, me calmaba teniendo relaciones con mi mujer mas seguido pero era pensando en mi «hija» y la llevaba al colegio y quería seguir de largo hasta algún campo para poseerla, hacerla mía…
Pasaron los días la llevaba al colegio y me pidió mi celular para enviar un mensaje a su amiga le pase desbloqueado y me dedique a manejar sin darme cuenta que ella entro a la galería de imágenes y se encontró con su foto.
-Belén: Y esto porque está en tu celular?
– Porque si tu mamá lo borraba yo te lo guardaría por si alguna vez lo querías.
– Belén: Gracias! Pensé que no te gusto.
– Noooo Belu me gusto mucho pero no quería decírtelo.
En eso llegamos a la escuela y me dio un beso y no se si era el morbo o la calentura que esta vez el beso lo sentí mas intenso, y se fue.
A la tarde me llama mi mujer al trabajo y me pidió buscar a Belén porque ella acompañaría a su madre al hospital y no podía y no sabia la hora que regresaría.
Pedí permiso del trabajo y salí rápidamente hasta la escuela, Belu esperaba afuera con sus amigas y cuando me vio su sonrisa fue enorme y corrio hasta el auto, se subió y me volvió a dar ese beso y esta vez si fue intenso.
-Belén: Siempre quise que fueras tu el que me buscara, dijo.
-Siempre quise buscarte y llevarte lejos de aquí le dije y seguramente lo hice con cara de idiota calentón por que hizo un silencio y se largo una carcajada.
Belén: Entonces llevame y que no sea a casa.
La mire respire profundo y arranque sin destino, sin saber si me decía de verdad o solo jugaba y me la creí porque estaba con mi pene duro viendo su piernas con ese uniforme… me jugué y la lleve a una ruta donde no va casi nadie.
Ya el sol se escondía cuando frene al costado del camino y le comente que la madre no iba a estar en la casa y me la jugué.
-Me gusta mucho verte en esa foto con esa tanguita negra. le dije casi susurrando.
Ella se sonrió tímidamente
-De que te reis Belu? pregunte.
-Belén: Es que la traigo puesta.
-Me dejarías verla? Pedí.
-Belén: Si pero no te rías de mi.
Le di un rotundo NO y se desprendió su pollerita azul y lentamente fue descubriendo su parte intima y para mi, ese show era exclusivo para mi. No podía creer que estuviera sucediendo.
Mi mano no aguanto estar quieto y se posaron sobre esas hermosas piernas hasta rozar su conchita… calentita. Me acomode mejor y bese su cuello mientras mi mano izquierda seguía en su entrepierna.
Sentí un suspiro profundo y su voz entrecortada diciéndome «sigue mas por favor»
Metí mi mano por entre su tanga y sentí su conchita con poquito bello pero mi dedo mayor lubricado con su jugo se estiraba buscando entrar en ese agujerito sanito esperándome para dar la estocada. Llegue a su clÍtoris y sentí su primer orgasmo y sus primeros espasmo en su cuerpo que se retorcía en el asiento del auto.
Me volví a acomodar y la traje encima mío, maldita sea que era incomodo pero su cuerpito menudo se acomodo rápido en mi regazo, la empecé a besar por primera vez esos labios y morder esa lengüita.
Te gusta? Pregunte
Y ella respondió con una frase que me dio vueltas la cabeza y me transformo en un voraz depredador de esa menor de 13 añitos…
-Belén: SI PAPÁ!
Con su mismo jugo vaginal y mi liquido seminal lubrique mi pija lo acomode en la entrada de su conchita y la aprete del cuello para besarla y que no me soltara los labios, Con mi brazo derecho abrase sujetando fuerte su cinturita y la senté bruscamente sobre mi pija.
Pegó un fuerte alarido pero la seguía besando para que no se escuchara mucho pero sentía sus lagrimitas en mi cara y sus dientes mordiéndome los labios. Solo le susurraba que ya pasaría el dolor y que se sentiría mejor que confiara en «su papá» ella asentía con su cabeza.
Deje pasar unos segundos y empecé a moverme lentamente hasta que también sentía que ella acompañaba los movimientos con sus caderitas, su tanga negra la tenia puesta y fue el placer mas grande de mi vida.
A los 2 minutos aproximadamente era ella la que empezaba a tomar el control y se movía cada vez mas y lo mas morboso de todo era que repetía «QUE RICO SE SIENTE PAPÁ» «DAME MAS PAPÁ!»
Yo respondía «que rica sos hija quiero cojerte siempre» y ella respondía «Si papa cójeme siempre»
El festín no duro mucho, mejor dicho no duré mucho traía mucha calentura encima y acabe dentro de ella.
Ella quería seguir pero debíamos volver a la casa, nos besamos un largo rato mientras ella se seguía contorneando arriba mío.
Cuando por fin salimos del trance regresamos a la casa y no había nadie, Belu se fue a bañar mientras yo revisaba mi celular, un mensaje de voz que decía: «amor no voy a casa voy a amanecer en el hospital porque mañana recién le harán los estudios a mamá, no me extrañes mucho». Solo conteste «ok» pero por dentro mío y con una sonrisa dije «QUEDATE TRANQUILA NO VOY A EXTRÑARTE»
Deje el celular sobre la mesa y mirando hacia el baño dije fuerte:
-BELU… VOY A BAÑRME CON VOS!!!
Que rico ojalá y cuentes mas
Este relato merece una larga continuación