HISTORIA DE UNA COLEGIALA 02
colegiala.
CAPÍTULO 02 – APROBADA CON GRAN SACRIFICIO.
– ¿Que?… no… ya hice lo que querían… déjenme ir… les rogué en mi cansancio, mas mental que físico, aquellos placenteros orgasmos me habían desgastado. – Te dejaremos ir cuando nos plazca… ahora… ¡obedece perra!… me grito García – ¡Ven puta!… me dijo mas amenazante el portero. Se recostó sobre el alfombrado piso,
con su verga apuntando al techo. – Siéntate sobre su pene… me ordeno Ruiz que parecía haber recobrado el aliento. – Ay… nooo… ¡es muy grande!… dije con cierto miedo, aunque en el fondo quería saber que sentiría tener todo eso adentro mío. – ¡Hazlo!… me grito García. Obedecí, me fui acomodando sobre su verga, el me guiaba, luego lentamente me fui sentando sobre ella, dándole la espalda, ya que no quería ver su repulsivo rostro. Mis labios vaginales se abrían infructuosamente. Yo tenía los ojos entrecerrados, en rostro una mueca de dolor que parecía excitar a los espectadores, casi al final perdí el equilibrio y su verga me clavo hasta las tripas… – ¡Ahhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!………………………….. No tuve tiempo de quejarme mas por García me puso su verga semiflacida en la boca para que limpiara los restos de semen en ella. Ahogue todo mi dolor en aquella larguirucha herramienta que tanto placer me había dado. Mientras Ruiz seguía jugando con mis henchidos senos. – Ya putita… muévete… me ordeno desde abajo. Comencé a brincar lentamente sobre aquel abominable miembro que parecía haberme desgarrado toda mi cochita, una lágrima escurrió mis mejillas por el dolor que me causaba. – Auuu…. ya nooo…. ¡la tienes muy dura!… ayyy… me queje entre sollozos. Ellos se rieron de buena gana… – Muy pronto aprenderás a apreciar una verga así… dijo García que ahora ocupaba el puesto de Ruiz chupando mis tetas. – Si… tu cuerpito te lo va a pedir… me decía Ruiz, mientras nuevamente me acercaba su grueso miembro que otra vez crecía ante mis ojos. Intente quejarme de nuevo pero me metió su gorda verga en la boca… increíblemente no tardo en ponerse dura… Respiraba a duras penas, el sudor cubría mi cuerpo, me sentía desfallecer… note como el portero me alejaba de su verga, me sentí aliviada al creer que había terminado al fin… pero: – Espera, no queremos que te canses tan rápido… me dijo. Luego se levanto, lo seguí como una zombi. El se echo sobre un escritorio, ayudado por los profesores subí también, no tuvo que decirme nada, me ubique de frente al portero y como perrita amaestrada me metí su enorme pene en mi maltrecha conchita… Los profesores no tardaron en colocar sillas a los lados, subirse a ellas y apoyando una pierna en el escritorio, procedieron a colocarme sus tiesos instrumentos cerca de mi boca… – Vamos puta… ¡mamalas!… Me engullía sus vergas como podía, el portero mantenía mi cintura fija mientras su pene me taladraba armoniosamente… – Ohhh… hummm…. ayyy… ufff… ahhh…. clamaba excitada, cada vez que podía. Viendo sus rostros complacidos, por la manera salvaje en que me poseían, en que se deleitaban con mi escultural cuerpo, en un momento me atreví a preguntar: – Ohhh… y ya… ¿ya aprobé?… uhmmm… Ellos se rieron y continuaron ofreciéndome sus vergas… – No te preocupes… agrego García complacido. – Vas muy bien… me dijo Ruiz acariciándome el cabello. Al escucharlo, con nuevos bríos me deleite con su mazo de carne, succionando como una verdadera golosa… – Aunque solo falta algo… agrego García con picardía. Los dos profesores se quedaron mirando y les brillo los ojos… luego miraron hacia mi inocente colita que alegremente se estremecía con las arremetidas del sucio portero… no les entendí bien, solo escuche la risa del portero que parecía haber comprendido… – ¿Que mas tengo que hacer?… pregunte con ansiedad. – Ya veras… dijo García quitándome su verga de mi boca y dirigiéndose atrás mío… Voltee con curiosidad para intentar ver que iba a hacer… pero Ruiz me devolvió la cara y me inserto su rechoncha verga entre mis labios… – ¡Hey!… que aun no terminas aquí… me increpo. Me concentre en su miembro, sin dar importancia a lo que pasaría… hasta que sentí como mi culito era invadido… me estremecí e instintivamente mis nalgas se contrajeron… – ¿Queee?… exclame sorprendida. Voltee nuevamente y vi como García intentaba meterme uno de sus dedos en mi culito… – No seas curiosa… me dijo con sarcasmo. Aprovechando mi descuido, logro insertarme su dedo… mi cuerpo se estremeció, un nuevo orgasmo me sacudió de pies a cabeza… – Ohhh…. uffff… ahhh… – ¿lo disfrutaste?… – Ohhh… siii….muuucho… ahhh… exclame rendida, atónita por lo que dije… – Haber que te parece esto… me dijo. Sin darme mayor tiempo para reponerme, ubico su verga en mi arrugado anito… – No… nooo… eso no… no… ¡no me va entrar!… exclame ahora atemorizada, sintiendo con su largo pene presionaba mi culito. Nuevamente escuche sus risas, poco le importaban mis quejas… además por que negarlo, por mi mente cruzo la imagen del video que vi antes de venir: la de aquella chica empalada por sus dos agujeros, la manera sufrida y a la vez gustosa en que gemía, recordé como al verla como… como la envidie… y ahora yo seria parte de aquello… – Querías aprobar ¿no?… me dijo irónicamente. – Si… pero… no termine de quejarme, porque en realidad no quería hacerlo… – Entonces… gánate tu nota… replico. Ruiz me clavo su verga hasta la garganta, con mi morbo creciendo ante lo inevitable de la doble penetración que sufriría, mis nalgas se relajaron… facilitando la entrada del duro pene de García.. – Ayyyy…. ayyyayayyy,… ahogue un quejido entre mi garganta y el gordo pene que mamaba. La verga de García, me desgarraba mi anito, mientras el incansable portero no dejaba de castigar mi conchita… comencé a sollozar sintiendo como el largo pene de García no terminaba de entrar…. – ¿Ya ves?… no duele mucho…. exclamo satisfecho el. Yo lloraba desconsoladamente, por el dolor y por la alegría que me provocaba sentirme así, completamente incrustada, atorada a mas no poder… pensé que no podría llegar a mayor estado de excitación… hasta que… hasta que García comenzó a moverse… – Ohhh…. ayyy… hummm…. ouchhh…. ahhh… gemía como una verdadera puta. El portero y García coordinaron mejor sus movimientos lo que me hacia gritar de placer… Ruiz, quizás incentivado por mi sufrido y gozoso rostro, por mis exclamaciones, no quiso quedarse atrás tampoco, así que me tomo la cabeza por los lados y comenzó a meterme y sacarme su verga con rapidez… ¡se estaba masturbando con mis labios!… Apenas si respiraba, mi corazón palpitaba a mil, las tres vergas que se incrustaban sin piedad en mi cuerpo me estaban proporcionando un placer indescriptible, estaba completamente alucinada, era una locura…, una deliciosa locura… – Ayyy…. no masss… no masss… hummm… que revientooo…. ahhh… no… nooo…. sigannn por favorrr… ayyy… llegue a exclamar enloquecida. No se cuanto tiempo mas estuvimos así, solo recuerdo que lo disfrute demasiado… mi resistencia estaba menguando… – Resiste puta… me animaba el portero. – Falta poco… me decía García completamente excitado. – Uhmmm… ahhh… siii… aguantoo… ayyy me están matando…. ahhh… decía casi sin aliento, me sentía desfallecer. Hasta que sentí la primera descarga de semen hirviendo en mi interior… fue el portero que en descomunal eyaculacion inundo mi conchita, tanto que llegue a sentir que salía por mi boca… pero no era eso, era la leche de Ruiz que también lleno mi garganta con su blanquecino manjar que duras penas engullí… – Ahhhh…. ahhh… Sufrí mi ultimo orgasmo al sentir como la verga de García escupía semen en mi pequeño agujero, esto hizo que mi espinazo se contrajera y luego terminara relajándose… escuche los gritos y exclamaciones de satisfacción de mis verdugos… no pude mas… febril, sudorosa, bañada en semen, caí rendida sobre el recio cuerpo del portero…. – Ufff…. que bueno que estuvo esto… exclamo Ruiz aun agitado. – Si… hace tiempo que le tenia ganas a esta putita… agrego García aliviado. Así, completamente satisfechos, ellos finalmente se bajaron de mí… vi las vergas del portero y de García, semi flácidas, de un color rojizo debido a la continua fricción con mis partes intimas… supongo que mi ano y mi conchita debían estar al rojo vivo… – Ufff…. ufff… musitaba yo, intentado recuperar la respiración. Me quede tirada sobre el escritorio, boca abajo, destilando leche por todos mis agujeros… ellos acercaron su miembros y los sobaron contra mis labios, mientras acariciaban mis cabellos. A duras penas logre relamer lo que quedaba de sus líquidos, estaba molida… cuando sus penes estuvieron limpios, desaparecieron de mi vista… logre escucharles decir… – ¿Que le parece Ruiz?… – Si, creo que la Srta. aprobó el examen… Al oír esto, esboce una sonrisa de satisfacción… quise levantarme, pero estaba terriblemente mareada, deslice mis piernas por el escritorio, mis pies tocaron el suelo, mi estomago y mi pecho seguían contra el escritorio, apoye mis brazos para levantarme, solo que no puede… caí nuevamente sobre el escritorio… Luego… me desmaye…. Continuara…
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