¿Homosexual mi hombre?
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Espero que les guste mi experiencia.
Soy una mujer joven, acabo de cumplir 28 años, bastante bonita, de excelente cuerpo y nada modesta, como se habran ya dado cuenta.
Pero tengo razon, no en balde he ganado varios concursos de belleza en mi ciudad, desde secundaria y luego el "Miss Diet Coke" que si bien no gane el primer lugar, obtuve el segundo sitio y, para muchos, era la mejor de todas.
Pero lo que voy a contarles, fue mi primera experiencia y ocurrio hace justos 10 años.
Cursaba del tercero de prepa y salvo un par de novios, era virgen, hasta que conoci a Pepe, del que jamas pense que fuera a ser quien recibiera mi virginidad.
El es un hombreton, grandote, anda por el 1.90, musculoso, no bonito de cara, pero con un bigote que lo hace verse muy sensual.
Lo malo son sus ademanes que no lo hacen muy viril que digamos.
Asi lo conoci, cuando con una amiga llegamos a preguntar sobre el concurso que en mi pais, Mexico, es previo al Señorita Mexico.
El era de los encarados de informacion y a el nos dirigimos.
Bastante coqueto, se noto enseguida que yo le gustaba, pero el es bastante mayor que yo (se me habia olvidado decirles que tiene 39 años) y su porte de homosexual nada bueno me auguraba.
Pero el, zorruno, hizo lo que hacen los hombres de verdad: imponer la paciencia.
Nos hicimos amigos y con el, Nadia mi amiga y yo comenzamos a salir para todas partes. El cine, los bailes, los paseos y hasta a las ciudades vecinas a las que y tenia que ir a hacer compras para el negocio familiar, Pepe nos acompañaba.
¿Quien podia dudar de el? ¿Como sospechar de alguien que no parece hombre?
Pues bien, asi pasaron cerca de dos meses cuando en una de las reuniones en su casa para escuchar musica y grabarla en "casetes", nos quedamos el y yo solos, pues el novio de Nadia fue por ella "dizque" a hacer unas compras.
Ya les dije que el bigote de Pepe se le ve hermoso y esa noche lo traia algo largo, por lo que me ofreci a recortarselo.
Con toda la experiencia que yo no le conocia, el se dejo hacer el trabajo y, no se, algo senti y me dieron ganas de besar su boca.
No podria decirles si fue atraccion sexual o simples ganas de provocarlo, pero la respuesta con sus labios y boca, me encendio como nunca jamas me habia pasado, pues ya les dijo que salvo dos noviecillos que no pasaban de besos limpios, con nadie me habia besado "de a de veras".
Supongo que el noto mi desconcierto, pues sin acelerarse, siguio besandome suavemente, pero con un movimiento cada vez mas atrevido.
Comenzo por rozar mi cara con sus dedos, meterlo entre mi cabello y luego masajear mi espalda.
Era en verdad riquisimo.
En la forma de acomodarme, con el sentado en el piso y yo a horcajadas sobre el, pronto senti un bulto bajo mi entrepierna. Era su verga que se sentia enorme. Tan enorme como que yo jamas habia visto siquiera una en fotografia.
Viendo que yo no oponia la minima resistencia, me desabotono la blusa y el brassier y comenzo el juego con mis pechos y pezones. Primero con los dedos y luego con los dedos.
Para entonces, mi respiracion era cada vez mas agitada y mis gemidos cada vez mas ruidosos.
Nos tendimos en la alfombra y yo no quise desaprovechar el momento para sentir en mis manos la dureza y tamaño de su falo. Insisto, era enorme.
En unos instantes quede yo solo "vestida" con mi calzoncito y el en el "short" deportivo que ya no podia contener su vergota.
Y les repito, hizo gala de toda su experiencia.
No se avorazo y me dejo jugar con su mastil, primero con mis dos manos que no alcanzaban a cubrirla en toda su extension y luego con mi boca y lengua.
El olor raro de sus partes, sumado al sabor agridulce de sus liquidos lubricantes me causaban tal exitacion, que Pepe se dio cuenta de que yo estaba lista para ser penetrada.
Aun asi, me cargo, me coloco en la cama de frente a el y me pregunto: ¿Estas segura de que lo quieres hacer? No te quiero causar ningun daño.
¡¡Nooo!! Le conteste. Hazme tuya, le insisti.
Ya no se hizo del rogar. Me quito mis braguitas y se coloco enfrente de mi.
Fue divino verlo asi, grandote, con su verga a todo lo que daba, totalmente erecta, firme, dura, con una ligera curva hacia arriba que la hacia mas antojable aun.
Yo ya estaba mojadisima cuando el se pasa los dedos de una mano por la lengua, se ensaliva algunos dedos y luego los pasa por su glande, amoratado ya de tanta sangre agolpada en tan poco espacio.
Me coloco la punta en la entrada de mi caverna empapada y comenzo a meterla.
Jamas pense que un aparato de esas dimensiones fuera capaz de penetrar en mi vagina jamas tocada.
Lo cierto es que si batallo unos segundos para meter la cabezota, pero lo demas fue mas facil.
Aunque no por eso menos doloroso.
Y menos placentero.
Que delicia sentir como va entrando cada uno de esos 24 o 25 centimetros de verga gruesa y dura.
No se en que instante me rompio el himen, porque habia escuchado a mis amigas que se sentia un gran dolor. Yo solo senti que algo se rompio en mi interior, pero con mi excitacion y mis gritos de placer, paso desapercibido.
Todavia no entraba la totalidad de tremendo falo y yo ya habia sentido dos sensaciones gratisimas, que luego supe que eran los orgasmos.
Y es que Pepe lo tomaba con calma, cada embate de su verga en mi vagina iba acompañado por decenas de besos en mi boca, mis mejillas, frente, pelo, orejas.
Esa mi primer relacion duro mas de una hora.
Una hora de estar entra y sale, entra y sale con la tremenda cosota de mi Pepe dandome el placer que nunca imagine que una mujer pudiera sentir.
Pepe tardo muchisimo en darme la primer racion de leche.
Y lo hizo como todo un hombre pues, sabedor de que era mi primera vez, era obvio que habra tomado anticonceptivo alguno, ni traeria colocado tampoco ningun aparato para impedir un embarazo.
Cuando sintio que ya no aguantaba mas, saco el duro baston de mis entrañas, apreto el glande y me lanzo cuatro o cinco chorretes de leche, el primero de los cuales dio contra mi cara y el ultimo cayo justamente en ombligo.
Que hermosura de estampa. Ver a mi hombre gesticulando y gritando de placer, para caer desmadejado sobre mi.
Minutos despues, tumbados uno al lado del otro, le pregunte por que me habia seducido, si a el no le gustaban las mujeres.
Su respuesta fue clara: Si me hubiera mostrado como hombre, que me gustabas y que te queria para mi, ¿me lo hubieras permitido?
¡No! Fue la respuesta y volvimos a besarnos.
Y, contra lo que muchas mujeres han hecho, segun he leido en las historias que en su pagina publican y por amigas que me lo han confesado, en mi caso el sexo anal con Pepe fue a sugerencia mia y con algo de resistencia por parte de el.
"Te voy a destrozar", me decia. No te quiero causar daño.
Pero yo no queria que mi Pepe, con esa vergota que tanto me encanto, fuera a tener algun dia la tentacion de hacer sexo anal con otra mujer que no fuera yo.
Asi, a las pocas semanas de aquella primera experiencia y tras haber hecho el sexo en todas las posiciones habidas y por haber, un dia le insisti en que me diera por el culo y lo convenci.
Debo confesar que cuando no tenia dentro de mi ano ni siquiera la cabeza de su verga metida, ya me habia arrepentido, pero me aguante y no me arrepiento.
Igual que cuando me desvirgino, me trato con dulzura y amabilidad.
Unto todo su fierrote con vaselinay lo mismo hizo con dos de sus dedos que tambien son de gran tamaño, como todo el.
Me coloque empinada sobre la cama, levante todo lo que pude mi frondoso trasero y quede lista para la embestida.
El me metio primero un dedo, con e que jugo unos segundos para desajustar mi esfinter y luego lo hizo con dos dedos.
Hasta alli, el dolor era aguantable y el placer casi nulo.
Lo bueno vino despues. Me metio la cabezota y luego cada centimetro poco a poquito, haciendome sentir las mas variadas sensaciones. Desde un dolor muy intenso, ganas de defecar y cosquillas en mi vagina, pero jamas pense en sacar su tremendo aparato de mi agujero.
En un par de minutos, toda su verga estaba hasta el tope metida en mi ano y lo digo porque sentia en cada embestida que sus pelotas rebotaban entre las nalgas y mi vagina.
Igual que aquella primera vez, Pepe tardo muchisimo en sentir la hora de echarme todo su semen y fueron los mismos eternos minutos en que yo gritaba y gozaba como una desquiciada.
Esta vez le pedi que toda su leche a derramara en mis intestinos y asi lo hizo.
Con unos gritos que debieron escucharse a varias cuadras a la redonda, eyaculo tal cantidad de semen que cuando me levante de la cama para limpiarme, los chorros llegaban desde mi adolorido culo, hasta los pies.
De entonces a la fecha, somos felices. Nos casamos al año de que me desvirgino. Tenemos tres niños y seguimos cogiendo casi a diario y como la primera vez.
El quiere que algun dia hagamos el sexo con otra persona en la cama y que a el le daria lo mismo que fuera un hombre que tambien me la metiera o una mujer a la que el le introdujera su falo.
La verdad, a mi no se me antoja ni que otro hombre que no sea mi Pepe el que me haga llegar al cielo y me muero de celos tan solo de pensar que el tremendo garrote de mi hombre penetre otros agujeros que no sean los mios.
Hasto hoy somos felices. Mañana Dios dira.
Hasta pronto.
Autor: Anonimo
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