Infidelidad VI: Trabajos manuales de recuperación.
La esposa busca recuperar terreno haciendo cosas nuevas antes de que su esposo experimente con otras mujeres..
La edición del vídeo es breve, se brincó todos los diálogos dejando un video de 7 minutos donde se escucha a mi esposa sorber jugos y tragar.
Para mí preparó una edición más larga con fragmentos de la conversación y mamada de verga, la forma en que me lo presentó fue especial.
Ese día me recibió con luz tenue en la sala, mi sillón acompañado con una hiele y algunas cervezas, colgada de un globo lleno de helio había una nota que decía:
“Desnúdate, toma asiento en tu trono mi Rey y destapa una cerveza, tu puti Reyna estará contigo enseguida.”
Esperé menos de un minuto en mi sillón bebiendo cerveza cuando comenzó a sonar Unforgettable de Peter Hoffman y de las penumbras salió mi esposa con un babydoll azul desnudo en su vientre donde se gesta nuestro hijo, además de unas zapatillas azules también.
Se contonea al ritmo de la música cargando una charola con una tabla de comida recordando su vida universitaria cuando trabajaba de mesera.
Me sentí como un Rey que en lugar de corona tiene cuernos, el rey del bosque, un wendingo cona verga bien parada, caliente y jugosa.
Sacó los brazos del sillón para colocar la tabla, giró el sillón hacia la pantalla y me dejó ver en primera silla nuestra primera película porno.
Puta madre, la puta de mi mujer se tomó muy en serio eso de usar las manos.
Empapadas en lubricante palpo mi verga mojando todo, pelotas, falo, glande, pelvis, ingles, todo.
No satisfecha con el nivel de humedad volvió a mojar mis manos para ungir de nuevo toda la zona.
Lo segundo que sentí fue calor, agradable calor que contrasta con los manjares del platillo a temperatura ambiente o fríos y la helada cerveza.
En la pantalla el vídeo muestra a mi esposa bebiendo restos de semen y fluidos de otra mujer recolectados de mi cuerpo, en mi zona genital disfruto las yemas y uñas de mi esposa deslizarse a discreción. Estimulación visual y física, es la primera vez que experimentamos con esto.
Dicha absoluta, todo fue una secuencia sin interrupción. Las puntas pasaron al resto de los dedos que forman una red que se rompe una y otra vez cada vez que mi pito entra por el espacio entre los dedos. Son sus manos las que suben y bajan estimulando desde la punta hasta la base donde se toman un segundo para permitir que los pulgares hagan magia, primero uno estira el escroto para que el otro se pueda deslizar desde el espacio debajo de los huevos hasta la base de la verga usando toda la extensión del dedo gordo.
5, 6 pasadas y de vuelta al recorrido usando sus dedos como mallas alterando entre apertura variando la sensación de estrechez, 7 y 8 movimientos y de regreso a los huevos.
Repitió el movimiento algún número de veces que no conté hasta que cambió de técnica, el clásico agarre de mano usando todos los dedos con el sube y baja.
Podía sentir los 5 dedos pase como reductor de velocidad por el frenillo, momento en que incrementa la presión. Al mismo tiempo la mano libre mima los huevos cargados de leche caliente. Roces y caricias con los dedos separados capturando la pelota en un su saco haciendo un poco de presión.
Eventualmente se metía una u otra bola en la boca para succionar haciendo ruidos grotescos. En ese momento estaba listo para eyacular, pero ella cambió de técnica sujetando la verga de la base con las yemas y procedió a agitarlo para impactar en diferentes partes de su rostro. No es que doliera, pero definitivamente cortó la eyaculación.
En ningún momento dejó de tocar otras zonas erógenas, zonas que aunque dan placer no te llevan al orgasmo. Cuando me relaje continuó con el masaje, porque a estas alturas eso ya no es un trabajo manual si no un masaje erótico.
Retomó los movimientos tomando el glande con la punta de los dedos haciendo dos movimientos, el primero era con su mano subiendo y bajando, el segundo era con los dedos haciendo lo mismo.
La mano libre presionaba la base y algunos centímetros más hacia arriba del falo, jamás me habría imaginado que esa zona proporciona tanto placer.
Eso continuó unos minutos hasta que sin soltar la base usó la mano libre para masajear con más palma el glande con movimientos circulares.
Tener la verga bien dura fritada por las suaves manos de mi esposa me llevó al cielo, en la pantalla revivía la mamada de verga, gimo en vivo y a través del audio.
Ahora las dos manos recorren mi falo, una de arriba a abajo, la otra concentrada en el frenillo usando el pulgar y los dedos.
A esas alturas había aprendido a disfrutar las sensaciones mientras pienso en mi hijo por nacer para controlar mi orgasmo.
Las manos de mi esposa flotan por mi pene tocando por todos lados, suben y bajan, estiran, contraen, presionan, todo para darle placer a su hombre, al cornudo que tiene por esposo y la hizo cornuda.
Una avalancha de sensaciones recorren mi ser, golpecitos con las yemas, leves tirones de escroto, uñas y muy esporádicamente lengüetazos discretos.
Cerca del final de la película se posicionó a un lado de mí para ofrecer sus senos, a sus 7 meses de embarazo ya no son tan pequeños y si son estimulados sueltan algo de calostro. Así pues, acostado en su regazo, veo el final de la película de reojo mientras ella sube y baja su mano a un ritmo estable y una y otra vez, hasta que cerca del final de la película liberé una descarga de semen tan potente que brincó hasta manchar la pantalla del celular.
Me quedé dormido como bebé en las piernas de mi esposa que rasca mi cabeza con ternura.
Al despertar EaEx me había mandado mensajes, se sentía orgullosa del logro e incluso comentó lo sexy que es mi esposa y lo excitante de la situación. Revisando la conversación entre ella y mi esposa ví que no hablaron mucho, solo un “eso es muy sexy” y “Gracias”.
Por la noche mi esposa durmió plácidamente totalmente agotada por el embarazo y la desvelada de la noche anterior.
No hubo llanto, por mi parte sentía un increíble satisfacción y ganas lo casa por probar algo nuevo.
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