INICIO DE SEXO CON MI MADRE
Es el comienzo de una maravillosa aventura para los dos.
Una larga historia que se puede resumir en dos páginas. Apenas había cumplido los diez y seis años y ya había conocido bastante respecto al sexo a través de amigos de mi edad y un poco mayores y de internet en páginas como ésta o videos. Mi primer contacto con el sexo fue escuchar a mis padres porque su habitación pegada a la mía me permitía escuchar los gemidos de mi madre en la época de fogosidad acompañado del ruido de su cama y la explosión final cuando mi padre se corría. Yo en la soledad de mi habitación a media noche imaginaba como estaría mi madre con sus piernas separadas mientras mi padre la follaba metiendo su verga en el coño de ella una y otra vez y esto me iba generando una erección que para calmarla recurría a la masturbación. Pero cuando transcurrían mi edad de los diez y siete y diez y ocho años, no los volví a escuchar disfrutando del sexo.
Esa fogosidad de años anteriores se había apagado, ¿por qué? Nunca lo supe ni sabre, pero con toda la información que recibía de amigos e internet llegué a concluir que la fogosidad de mi madre debía seguir latente porque apenas se acercaba a los cuarenta años. Entonces en este tiempo me aproxime a ella, fui más cariñoso, a veces le daba nalgadas y ella reía, y cuando estábamos solos jugueteábamos y yo aprovechaba para acariciar su cuerpo con la supuesta intención solo de hacerle cosquillas, pero siempre me encontraba rozando sus senos, y como con amigos e internet me entere que las mujeres son como una casa de dos pisos, lo que se hace arriba se siente abajo. Esto me dio pie para creer que si llegaba a acariciar sus senos, tendría más posibilidades de llegar a su intimidad.
Un sábado que estábamos solos, mi padre se había ido con sus amigos, se me ocurrió invitarla a ver una película y creo que ella la escogió inocentemente sin saber que tenía una fuerte carga erótica. Era la primera vez que yo iba a ver una película para mayores de diez y ocho años. Después de entrar le ofrecí comprar algo para comer durante la película, pero ella solo acepto un refresco. Cuando pasamos a la sala nos hicimos en la última fila, el teatro estaba con poca concurrencia y en la medida que avanzó la película le tome la mano y la puse en mi pierna. Ella al poco tiempo comenzó a moverla y esto me fue generando una erección al punto que me anime a hacer lo mismo en la pierna de ella y como su falda era corta, el gusto por acariciarla me fue invadiendo y al tiempo que acariciaba su pierna su falda se iba recogiendo al un punto que ella decidió quitarse el saco que llevaba y lo acomodo sobre sus piernas, de esta manera disimuló lo recogido de su falda y la ubicación de mi mano en medio de sus piernas.
Con esto, mi mente calenturienta me llevo a pencar que ella estaba aceptando ir más allá y cuando yo toque su coño por encima de su panty, sentí mucha humedad, que me llevo a explorar que pasaba si corría el panty hacia un lado, y de inmediato mis dedos se empezaron a deslizar suavemente por su coño totalmente depilado. A continuación, la mano de ella busco entrar bajo mi pantalón y yo le ayudé como pude sin dejar de acariciar su coño. Las caricias fueron creciendo y pude escuchar muy discretamente la respiración agitada de ella y de mi parte los deseos de correrme, pero me controlé cuando percibí que ella acababa de disfrutar su orgasmo.
Después de esto, vimos el final de la película, no hubo ningún comentario, lo mismo que camino a casa y al entrar cada uno se fue a su habitación, pienso que los dos teníamos claro que habíamos sobrepasado una línea y sentíamos alguna culpabilidad y en los días siguientes fuimos muy sobrios en nuestras conversaciones hasta que el sábado siguiente fuimos a una fiesta familiar, mis padres disfrutaron la fiesta, tomaron algún licor y yo aproveche el desorden para disfrutar un par de copas que me cayeron muy bien, elevando mi ánimo.
Al regresar a casa mi padre se fue directo a su habitación en el segundo piso, mientras mi madre se quedó en el primero haciendo algunas cosas. Cuando yo salí de mi habitación vi que mi padre ya estaba en su cama, con los ojos cerrados, de seguro el licor le había hecho su efecto. Entonces baje al primer piso, encontré a mi madre preparando alguna bebida, café o te y me acerque a su espalda, la abrace y le dije al oído que la quería mucho, ella me dijo que ella también y ayudado por el licor me atreví a acariciar sus senos y ella echó su cabeza hacia atrás en mi hombro entonces le bese el cuello y luego la oreja y esto fue suficiente para que ella se girara y nos trenzáramos en un beso con lengua que no sé cuánto tiempo duro, pero aproveche para pegar mi pelvis a la de ella y por segunda vez mi mano se deslizo bajo su falda para sentir la humedad de su coño y hacer que ella disfrutara de un nuevo orgasmo. Pero esta vez ella después de disfrutar de su orgasmo me correspondió con caricias en mi verga hasta que me corrí en su mano y allí nuevamente sin ningún comentario cada uno se fue a su habitación.
En la semana siguiente salí a vacaciones era mi último año de colegio y al año siguiente entraría a la universidad, días después fue mi fiesta de graduación y mi madre se esmeró en hacerme una fiesta de celebración después de la ceremonia, con familiares y amigos que duro hasta más o menos las siete de la noche, hora en que mi padre se fue a encontrar con sus amigos, así que en casa quedamos solo mi madre y yo.
Como había aprovechado la oportunidad para disfrutar de algún licor, a esa hora me encontraba eufórico y mientras recogíamos con mi madre el desorden, le agradecí la reunión y de paso todo lo que había hecho por mi durante todos estos años y de pronto estando tan cerca de ella sentí el deseo de abrazarla sin ninguna otra intención, pero de pronto vino un beso en la boca y comprendí por el sabor de sus labios que ella también se había tomado sus copas, terminando todo en un beso apasionado.
Jamás imagine que en esta fecha se haría realidad lo que en los años anteriores imagine realizar, de cuando escuchaba lo que ella hacia con mi padre, escuchar sus gemidos y su orgasmo que me excitaban. Este beso inicial siguió con caricias y mis manos no paraban de motivar sus senos y ella me correspondía pegando su pelvis a la mía, de pronto cuando la excitación mutua llego al límite, ella me tomo de la mano y me llevo al segundo piso a mi habitación y sin mediar palabras, se despojó de su panty y me aflojo el pantalón y al bajarlo saltó como un resorte mi verga. A continuación, ella se subió la falda, se recostó en mi cama y separando sus piernas me invito a follarla. En ese mini segundo no lo pensé dos veces y acomodando mi cuerpo sobre el de ella, sentí como tomo mi verga y la dirigió a su concha paseándola de arriba a abajo para lubricarla en sus flujos y finalmente dejarla en el lugar preciso para comenzar una deliciosa penetración.
En otro momento hubiera deseado tenerla totalmente desnuda y disfrutar del sexo oral y otras caricias, pero este momento era decisivo, era la apertura a algo desconocido, necesitaba estar dentro de ella y esperar nuevas oportunidades. Cada centímetro de la penetración lo disfrute como si fuera la única vez y después que toque fondo empecé a follarla entrando y saliendo de su coño y ella comenzó a respirar agitadamente, luego vinieron sus gemidos que estimularon mi libido y pasaban los minutos y no llegaba su orgasmo y dude que pudiera aguantar más tiempo sin correrme, hasta que sentí muy fuerte su respiración y sus palabras de follame más, así, así, eso, eso, mas duro, hazme sentir tu verga, si, si, eso, que ricoooooo y disfrutando su orgasmo se quedó inmóvil y yo dispuesto a seguir follándola hasta explotar dentro de ella, no obstante cuando estaba por llegar le dije… me voy a correr, me voy a correr. Y ella me respondió… lo quiero dentro, córrete en mi coño y cruzando sus piernas alrededor de mi cintura me apretó contra ella como queriendo que la penetrara muy profundo. Termine exhausto, pero feliz de haber realizado mi fantasía.
Después de este día y estando en vacaciones cada vez que mi padre en las mañanas salía para el trabajo, dejaba pasar unos minutos y apenas su auto arrancaba, me pasaba a la habitación de mi madre y ella me recibía con mucha alegría para que folláramos hasta agotarnos. Hasta aquí mi relato. Sigo follando con ella y disfrutamos de nuevas opciones que aprendo en internet o que me cuentan mis amigos, el sexo anal fue lo último que hicimos antes de escribir este relato, fue maravilloso.
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