Jardinero: Un trabajo soñado
Continuación de https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/heterosexual/jardinero-un-trabajo-nuevo/.
Antes que nada me olvidé de describir a Joaquín y a Álvaro la vez pasada.
Joaquín es de tez morena. Mide un 1,73, tiene el pelo negro y brazos y piernas gruesas por los diferentes trabajos que ha tenido, los cuales requieren fuerza física. No es gordo ni tampoco flaco, tiene un poco de físico en el pecho y en los abdominales. Sus ojos son marrones claros.
Álvaro (padre de las nenas) por otra parte es alto, 1,89. Es blanco, de pelo negro, flaco. Tiene una barba cortada, no muy extensa. Sus ojos son color verde.
Romina: Mayor de las nenas. 9 años. Blanca. Pelo negro.
Anita: De 6 años. Morena. Pelo negro
Florcita: La menor de todas. 3 años. Rubia. Blanca.
Joaquín llevaba dos semanas y media ya en el trabajo como jardinero de la casa de Alvaro. La relación con el dueño de la casa era buena, habían llegado a hablar y ya lo conocía un poco más.
Álvaro era separado y padre soltero. Había tenido dos esposas, las cuales lo habían abandonado hacia tiempo, y ninguna quería hacerse cargo de las niñas. La primera era la madre de las dos primeras nenas, Romi (9) y Ana (6). La segunda era la madre de Flor (3), la más pequeña.
A causa de eso, trabajaba desde casa, en algo que tenía q ver con computadoras. Debía ser un buen trabajo para mantener a 3 niñas y una gran casa, además de un auto.
Volviendo al tema, durante las semanas en las que trabajo en dicha casa pudo seguir observando a las niñas cuando jugaban, ya sea en la piscina, en el patio o en el cuarto de algunas de ellas (cuando dejaban las ventanas abiertas). También había podido tomar algunas fotos cuando las niñas estaban distraídas y el padre estaba trabajando en su estudio. Había notado que de vez en cuando al jugar las niñas se tocaban mucho sus partes cuando sentían que nadie las veía. Eso me excitaba mucho, haciendo que se masturbara en el baño del quincho para liberar la tensión.
Ya tenía 5 bombachitas más, 2 de cada una de las niñas. Por suerte nadie había sospechado de él, o eso creía.
Con respecto al plan para lograr probar a las niñas, la idea era ganar la suficiente confianza con las niñas, para que cuando se quedará solo con algunas de ellas, nadie sospechara. Había llevado algunos caramelos (los cuales se había enterado su padre no le gustaba que comieran, por las caries al parecer) y había hecho algunas bromas con las niñas para que confiaran en él, todo eso durante las 2 semanas y media que llevaba trabajando. Cuando llegara el momento de llevar a cabo el plan, tenía el quincho o el baño para realizar lo que quería, aprovechando cuando ellas entraban adentro a ver tele o jugar con sus juguetes.
Ese día pensaba que iba a ser lo mejor. No creía que pudiera aguantar más sin llegar a tocar y probar esas delicias. Llevaba algunos caramelos y el día era caluroso, así que era seguro que las nenas iban a jugar en la piscina.
Al llegar lo recibió Álvaro, que le dijo que al finalizar el día fuera a verlo a su estudio, para cobrar la paga (cobraba cada 15 días). Le dije que bueno, y comencé a trabajar.
Una vez termine adelante, arreglando todo el patio delantero, pase al fondo, donde aproveche a tomar agua. Cómo suponía, las niñas estaban jugando en la piscina pequeña. Continué trabajando y aprovechaba de vez en cuando para ver cómo se mojaban y tocaban esas niñas. Eran eso d las 16 cuando el padre salió a pedir que terminarán en 30 min. También me llamo a mí, para que entrara a la casa con él, ya que necesitaba que hiciera un trabajo para él.
La casa era grande. Contaba con 5 habitaciones, una para cada niña, una de Alvaro y una que supuestamente era para las visitas. Además tenía un gran living donde estaba un smart TV y unos sillones, dos baños (uno general y otro dentro del cuarto del padre) y la cocina. También estaba el cuarto donde trabajaba el padre.
A-Mira cuando te contraté te dije que iba a necesitar que hicieras algún trabajo además de jardinería. Ahora necesito que arregles unas conexiones eléctricas del cuarto de invitados. Este está al lado del mío. Te llevo para que veas lo que quiero que arregles.
El cuarto de invitados era normal, una cama de plaza y media, una mesa de luz y un placard. Además tenía una puerta que conectaba con el cuarto de Alvaro.
A-Ultimamente no está andando muy bien la luz. Cuando apretó el botón no enciende la luz. Cambié el foco pero no funciona. No sé si podrás verlo y arreglarlo.
J- No sé preocupe, yo me encargo. Seguro alguna conexión estará mal hecha.
A- Dale, si lo terminas antes del día lo sumo a tu paga de la quincena. Igual termina con lo que tengas al fondo y luego entras tranquilo y te fijas esto.
J-Bien
Volvió afuera, para terminar rápido con lo que hacía, ya que antes de entrar a la casa quería llevar a cabo el plan, que tendría q hacerse más rápido debido al nuevo trabajo que le había sumado Álvaro. Después que las niñas se cambiarán y secaran, Joaquín aprovecho para acercarse a ellas.
J- Hola niñas, ¿como están?
R- Hola señor, bien.
A- ¿Nos trajo caramelos? Esos de frutas eran muy ricos.
J- Si les traje. Pero verán necesito que me ayuden con unas cosas, ya que no puedo hacerlo solo, ya que necesito de alguien que me ayude.
R- Yo no puedo ya que tengo que ayudar a papá en algo y Flor tampoco ya que se tiene que bañar.
A- Yo si puedo, pero solo si todos los caramelos son para mí. Jajaja.
J- Dale yo te doy todos los caramelos después que me ayudes. ¿Bueno?
A- Bueno.
R- Bueno Ana, pero después entra adentro, ya sabes que papá no le gusta que estemos mucho tiempo afuera después de la pileta, no quiere que nos enfermemos.
A- Bueno, termino con el señor y voy.
Joaquín estaba más que feliz. Tenía miedo de que Romi, la mayor, le dijera q no o sospechara, pero no. Parece que su tarea con su papá la tenía más ocupada que cuidar de su hermanita, por lo que el plan iba bien. Romi entro con Flor adentro mientras Ana iba con él al fondo, con dirección al quincho.
A- ¿Que tengo q hacer señor?
J- Mira, necesito que me ayudes con algo que me duele mucho. Algo que tiene que es similar a lo que hiciste la vez pasada con Florcita, tu hermanita.
A- ¿Que hice? (Me dijo con un tono como haciendo que no recordaba. )
J- Creo que escuche que vos lo llamabas jugar al sapito.
A- ¿Quiere jugar con mí sapito? Bueno, pero me tiene que dar todos los caramelos. Todo para mí.
Uff eso hizo que mí verga se pusiera más dura de lo que ya estaba. La nena sabía lo que quería él y estaba dispuesto a dárselo por unos míseros caramelos.
Cuando llego al quincho, levanto a la nena y la puso sobre una mesa chica que había en una esquina. Antes de iniciar puso su celular en una ventana, con la cámara apuntando para grabar aquello.
J- A ver mí amor, mostrame tu sapito. Quiero comenzar a jugar con él.
Anita comenzó a bajarse el pequeño short y se lo sacó. También la bombachita. Esa la guardo, disimuladamente, mientras acercaba su cara a esa vagina hermosa. Sin miedo a nada, metió la nariz para sentirla mejor. El olor era exquisito. Comenzó a lamer todo aquello, primero despacio, mientras Anita reía. Fue aumentando el ritmo en la que pasaba su lengua y sus labios por aquella vagina pequeña, haciendo que Anita pasará de la risa a los gemidos. Después abrió esos labios carnosos y hermoso y metió la lengua. Los gemidos de Anita aumentaban, haciendo que él se calentará más y comenzará a succionar sus labios. El sabor era exquisito, Joaquín había probado muchas vaginas pero aquello era otro mundo. Tan virginal, tan delicioso, que deseaba que no terminara más. Para un momento para sacarle el top que tenía la nena, para así comenzar a tocar sus pezones. Anita movía las piernas para arriba y abajo, las cerraba alrededor de su cabeza y ponía su mano para que aquello no terminara. Ninguno de los dos quería que terminara. Mientras con las manos Joaquín comenzaba a tocar esos pezones, tan pequeños y rosaditos como la vagina que se estaba comiendo. Volvió a para pero está vez para probar esos pezones, con cuidado para evitar dejar marcar, solo con la lengua y los labios. Y después subió por el pecho al cuello, mientras una mano estaba en esos pezones y la otra estaba en la vagina. Escupió sus dedos para comenzar a jugar con ellos en esa vagina. Despacio iba entrando uno mientras la boca de él se concentraba en el cuello de Anita. Continúo así un rato hasta que decidió probar esa boca hermosa. Primero sus labios se encontraron, pero quería más que eso así que le metió la lengua de una en esa boca. Aprovechando eso, metió uno de sus dedos en esa vagina hermosa. El dedo estaba apretado, asfixiado por la cabida tan estrecha donde se había metido. Continúo así, besando a la nena y con el dedo en esa vagina un rato más, hasta que decidió que necesitaba ocupar la boca de Anita para algo más.
J- ¿Te gusta mí amor?
A- Si, es divertido. Pero no sé olvide de los caramelos que me prometió.
J- Claro corazón, terminamos esto y los caramelos son tuyos. Es más tengo un paleta que te va a gustar.
Me baje los shorts que traía. El boxer estaba mojado del precum que había largado de la excitación que tenía. Mí verga está doblada por la presión del boxer, deseosa de salir a jugar un rato. Mí verga no es muy larga, es normal, de unos 17 cm, pero es algo ancha. La saqué de su prisión, y libre al fin Anita pudo ver todo lo que me generaba.
J- Esta paleta es mía. Es con la que quiero que juegues con tu boquita conmigo.
A- Es grandee. ¿Sabe rico?
J- Uff si mí amor, y si le das mucho cariño te puede dar una leche muy especial que te va a ayudar a crecer.
Seguido de eso, la baje de la mesa y la puse a altura de mí verga.
J- Abrí la boquita mí amor, es hora de que me hagas feliz a mí como yo te hice feliz a vos.
Anita acerco su cara y olió mí verga, aprovechando eso agarre su carita y le pase toda mí pija y mis huevos por la cara.
J- sentí eso corazón, es el olor de un macho. De alguien a quien vas a hacer muy feliz. Abrí la boquita.
Anita abrio la boca, y logré meter la cabeza en ella.
J- Uff que rico. No muerdas, abrí bien la.boca así mí paleta puede entrar más adentro. Quiere sentir toda esa boca.
Ella abrió más la boca y yo continúe metiendo más de mí verga en ese espacio húmedo y pequeño. Cada centímetro que entraba era la gloria para mi, sentía que la verga iba a estallar en cualquier momento. Llegué a meter 10 cm, cuando sentí que comenzaba a generar arcadas en ella. Saque mí miembro, para que tomara aire.
J- Amor respira por la nariz, esa boca va a estar ocupada ahora. Así no te vas a ahogar.
Después volví a meter mí miembro por esa boca y sacando, repitiendo ese movimiento varias veces. Las arcadas comenzaron a parar, permitiendo que aumentará la velocidad de la metida. Aproveche para sacarme la remera, estaba transpirando mucho. Cuando mí pija salía tenía tanta baba y precum que la simple imagen era hermosa. Sin embargo aún no había terminado. Cómo ya no tenía arcadas decidí meter más de mí verga en esa boca, decidido a llegar al máximo que me permitiera. Llegué a meter unos 14 cm en total. Controlaba lo que entraba teniendo la cabeza de la nena, que aguantaba como una reina. La velocidad era constante, parando cada cierto tiempo para darle tiempo de respirar a Anita, además de aprovechar de ver mí verga y la lubricación que le estaba dando esa boquita. Continué unos 10 min así. Pare un rato para levantar a la nena (que era súper liviana) y apuntar esa vagina a mí boca. Continué de nuevo con la follada que le daba a su boca con mí verga, ayudándome con una mano en la cabeza de la nena, mientras mis labios y mí lengua seguía con esa vagina deliciosa, succionando y metiendo mí lengua hasta donde podía llegar. La nena recibía mí boca con mucha alegría, pues comenzaron a moverse sus piernas de nuevo, motivo de la excitación que sentía mí pequeña Anita. Cuando sentí que estaba por acabar, me prepare para recibir esos jugos en mí boca. Dos chorros fuertes salieron de la vagina de Anita, mientras otros menos potentes salían también. Me tomé todo eso, mientras me preparaba para acabar yo también.
Baje a Anita para que pudiera recibir y tragarse su premio. Ahí paradita le acomode la cabecita, mientras continuaba con mis embestidas mientras con una de mis manos agarraba bien la cabeza de Anita para evitar que sacara la boca de mí pija.
J- Prepárate amor, ahí viene la leche que te dije. Tenés que tragarte toda para que te dé los caramelos.
De pronto sentí como 4 chorros de mí leche acababan en la boca de esa hermosa nena. En la vida había acabado de esa manera, con chorros tan fuertes y tan cargados. Definitivamente estaba en la gloria. Al comienzo Anita recibió tranquila el semen, pero pronto su boca se vio llena con mí semen y mí verga. Cómo quería evitar que se escapara algo de mí leche, procedí a sacar mí pija poco a poco, para que pudiera tragar tranquila. Una vez afuera mí verga, pude ver cómo se iba tragando, con cierto disgusto en la cara, sonreí de la felicidad que me daba el momento. Cuando acabo de tragar, le dije que aún quedaba algo de esa leche en mí verga y que tenía que limpiarla. Anita, sin más remedio, continúo con su lengua limpiando todo rastro de mí semen de mí verga.
J-Sos hermosa mí amor. Cambiate, así hago lo mismo. Ahora te doy tus caramelos.
Me cambié rápidamente, mientras apagaba la grabación de mí celular. Saque de mí mochila una bolsa con caramelos, chocolate, gomitas y chupetines, premio para Anita que se había comportado como una campeona.
J- Toma, estos son tuyos. Ya sabes que no podes decir nada de lo que hicimos acá, ni si quiera a tus hermanas o a tu papá, este va a ser nuestro secretito.
Hice que Anita fuera comiendo una paleta para que se quitará el olor de semen de la boca.
Nos dirigimos ambos a la casa, ya que yo tenía que arreglar el tema de la luz en el cuarto de invitados. Estaba un poco asustado de que Romi o Álvaro nos preguntara por qué nos habíamos tardado tanto, pero en el living solo estaba Florcita viendo un dibujito. Anita fue con su hermanita mientras yo me dirigía al cuarto de invitados. Al entrar allí, me di cuenta de que me había olvidado de pedirle a Álvaro algunas herramientas para resolver el problema eléctrico. Sali para ver en el estudio donde trabajaba el padre, pero me lo encontré vacío y con la puerta abierta. Me fijé en la cocina y mire por la ventana el patio delantero pero nada. Tampoco estaba en el baño. Decidí probar en su cuarto pero al acercarme a la puerta escuché unos sonidos extraños, como unos gemidos. Intrigado, decidí ver por la puerta del costado del cuarto de invitados. Deseo que estuviera abierta, que se olvidarán de cerrarla. Lo estaba. En silencio, abrió un poco la puerta, donde pudo ver a una cámara apuntando a un hombre con una máscara totalmente desnudo, arrodillado en el piso, con su boca succionando una vagina de una mujer que estaba abierta de piernas en la cama de dos plazas. Mirando más atentamente, se dio cuenta de que la mujer también tenía una máscara. Y que no era una mujer como tal. Era Romi (9), la mayor de las nenas. El hombre era Álvaro. El tipo le estaba haciendo un oral a su propia hija. Eso volvió a calentarme, haciendo que mi pija se levantará de nuevo.
Parece que la fiesta recién comenzaba.
Continuará
Buenas a todos. Disculpen la tardanza. He estado ocupado. Espero que les guste está continuación. Espero terminar la otra parte lo antes posible.
También me disculpo por pasar de 1ra a 3ra persona cuando escribo, soy nuevo en esto. Aún le estoy agarrando la mano.
Excelente serie! Felicitaciones.
Muy buen relato promete ser muy buena esa saga de relatos que suerte vas a tener con esas 3 ricas nenitas