Jardinero: una fantasía más cumplida.
Parte 5. Las otras partes están mí perfil. .
Joaquín (32) Moreno, de un 1,73. Verga de 17 cm.
Álvaro (37) Blanco, alto 1,89. Verga de 19cm
Romi (9) blanca de pelo negro
Anita (6) un poco morena
Flor (3) Rubia
Joaquín estaba todo sudado. El trabajo en los jardines era bastante, ya que esas niñas hacían desastres ahí. Sin embargo, se apuró a terminar. Álvaro le había prometido que iba a poder sumarse en el vídeo de hoy.
No había podido dormir muy bien con la historia que le habían contado ayer. Las imágenes de todo se le agolpaban en la cabeza, tenía su imaginación trabajando a full pensando en esas escenas tan excitantes, causándole una erección que le ponía la verga como una roca. Había querido masturbarse pero quería guardar todo para este día, para el vídeo que iban a grabar.
Guardo rápidamente las herramientas, y fue al baño a mojarse un poco la cabeza y también un poco el cuerpo. Entre el sol y la calentura que guardaba estaba muy sudado. Una vez se refrescó, fue para la casa a ver a Álvaro.
Al entrar vio a las niñas viendo tele, en el living, tomando unas bebidas frescas. Él estaba hablando por celular, pero le hizo una seña para que entrara a su cuarto.
Al entrar al cuarto, vio que ya estaba preparado todo. La cámara estaba apagada pero apuntando a la cama. Había una serie de antifaz de diferentes colores y unos lubricantes. Estaba tocando las cosas cuando entro Álvaro.
A- Parece que te gustan los juguetes jaja.
J- Si, la verdad estoy que no me aguanto más las ganas.
A- Tranquilo. Ya vamos a comenzar. Igual antes te digo cómo va a ser: no seas muy agresivo, si yo te digo que pares o te calmes lo haces. Yo igual te voy a decir con la mirada o con palabras algunas indicaciones.
J- Jajaja. Dale. Yo te hago caso. No quiero quedar vetado de los videos.
A- Bien. Ahora traigo a las niñas. Vos elegí el antifaz que vas a usar.
Escogió uno rojo y negro. Mientras veía si se ajustaba a mí cara, llegó Álvaro con Romi y Anita. Las niñas, sabiendo lo que iba a pasar, escogieron sus antifaz cada una (uno rosa y otro violeta), mientras su padre elegía uno verde. Este les indico que se sacarán sus ropas, y a mí me indico que me sacara la remera y las zapatillas, mientras hacía lo mismo. Después, una vez nos pusimos cada uno los antifaz, se dirigió a prender la cámara. Álvaro se puso frente a Anita y yo me puse frente a Romi.
Él les indico que nos sacarán el pantalón primero. Mientras ambas lo hacían, mí verga se ponía dura como una roca. Después les dijo a sus hijas:
A- Buenos niñas, ahora van a pasarse toda la cara por nuestros boxers, para que vayan sintiendo el olor de lo que se van a comer hoy. (Sonrió tras esto último)
Romi, como buena hermana mayor, comenzó a hacer lo que le dijo su padre. Comenzó a bajarme mí pantalón. Después comencé a sentir su cara oliendo mí verga, que estaba erecta y atrapada en mí boxer. Anita, observando a su hermana, comenzó a hacer lo mismo con su padre. Tras unos minutos así, pude ver que la verga de Alvaro estaba dura.
A- Ahora saquen las vergas y comiencen a pasarlas por sus caras. También los huevos.
Obedientes hicieron lo que les indico su padre. Los 19 cm de Álvaro y los 17 cm míos salieron directo para las caras de esas hermosuras. Las nenas comenzaron a refregar sus caras con todo nuestras vergas y nuestros huevos. Sentía mí olor, pues mí verga y mís huevos estaban todo transpirado. Tras unos minutos así, Álvaro abrió la boquita de Anita con sus manos y comenzó a meter su pija en la boca de su nena. Romi ahora siguió a su hermanita e hizo lo mismo. Un shock de electricidad recorrió mí cuerpo mientras sentía esa boca húmeda rodeando mástil. Un suspiro salió de mi boca y también de Álvaro. Ambos estábamos en la gloria, disfrutando de bocas estrechas que nos complacían con una mamada. Romi, una experta, comenzó a aumentar su ritmo, tratando de meter más de mí carne en su boca. Anita, sin querer quedar mal, también trato de seguir el ritmo de su hermana. Ella la tenía un poco más complicado, pues la verga de su padre era un poquito más grande que la mía. Ambas trataban de meter lo más posible de nuestras vergas en su boca, y eso se podía escuchar con cada ahogo que tenían. Tenían una buena velocidad, pero paraban cada cierto tiempo a respirar. Anita tuvo un ataque de tos, pues había querido meterse más de lo que podía a su boquita. Cuando me habia mamado mí verga había aguantado unos 14 cm, sin embargo mí nena linda había querido intentar meter un poco más de su padre en su pequeña boca.
Yo por mí parte estaba en la gloria, pues Romi si había podido con casi toda mí verga en su boca. Aunq la mía era un poco más pequeña pero más gruesa que la de su padre, Romi se estaba esforzando por complacerme a mí y cumplir con las órdenes de su padre. La verdad, hacía un gran esfuerzo por no acabar, aunque si había largado un montón de precum.
Tras recuperarse de su ataque de tos, Anita volvió a meterse la verga de su padre, sin embargo este agarro la cabeza de su hija y decidio él marcar el ritmo. Primero fue despacio sin embargo fue aumentando la velocidad de las embestidas, hasta que un momento la mismas llegaron a una velocidad en la que se podía oír un claro clop clop de la violada bucal que le estaba dando a su hija. No entraba todo, pero aún así este trataba de que entrara lo mas posible en la boca de su hija. La nena por momentos trataba de librarse del agarre de su padre, pero la fuerza de este era más. Eso hizo que quisiera hacer lo mismo con Romi. Agarrando de la cabeza y los pelos a Romi, comencé a marcar yo el ritmo de la mamada. La sensación era de lo más placentera. Ver a Álvaro así hizo que mí verga se pusiera aún más dura, sentía que mí verga iba a estallar. Nunca lo había visto tan desenfrenado a él. Cuando cruzamos miradas, ambos con las vergas en plena mamada, Álvaro me dio una sonrisa de lo más perversa. Esto nos calentó aún más y ambos aumentamos la velocidad de la violada bucal. Ahora yo también sentía a Romi y sus manos que querían que me detuviera. Continuamos así un rato más hasta que finalmente las soltamos ambos, para descansar nosotros y para que las niñas tomarán aire. Ambas comenzaron a toser líquido preseminal y saliva. Unas cuantas lágrimas salían de ambas, por las arcadas que les habíamos producido.
Yo y Álvaro tomamos aire también. Ambos estábamos sudados, pero nuestras vergas seguían igual de duras. Volvimos a sonreír ambos, sin embargo este me dijo.
A- Que bueno que no acabaste aún. Ahora se viene lo bueno.
Tras esto, les dijo a sus nenas que se subieran a la cama y abrieran las piernas. Obedeciendo a su padre, Romi llevo de la mano a Anita a la cama, que aún trataba de recuperarse. Ambas se acostaron y abrieron su piernas, dejando sus lindas vaginas y sus culitos expuestos a nosotros.
Ambos nos dirigimos a comer ese precioso manjar. Primero con pequeños besos, después con la lengua y ya después con toda la boca, ambos nos deleitamos con esos hoyitos. Se podía oír los sonidos de succión que ambos hacíamos al chupar. Las nenas, mas relajadas, comenzaban a lanzar pequeños gemidos. Con mí lengua trataba de penetrar lo más posible en la vagina y el culito de Romi, mientras su padre hacia lo mismo con Anita. Tras unos diez minutos así, Álvaro les dijo que se dieran la vuelta, quedando en cuatro, de perrito, en la cama, de frente a la otra. Romi y Anita quedaron de perrito mirándose cada una a los ojos. Sabían lo que iba a venir. Su padre me pasó el lubricante a mí mientras él, que tenía otro, se pasaba el líquido por toda su verga. Despues puso en el hoyito de Anita con un dedo bastante de lubricante. Quería que entrara rápido su verga en ese culito. Yo hice lo mismo con Romi. Sin embargo, ella ya había sentido una verga en culito, mientras que Anita no. Estaba iba a ser su primera vez.
A- Romi, amor, está es la primera vez de tu hermanita. Así que vos le vas a besar la boca para distraerla.
Romi comenzó a besar a su hermanita, que tenía una cara de miedo. Yo por mí parte comencé a apuntalar mí verga en el culito de Romi, el cual recibió rápidamente la cabeza de mí verga en su orificio. Mientras dejaba que mi peso y el lubricante fueran de a poco abriendole paso a mí verga en ese hoyito, pude ver cómo Álvaro iba haciendo lo mismo con Anita. En un momento vi como Álvaro largaba un suspiro, lo cual supuse por la cara de dolor de Anita, había logrado meter la cabeza de su verga en su culito. Álvaro paro un momento y luego, al igual que yo comenzó a meter más y más de su verga en el orificio de su hija. Mientras, yo dirigí mí mirada a mí propia verga, que cada vez estaba más adentro de Romi. La mitad mí pija ya estaba adentro. El culo de esa nena estaba devorando mí verga cm a cm. Yo por mi parte estaba pensando que nunca antes mí verga había estado tan apretado como ahora, aprisionada en unas paredes de carne que parecía iban a asfixiarla. Me puse un poco más de lubricante en mí verga, en lo que quedaba de ella, para que no tuviera dificultades en su entrada, para que no se detuviera hasta que llegara a la base de mí verga.
Volví mí mirada a Álvaro y podía ver el inmenso placer en su rostro, en los suspiros que largaba pude ver qué aún le faltaba meter la mitad de su verga en el culito de su hija. Una vez mí verga termino por entrar completo en el culo de Romi, me quedé quieto un momento, esperando que se acostumbrara a ese nuevo huésped. Álvaro por su parte seguía poniendo más lubricante en su verga, por cada cm que entraba en su pequeña. Debía de haber entrado ya unos 11 cm. Cuando vio que yo ya había terminado de meter toda mí verga, puso una de sus manos en la boca de Anita mientras que con la otra mano sujetaba sus brazos. Yo sabía lo que se venía. Anita sin comprender nada, comenzó a mover su ojos. Su padre, cansado de esperar ya, dejo caer su verga y su cuerpo sobre el culito de Anita. El grito de su pequeña quedó ahogado por la mano de su padre. No logro entrar todo, a lo sumo unos 3 o 4 cm más. Sin embargo, para Álvaro debió ser suficiente pues se quedó quieto, dejando que el culo de su nena se acostumbrara a su verga.
Esa escena me puso a mil. Decidí que el culito de Romi ya se había acostumbrado lo suficiente y comencé con el mete y saca. Primero despacio, pues no quería dañar a mí nena. Poco a poco fui aumentando la velocidad de las embestidas. Cuando el vaivén ya había ganado más velocidad y fluides, vi como Álvaro se preparaba para hacer lo mismo con Anita. Romi volvió a dirigir sus labios a la boca de su pequeña hermanita, mientras la consolaba con caricias. Álvaro agarró rápido una velocidad constante en el mete y saca a su nena. Pronto comenzamos a sentir los gemidos de las niñas, los cuales se mezclaban con nuestros propios gemidos y bufidos que lanzabamos cada cierto tiempo.
A- Así mis nenas, que rico lo están haciendo. Que feliz están haciendo a papi y a su amiguito.
Ambos hombres estábamos en el paraíso, con dos pequeñas putas que nos complacían como campeonas. Por momentos le daba una nalgada a Romi, haciendo que Álvaro hiciera lo mismo con Anita. Poco a poco, el culito de ambas quedó rosadito de tantas nalgadas. Continuamos así un rato, como unos 20 min.
Álvaro hizo que Anita cambiara de posición, quedando está acostada en la cama con la verga de su padre metida en su culito. Iba a hacer lo mismo cuando Álvaro me detuvo y me dijo que continuará como estaba.
A- Ro abrí un poco más las piernas, así pones la cabeza de tu hermana entre tus piernas, para que quede su boquita en tu puchita.
Romi hizo caso a su padre. Anita quedaba con su boca en la vagina de Romi. La pequeña, siguiendo las indicaciones que le daba su padre, comenzó a darle besitos y a chupar el hoyito libre de Romi.
Ambos volvimos con la follada a nuestras mujeres, mientras Romi, ahora con la boca libre, largaba sonoros gemidos. En un momento, Álvaro dirigió su boca a la de Romi, fundiéndose en un apasionado beso. Joaquín, no queriendo quedarse atrás, aprovechaba para besar la espalda y el cuello de Romi. Cuando la boca de esta se libraba de su padre, Joaquín aprovechaba para tratar de besarla. En un momento, ambos pusimos la cara de Romi mirando para un costado y comenzamos a besarla juntos. Era complicado, pero el calor y la excitación del momento era más. Toda la cara y la boca de Romi quedó llena de la saliva de ambos. En ningún momento paramos la follada, pero lo hacíamos más despacio para evitar acabar antes de tiempo.
Estuvimos así otros 15 min hasta que ambos decidimos que era hora de acabar. Comenzamos a aumentar la velocidad de nuestras embestidas, podía oír el gemido de las nenas y de Alvaro, que se sumaba al mío. Tras unos minutos así, Álvaro largo un bufido y un gemido sonoro. Había acabado. Tras esto, yo di dos embestidas más a Romi y termine por acabar con cuatro chorros supercargados de semen, tanto que comenzó a salir un poco de mí semen del culito ese. Romi, también largo otro gemido, y acabo en toda la cara de Anita. Cuando ambos hombres nos separamos de nuestras mujeres, pudimos oír el clop de tal descorche. Todos estábamos sudados y cansados, pero cuando vi a Anita, la imagen era súper caliente. Su cara estaba llena de saliva suya, orina de su hermana y un poco de mí semen, que había salido del culo de su hermana mayor. La depravación pudo más.
A- Ro limpianos las vergas a nosotros. Joako, vení a ayudarme, Anita aún no se vino. Todos acabamos menos ella.
Ambos nos dirigimos a Anita, que estaba cansada por la follada de su padre. Sin embargo, comenzamos a pasar nuestras bocas por todo su cuerpo. La boca y los pezones de Anita eran mís preferidos, mientras que Álvaro se concentraba en su vagina. En un momento, llegue al culito de Anita lleno de semen de su padre. Sin miedo a nada, comencé a limpiarlo todo. El calor pudo más. Además tenía a Romi limpiando mí verga de mí semen. En solo pensar en como se iba a ver en el vídeo hizo que todo pensamiento lógico fuera relegado por el calor del momento.
Estuvimos así un rato, hasta que sentimos los temblores de Anita, anunciando su venida. Álvaro y yo pusimos nuestras caras esperando esos jugos deliciosos. Cuando acabo, lo hizo con 3 chorros fuertes de pis. Me bebí todo lo de mí boca y dirigí mí boca a su vagina. Era tan dulce, tan exquisito ese sabor. Un elixir como pocos pueden probar.
Una vez terminamos todos, Álvaro apagó la cámara y le dijo a las niñas que se vayan a bañar.
Mientras yo me quedaba en el cuarto con Álvaro, en bolas ambos, mientras tomábamos unas bebidas frescas para recuperarnos.
A- ¿Y que te pareció?
J- Jaja. Lo mejor del mundo. Esa porno debe haber quedado genial. Ya espero que venga tu padre para hacer unos videos más depravados aún.
A- Jajaja. Cierto, me llamo hoy mí padre. Me dijo que se tarda en venir. Al parecer mis hermanos también vienen.
J- ¿Será que ellos se suman?
A- Nunca antes lo hice con ellos. Tendré que averiguar, solo espero que si. Sino serán unas semanas muy aburridas.
J- Espero que se sumen. ¿Vienen solos?
A- Mí hno mayor viene con sus hijastras y mí hermano menor con su hijo adolescente.
J- Uff ojalá se sumen, así seriamos más.
A- Más vergas y sobretodo más hoyitos jaja. Igual te aviso cuando lleguen.
J- Dale.
Esa noche, al volver a casa, me sentía tan feliz. Había probado el cielo y todo había comenzado por un trabajo de jardinero. También había aprovechado para subscribirse al canal donde subía los videos Álvaro. Esta noche iba a poder ver los videos que ya había hecho el padre con sus niñas. También quería ver el vídeo del abuelo, el padre de Álvaro. Este le dijo que iba a tardar en editar algunas cosas del vídeo de hoy, pero que ya lo iba a poder ver pronto.
Él solo esperaba que el resto de hermanos de Álvaro fueran tan depravados como él y como su padre. Si era así, la fiesta que se iba a armar iba a ser la gloria. Vergas adultas y diminutos hoyitos. El paraíso para todo hombre.
Continuará
Te felicito Hermano exitante historia llena de morbo imaginando a esas nenas disfrutando las vergas de adultos
Quiero un jardinero.asi
Muy rico. Me quedé con las ganas de doble penetración. Sería exitante les pongan collar de cuero y aten sus manos a la espalda igual. Algo de sado. Solo mi sugerencia. Me gustan tus relatos 😃