Jenny, mi niña putita Parte 1
Como Carlos, conoce a una niña muy peculiar y la introduce a un mundo que ella no conoce..
Carlos es un hombre de 35 años. Es moreno, pelo negro ondulado de 1.77 metros de altura y de complexión musculosa ya que se ejercita constantemente en su gimnasio personal. Es un narcotraficante exitoso que maneja millones de dólares a diario y vive en una finca en las afueras de la ciudad capital de su país. Con varios empleados, contactos y recursos a su disposición, es un gigante en el mundo criminal. A pesar de todo eso, él nunca fue el tipo fuerte, macho y poderoso. En su infancia y adolescencia fue un perdedor que sufría de bullying por los compañeros de su escuela, tanto por hombres como mujeres. A pesar de sus buenas calificaciones, fue humillado por muchas personas. Debido a eso, decidió que nunca volvería a ser un perdedor y que iba a hacer sufrir a todos los que habían sido una mierda con él, siempre a su debido tiempo.
Gracias a sus buenas calificaciones, ingresó a una universidad prestigiosa y se graduó de Ingeniero Civil. A los 23 años ingresó al Ejército, no por razones patrióticas, sino para conseguir contactos que le servirían en el futuro. Durante su estadía en el ejército, empezó su carrera como narcotraficante ya que había un coronel que secretamente pactaba con narcotraficantes para que las narco-avionetas volaran sin ninguna repercusión. Ya cuando había salido del ejército, ya contaba con un capital de US$100,000 y contaba con una ferretería que era una fachada para realizar sus actividades ilícitas. A los 28 años ya era el narcotraficante más poderoso del país, haciendo que narcos de menor categoría estuviesen agarrado de los huevos (figurativamente y en el peor de los casos, literalmente).
Debido a la pandemia del COVID-19, muchos de los negocios en el mundo se fueron a la quiebra mas sin embargo, el de Carlos perseveró a pesar de todo. Con la crisis económica en su apogeo, mucha gente empezó a buscar formas de desahogarse, y que mejor forma que usar drogas. Carlos ofrece toda una variedad de drogas que abarca marihuana, opio, cocaína, heroína, crack, aguardiente puro, entre muchos más. Con tantos drogados, Carlos nunca se moriría de hambre durante la pandemia.
Un día Carlos tuvo que ir a la Capital para supervisar la llegada de un cargamento de cocaína proveniente de Bolivia. Luego de supervisar el negocio y con miles de dólares en el bolsillo, decidió ir a comprar comida en el supermercado, ya que es una persona que no confía fácilmente y que sabe que personas como él no viven mucho si no son envenenados, acribillados o emboscados. Mientras pasaba por el pasillo de cereales, una niña chocó con nuestro protagonista mientras ella estaba corriendo.
-Ay! Perdón señor – dijo la niña.
-No te preocupes chiquita. Cuál es tu nombre? – preguntó Carlos.
-Mi nombre es Jenny.
-El mío es Carlos
Cuando Carlos la vió detenidamente, pensó que era la hembrita más bonita que había visto en toda su vida. Jenny era una niña de 9 años, cuerpo esbelto, piel blanca como la nieve y un pelo castaño muy liso. Tenía unas tetas sin desarrollar pero que se miraban deliciosas y un trasero redondo y bien formado, que parecía al de una modelo solo que del tamaño para una niñita. Llevaba una blusa blanca apretada que resaltaba sus pechitos y unos pantalones jeans que resaltaban su carnita de atrás. Carlos decidió entonces que iba a buscar una manera para que los dos estuvieran solos y así ganar su confianza.
C: Oye Jenny, si tú quieres, te puedo llevar a comer helado.
J: En serio? Muchas gracias, se lo agradecería mucho.
C: Excelente, pero primero termino de realizar mis compras y luego vamos a comer helado.
Luego de terminar con sus compras, decidió llevarla a una heladería que estaba cerca, donde Jenny pidió un helado de chocolate y Carlos pidió un helado de uva, de esa forma aparentaría ser algún pariente de ella debido a la notable diferencia física entre ambos. Carlos empezó a darse cuenta de lo fácil que había sido convencerla, por lo que se puso nervioso, ya que algunos niños son usados para descubrir a pedófilos y acosadores sexuales.
C: Oye Jenny, y donde están tus padres?
J: Mis padres están en mi casa, yo llegué aquí sola.
C:Y eso? Una niña como tú no debería estar sola.
J: Lo sé. Pero mis padres han estado muy mal debido a la pandemia, por lo que han estado peleando mucho y me da miedo. Mi papá ahora sólo está tomando cervezas porque lo despidieron de su trabajo. Cuando se pone enojado agarra a mi mamá por el cabello y le grita: Pinche puta inútil, tú sólo debes darme de comer y cojer. Luego la lleva al cuarto y encierra la puerta, lo único que escucho son gritos de ambos y aullidos.
C: Entonces están peleando dentro del cuarto? Eso suena muy feo.-diciéndolo con un tono disimulado y con la certeza de que lo que hacían los papás de Jenny no eran peleas.
C: Piensas regresar a tu casa?
J: No. Tengo miedo de regresar y no sé a donde ir.
Carlos, escuchando eso, supo que tenía una oportunidad.
C: Si lo deseas, te puedes quedar conmigo por un tiempo. Tengo comida en mi casa, una habitación donde puedes quedarte a dormir tranquilamente.
J: Por favor, agradecería mucho que me deje quedarme.
Carlos no se inmutó y llevó subió a Jenny en su Toyota Hilux color negro. Después de una hora de viaje, habían llegado a la casa de Carlos a las 7:00 PM. Era una casa de dos pisos, estilo colonial español que se encontraba en una montaña a una altura de 1700 msnm. Cuenta con una sala donde había una PS4 y una Samsung SmartTV, una cocina y una refrigeradora de dos puertas llena de comida, un comedor decorado con pinturas que habían sido robadas hace unos años del Museo Nacional y un patio trasero con un jacuzzi. En el segundo piso habían tres cuartos, cada uno con su baño personal,armario y dos de ellos tenían camas king size. En uno dormía Carlos, el otro lo usaba cuando llegaban familiares o amigos de él y el tercero servía como gimnasio personal donde habían máquinas de ejercicios.
Carlos quería seguir ganándose la confianza de Jenny y no apresurar las cosas, por lo que hizo la cena que era una chuleta de cerdo, arroz blanco y puré de papa. Para no sentir incómoda a Jenny, ese día decidió tomar agua pura en vez de cerveza y a Jenny le dió un chocolate caliente. Luego de terminar la cena, la llevó al cuarto donde iba a dormir. Luego dejarla en su cuarto, Carlos se fue a dormir a las 9:00 PM, ya que él detesta estar desvelado. En lo que dormía, sintió que algo se metía en las sábanas de su cama y luego de un momento, unos brazos pequeños abrazaron su torso bien moldeado.
J: disculpe señor Carlos, tengo miedo y quisiera quedarme a dormir con usted, por favor.
C: Está bien Jenny, pero por favor no entres a mi cuarto sin mi permiso, ya que pensé que eras un fantasma.
Jenny se rió de ese comentario, y se puso en posición fetal hacia la espalda de Carlos. Carlos decidió darse la vuelta para que ambos pudieran verse cara a cara. Con ambos cuerpos abrazados, las necesidades biológicas de Carlos no se hicieron esperar y su verga de 20 cm se endureció como una roca. Jenny sintiendo la pistola de Carlos, se puso nerviosa.
J: señor Carlos, qué le pasa a la cosa de abajo?
C: es que sintió tu cuerpo. Los hombres cuando nos enamoramos, nuestros miembros se endurecen porque quieren estar cerca de las personas que les gustan.
J: y le gustó a usted, señor Carlos?
C: por supuesto. Eres una niña muy bonita.
En eso, Jenny, en una acción irracional, besa a Carlos en la boca con un piquito, ya que ella es una inexperta total. Carlos, viendo que las cosas iban bien, la agarra de ambos hombros y le dice firmemente a ella:
C: Jenny, te voy a enseñar algo que te va a gustar, pero debes prometerme que no le vas a contar a nadie. Quieres aprender?
J: Sí…por favor. -con un tono sumiso.
Carlos entonces se abalanza sobre Jenny, besándola con la lengua y revolvíendole la boca en un placer ilimitado. Luego de besarla, la empieza a besar en el cuello y le quita la ropa que llevaba puesta, dejando desnudo el torso de Jenny. Después busca las tetitas de Jenny, de color rosado y bien proporcionados. Jenny se rie de las cosquillas en sus tetitas, pero esas risas poco a poco se vuelven jadeos y sonidos de placer. Luego le quita el pantalón que llevaba puesta y la deja totalmente desnuda donde llega al postre principal, la vaginita de Jenny. Carlos, con la testosterona hasta el cielo, se come toda su vagina, haciendo que Jenny gime de placer.
J: Señor Carlos! Qué es esto? Se siente muy bien.
C: No me digas señor, sólo llámame Carlos. Lo que te estoy haciendo se llama ricura y te voy a dar más si te dejas llevar.
J: Ay, Carlos, que rico!!!!!!!!!!!!
En eso, Jenny se corre sobre Carlos, expulsando los fluídos vaginales en su cara. Carlos se lo traga todo y luego besa a Jenny en la boca, ahora abrazandola con sus musculosos brazos.
C: Eres una niña muy linda Jenny. Cuando quieras, te vuelvo a darte rico.
J: Sí Carlos, eso estuvo rico.
En próximos capítulos seguiremos viendo las aventuras eróticas entre este narco y está niña que poco a poco se volverá toda una putita.
Agradezco comentarios para mejorar mi historia. Bendiciones
Se imaginan el comienzo de una vida nudista?
El nudismo no lo tenía planificado, pero en otras historias tocaré el tema. Muchas gracias por leer.
Excelente relato. Espero la continuación y tal vez en próximos relatos que ella crezca y se convierta en la reina de los narcos.
Muchas gracias por tu comentario. Lo voy a tomar en cuenta para los futuros capítulos.
Me encanta como va la historia…
Ya publiqué la segunda parte de la historia. Lo puedes ver en mi perfil.