Jenny, mi niña putita Parte 2
Carlos sigue haciendo de las suyas con Jenny y luego descubre algo muy peculiar de su padre..
C=Carlos
J=Jenny
Las letras normales significa que están hablando. Si son letras cursivas, un personaje está pensando o son textos dentro de la historia (libros, citas o noticias).
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A la mañana siguiente, Carlos se levantó para ir a trabajar en la supervisión de un laboratorio clandestino de su propiedad. Se fue a tomar una ducha en su baño. Como mencioné anteriormente, el cuerpo de Carlos es muy musculoso y se puede notar con sus piernas firmes y tonificadas, unos gluteos cuadrados y con una verga que aunque pareciera pequeña, se convierte en un monstruo a la hora del sexo. Sus testículos eran más grandes que el un hombre promedio y su torso tonificado se embellecía con el agua caliente que caía sobre su cuerpo. Cuando miró a la puerta del baño, notó que Jenny estaba parada y con cara de incredulidad de ver al gran macho que tenía en frente suya.
J: Buenos días Carlos-respondió la hembrita en tono tímido.
C: Buenos días Jenny, qué te pasa, jamás habías visto a un hombre desnudo?-contestó con un tono burlón.
J: Sólo a mi papá, pero usted si se ve más guapo que él.
C: Ven Jenny, si quieres sentir rico de nuevo, entra a bañarte.
Jenny estaba desnuda por el sexo oral que recibió de Carlos en la noche anterior así que ella entró de inmediato a la bañera con Carlos. El cuerpo de Jenny se mojó, haciendo que su piel blanca y suave se embelleciera, pareciendo como si estuviera hecha de porcelana. En eso Carlos se puso en frente y empezó a acariciarle su cuerpo, primero dándole un beso francés en el que sus dos lenguas se enrollaban y los cachetes de ella se coloraban. Luego le empezó a besar el cuello a Jenny, haciendo que gimiera de la sensación placentera de sentir una lamida en su piel. El cuerpo de Jenny poco a poco dejó de tensarse y su cuerpo se inclinaba al de Carlos, como que si se fuese a desmayar. No satisfechó, puso una mano en la espalda de Jenny, que empezó a recorrerla desde su nuca hasta su ano. Con un dedo, empezó a acariciarle su fundillo y ella gimió:
J: Ay Carlos, que rico. Da cosquillas.
C: Tranquila Jenny, ahorita vas a sentirlo mejor…
Sin previo aviso, le insertó un dedo dentro de su ano. Ella abrió los ojos del susto de sentir algo penetrándola por debajo y sus piernas empezaron a temblar. Carlos le hacia un mete y saca con su dedo, como si un pequeño dildo penetrara a Jenny analmente mientras le lamía la oreja y ella hacía unas expresiones de placer muy inapropiadas para una niña de su edad. Con los ojos entrecerrados y con mirada perdida y la lengua afuera, era toda una ahegao. Carlos la estuvo dedeando por cinco minutos hasta que ella se corrió, sacando sus fluídos vaginales y con ella finalmente desmayándose del placer y la temperatura dentro del baño.
C: Jejeje. Pinche putita, si que eres muy sensible.
J: aay…que rico…-dijo murmurando.
Carlos apagó la bañera y salió cargando a su hembrita con sus brazos, acostándola en la cama. Luego de secarse y secarla a ella, se vistió para ir hacia el laboratorio. En el laboratorio supervisó que no todo estuviera en orden y preguntó por la cantidad de cocaína que produciría dentro de una semana. Luego de salir del laboratorio fue a comprar ropa de niñas en una tienda ubicada en un barrio popular. Carlos compró blusas, camisas, pantalones, faldas, calcetines y un regalo muy especial para ella.
Cuando regresó a la casa, Jenny estaba viendo una caricatura de niños en la televisión e ignoró a Carlos.
C: Pinche putita, ya cree que está en su propia casa. Debe saber su lugar.
C: ¡Jenny, no seas ingrata y saluda!
J: Perdón Carlos. Buenas tardes.-corrió hacia Carlos y le dió un beso en la boca.
C: mira Jenny, te traje ropa nueva. También aquí hay un regalo para tí.- mostrando una pijama de una sola pieza que usaban las niñas en el siglo XIX. La diferencia era que estaba hecha de una tela transparente en el que se podría ver el cuerpo de Jenny en todo su esplendor.
J: Muchas gracias Carlos. Está muy bonito.
C: Más te vale ponertelo esta noche. Ahorita voy a hacer el almuerzo.
Esta vez Carlos hizo una pasta con tomatina y carne molida. Mientras comían los dos, Carlos sacó su teléfono para ver las noticias más recientes, cuando de repente vió una noticia muy particular:
«Niña desaparecida desde ayer
Jennifer Obregón, de nueve años de edad, desapareció desde el día de ayer. Hija de Omar Obregón,antiguo dueño del Conglomerado Amur, su paradero es desconocido y la policía está haciendo una búsqueda exhaustiva. Si sabe sobre el paradero de Jenny, llame a la Policia por el número 123″
C: Así que ella es tu hija, maldito bastardo. No te preocupes, Omar, seré todo un caballero con tu golfita…-pensándolo con un tono de malicia e ira.
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Por favor agradezco sus votos y sus comentarios para mejorar mi historia. Bendiciones.
Sigue esta interesante el relato…