Jenny, mi niña putita Parte 3
El pasado de Jenny y su familia .
C=Carlos
J=Jenny
O=Omar
B=Beatriz
Las letras normales significa que están hablando. Si son letras cursivas, un personaje está pensando o son textos dentro de la historia (libros, citas o noticias).
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Luego de que ambos terminaran de almorzar, Carlos le preguntó a Jenny:
C: Quieres ver algo rico en la televisión?
J: Sí, vayamos a ver.-contestó alegremente.
Adulto y niña se dirijieron a la sala, a ver un video porno en Internet en el SmartTV con una resolución de 4K. Era un video POV (Point of View), en donde una mujer rubia que llevaba una lencería negra que hacia resaltar su piel blanca con la ropa que llevaba. Luego de hacer algunos movimientos eróticos y algunas escenas de twerking, el hombre le quitó el brasier y luego el calzón mientras la mujer se movía sensualmente. En eso, la mujer se arrodilla y empieza a mamarle la verga al hombre, besándole la punta y luego lengüeteando el glande como si fuera un dulce. Allí Carlos pasa su brazo por detrás del hombro de Jenny y la acerca a él.
C: Oye linda, no nos quedemos mirándolos. Pongamos esto en práctica.
J: Sí, hagámolo-mirando a Carlos fijamente a los ojos.
Entonces, Carlos y Jenny se empiezan a besar en la boca apasionadamente. Ver un video porno con una niña de 9 años ya es tabú de por sí, pero tener sexo con una ya es para excitarse enormemente. Luego de un minuto de sólo besarse, el macho musculoso y la hembrita putita se desnudan completamente y Carlos pone a su golfita acostada boca arriba para que vea que él es el que manda allí. Empieza a chuparle las pequeñas tetitas rosadas, succionándolas como si ella sacara leche materna. Luego de la chupadas a las pechuguitas de Jenny, Carlos empieza a saborear su cuerpo con la lengua, lamiéndole el ombligo, cosa que hace a Jenny reirse de las cosquillas. Siguiendo saboreando con la lengua, termina en la flor virgen de Jenny, el cual empieza a lamer y chupar. Con un sabor salado por la orina de ella, a Carlos no le molesta porque sabe que Jenny es virgen aún y que ella es toda un capullo puro de niñez y feminidad. Jenny por otra parte se retuerce del placer y la electricidad que recorre su cuerpo desde su florecita hasta su cerebro, liberando hormonas de placer. El acto erótico termina nuevamente con Jenny corriéndose sobre Carlos y este saboreando los jugos femeninos. Jenny usualmente está cansada después del orgasmo, pero hoy Carlos decidió hacer algo diferente.
C: Espera un momento, no te me duermas. Tú no me has devuelto el favor.
J: A qué te refieres?
C: No te hagas la bruta. Ven y chúpame la verga, tú no me has complacido.
Jenny recordó que nunca le había mamado el pene a Carlos a pesar de que ya lo había visto antes. Por lo que, imitando a la perra del video porno, se arrodilló y agarró con una mano el salchichón de Carlos. Luego de quitarle el prepucio, empezó a hacer besitos a la verga sin metersela a la boca.
C: No seas miedosa y metétela entera.-le advirtió Carlos.
Jenny asintió con su cabeza y abrió su boquita y se metió sólo lo que conforma el glande del pene. Jenny empezó a sentir el sabor de verga en su boca, cosa totalmente alienígena para ella. El sabor era salado y no era tan desagradable como ella creyó al principio. Carlos le indicó que usara su lengua, por lo que la putita empezó a lamerle el glande. Carlos se sintió en el cielo con esa lengüita pequeña saboreando su chorizón de 20 cm. Jenny empezó con unas lamidas de principiante, que sólo consistía en hacer un movimiento como el que hace un perro al beber agua. Pero después agarró práctica y ya hacía vueltas al pene usando su lengua. En lo que se dedicaba a hacer su labor sexual, Carlos agarró la cabeza de Jenny y la jaló hacia él, ya que se iba a correr.
C: ¡PUTA! ¡ME VENGO!
En eso, saca una cantidad enorme de semen en la boca de Jenny. Jenny, como tenía la verga metida hasta la garganta por culpa de Carlos, apenas podía respirar y tenía que tragarse todo el semen para no atragantarse de verga y leche de macho. Luego de asegurarse de que se la tragara todo, sacó su verga de su boca. Ella se sentó y estaba tosiendo para recuperar el aliento, cuando Carlos la jaló de su sedoso pelo castaño y la puso de pie:
J: Ay! Duele! Suélteme!
C: Callate putita! Hoy aprendiste a comer verga y espero que sigas aprendiendo. Recuerda que tú eres mi perra fiel.
Luego de soltarla, cayó en el suelo como si fuera una muñeca de trapo. Ella veía que Carlos no era diferente a su padre, la diferencia siendo que él sí le daba regalos, le daba de comer comida deliciosa y hasta tenía toda una casa solo para ella cuando Carlos estaba ausente. Ella le excitaba sentirse como una perra ante un macho bien fuerte y exitoso, no como su padre, del quien hablaremos más tarde…
En una residencial de clase alta en la Capital, vive la familia Obregón en una casa de dos pisos con estilo moderno y un Mercedes Benz estacionado en frente de la casa.
O: ¡¿Donde putas se metió esa estúpida?!
B: Cálmate, mi amor. De seguro ya aparecerá, la policía está haciendo todo lo posible.
O: ¡La policía son unos estúpidos! Si no pueden eliminar el crímen del país, entonces menos podrán encontrar a nuestra hija.
Omar Obregón era un hombre de 36 años de edad, de 1.75 m de altura, pelo castaño, piel blanca, hombre que no estaba en forma pero que tampoco era obeso y llevaba puesta una camisa de manga larga color celeste y unos pantalones de lona. Por otra parte, Beatríz Estrada de Obregón era una señora dos años menor que su marido, de 1.60 m de altura, pelo negro, piel morena, un cuerpo bien proporcionado, resaltado por unos senos grandes de talla E y un culo gigante y jugoso que haría que cualquier hombre lo chupara.
Omar y Beatriz fueron compañeros de Carlos en el colegio, Omar estudiando en el mismo grado que él y Beatriz estaba dos grados menor que ambos. Omar era el chico popular de su grado ya que en ese entonces era un jugador destacado de la selección de fútbol de la escuela y además era hijo del dueño del Conglomerado Amur, una empresa industrial que era de las más grandes del país. Omar fue una pesadilla para Carlos, humillándolo tanto en el colegio como en lugares públicos para hacerlo sufrir. Beatriz en cambio no era de una familia opulenta, pero lo compensaba por sus buenos genes, que le habían dado un cuerpo envidiable a corta edad. Ella era consciente de ello y por eso siempre se juntó con los chicos más populares para conseguir contactos y un futuro marido que la mantuviera. Ella tampoco estaba exenta del bullying hacia Carlos, ya que ella lo humillaba psicologicamente con insultos degradantes y siempre le decía palabras tóxicas que hicieron muchas veces a Carlos considerar el suicidio.
Luego de que se graduaran los tres, Carlos tomó su camino(mencionado en el capítulo 1), y Omar y Beatriz tomaron los suyos. Omar, quien ya tenía la vida resuelta por haber nacido con una cuchara de plata en la boca, se dedicó a aprender del negocio empresarial de su padre. Por otra parte, Beatriz se dedicó a putear en bares y discotecas de las clases altas para encontrar un marido. Acordándose de su ex-compañero Omar, Beatriz intentó probar suerte con él y al final se casaron, tomando una luna de miel en Quintana Roo, México. Unos años después del matrimonio nacería su única hija, Jennifer Obregón.
La pareja era una familia unida al principio, dándole a Jenny muchos regalos y enviándola a las mejores escuelas del país, pero por la actitud mujeriega y hedonista de Omar, más sus pésimas decisiones empresariales, hicieron que su estátus de clase alta fuera decayendo. Beatriz, quien nunca había trabajado en su vida (además de ser puta), quería separarse de Omar, ya que ella no lo quería como persona sino por su dinero. Además, ella jamás le importó el bienestar de su hija, ya que ella era de la idea de que los hijos son una carga y que ella quería ser un espíritu libre. No obstante, no podía divorciarse porque no tenía a nadie más a quien acudir y por su condición de casada, le sería difícil encontrar una nueva pareja, por lo que se tenía que conformar con su vida actual.
Luego de unas horas de tensión, el teléfono de Omar sonó.
O: Hola, con quien hablo?
123: Buenas tardes, le saludamos de la policía. Encontramos a su hija sana y salva. Ella se encuentra en la comisaría 3 de la ciudad.
O: ¡PUTA MADRE. MUCHAS GRACIAS!-gritó de la alegría.
Omar colgó el teléfono sin despedirse y fue a abrazar a su pareja. La razón de su felicidad no era incondicional. A Omar le convenía que Jenny estuviera viva para usarla en el futuro como herramienta para conseguir el mandato del Conglomerado Amur, del cual Omar había sido despedido por Beatriz por otra parte estaba felíz porque ahora ya no tendría que preocuparse de dejar a Omar solo, ya que así su posible divorcio sería más factible. Luego de eso, ambos terminaron por celebrar teniendo sexo desenfrenado.
Omar y Beatriz se fueron a bañar. Los cuerpos de ambos resaltaban por el agua caliente que caía sobre sus pieles. Omar no era musculoso ni estaba en forma cuando era más joven, pero aún tenía un líbido grande para aguantar varias eyaculaciones. Beatriz por otra parte se miraba hermosa con su cuerpo moreno y su cintura con algunas lonjas de carne, haciendola ver como una ninfa gordibuena*. Omar la empezó a besar el cuello a Beatriz mientras le masturbaba su vagina peluda, que estaba suelta por todas las cogidas que había tenido a lo largo de su vida. Luego se dirigió a sus pechos enormes y le empezó a saborear las tetas cafes que tenía, y a veces sacaba algo de leche materna ya que esas pechugas no estaban huecas por dentro. En eso Omar le dijo:
O: chupame la verga, apresurate estúpida!
B: Ya voy, mi amor.
Beatriz era una mamadora experta, con años de experiencia desde la secundaria hasta la adultez. Agarró la verga erecta de Omar, la cual era dura y blanca. Beatriz movía su cabeza adelante y hacia atrás mientras le lamía desde el palo hasta el glande.
O: Saca mi verga de tu sucia boca, ramera. Quiero darte rico.
Omar le abrió las piernas, haciendo que Beatriz estuviera parada con una sola, mientras Omar tenía agarrada la otra pierna. Allí Omar la empezó a penetrar ferozmente en su vagina.
O: Pinche puta! Que rica estas!
B: Ay sí, Omar! Soy toda una puta!
O: Que buena puta! Te gusta ser estúpida y puta?
B: SÍ! Soy toda una puta pendeja!
En eso, Omar sacó todo su semen en la vagina de ella, haciendo que se derramara hacia afuera. Beatriz, al igual que su hija, hizo una cara erótica sacando la lengua y con la mirada perdida. Terminado el sexo, se fueron a secar y vestir y se dirijieron a la comisaría 3 de la policía. Cuando entraron, vieron a Jenny llorando en una silla, por lo que ambos se dirijieron:
B: Jenny, que te pasó mija?
J: Yo no quería irme de allí!-gritó con lágrimas y mocos chorreando de su cara roja por el coraje.
O: Tranquila mija, ya volvamos a casa.
J: NO! YO NO QUIERO IR CON USTEDES!
En tanto, una policía que estaba allí cerca preguntó:
P: Está bien ella?
O: No se preocupe, oficial. La niña debe estar confundida.
Para evitar sospechas, subieron a Jenny al Mercedes Benz en donde habían llegado y rápido se largaron de allí. Mientras Omar conducía y Beatriz estaba en el asiento de copiloto, él le reclamó a su hija:
O: Bueno pendeja, más te vale no hacer semejante estupidez de nuevo.
Jenny sólo podía sollozar en silencio.
J: Porqué Carlos?-dijo suspirando.
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CONTINUARÁ…
Por favor agradezco sus votos y sus comentarios para mejorar mi historia. Bendiciones.
Con todo respeto, es horrible tu sistema ese de letras y simbología. Independientemente de la calidad de la historia, si ocupo un instructivo para descifrarlo le quita toda la inmersión al relato.
se entiende sin esfuerzo alguno, es una relato erótico aparte no una obra de arte de la literatura, espero sigas atrapá