Juguemos a las escondidas
Jamás pensé que ser amable con mi hermanita me traería muchos beneficios.
Tengo una hermana que es 6 años menor que yo, nuestra niñez y adolescencia fuimos como perros y gatos, hasta el día que ella cumplió los 18 años. Pero esta historia se remonta unos años atras, antes de ese momento. Para ese entonces ella tenia 9 años y yo 15 años, y vivíamos como perros y gatos, creo que lo normal en todas las relaciones de hermanos a esas edades.
Donde viviamos, parece que las mamás se pusieron de acuerdo de salir embarazadas al mismo tiempo, porque yo tenía mi grupo de vecinos, todos entre los 14 y 16 años, y mi hermana tenia su grupito de amiguitas, todas entre los 8 y 10 años, y una de ellas, llamemosla Lili, era una niña delgadita, catira, pelos rizados, piel blanquita, un culito paradito tipo abejita y unas teticas que apenas le estaban creciendo y un rostro de portada de revista, era la que mas frecuentaba y algunas veces jugaban en la casa y otras veces en la casa de ella.
La verdad no le prestaba mucha atencion, aun cuando estaba en plena adolescencia y las hormonas alborotadas, jamas se me habia pasado por la cabeza intentar hacer algo con una niña, hasta que llego Lili, les recuerdo que desde los 14 años ya cogia con la señora de servicio de la casa. Las visitas de Lili se hacian muy habituales, casi todos los dias y comence a ver a Lili de otra forma, pero es porque ella comenzo a ponerse muy cariñosa conmigo, me abrazaba, si estaba viendo tele se me tiraba encima y me hacia cosquillas y yo aprovechaba y hacia lo mismo, y eso me ponia a mil, tenia que ir a masturbarme inmediatamente. Entre juegos van y juegos vienen, ellas comienzan a jugar al escondite y yo de forma amable me ofrezco a jugar con ellas y pongo las reglas del juego, los que se escondian podina hacerlo juntos y desde ahi todo empezo.
La primera vez puse a contar a mi hermanita y yo me escondi con Lili, nos encerramos en un cuartico de trastos y estabamos muy pegaditos, ella me venia con unos ojitos tan dulces y me acerque y apenas le roce los labios y ella respondio y me beso, todo fue muy torpe, ella no sabia hacerlo, pero si queria hacerlo, ese primer dia aprovechabamos cada vez que podiamos para besarnos y rozarnos. Como a la semana pasamos de los besos a las caricias, sus teticas que apenas eran unos botoncitos se le ponian tiesas y ya estaba aprendiendo a besar muy rico, nos encantaba jugar a las escondidas, mas bien era lo unico que jugabamos, un dia decidi levantarle la blusita y chuparle las teticas, esa niña se retorcia de placer y gemia muy duro, tenia que taparle la boca, para que mi hermana y ni la señora de servicio la escucharan, comenzo agarrarme el pene por encima del short, luego con mas confianza me lo sacaba y me masturbaba de a poquito, tambien tuve que enseñarle como hacerlo.
Un buen dia, fuimos avanzando y la puse a que me chupara, mi pana era una sola baba de lo mucho que me exitaba Lili, a ella al principio le dio asco, pero luego se agarro gusto al sabor de mi liquido y aprendio rapido a tomarse la leche, aunque las primeras veces casi vomitaba. Algunas veces venia vestida con un vestidito bastante suelto y un dia que vino asi aproveche para meter debajo de su vestido y descubrirle su panochita, sin pelitos y toda mojadita, que olor y sabor mas deliciosos, entre orina y flujo, ella me clavaba sus uñas en la cabeza y tenia que morder una toalla o lo que tuviese a la mano para no hacer ruido.
Estos juegos duraron 1 año, hasta que ella cumplio los 10, ya tenia 16 y mis papas se fueron de viaje donde unos amigos y me dejaron solo a cargo de mi hermana, todo un fin de semana, y para que no se aburriera, hablaron con la vecina para dejara que Lili pasara todo el fin de semana con nosotros, inclusive se quedara a dormir, a lo que la vecina acepto… señores fiesta… esa primera noche espere que se durmieran y fui y desperte a Lili y la lleve a mi cuarto, nos besamos, tocamos, chupamos, todo lo que ya veniamos tiempo haciendo, pero esa noche ya la tenia completamente desnuda y la acomode y comence a penetrarla, al principio fue doloroso, su vagina era chiquitica y apretadita, me costo meterla, a ella se le salian las lagrimas, pero no queria detenerse, cogimos delicioso esa noche, mas bien todo el fin de semana, cada vez que podiamos lo haciamos, asi fuese polvo de gallo jajajaja.
Lili fue mi primera niña, mi primer virgo, mi primera «noviecita», asi yo le decia para que estuviese mas en confianza. Por muchos años fuimos amigos sexuales o mejor dicho novios, no recuerdo cuando acabo o porque termino, lo que si recuerdo es que años despues, yo de 30 y ella de 24, recordamos esos momentos y nos calentamos tanto que volvimos a coger, esta vez mas maduros, mas experimentados, mas calientes y con mas aguante.
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