Julieta, la amiga de mi hermana sufrió las consecuencias de mi calentura – Parte I
Julieta es compañera de mi hermana en primer año de la secundaria, yo estoy en primer año de la universidad, por probar un poco de ron con coca y haciéndose la pícara terminó empalada.
Julieta como comenté antes es una de las compañeras y amiga de mi hermana Lucía, ambas van a primer año de la secundario. Debo reconocer que esta piba tiene un hermoso cuerpecito, rellenito, sus pechos ya se notan bastante, llaman la atención, son puntudos. Y su culo es prominente, cuando camina lo mueve mucho hacia los lados por su forma de caminar. En fin, hasta aquí la presentación de esta chiquilla. Esto que les cuento ocurrió realmente, sábado por la nochecita, estaban Lucía, Julieta y Esther, otra amiga todas en la cocina meta cuchichiar y chismosear, hablando seguramente de sus pretendientes o de los chicos que les gustaban. Entro yo a la cocina a buscar una gaseosa, y llevaba puesto el pantalón del piyama, que es de tela fina y algo suelto. Convengamos que yo no soy ningún adonis, soy un chico vulgar, hago bastante deporte por lo que físicamente estoy bastante formado. Y también debo decir a favor mío que no soy un potentado de la verga, pero tengo lo mío, son 17cms de carne en barra, pero habiéndola comparado con mis compañeros en las duchas, es bastante mas gruesa y cabezona que la de ellos.
Apenas entré a la cocina ya las chicas comenzaron a reir, como tontas, Julieta me lanzaba miradas de reojo, y en una de esas la pesqué que estaba muy interesada en mi bulto, y dándose vuelta la comenta algo al oído a Esther, quien haciéndose la tonta también miró mi bulto en la entrepierna, yo dándome cuenta de eso, simplemente eché las caderas hacia adelante haciendo que resalte más mi verga. Mi hermana se dió cuenta y las rezongó, pero ella también quedó intrigada por el tamaño. Es que comencé a erectarme, la tripa se comenzó a alargar y a engrosar ahí mismito delante de las chicas, ellas no sacaban la vista de mi tripa. Yo sonriendo y haciéndome el desentendido, me manotee la verga por sobre el pantalón e hice como que la acomodaba. Esther se puso algo nerviosa y desvió la mirada, mi hermana bajó la vista mordiéndose el labio inferior, y Julieta, la más caradura me mira a los ojos y se relame los labios y vuelve la vista al bulto, yo me le aproximo y me paro bien cerquita de su cara, ya la protuberancia de mi verga era mayúscula. Le tomo una mano, ella se deja hacer intrigada, y se la pongo directamente en el tronco de mi pija, ella la apretó suavecito, como calando el grosor y tamaño. Mi hermana se paró y le dice a Esther que la acompañe a su pieza que le va a mostrar algo en internet. Ambas se fueron mirando por sobre el hombro.
Julieta seguía tomando mi rabo por sobre el pantalón, yo le acaricié los pechitos, ella ya estaba medio colorada, acalorada, me le acerqué y le di un beso en la boca, ella respondió apenas, le metí la lengua y ella también respondió así, y ahi ya se desmadró la cosa, cerré la puerta de la cocina, la piba no dijo ni muuu!!!. La subí y la senté sobre la mesa con lo que quedó su vagina a la altura de mi verga, le hice abrir las piernas, le subí la faldita escocesa que traía puesta, y o sorpresa, ya su bombacha se encontraba toda húmeda, apenas si se veían algunos pelitos en su pubis, me arrodillé frente a ella y corriendo su calzón hacia un costado le metí la lengua en la conchita. Ella gimió y me agarró de los pelos, tironeando, le di una buen lamida y ella solo gemía, luego de un rato me bajé el piyama y dejé libre mi verga, Julieta al verla abrió muy grande los ojos, pero no dijo nada, me le acerqué y puse el glande entre sus labio, ella sin mayor indicación, tomo la tripa desde el tronco, apenas su mano alcanzaba a cubrir el grosor de mi tripa, y simplemente comenzó a darme una gloriosa mamada, luego me contaría que ya le había mamado la verga a varios chicos, pero nunca había llegado a más que eso. Pronto casi le lleno la boca de semen, le tomé las piernas, las puse sobre mis hombros y con mucha suavidad metí la punta de mi pija entre sus labios vaginales, para esto Julieta nunca dijo una palabra o se negó, de echo participaba de buena gana. Empujé un poquito y entró la cabeza no sin que ella emitiera un gritito, y me arañó el pecho, seguí pujando y lentamente mi verga se fue perdiendo entre esos gorditos y lubricados labios, su caverna ardía, era muy estrecha y mi pija es bastante gorda, ella comenzó a llorar, yo seguí insistiendo y me llevé una gran sorpresa, no era virgen, es cierto que no parecía haber cogido mucho antes, entre grititos, gemidos y suspiros al fin se la metí toda, realmente es muy estrecha, comencé a ir y venir, ella se acomodaba y salía a mi encuentro no queriendo dejar pedazo de pija afuera, a los dos minutos se movía como una serpiente, y pedía más y más, luego de que estuvimos así como cinco minutos con un gran gemido la piba tuvo un orgasmo tremendo, y rápidamente un segundo, yo no quería acabarle adentro por miedo a embarazarla, lentamente le saqué mi palo, y aprovechando sus fluidos y jugos producto de sus orgasmos le lubriqué bien el agujerito del culo, y le presenté la verga con fuerza, fue tal la sorpresa que para cuando quiso reaccionar ya tenía la cabezota adentro, gritó como loca, pedía que se la sacara, lloraba, me arañó toda la espalda, yo sin piedad la seguí penetrando sin miramiento alguno, tenía la verga como un garrote de excitado que estaba, finalmente estuvo totalmente empalada hasta los testículos, siguió gritando y llorando, pero de apoco como yo no me movía, se fue acostumbrando al dolor y al tamaño del intruso en su culito. Totalmente perforado. Apretaba como loco, su túnel sedoso apenas si permitía que me mueva un poquito adelante y atrás, y así alcancé el orgasmo, le llené su cueva de semen, ella al sentir el calor de mi lechita se vino en un orgasmo de grititos, llanto, gemidos y suspiros. Cuando se la quise sacar, por favor pedía que no porque le dolía mucho, tuvimos que esperar un ratito hasta que la verga se ablandó y al sacársela, su culo parecía un cenicero, de donde le chorreaba el producto de mi cogida. Finalmente se bajó de la mesa, se acomodo la bombacha y la ropa y me confesó que quien la había desvirgado de la conchita había sido su papá hace un tiempito atrás, llegó borracho y se las cogió a su mamá y a ella en la misma noche. Pero que la verga de su padre era la mitad de gruesa que la mía, aunque creía que más larga. Y que yo fui el primero en metérsela por el culo. Terminó reconociendo que le gustó mucho, pero que la próxima vez usemos lubricante como en las películas porno. JAJAJA. Y abriendo la puerta se fue a reunir con mi hermana y su amiga Esther, a los dos segundos le estaba contando como yo me la había garchado, a lo que Esther le pregunto si yo la tenía grande, por que pensaba pedirme que le rompiera el virgo a Ella. Y bueno, veremos que nos depara el destino.
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