Karina y Ramiro – Parte 2
Continuan las andanzas sexuales de esta linda pareja.
Después de la primera vez que tuve sexo con Ramiro mi vida cambio por completo pues en lo único que pensaba era en él ya que era el único que me comprendía, me defendía y era amable conmigo y esa experiencia sexual sirvió para que forjáramos una unión irrompible a partir de ese entonces por lo que al día siguiente en la escuela actuamos como si nada hubiera pasado, yo como siempre saludando a Ramiro al llegar al aula, las clases siguieron como de costumbre y en la hora de salida pasamos nuevamente a casa de Ramiro.
Al llegar a su casa él cerró bien la puerta de su recamara y yo ya lo esperaba con mis senos descubiertos y los comenzó a chupar tímidamente, pero poco a poco con más confianza yo por mi parte comencé a tratarlo como si fuera mi bebe.
K: anda bebito, mamá tiene más leche para ti (no me salía leche todavía)
R: si mamita (él siempre me sigue el juego)
Ramiro siguió mamando mis tetas un buen rato, pero la diversión se interrumpió porque había llegado la mamá de Ramiro quien había salido a hacer las compras al supermercado, rápidamente me vestí y aparentamos estar haciendo la tarea para que no sospecharan nada en cuanto tocó la puerta de la recamara de su hijo Ramiro le abrió la puerta y entró.
Melissa (mamá de Ramiro): ¿Qué están haciendo?
R: la tarea de matemáticas (le dijimos mostrando los libros de matemáticas)
M: ah que bonitos niños que hacen su tarea, pero dime Karina ¿no se preocupan por ti si no estás en casa?
K: no se preocupe señora mi padre está en Estados Unidos y mi madre cuidando a mi hermano pequeño en el hospital y casi siempre estoy sola.
M: oh, lo entiendo, solo avisa que estás aquí para que no se preocupe tu madre por ti.
K: Si señora.
M: ahora si me disculpan debo hacer la comida, terminen su tarea para que comamos todos, tus hermanas llegarán hasta más tarde así que comeremos los tres.
R: si mamá de acuerdo.
Nosotros seguimos haciendo la tarea de la escuela mientras Melissa preparaba la comida, después de terminar la tarea comimos y Ramiro me acompaño a mi casa y una vez ahí me mamó mis chichis nuevamente, pero tuvimos que dejarlo hasta ahí porque su mama podría preocuparse si su hijo se tardaba mucho así que nos despedimos y nos vimos en la escuela al día siguiente.
Por esas fechas Ramiro se quedaba después de clases a las prácticas de futbol ya que, como a todo niño, le gusta ese deporte pero él era un excelente jugador y por eso el entrenador lo seleccionó para formar parte del equipo y yo por mi parte me uní al grupo de porristas para darle ánimos y de paso estar lo más cerca posible de él, fueron varios días que se hicieron interminables y debido a que salíamos más tarde no nos daba tiempo de hacer nuestros jueguitos por lo que hicimos una promesa, si su equipo ganaba él y yo lo festejaríamos a lo grande con una ronda de sexo en mi casa pues como sabrán mi padre está en el extranjero para apoyarnos económicamente y mi madre siempre llegaba hasta la noche y podríamos pasar el tiempo juntos ahí sin que nadie nos molestase.
Llegó el día del partido, era un día caluroso pero soportable, el equipo de Ramiro salió al campo de futbol luciendo un vistoso uniforme de color azul y Ramiro portando el número 9 (según dicen que es el goleador del equipo no soy fanática del fútbol la verdad) y el equipo rival con sus uniformes de color blanco, el grupo de porristas y yo estábamos vestidas del mismo color azul del equipo de nuestra escuela y los pompones de igual color, mi uniforme era algo justo pero cómodo (vestía una falda cortita que apenas me cubría los muslos y la blusa algo entallada que resaltaba mis senos grandes para mi edad que me daban un aire que ningún hombre resistiría) el partido comenzó mientras animábamos a los nuestros y Ramiro anoto dos de los tres goles para dejar el marcador 3-2 cumpliendo así nuestra promesa y al terminar el partido él se fue con su familia y pensé que me iba a regresar sola a mi casa pero la familia de Ramiro me invito a su casa.
Papá de Ramiro: hey ¿tú eres Karina? ¿Quieres venir con nosotros? ¿Eres amiga de mi hijo, ¿verdad?
K: sí señor su hijo y yo somos amigos.
P: entonces ¿quisieras venir con nosotros?
K: no se moleste señor.
P: no es ninguna molestia mientras más seamos mejor.
K: de acuerdo.
Subimos a la camioneta de Pedro (el papá de Ramiro y esa fue la primera vez que lo vi era un hombre alto, fornido y de buen físico por lo que no es de extrañar que su hijo fuera muy parecido a él, como desearía que fuese mi padre) y fuimos a comer a una pizzería a modo de celebrar la victoria del equipo de futbol y por cierto estábamos sentados de la siguiente manera; Pedro y Melissa en la parte delantera las dos hermanas de Ramiro en la segunda fila de asientos y Ramiro y yo en la tercera fila, era una camioneta familiar y denotaba cierto detalle de lujo, una vez que estuvimos en la pizzería comimos bastante y me hicieron el favor de dejarme a mi casa.
Justo después de que entré me invadía una sensación de ansiedad pues iba a ser la ocasión perfecta para celebrar ya que mi madre regresaría hasta las 9:00 P.M. y me quedaría sola apenas eran las 3:30 P.M. cuando de pronto alguien toco la puerta me asomé por la ventana para ver quién era y resultaba ser mi Romeo por lo que corrí a abrir la puerta y en cuanto entro me explico lo que pasó:
K: ¿Qué pasó? Pensé que no vendrías.
R: verás mis padres se fueron a un funeral de un conocido de mi padre y me quedé con mis hermanas, pero se fueron con sus novios y aproveché la oportunidad para venir a verte.
K: ¿quieres que festejemos por tu victoria?
R: por supuesto.
Como aún estaba vestida con mi uniforme de porrista y él ya se había cambiado su uniforme de fútbol por ropa normal, decidimos no perder ni un minuto más, así que primero comenzamos besándonos como las parejas de la televisión por lo que tome su mano y la puse sobre mi top y comenzó a apretarme mi pecho como si fuera una pelota anti estrés yo abrazaba su cuello y no quería desprenderme de él, pero el deseo que nos dominaba a ambos quería que fuésemos a más.
Dejamos de besarnos y le pedí que me quitara el top y así lo hizo dejando al descubierto mis senos que cada vez crecían más el no espero a que le dijera que los chupara, sino que los mamó como niño hambriento y sin decirme ninguna palabra, no sé porque me gusta que me chupe las tetas, solo dejo que los mame, los succione y me haga sentir bien primero chupó mi seno derecho luego pasó al izquierdo y otra vez mamó mi teta derecha y así siguió haciéndolo unas tres veces más hasta que se detuvo.
K: venga ya desnudémonos.
R: claro mi amor.
Una vez desnudos los dos nos pusimos en posición 69 el chupando mi vagina y yo su verga que se puso dura como piedra y vaya que se puso bien grande, nos seguimos chupando por 15 minutos hasta que ambos desbordamos nuestros jugos de excitación que aclaro el mío no es orina ni la de Ramiro tampoco porque eran jugos de placer prohibido que ambos disfrutamos y después de eso seguimos con la mejor parte.
K: adelante Ramiro soy toda tuya.
R: si Karina lo haré
Metió su pene despacio hasta que logro meterlo todo ya me había acostumbrado a su tamaño y comenzó a mover sus caderas de adelante hacia atrás sentía como su verga me llenaba y me hacía sentir bien con cada embestida que me daba nos besamos apasionadamente sin romper el coito y después de unos minutos cambiamos de posición, ahora él se acostó en la cama y yo me coloque encima suyo como si fuera vaquera esta vez yo me movía tanto adelante hacia atrás como arriba hacia abajo se sentía muy rico el que estuviera “cabalgando” sobre Ramiro y con sus manos me masajeo mis senos acercó su boca para mamarlos y con su lengua excitarme hasta que acabé desbordando mi orgasmo en el miembro de Ramiro.
Estábamos cansados pero aún teníamos tiempo para algo más así que le dije que chupara mis senos y así lo hizo, ambos estábamos recostados de perfil viéndonos de frente se abalanzó sobre mi seno izquierdo y se veía muy lindo como me lo mamaba como si fuera un bebe de verdad, después cambio de pecho y me lo chupó un rato y volvió a cambiar de seno yo le acariciaba su cabeza tratándolo como si fuera mi hijo (aunque era mi amante) y así estuvo chupando mis chichis hasta que nos recuperamos del cansancio que nos dejó nuestra ronda sexual, ya se estaba haciendo tarde pues estaba oscureciendo así que nos vestimos y lo acompañe a la puerta donde nos despedimos con un tierno besito.
K: Ramiro gracias por venir me la pase muy bien contigo.
R: yo también la pase muy bien contigo Karina.
K: en otra ocasión lo hacemos.
R: vale
Ramiro regresó a su casa y yo me dedique a hacer el aseo de la mía y mi madre como siempre llegaba tarde pero por lo menos compraba comida, artículos de limpieza y cualquier cosa que hiciera falta en la casa aunque mi madre suele llegar estresada charlamos un poco y eso ayudó a mejorar su estado de ánimo, me comentó que mi hermanito iba progresando bien en sus terapias de rehabilitación y que muy pronto si dios lo permitía podrían darlo de alta, yo en lo personal casi no estoy muy enterada de su estado de salud pues mamá siempre estaba con él y la última vez que fui a visitarlo fue antes de que llegara Ramiro, después de cenar limpiamos la cocina lavamos los trastes, nos bañamos y nos fuimos a dormir no sin antes decirme que podría ir a ver a Félix (así se llama mi hermano pequeño quien nació con salud delicada y por eso ha estado mucho tiempo en el hospital infantil de la región donde le daban atención especial a los niños enfermos) la próxima semana pues iban a organizar un evento de caridad a los niños del hospital ya que iba a haber sorpresas y regalos incluso a niños que no fuesen pacientes.
Cuando llegó el día lunes todo seguía transcurriendo con normalidad, las niñas cada vez más me saludaban y platicaban conmigo y por su parte Ramiro se llevaba bien con todos los varones de la clase y ya no había casi nadie que me hiciera burlas si bien insinuaban que Ramiro y yo éramos novios (y de hecho somos amantes) solo nos limitábamos a decir que somos buenos amigos, los niños platicaban sobre el partido de futbol del sábado en el que Ramiro fue la figura del equipo y todo querían que él les enseñara como jugar. El ambiente de ajetreo se terminó cuando entro la maestra y las clases comenzaron y ya en la hora del recreo Ramiro estaba rodeado por muchos admiradores (y admiradoras eso me ponía algo celosa) por lo que estuve platicando con amigas en esa conversación una de ellas dijo que quería ser novia de Ramiro (y una idea muy grande de celos se apoderaba de mí pero logré contenerme y decidí seguirle el juego) y las demás niñas diciendo -¿Cómo crees?- -¿Tu novia de Ramiro?- -no eres su tipo- y esas cosas.
En cuanto termino el recreo volvimos al aula y continuamos con las clases, a la hora de salida las niñas admiradoras de Ramiro no dejaban de acosarlo como si fuese un deportista famoso, en ese entonces llegó el maestro de educación física y entrenador del equipo y dispersó a la multitud estuvo platicando un rato con Ramiro hasta que se fue y regresamos a su casa, pero de forma discreta para que nadie sospechara nada.
Ya una vez en casa Ramiro me contó que gracias a su participación el equipo no solo gano el partido sino que también entró en el torneo regional de futbol infantil que sería patrocinado por un equipo profesional y al equipo ganador no solo les darían el trofeo sino que también podrán unirse a la cantera del equipo auspiciador, esa noticia si bien puso contento a Ramiro se notaba algo nervioso pues aún no le había contado nada a sus padres por lo que pensó en decírselos pero en cuanto estuviera toda la familia.
Como aún no había llegado nadie aprovechamos la oportunidad puesto que no podíamos perder ni un solo minuto de acción así que cerramos la puerta con llave y me desabroche la camisa de mi uniforme escolar me subí mi sostén infantil y deje mis senos expuestos Ramiro ya sabía lo que tenía que hacer y saboreo mis ricas tetas por un buen rato, aún no había llegado nadie así que nos pusimos en posición 69 pero con nuestros uniformes puestos, me baje mi pantaletas y yo le abrí la bragueta de su pantalón, saque mi lengua para saborear su verga y el con la suya saboreo mi vagina y así estuvimos chupándonos el uno al otro como por unos diez minutos.
De pronto oímos que alguien abrió la puerta y rápidamente nos arreglamos y simulamos que no había pasado nada, era Pedro el papá de Ramiro quien había llegado a casa pues había ido a dejar a sus hijas a los cursos a los que asisten y pasaría por ellas en dos horas (y por cierto tenía unos días libres para estar con su familia) y también había llegado Melissa (esposa de Pedro y mamá de Ramiro) quien había ido de compras y regresaron los dos juntos en ese momento Ramiro decidió contarles a sus padres sobre el torneo de futbol pero sin decirles nada acerca del premio.
R: mamá, papá el entrenador me dijo que el equipo y yo vamos a participar en el torneo de futbol infantil.
P: WOW felicidades ese es mi hijo. (Le dio un abrazo de felicitación)
M: debería hacer algo especial para celebrarlo ¿quisieras acompañarnos Karina?
K: no gracias, de hecho, ya me iba.
P: oh vamos, insistimos en que te quedes un rato, podemos llevarte a tu casa.
K: muchas gracias señor.
P: por favor llámame Pedro, recuerda que tú eres bienvenida aquí.
Me quede acompañando a la familia de Ramiro para celebrar su entrada al torneo, ellos siempre fueron muy amables conmigo y eran como mi segunda familia y mi segunda casa, he de confesar que sentía algo de envidia por Ramiro pues él tenía una familia completa compuesta por dos hermanas mayores y dos padres amorosos que siempre convivían con sus hijos, cosas que yo casi apenas disfrutaba pues aunque mi padre me envía muñecas y regalos desde EE.UU. casi nunca venía a casa (solo durante la Navidad y el Año Nuevo).
Conforme pasaron los días Ramiro y el equipo de futbol entrenaban después de la escuela para estar listos para el torneo y eso nuevamente ocasionó que no pudiéramos estar juntos por lo que después de unos días el entrenador decidió que el equipo no entrenara el día antes del inicio de la competencia con tal de que estuvieran en forma para el partido inaugural y esa noticia me puso muy contenta pero la mala noticia era que ese día tenía que acompañar a mi madre al evento en favor de los niños del hospital, ella y Ramiro aún no se conocían y no creo que mi madre le hubiera gustado que fuera acompañada por él así que tuve que decirle que no íbamos a poder hacerlo esta vez, esperaba que se mostrara enojado o molesto pero el siempre mostró lo caballeroso que es.
En cuanto le comenté a Ramiro sobre el compromiso con mi madre el me respondió –si tienes que acompañar a tu madre lo entiendo, eso es más importante ahora, no te preocupes por eso, podemos estar juntos otra ocasión- sus palabras no solo me tranquilizaron sino que me llenaron de alegría por lo que acompañé a mi madre al hospital infantil y visité a mi hermanito, él siempre se pone feliz cuando me ve aunque por su autismo a veces me desespera pero lo sigo queriendo mucho, el evento consistió en un show de títeres, un cuenta cuentos, un espectáculo de magia, unos payasos y un sorteo donde se obsequiaron muchos juguetes y claro no podía faltar la comida, debido a que en ese día suelen venir voluntarias y estudiantes de enfermería mamá pudo salir más temprano y nos regresamos juntas a casa.
Al día siguiente el torneo de futbol infantil dio comienzo y yo nuevamente me uní a las animadoras para darle ánimos a Ramiro, el equipo al igual que el partido pasado empezó con una desventaja para luego darle la vuelta y llevarse el partido donde mi amor fue pieza clave para la victoria y esta vez como no fueron sus padres Ramiro y yo nos regresamos juntos a mi casa pues mi madre trabajaba y visitaba a mi hermano Félix al hospital y ya una vez adentro no perdimos ni un solo minuto de acción pues tan solo al llegar cerramos muy bien la puerta nos fuimos a mi habitación y ahí mismo nos desnudamos los dos y comenzamos con lo de siempre.
Esta vez yo me acosté en la cama y él se montó encima de mí y acerco su boca a mis tetas, primero me chupó la teta derecha luego la izquierda y nuevamente hizo lo mismo otras tres veces hasta que terminó, ahora él se acostó sobre la cama boca arriba con su pene erecto y apuntando al cielo acomodé mi vagina y poco a poco la verga de Ramiro entraba cómodamente ya me había acostumbrado a que me penetrara de hecho me gusta sentir su pene en mi vagina.
Una vez que me ensartó su pene que cada vez se ponía más grande comenzamos a movernos, él se meneaba de arriba abajo y cada vez que hacía eso mi cuerpo rebotaba ligeramente y mis senos se balanceaban al ritmo de nuestro vaivén me sentía tan bien que no quería que se terminara, estuvimos así durante más de media hora hasta que el cansancio me hizo querer bajarme de Ramiro, ahora yo me acosté en la cama y el me penetró en posición de misionero, me estuvo cogiendo sabroso por un buen rato hasta que terminamos exhaustos y le deje que me mamara las chichis una vez más mientras nos recuperábamos de esa cogida deliciosa que tuvimos y todavía nos dio tiempo para bañarnos y despedirnos tiernamente.
La otra semana nos esperaban las clases como era costumbre, pero el tiempo se pasó muy rápido y tanto Ramiro como yo disfrutamos de cada oportunidad que tuviéramos, aunque casi siempre él me chupaba mis senos pues no teníamos tiempo para más, pero me gusta mucho y el también disfruta mucho chupármelas.
No se pierdan la tercera parte de este relato hay muchas cosas que pasaron entre él y yo, espérenlo.
Spoiler del siguiente capitulo: cuando llegó el torneo de futbol infantil nos hicimos la promesa de que si el equipo lo ganase los dos nos casaríamos, por lo que Ramiro se esforzó para cumplir esa promesa.
Nota del autor: hola amig@s, otra vez les traigo otro capitulo de esta saga que me pasó una amiga, ya habrá mas relatos muy pronto, solo que aun no decido cual subiré después, espero les gusten los relatos y tengan por seguro que habrá muchos más, dejen sus comentarios que en verdad me animan a seguir publicando, yo soy Neon y ayudemos a crecer esta gran comunidad.
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