Karina y sus hijas, sexo al por mayor Parte III – Sodomizando a Julieta
Ya habiendo desvirgado a Julieta y a Sofía, el tema con Karina se acomodó. Se turnaban para venir a coger conmigo. Pero había una cuenta pendiente con las chicas. Todavía no había podido hacerles el culito a ambas. Al final lo logré..
Como comenté, no había logrado convencerlas de que me dieran su cola. Ambas ante el tamaño de mi verga se negaban a ser penetradas. Y la verdad es que sus culos me volvían loco. Deseaba mucho poseerlas por detrás. Pero ese día al fin llegó, aunque no de la forma que yo esperaba.
Suena el timbre de casa, voy a abrir y era Julieta. Venía llorando, al preguntar el por qué, me cuenta que su madre le negó la salida a un cumpleaños ya que donde iba a ir, se juntaban muchos chicos complicados, drogadictos y borrachos. Y la madre tenía miedo de que algo le pasara.
Yo ni lerdo ni perezoso, la abrazo y la consuelo, obvio que ya mi verga se estaba poniendo dura. Es que la pendeja me calienta mucho. Mientras la aprieto contra mí le apoyo la pija en su entrepierna. Ella no se aleja. Me abraza y me besa. Le respondo con énfasis. Mientras le manoseo su cola y ella se frota contra mi pija, la aproximo al sillón del living. Julieta enseguida se excita mucho, ya baja sus manos y se adueña de mi verga por sobre el pantalón, mientras yo aprieto y muerdo sus juveniles pechos. Ella toma la iniciativa y se arrodilla frente a mi. Desabrocha mi pantalón y me lo baja junto con el canzoncillo, lo que deja mi pija dura frente a su cara. La toma por el tronco y comienza a darme una rica mamada. Se nota que está muy caliente ya que intenta meterse toda la verga hasta la garganta, apenas le entra un pedazo, es que mis 24×6,5 no son para cualquier mujer. Menos para esta piba de 15 años. Pero se esfuerza mucho, yo sigo amasando sus tetas. Pronto yo también estoy muy caliente, la hago levantarse y la ayudo a desvestirse, pronto está totalmente desnudita, precioso cuerpo, sin decirle nada voy hasta el baño y traigo el gel lubricante. Ahora que estamos solos voy a intentar penetrarle el culito.
La hago ponerse de perrito en el sillón con lo que sus nalgas quedan a mi disposición, me arrodillo detrás de ella y comienzo a darle una buena chupada de concha, quería excitarla a tal extremo de que no pueda pensar. Así logré que tuviera su primer orgasmo, pero no la dejé, simplemente me puse detrás de ella y la penetré sin aviso, la clavé la verga hasta el fondo de su vagina, le saqué varios gemidos, mientras la penetraba profundo, puse bastante gel en su agujerito trasero, que dicho sea de paso se notaba muy estrecho. Había que trabajar mucho y delicadamente para no lastimarle y meterle hasta el fondo la verga. Metí un dedo mientras la penetraba hasta que la cabeza de mi pija choca su útero, luego de que se aflojara metí un segundo dedo, medio se quejó pero estaba tan caliente que pronto se lo tragó entero, mientras seguía bomba que te bomba, y logré sacarle un segundo orgasmo vaginal, seguí dándole matraca y metí un tercer dedo en su ano, se quejó, pero no se los saqué, al contrario, le metí la verga lo más adentro que pude en su conchita mientras le metía todos los tres dedos hasta tocar con la mano. Ya estaba bien dilatada, saqué mi tripa de su concha, la unté con bastante gel y sin pedirle permiso se la presenté a su agujerito trasero. Empujé un poquito y con un gemido de parte de Julieta la cabeza entró. Ella gemía fuerte y yo seguía empujando, cm a cm la poronga se fue internando en su aterciopelado túnel en medio de sollozos y gemidos, hasta que finalmente mis testículos pegaban en su conchita, ya la verga estaba toda adentro. La niña no se podía mover del dolor, tuve que dejar pasar unos minutos hasta que se relajó y aflojó la presión de su esfínter, entonces suavemente comencé a cogerla por el culo. Pronto se unió al trajín y comenzó a moverse ella, cuando le sacaba la tripa, ella solita salía al encuentro con su culo y se la enterraba toda. Y prontito me tuvo a punto de acabar, por lo que aceleré la cogida y en medio de un gemido de ella acabo llenándole el culo de semen, y ella logró su tercer orgasmo. Tuve que esperar unos cinco minutos hasta que mi verga se achicó para poder sacársela sin hacerle doler el ano. Finalizado el acto de posesión de tan hermoso culito, Julieta todavía con ojos llorosos me dice que le duele mucho pero que le gustó, principalmente cuando sintió los chorros de semen en su trasero, que eso la hizo acabar. Y que la próxima vez lo hará mejor. Se fue al baño, se lavó y luego de vestirse al salir para su casa me da un beso y me dice que mañana volverá.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!