La amiguita de mi nieta y mi nieta, me brindan un placer inesperado Parte I
Monique es el nombre de la niña, tiene 7 años al igual que Nati, mi nieta. Es que es una niña bonita, como la mayoría de as de su edad. Pero Zoe vive con una sonrisa soñadora y algo picaresca en su cara. Y finalmente descubrí el secreto del por qué siempre tenía esa carita.
Mi hija y mi nieta viven conmigo. Yo soy viudo hace cuatro años. Mi esposa falleció de una enfermedad terminal que se la llevó demasiado pronto. Yo a mis 45 años la verdad es que no tengo muchas amistades y tampoco es que las relaciones sociales me desesperen. Me he convertido internamente en un ermitaño. Agradezco el gesto de mi hija Alondra, que luego de que su madre falleciera, me dio la posibilidad de ayudarla y de paso ayudarse a sí misma. Ella tuvo a su hija fruto de un largo noviazgo, del cual luego el muchacho desapareció dejando a mi hija embarazada. Natalia es el nombre de mi nieta y tiene ahora 7 años. Es una belleza y una monada de personita. Ambas viven en mi casa hace ya un año. Por lo que ya la considero más como hija que como nieta. estamos muy pegados afectivamente. Al igual que con mi hija. Alondra trabaja en una entidad de medicina prepaga y suele viajar bastante seguido a los pueblos aledaños por razones laborales, por lo que Nati y yo quedamos solos en casa. Como yo hago trabajo de consultoría técnica trabajo desde el estudio que tengo en casa. La verdad es que me va bastante bien. Mi pasar económico no tiene sobresaltos.
Nati como le decimos a mi nieta, tiene una amiguita de la escuela que pasa frecuentemente bastante tiempo en casa, viene a jugar con mi nieta, se queda a merendar y un par de veces se ha quedado a dormir. Es Monique. Por lo que la llamamos Moni. Es una rubiecita de ojos verdes, grandes. Es muy bonita y está un poco más crecidita y desarrollada que Nati. Cuando se queda a dormir trae su piyama color rosa adornado de florcitas, es un saquito y un short de piernas muy cortitas, que como fue creciendo ya le va quedando chico por lo que apenas contiene sus rellenitas nalgas.
La tarde en cuestión, estábamos con Nati y Monique tomando la merienda cuando suena el celu, y era mi hija comentándome que salió un viaje de improviso y que volverá al otro día por la tarde, por lo que debería cuidar a Nati y mandarla al colegio. Todas esas indicaciones estaban de más. Lo hago todo los días. Cuando corto la llamada, mi nieta se había ido al baño y Monique estaba arrodillada en la silla, de panza apoyada en la mesa poniendo mermelada a su galleta, y debo reconocer que ahí presté atención a su culito. Se veía apetitoso para ser una niña. Yo hacía tiempo que no tenía relaciones sexuales con ninguna mujer. Por lo que ya a esta altura solía estar con la verga dura sin mayores motivos y ese fue un momento en el que mi tripa tomó un estado de total erección repentina. Y todavía no sé el por qué pero me puse detrás de la niña, le apoyé la verga erecta entre sus nalgas tomándola de la cintura y atrayéndola hacia mí para que sintiera la dureza de mi pija. Monique se sorprendió, pero no se molestó, dio vuelta la cara hacia mí y sonrió pícaramente, y haciéndose la tonta movió sus nalgas de un lado al otro varias veces. Fue total mi sorpresa, la niña sabía lo que estaba haciendo, y eso me puso mucho más caliente. Ya me estaba haciendo la cabeza, pensando en que podía jugar sexualmente con la niña. Pero había que ir tranqui. Me hice el tonto y sonriendo le dije que me había tropezado. Y ella muy fresca me dice, que no había problema pero que sintió algo muy duro en su colita. Y dándose vuelta mira directamente a mi entrepierna. El bulto en mis pantalones era muy notorio. Difícil de ocultar. Entonces le dije que por culpa de ella estaba así, que era muy bonita y me excitaba mucho. Más que nada cuando se ponía su piyamita. Ella sonrió y siguió preparando su galletita. Salí de atrás de ella ya que sentí a mi nieta salir del baño. Convengamos que con mi nieta nunca había tenido esa raras intenciones.
Haciéndome el caritativo le digo a Nati que invite a su amiguita a quedarse a cenar y a dormir, que haríamos milanesas con puré, yo sabía que eso les gustaba mucho. Nati la invita y la niña me dice que debo hablar con su madre para avisarle que se quedaría en casa y que al otro día se irían de casa con Nati al colegio. Llamé a su madre y no hubo ni problema ni sospecha de nada. Así es que mientras veían TV yo preparé las milanesas para la noche. Luego se fueron a la pieza de mi nieta a jugar en la computadora.
Llegó la hora de la cena, luego de lavar la loza las niñas debían bañarse, yo les preparé la bañadera con agua caliente y las dejé para que se desnudaran y se bañaran. Al preparar el baño escondí el champú ya con la idea de poder ver a las niñas desnuditas. Me interesaba mucho Moni. Se metieron al baño y las sentí chapotear y jugar en el agua por un rato. De pronto siento a Nati llamarme. Me grita Abuelo, donde está el champú? No lo encuentro. Por lo que me vi obligado a entrar al baño para buscarlo. Al ingresar pude observar a las dos ninfas totalmente desnudas y mojaditas. Busqué el champú en el mueble del baño y me acerqué a la bañera, me ofrecí a lavarles el pelo y ambas aceptaron. Monique tiene el cabello largo casi hasta el nacimiento de sus nalgas, en cambio Nati lo usa cortito a lo príncipe valiente. Yo ya me había cambiado para acostarme por lo que vestía un pantalón piyama muy livianito. Al ver a las dos niñas desnudas ya me excité mucho. A pesar de que estaban sentadas en el agua. Pero la primera en levantarse para que le lavara el cabello fue mi nieta, y no pude dejar de observar que en el último tiempo había engordado un poquito, por lo que ya su cuerpecito comenzaba a tomar forma, sus pechitos eran apenas dos pequeñas montañitas con sus pezones diminutos. Sus piernas largas ocultaban un pubis lampiño, apenas sobresaliente, con su rajita pequeña prácticamente invisible. Lavé su cabello sin mayores contratiempos pero ya tenía la verga dura. Cuando le toca pararse a Monique, pude disfrutar de ese bello cuerpo de ninfa, sus nalgas son redonditas y plenas, es un poco más baja que mi nieta pero ya sus tetitas comenzaron a rellenarse, sus pezones son mucho más grandes que los de mi nieta, por lo que más me excité. Su pubis es más gordito que el de Nati, y su conchita se puede apreciar de labios más gorditos. Yo a esa altura tenía una calentura extrema. Mientras le lavaba el cabello aproveché a toquetearla por todos lados, y lo más llamativo es que la niña se dio cuenta de lo que estaba pasando por mi mente, así y todo se dejaba hacer, de pronto se da vueltas y se pone de frente a mí abriendo sus piernas permitiéndome apreciar en su totalidad su virginal vagina. Yo no salía de mi asombro. Pero la muy turra sabía bien lo que estaba haciendo. Me estaba provocando la muy putita.
Terminado el suplicio del lavado del cabello las insté a que se bañaran rápido y que se acostaran ya que al otro día había escuela. Ambas me hicieron caso y pronto estaban en su habitación acostadas. Fui y les di un beso de las buenas noches y volví a mi recámara. Miraba un poco de televisión cuando siento que se abre la puerta de la pieza y entran ambas niñas, venían sonriendo, por lo que supuse alguna idea rara traerían.
Y así fue. Primero habló Nati, mi nieta. Y me expone que tienen una discusión con Moni, ya que la amiga de mi nieta asegura que en el baño a mí se me puso el pito duro por que Ella me gusta mucho. Y mi nieta dice que no es verdad. En cambio Monique, más vivaracha en el tema expone que ya en la cocina se me había puesto dura la verga y que yo se la había apoyado en su culito, que pudo sentir que estaba grande y dura, por eso en el baño ella también descubrió que tenía la pija dura. Me quedé helado y sorprendido. Ahora que les contestaba.
El echo es que yo todavía tenía la verga medio parada. Y se notaba el bulto en el piyama. Y la verdad es que no pensé lo suficiente antes de actuar y hablar. Simplemente había que equilibrar las cosas entre las amigas. Por lo que les dije que ambas niñas me gustaban mucho, que como Nati era mi nieta, yo la miraba diferente, pero que a Monique, la miraba diferente. Pero que las quería a las dos y que ambas me hacían sentir cosquillitas en la panza. Por no decirles que a esa altura ambas niñas me tenían soberanamente excitado. Y mi pija lo mostraba, la carpa en mi pantalón era muy notoria. Mi nieta tampoco es una tonta, y señalando con su manita me dice, abuelo se te paró el pito de nuevo. Me quiero acomodar como para ocultar un poco la erección con tanta mala suerte que mi verga encuentra el camino de la abertura para orinar y por la misma sale en todo su esplendor delante de las niñas. Mi tripa tiene 18×5,5cms, pero a la vista de las dos nenas, es inmensa. Ambas se quedan duras con los ojos muy abiertos. Pero Monique se acerca, se arrodilla en la cama a mi lado y extendiendo su mano toma mi verga por el tronco y comienza a pajearla. Apenas abarca el grosor de la tripa. Está embelesada, no deja de mirarla y acariciarla, de pronto sin previo aviso se agacha, toma la cabeza de la tripa entre sus labios y comienza a darle besitos y a mamarla. No sé de donde esta niña a adquirido conocimientos pero les cuento que me está dando una exquisita mamada. Para mientras mi nieta no quita la vista de lo que su amiguita está haciendo. De pronto ella también se decide a participar, y acercándose le pide a Monique que le preste el pito un ratito. Dicho esto se sumó a la cama y con mucha menor experiencia imita a su amiguita por lo que tenía a las dos niñas mamándome la verga. Así estuvieron como diez minutos turnándose cada una un ratito. De pronto ya me tenían a punto caramelo de llenarle a boca de semen, por lo que les advertí que me saldría la leche y que debían tomarla toda ya que eso las haría más lindas todavía. Y para mi gran sorpresa la que más se esforzó fue Nati, se metió la verga hasta la garganta y en ese momento acabé lanzándole chorros espesos de semen que ella valientemente tragó sin desperdiciar una gota. Todavía intrigadas las niñas van al baño a enjuagarse y lavarse la boca. Ya mi tripa está muerta y contenta. Me acerco al baño y les hago jurar que nunca podrán comentar lo que pasó esta noche. Que debía ser nuestro más íntimo secreto. A lo que ambas niñas asienten muy serias con la cabeza y cruzando los dedos lo jura. Entonces honrando ese juramento les digo que la próxima vez que estemos solos les enseñaré muchas más cosas que hacer con mi pito, las nenas súper contentas salen corriendo a su habitación. Yo me voy a la mía ya pensando en lo que será nuestro próximo encuentro.
Pufff este relato promete mucho…!!! espero la continiacion.
Excitante y con morbo.