La amiguita de mi sobrina nieta – Parte I

Alguna vez tuvieron la posibilidad de tener sexo con una niña de 13 años con cuerpo de una de 10 años? Delicioso. Me carcomió el cerebro y perdí el control de todo.
Belu ese es su nombre. Tiene apenas 13 años. Proviene de una familia muy humilde. Tiene una timidez propia de las personas que quieren pasar desapercibidas por la vida. Es muy delicada, tiene modales similares a los de una geisha. Delicada, etérea. Sus ojitos color miel encienden mi lívido. Cuando me mira automáticamente siento como mis testículos se inflan y  ni hablar de mi pene, se pone más que duro.

Todo comenzó cuando una tarde mi sobrina nieta  llama a mi esposa, su tía abuela para avisarle que viene a almorzar a casa luego del colegio. Para nosotros es natural que eso suceda. Más en verano que suele venir a pasar el fin de semana para aprovechar que tenemos piscina en casa y suele hacer mucho calor. Pero la sorpresa fue que no vino sola, si no que venía acompañada de una amiguita del colegio. Cuesta creer que Belu tiene 13 años. Físicamente parece una nena de 10 años. Todo en ella es pequeño, lo único que llama un poquito la atención es que sus pechitos sobresalen en ese tan menudo físico. Por lo demás es una muñequita china. Perfecta por donde se la mire. Su piel parece de porcelana, su cabello castaño oscuro le llega hasta el nacimiento de sus nalgas, que son redondas y altas, perfectas diría yo.

Al verla entrar y saludar automáticamente a la cabeza la imagen de esa niña desnuda tendida en una cama conmigo al lado acariciándola y preparándola para insertarle mi badajo, que sin ser un monstruo de grande tiene sus buenos 19×5,5cms promedio por que desde la mitad hasta la base del tronco llega tiene unos 6.5cms. El echo es que la niña llega y al saludar me da un beso en la comisura de la boca. Y esbozó una sonrisa que me pareció a mi estaba cargada de picardía. Y pasó para la cocina donde estaba mi esposa y su amiga moviendo bien el traserito.

Luego de almorzar, mi esposa se va a dormir la siesta, ya que está bastante enferma y se agota enseguida. Quedé con las dos niñas en el living, nos pusimos a ver Tv. De pronto  Pía, mi sobrina nieta decide ir a recostarse también. Pero Belu se queda conmigo, y al irse Pía, la niña se me arrima y descansa su cabecita en mi hombro. La abrazo protectoramente por que pensé que buscaba cariño. Pero la niña toma mi mano y la pone sobre su pecho derecho. Y levantando la vista hace contacto con mis ojos, se podía leer que atrás de esa acción había algo más. Sonriendo muy sexy estira su mano y la pone sobre mi paquete. Primero me sorprendió pero enseguida mi amiguito de abajo comenzó a crecer y a ponerse duro. La niña comenzó a masajearlo por sobre la ropa. Le ponía muchas ganas al masaje. Yo comencé a acariciarle la tetita y a besarle el cuello. Ella se dejaba hacer. De pronto se acerca a mi oído y me dice que quiere que yo le haga lo mismo que le hice a mi sobrina nieta, que Pía le contó que hace ya un tiempo que tenemos sexo y que le gusta mucho cuando la cojo.

Guauuu, tremendo brete. Con Pía estaba todo arreglado, nunca le diría a sus mayores lo que hay entre ella y yo. Hace más de un año que la desvirgué y que es mi pequeña amante. Luego de que mi esposa se enfermó, tuve una abstinencia de sexo de al menos 10 meses, y eso Pía lo entendió y decidió hacer por mi lo que la abuela no podía, o sea coger conmigo. Y su amiguita estaba haciendo todo lo necesario para que yo también a ella la desvirgara. En un santiamén mi verga estaba a mil. La niña seguía masajeando mi tripa y yo sus tetitas. Decidí avanzar un poquito para ver hasta donde la niña estaba dispuesta, la aparté un poco, lo suficiente como para bajarme el pantalón y el calzoncillo y dejarle libre el acceso a mi tripa. Belu abrió grande los ojos, pero no se amilanó, simplemente tomó mi tripa por el tronco, la sacudió un poco probando su dureza, y sin mediar palabra alguna simplemente se metió una buena porción de pija a la boca, y comenzó a darme una mamada, que aunque imperfecta en forma tenía mucho ímpetu. Pronto ya se tragaba media verga y tomando ritmo mejoró mucho su mamada. Yo aproveché para acariciarle la conchita por arriba de su calza, se notaba húmeda. Me esforcé y pude meter la mano por dentro de la calza y acceder directamente a su vagina, la misma sin pelos, bien lampiña, pero estaba inundada de jugos. Belu comenzó a gemir suavemente y respiraba fuerte por culpa de la excitación que tenía. Y pronto tragaba verga  como loca. La separé de mí, la hice levantarse, se paró frente a mí y pude bajarle la calza dejándola desnuda de la cintura para abajo. La niña no se negaba a nada. Estaba dispuesta a que hoy sería el día de su desvirgue. Le pregunté si eso era lo que estaba buscando. Afirma con la cabeza, procedo a sacarle la blusa del colegio y queda desnuda solo tenía puesto su corpiño infantil que apenas podía contener sus tetitas. También se lo saqué y pude apreciar que sus pechos no son tan chiquitos, ya tienen presencia. La atraje hacia mí y la hice ponerse a caballito de mis piernas, luego le hice tomar la pija por el tronco y ubicarla entre medio se sus labios vaginales bien centrada en el agujero y le pedí que se fuera sentando de a poquito, que le dolería un poquito pero que pronto se le pasaría. Y al ser tan buena alumna procedió a bajar sobre mi pene, incrustándoselo progresivamente, su himen no resistió nada, y mi tripa se enterró hasta que la punta hizo tope en su útero. Pegó un pequeño gritito pero nada más. La mantuve quietecita hasta que sentí que se relajaba. Entonces le dije que ahora podía cabalgarme como ella quisiera. Y empezó a moverse, arriba y abajo. Cada vez se la sacaba más y se sentaba con más ganas. Pronto estaba como loca, gemía se babeaba y se cogía solita hasta que alcanzó su primer orgasmo, yo estaba a punto de acabar por lo que se la saque y la hice arrodillarse entre mis piernas, tomó mi tripa en su boca y me la mamó hasta que le llena la misma de semen con potentes chorros que ella tragó todito, sin desperdiciar una gota.  Luego sonriendo se levanta y desnuda moviendo su culito de aquí para allá se encaminó al baño donde se dio una ducha y apareció recién bañadita. Demás está decirles que enseguida sellamos un pacto, ella nunca le diría a nadie lo que hay entre los dos. Bueno seguro se lo contaría a Pía, pero mi sobrina nieta también gozaba de mi palo por lo que todo estaba más que seguro con ella. Belu se volvió a sentar a mi lado, y se acurrucó cerca mío. Luego por lo bajo me agradeció que la hubiera cogido, y que la semana siguiente vendría nuevamente ya que quería probar el sexo anal. Obvio que Pía le contó que cada vez que tenemos sexo yo le hago la colita y ella lo disfruta mucho. Así es que tendrán que leer la segunda parte para enterarse como le fue a Belu con mi amiguito en su trasero.