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Fantasías / Parodias, Heterosexual, Sexo con Madur@s

La Bebota y El Payaso Manotas 2

Continuación del relato en donde una niñita bastante desarrollada para su edad, pero muy ingenua, cae en las mentiras de un viejo morboso que se hace pasar por payaso para manosear niñas. .
Don Pepe era el nombre de nuestro pedófilo amigo. Un hombre con un fetiche insano por las nenas menores de edad. Siempre se acercaba a ellas con halagos, dulces y promesas de juegos divertidos. Aunque no siempre tenía suerte en sus “cacerías”, pues tenía tan mal aspecto que muchas nenas desconfiaban de él. Algunas incluso salían corriendo y llorando asustadas. Pero, de vez en cuando, lograba su objetivo, llevando a alguna niña lejos de la vista de todos para aprovecharse de ella. Sin embargo, estas prácticas pronto lo pusieron bajo el radar de la sociedad. Las niñas comenzaban a hablar sobre él a sus padres. Tanto las que escapaban de él como las que habían estado en sus manos. La cosa pintó bastante peligrosa cuando un grupo de padres enardecidos salieron a darle caza. Fue ahí cuando decidió parar y esconderse. Pero su calentura por las niñas no paraba. Era una tortura no poder posar sus manos sobre una de sus “amiguitas”. Así que juntó lo poco que tenía y compró una vieja carcacha, consiguió un traje usado de payaso y volvió a las andadas como El Payaso Manotas. Título que él mismo se inventó por su fama de ser un viejo morboso y toquetón. Y comenzó a viajar de un lado a otro, buscando pequeños festivales o ferias en las cuales pudiera instalarse relativamente cerca y buscar niñas perdidas o que anduvieran solas para atraerlas a su “guarida” y hacer lo suyo. No hace falta mencionar que su plan no fue el más brillante. Con tanta gente cerca, era prácticamente imposible conseguir atraer a una niña sin que la gente lo notara o que no se alertara por una niña perdida. Esto lo frustró tanto a tal grado que se amargó profundamente.

Pero esto no era lo único que frustraba a nuestro degenerado protagonista. Don Pepe tenía un gusto muy especial por cierto tipo de “niña”. No era como otros pedófilos que les gusta el cuerpo infantil de una niña sin desarrollo. No. Lo que a él le atraía, lo que a él le excitaba; eran las niñas con cuerpos bastante sexualizados. Es decir, niñas o preadolescentes de unos 10 a 13 o máximo 14 años; con cuerpos bastante desarrollados para su edad. ¿El problema? Este fetiche lo tomó al ver hentai, tanto en manga como en animación. Osea, algo fuera totalmente de la realidad. Si bien había niñas con muslos grandes o culos redondos y parados; eran totalmente planas por delante, y las que ya estaban en la preadolescia, que ya tenían algo más de desarrollo, no eran tan ingenuas para caer en sus juegos. Pues al verlo de inmediato sabían que era un viejo degenerado y se alejaban de él. Vivía conformándose con lo que más se le podía acercar a su fantasía. Incluso, en su afán por ver algo más “realista” buscaba videos porno en los que alguna mujer adulta interpretara a una niña tonta e ingenua. El problema con eso era que sólo había dos opciones: o la mujer que las interpretaba tenía escasos atributos para representar más el cuerpo de una “niña” o sí era más voluptuosa pero era porque estaba operada y se veía totalmente como una adulta disfrazada. Pero bueno, era lo que había.

Por esta misma razón, cuando ese día se giró ante la vocecita de Roxanita, y vió su mayor fantasía encarnada a un lado de él, fué tal su impresión que casi se ahogaba. Jamás en toda su vida se habría imaginado que aparecería una niñita como salida de sus más degeneradas fantasías.

– Jiji… ¡No! No soy una princesa jeje No tengo corona, ¿ve?

La pequeña Roxana señaló su cabeza, en donde evidentemente no había ninguna tiara.

El viejo payaso se golpeó la frente con su mano.

– Pero que tonto jaja Tienes toda al razón. No me fijé en eso. ¿Cómo te llamas preciosa?

El payaso tiró su cigarro al suelo y lo piso. Luego, dejo su botella de cerveza sobre la defensa trasera de su camioneta y avanzó con cautela hacia la niña. Sus ojos recorrían el cuerpo de la niña de pies a cabeza, con una mirada llena de morbo, llena de deseo insano. Casi babeaba de la excitación. Su verga empezó a reaccionar ante lo que sus ojos veían, casi como si diera pequeños espasmos. Pero también dió un rápido vistazo hacia donde estaba la feria, para asegurarse de que no viniera acompañada o alguien la estuviera buscando.

– Me llamo Roxana. Aunque mis papis me dicen Roxy jeje Ya sabe, de cariño. Y, usted es… – La tierna Roxy se asomó hacia la van. Vió el titulo mal pintado y lo leyó lentamente. – Pa-ya-so-Ma-no-tas… ¿Payaso Manotas? Jaja – A la pequeña se le hizo un nombre bastante gracioso. Miró las manos del hombre que ahora tenía bastante cerca de ella. – Pues yo veo sus manos bastante normales jiji Las manos de mi papi tienen el mismo tamaño.

Nuevamente pasó sus manos hacia atrás y empezó a balancearse, era un gesto bastante tierno que tenía al hablar. Sin embargo, su pose tenía una forma bastante “coqueta” de manera natural, pues se inclinaba ligeramente lo que resaltaba sus desarrollados atributos.

– ¡Oh! Ya sabes leer, ¿eh?… Vaya, parece que eres una niña bastante inteligente, Roxy jeje Y sí, tienes razón, mis manos no son inmensas. Pero mi nombre no es por el tamaño mis manos, sino porque son muy “juguetonas” jaja A veces, se mueven sin que yo lo quiera y hacen travesuras jaja… ¡Oh, no! ¡Mira! ¡Ya se está moviendo una!…

El viejo hacia una actuación tonta como si su mano empezara a moverse por voluntad propia, haciéndola temblar y dirigiéndola de manera lenta hacia la mejilla de la niña. Le agarraba el cachete con sus dedos y se lo apretaba suavemente.

– ¡Ay! Jiji ¡Tiene razón! ¡Es una mano muy traviesa! Jaja

La mente pura e ingenua de Roxy le hacía creer, genuinamente, que aquella mano se había movido por su propia cuenta. Pero lejos de asustarse, le parecía divertido como esa mano jugaba con su cachete y además le gustó el gesto.

Luego, el viejo levantó la otra mano, con la misma burda actuación.

– ¡Oh, no! ¡Aquí viene la otra!

Esa mano tomó la otra mano e hizo lo mismo con el otro cachete de la niña. Ella sólo reía e intentaba quitarse las manos de encima, pero sin demasiada fuerza.

El viejo se dió cuenta que la niña estaba dispuesta a jugar. Levantó la vista mientras seguía con el juego para volver a revisar el entorno. La feria estaba a varios metros de distancia. La gente no parecía prestar atención en su dirección. No había ninguna persona que pareciera estar esperándola. Era una situación arriesgada. En una era tecnológica como esta, cualquiera podría estar grabando la situación sin que él se diera cuenta, pero por otro lado no podía desaprovechar una situación como esta. Quién sabe cuánto tiempo pasaría para que volviera a ver una niña de ese calibre.

– ¡Oh, no! ¡Mis manos quieren llevarte! ¡Quieren llevarte a hacer cosquillas!

El viejo rodeo a la niña y se puso a su espalda. De esta forma podía taparla y así, si alguien volteaba, sólo vería al viejo caminando hacia el lado opuesto de la camioneta. La tomó de los hombros y la empezó a llevar con él.

– Jiji No, no… me están llevando jajaja

La niña, totalmente ajena al peligro y a las pervertidas intenciones del viejo, avanzaba soltando risitas. Para ella era muy divertido estar jugando de esa manera con unas manos que al parecer desobediencían a su dueño.

Una vez estando del lado que los ocultaba la camioneta, el viejo ya no se aguantó las ganas de aprovechar ese cuerpo de fantasía que tenía la niña. Miró hacia abajo, ese culazo redondo y bien parado, enfundado en un shortcito tan pequeño y ajustado; fue demasiada tentación. Así que bajo sus manos de los hombros de la niña a su cintura y le pegó tremendo arrimonsote. Sentir la firmeza, volumen y esponjosidad de las nalgotas de la niña sobre su verga, fue una sensación tan gloriosa que el viejo alzó la cara al cielo y soltó un suspiro.

En ese momento el viejo ya tenía la verga totalmente parada. Con una erección enorme que apuntaba al frente, estirando su pantalón como la carpa de un circo. Por lo que Roxanita sintió algo duro y parado que le punteó justo entre las nalgas.

~ ¡Aaah!… 💕

Un gemido suave salió de la boca de la nena. ¿Qué había sido aquello? Ella jamás había hecho esa clase de sonido. Más importante, ¿por qué sintió rico aquello? Al instante en que sintió aquella sensación, su corazón se aceleró, su respiración se agitó y su entrepierna cosquilleó. Era la primera vez que su cuerpo reaccionó así y esto la dejó confundida. Todo esto pasó en un abrir y cerrar de ojos, pues en cuanto sintió aquello dobló un poco las rodillas y apartó su culote de aquello duro. Sus mejillas se pusieron coloradas y volteó hacia atrás, soltando una risita nerviosa.

– ¿Qué… qué fue eso? Jaja…

Cuando la niña se soltó y tomó distancia, al viejo le dió un microinfarto. Pensó que la niña quizás no era tan tonta como pensó inicialmente y que sabía lo que había pasado. Seguro iba a gritar y correr. Pero no. Al ver cómo la niña giró su cara con una sonrisita nerviosa y preguntó qué había pasado, supo que este en verdad era su día de suerte.

– Jeje eso es un secreto… si juegas conmigo, talvez te diga lo que eso fué jeje…

Dijo el payaso encorvándose un poco, con las manos hacia al frente como si fueran garras, moviendo sus dedos. La niña de pronto tuvo otra sensación extraña: empezó a emocionarse. Pero no era como cuando se emociona porque será su cumpleaños y recibirá regalos; ni cuando está por pasar su programa favorito. No. Aquello era algo totalmente distinto. Sentía una emoción exagerada. Sus grandes y redondas tetas subían y bajan al ritmo de su respiración agitada. La risita nerviosa no paraba. Tenía una sonrisa pero los labios le temblaban un poco. Sus manos se entrelazaron al frente y jugueteaba con ellas nerviosamente. Y, por alguna razón, apretó sus muslos, pues tenía una sensación extrañamente placentera en la entrepierna. Parecía que su cuerpo sabía que algo iba a ocurrir. Algo nuevo y excitante. Algo que… ¿Iba a disfrutar?

Aquí es necesario hacer una pequeña pausa para explicar porqué sentía esto la ingenua Roxy. A toda acción hay una consecuencia. El cuerpo tan desarrollado de la niña venía con un gran inconveniente: su cuerpo no sólo estaba desarrollado sexualmente al exterior; también al interior. Y esto, como todos saben, quiere decir que las hormonas hacen de las suyas. Si bien la mente infantil de Roxy, más la sobreprotección de sus padres; habían mantenido alejada a la niña de cualquier situación sexual que pudiera detonar estas hormonas; el viejo las había despertado. Por lo que, como cualquier chica adolescente, de pronto su cuerpo se excitó bastante. Respondiendo a los estímulos que recibía. Con algo de información al respecto, cualquier chica sabe lo que le pasa a su cuerpo y actúa en respuesta; ya sea entregándose al momento o tratando de pensar a futuro y alejarse de la situación en la que está. Sin embargo, la pequeña Roxana no sabe nada sobre esto. No sabe lo que pasa ni tampoco sabe lo que debería hacer. Por ello, su mente intenta procesar esto como un juego…

El viejo vuelve a tomar de las caderas a la pequeña, la cual da un leve respingo al sentir esas manos. Luego, siente como el payaso intenta girarla hacia la camioneta. Ella, algo tiesa, sigue el movimiento y queda frente al vehículo. En seguida, el viejo vuelve a presionar su verga erecta contra el culo de ella. Pero esta vez lo hace lento, suave. Dándose el tiempo de saborear bien la sensación. Sintiendo el calor de las nalgotas de su víctima sobre su erección.

– ¡Uff!… Jeje…

El viejo sonríe de una manera pervertida y satisfactoria. Cerrando sus ojos.

La niña por su parte gira sus ojos hacia arriba. Eleva un poco su carita y aprieta los labios para luego abrirlos un poco y dejar salir un suspiro. Pero esta vez no aparta su culo.

Al ver la disposición de la niña, el viejo sólo ríe y empieza a dar empujoncitos. Uno tras otro. Las nalgas de la nena rebotan suavemente, haciendo que incluso su verga también lo haga. La respiración del viejo también se agita en forma de bufidos.

La nena empieza a sentir riquísimo como esa cosa parada le puntea el culo. Además que empieza a soltar risitas por lo “chistoso” que es que le estén dando esa clase de empujoncitos. Cada vez se siente menos tensa. Empieza a soltarse. Sus manos que antes estaban nerviosas, ahora buscan tímidamente tocar el vehículo, pues siente que necesita apoyarse en algo.

El viejo aparta una de sus manos de la cadera de la niña, para llevarla hacia su pantalón y meterla dentro. Acomoda su erección de tal manera que la apunta hacia arriba. Luego la saca y vuelve a colocarla en la cintura de Roxanita. La jala suavemente hacia él, haciendo que Roxy retroceda un paso hacia atrás, separando sus manitas del frío metal de la camioneta y entonces recibe un arrimonsote bien marcado, profundo. Sus nalgas se aplastan contra la pelvis del pedófilo sin perder demasiado su forma y abre mucho sus ojos, totalmente sonrojada y abriendo la boca sorprendida pero sonriente.

~ ¡Aaah! 💕… ¡Señooor! Jaja 

Puso sus manos sobre las del hombre y las apretó con firmeza. Giró su cabeza y trató de ver al viejo sobre su hombro. Pero ya no estaba ahí la expresión linda y tierna de Roxanita. En su lugar, había una expresión sensual. Incluso se podría calificar como atrevida. Pues la niña mostraba un rostro brilloso, una sonrisa de oreja a oreja y además una risita pícara.

– ¡Eso se sintió diferente! Jaja

Y es que ahora que el viejo se había acomodado la verga. Al darle aquel arrimón, la nena pudo sentir una forma alargada, grande, gruesa; que se acomodó perfectamente en el canal que formaban sus nalgotas. Además de sentir dos bolas redondas pegadas a sus nalgas.

– ¿Ah sí?… Jaja Pero por lo visto te gustó jaja ¿Verdad que es muy divertido jugar con el Payaso Manotas?…

Dijo el viejo al tiempo que empezó a restregar su verga de arriba a abajo sobre el culo de la niña.

~ ¡Aaah! 💕 Jaja… ¡Sí!… Nunca había jugado… ¡Uy!… Asiiih… 

Esas palabras fueron tomadas por el viejo como una invitación a hacer lo que quisiera con la niñita. Así que empezó a restregar su verga de una manera intensa, obscena y vulgar. La niñita por su parte estaba extasiada. Jamás había sentido tales sensaciones al “jugar”. En su mente infantil, se daba cuenta que era, por mucho, más divertido “jugar” con alguien más.

Y fue justo este sentimiento la que la llevó a hacer algo impensable. Un regalo para cualquier pedófilo enfermo: Roxanita empezó a participar en e juego. No supo porqué y realmente no le dió importancia, pero de pronto sintió la necesidad de restregar su culo perfecto contra esa cosa dura. Después de todo, de eso se trataba el juego, ¿no?

De manera instintiva y natural, posó sus manitas contra la camioneta, pero ya que esta ahora se encontraba ligeramente más alejada que al inicio, tuvo que estirar sus manos para hacerlo. Este movimiento causó que su cuerpo se empinara hacia adelante, pero sin dejar el lugar en el que estaba. Al mismo tiempo, paró mucho más sus nalgotas, entregándolas el viejo degenerado. El Payaso Manotas sintió como el culo de la niña se paró, y al hacerlo, sus nalgotas se restregaron profundamente contra su verga. El viejo sintió tal placer, tal morbo; que estuvo a punto de eyacular. Pero logró contenerse, sin embargo, su excitación creció mucho más y eso lo llevó a dar un paso más audaz.

– ¡Uff! ¡Roxy! ¡Así!… ¡Eres una excelente jugadora!

Y dicho esto, las manos inquietas del panzón subieron directamente a apretar los pechos desarrollados de la niña. La sensación era una locura. No se sentían exactamente duros, pero tampoco gelatinosos. Era como un punto medio perfecto. Sus dedos apenas se hundían un poco. Era dos masas de carne perfectas. Era como apretar dos globos, pero con una se sensación infinitamente mejor. Sus manos grandes apenas podían abarcarlos. Y saber que estos melones pertenecían a una niñita, lo hacia enloquecer de excitación y morbo, a tal punto que el viejo empezó a moverse como si realmente se estuviera cogiendo a la niña ahí mismo.

Roxy por su parte, en el momento que su amigo payasito le agarró y apretó los senos. Abrió los ojos grandes de sorpresa. Nunca nadie le había agarrado los pechos. Solamente ella y ni siquiera lo hacia por placer, solo lo hacia al bañarse. Pero en ése momento, sintió algo muy diferente de cuando lo hacía ella. Aunque en ese instante no supo definir lo que sentía, lo que la niña experimentó fue el placer de sentirse deseada y manoseada. Ese morbo y deseo crudo de que un hombre le tocara su cuerpo de una manera sexual. La niña se contorsionó tanto, intentando sacar más sus pechos hacia el toque de ese amigo suyo, mientras levantaba más sus nalgotas y las empujaba para sentir cómo el viejo le restregaba aquel palo.

Además, en medio de todo este derroche de calentura y morbo; una nueva sensación se formaba en su infantil mente. “Eres una excelente jugadora” Esas palabras la halagaron en demasía. ¿Por qué? No lo sabía con certeza. Pero la hicieron sentir especial. Única. Ése viejo payaso se estaba “divirtiendo” como nunca y al parecer ella era la causante de eso. Eso la hizo sumamente feliz y se le quedó una sonrisa… ¿traviesa?

Con tantos frotes tan intensos y los manoseos degenerados a las tetas de la niña, el viejo no pudo aguantar más y terminó explotando en un orgasmo intenso dentro de su ropa. La niña, a su vez, también sintió una oleada de placer que le hizo temblar sus piernotas y estas flaquearon por un instante, doblándosele un poco las rodillas. Había tenido su primer orgasmo. Sus gemidos intensos se ahogaron en la noche, detrás de esa vieja camioneta.

Durante unos segundos, no hubo palabras, solo jadeos. Ambos estaban agitados. El silencio fue roto por Roxy, que empezó a soltar risitas mezcladas con jadeos.

– Señor… eso… eso fue… muy divertido jiji…

Dijo girando de nuevo su cabeza por encima de su hombro. Su cabello desarreglado se le pegó a su frente por el sudor. Se veía sumamente sexy. Además, con esa sonrisita pícara, tenía un toque infantil y provocador. Como una mini putita. Eso fue suficiente para que al viejo, que normalmente se le ponía flácida la verga con una sola descarga; se le pusiera dura como mástil de nuevo.

– Qué… bueno… que te… gustó jeje… Pero… aún podemos… jugar más, ¿sabes?… Conozco juegos más divertidos. Pero no podemos hacerlos aquí… ¿Qué te parece si subimos a mi camioneta… y buscamos un lugar para jugar?…

Roxy sintió como “esa” cosa se puso dura de nuevo contra su culo. Sabía que no debía alejarse de casa. Pero por otro lado, el payaso dijo que había juegos aún mejores que el que acababan de tener.

Ella se enderezó y se volteó de frente al viejo, mirándolo ligeramente hacia arriba y mostró una sonrisita pícara mientras asentía. El viejo le devolvió la sonrisa de una manera pervertida.

Continuará…

 

Les pido una disculpa por todo el tiempo que me tomó escribir la segunda parte. Me dió mucho gusto ver que sí les gustó este tipo de relatos alejados de la realidad. Como dije es la primera vez que me animo a escribir uno. Regularmente hago roleplay sobre este tipo de temas y es a lo que más tiempo dedico. Por eso me tardo en escribir. Sí a alguien también le gustan estos temas, pueden dejar su contacto y hacemos roleplay. Tanto con chicas que les guste interpretar este tipo de nenas, como también otros hombres que tengan el mismo morbo; ya que yo puedo interpretar ambos roles sin problemas ni prejuicios.

 

La tercera parte será el final de la historia. Dependiendo del recibimiento de este relato, quizás pueda animarme a escribir más. ¡Saludos!

 

741 Lecturas/10 mayo, 2025/6 Comentarios/por ElViejoMorboso
Etiquetas: adolescente, amigo, cogiendo, culo, cumpleaños, mayor, orgasmo, putita
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6 comentarios
  1. Darkcupcake Dice:
    10 mayo, 2025 en 8:13 pm

    Excelente relato, me encanta esa ingenuidad morbosa.

    @Darkcupcakeaz98 ese es mi tlg para hacer roleplay

    Accede para responder
    • ElViejoMorboso Dice:
      13 mayo, 2025 en 8:21 pm

      En telegram, ¿verdad?

    • Darkcupcake Dice:
      13 mayo, 2025 en 8:26 pm

      Si, por telegram

  2. Eliza Rodriguez Dice:
    11 mayo, 2025 en 6:23 pm

    Hola, si quieres hacemos RP en Tele… @calcetitassucias

    Accede para responder
    • ElViejoMorboso Dice:
      13 mayo, 2025 en 8:22 pm

      Perfecto, te agrego

  3. VMHitman Dice:
    14 mayo, 2025 en 1:42 pm

    Me encantan estos tipos de relatos de nenas muy ingenuas, espero con ansias la continuación y que sean más y no sea el final
    También puede ser historias independientes que se reinicia la de Roxy pero ahora con otro viejo etc
    Saludos

    Accede para responder

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