La buena vecina
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Se veía preciosa con unos jeans ajustados y una blusa sin mangas color rojo.
Le pregunte se necesitaba ayuda, se volteo y me dijo: ¿tu vivías por aquí antes? le dije que si pero que me había mudado cerca de ahí. Aceptó la ayuda y entramos a su casa donde me ofreció un vaso de agua y luego platicamos como por 1 hora.
Me dijo su edad, que era divorciada, que se llamaba Samantha y que hacia 6 o 7 meses que no tenía pareja, pero que no estaba buscando una, luego me dijo que le gusta mucho el antro y que en un rato saldría, por eso había dejado a su hijo en casa de su mamá.
Le comenté que a mí eso no me gustaba ya que soy malo para ligar, a lo que ella respondió: pero si eres atractivo y bastante agradable, me sonroje bastante y le pregunte si le podía decir algo sin que se enfadara. Sé que dudando un rato y me miro con cara de desaprobación, aunque me dijo que estaba bien. Me arme de todo el valor que pude (estaba completamente nervioso), y le dije: desde hace tiempo fantaseo contigo.
Un silencio incómodo se apodero del lugar por un par de minutos, nos miramos sin saber que decir, esperaba que me sacará de su casa, o que me gritará, pero no fue así.
En cambio me pronuncio unas palabras que me hicieron estremecer y acelerar mi ritmo cardiaco a mil; y… si cumplo tu fantasía? No podía creerlo, la mujer más bella que he visto me ofrecía tener sexo con ella!
Acepte sin dudar, me tomó de la mano y me llevo a su cuarto. Apenas cerró la puerta, le plante un beso que me regreso apasionadamente, me pregunto: has estado con una mujer?- pues solo una vez con mi ex, dije.
Luego me dijo que no tenía condones, yo me quede mudo ya que no estaba dispuesto a embarazarla por nada del mudo.
Le respondí con mucha decepción: yo tampoco.
Nos sentamos en la cama, y de pronto me dijo: si me lo hace anal? le dije: segura? asintió con la cabeza y sin más volvimos a besarnos mientras nos quitábamos la ropa y yo le acariciaba sus pechos y tocaba sus deliciosas nalgas. Al cabo de unos minutos me dijo: primero tenemos que limpiarme bien, se dirigió a su armario y sacó un equipo para enema junto con una bolsita de lo que parecía una lavativa.
Nos dirigimos al baño y lleno la bolsa del enema, luego le vació el contenido de la bolsita y la agito. Primero quiero que me beses el coño, dijo. Se acostó en la cama y comencé a besarle, después me dijo: besa en círculos y usa tu lengua y dedos para apretar el clítoris. No pasaron más de 6 minutos, cuando termino, en seguida se levantó y se dirigió al baño para insertarse la cánula del enema, luego me dio la bolsa para que la sostuviera lo más alto que pudiera y quito el seguro de la manguera. Sentía como el líquido se agitaba en la bolsa, ella agarró mi pene y comenzó a chuparlo, te devuelvo el favor, dijo. Al cabo de unos 3 minutos, la bolsa estaba vacía y le dije que se detuviera que quería terminar dentro de ella.
Luego se sentó en la taza de baño a expulsar el enema, enjuago la bolsa y se hizo 2 enemas un par de veces más hasta que el líquido salió completamente limpió.
Es hora de dilatarme, exclamó. Se dirigió a su armario y sacó un plug anal rojo de tamaño mediano y uno inflable color negro, luego sacó un lubricante con el cual empapo el plug rojo y puso algo en su ano, me lo dio, se dirigió a la cama y se arrodillo a la orilla.
Insértalo en mi ano, dijo, así nada más? le pregunte, trata de meterlo poco a poco y luego mételo completo, me respondió.
Arqueo su espalda hacia atrás, separo sus nalgas con sus manos y comencé a meter el plug en ella. Luego de unos minutos le inserte el plug completo, y ella comenzó a golpearlo muy lentamente, se veía que lo disfrutaba ya que su coño estaba chorreando, tomo mi mano y con ella golpeaba el plug rápidamente, daba unos gemidos de placer que me ponían durísimo. Luego se saco el plug y me dijo que lo sacara y metiera varias veces hasta que me avisará.
Comenzó a meterlo y sacarlo hasta que me gritó: sácalo todo!
Al retirar el plug vi como separaba sus nalgas y su ano quedo completamente abierto, era una imagen sublime y completamente sensual. No pude resistir las ganas y le bese el ano, ella respondió empujando mi cabeza con sus manos hasta que me quito y tomó el plug inflable. Se lo inserto y me dio la válvula para que la bombeara. Lo hice hasta que quedo muy hinchado, se lo retiré y vi que era más grande que el plug rojo, así que admire su dilatado ano y le pregunte: no eres nueva en el anal verdad? a lo que respondió pícaramente: no cariño.
Luego tomo el plug se lo inserto a la mitad en la parte donde se hincha más y comenzó a bombear. Pude apreciar como su esfínter se abría al tamaño del plug, lo sacó y le quedo completamente abierto. Yo estaba a reventar y ya quería penetrar ese delicioso ano, así que la empuje hacia la cama sin quitarla de la orilla y la penetre con bastante facilidad. Mientras la embestía y la tomaba por su delgada cintura sentía como sus movimientos aprisionaban y apretaban fuertemente mi pene, se lo saque para ver si hacia lo mismo que con los plugs y vi como le quedaba el ano abierto, ella tomó el lubricante y puso un poco sobre su ano y en mi pene. Le dije que ya quería venirme dentro de ella, dijo: aún no, se subió completamente a la cama, me dio un gran beso y puso su cara sobre la almohada levantando y separando sus piernas.
Me dijo: así sentiré tu jugo muy dentro de mí, no dude ni un segundo, la tome por la cintura y acaricie sus pechos mientras la penetraba exquisitamente. Ella tomó sus manos y las dirigió a su coño para frotarlo mientras la cogía con fuerza. Cada que entraba y salía era una puerta indescriptible al placer, así que trate que durara lo más que pude
Al cabo de unos 4 o 5 minutos de estar dándole suavemente, le dije que ya no podía más así que ella comenzó a frotar su coño frenéticamente soltando unos gemidos suaves y profundos, hasta que termino. Al momento de su orgasmo sus contracciones anales me hicieron ver estrellas, así que termine tirando una gran cantidad de semen dentro de ella. Nos abrazamos por un momento hasta que ella se separó de mí, tomo el plug rojo se lo inserto y se dirigió al baño. Se inclino delante de la taza, se sacó el plug y derramo un poco de semen, luego termino de expulsar lo que restaba, se hizo un enema para limpiarse, se paro y me dio un tremendo beso.
Te gustó? Me pregunto, ha sido la experiencia física más maravillosa que he tenido, le conteste mientras la abrazaba.
Nos vestimos, y salió a despedirme. Puede repetirse si quieres, me dijo. Claro que sí, pero la siguiente vez quiero sentir tu hermoso coño, dije. Claro que si cariño, me dijo. Nos besamos, y me fui a casa de mi cuate.
Desde entonces soy adicto al sexo anal y a ella, y voy a “casa de mi amigo” 2 o 3 veces por semana.
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