La Cantinera y otros cuentos
Las aventuras de Karla de estirpe cantinera.
La Cantinera y otros cuentos
Hola mis queridos lectores mi nombre es Karla de estirpe cantinera, soy una gordibuena de 30 años, 173 cm de altura, medidas 101-83-134, 38DDD realmente muy voluptuosa.
Vengo de un hogar conformado por mi abuela (65), mi mamá (50), dos hermanas mayores (35, 33) y yo (30) todas somos de distinto padre pero tan iguales que ninguno de ellos vio por sus hijas, las cinco somos muy voluptuosas.
Mi abuela es dueña de tres licencias para cantina que le dejo mi abuelo y de eso hemos vivido bien, mi madre trabaja una y yo desde los 16 años saliendo de la secundaria me iba a ayudarle mis otras dos hermanas estaban con mi abuela y seguían en la escuela. Mi madre y yo nos fuimos a otra casa por unos problemas que tuvo con mi abuela.
Esta etapa de mi vida fue muy intensa, me encanto todo lo que viví, lo que aprendí y todo eso fue al lado de mi madre.
Me enseño todo el negocio de la cantina como se lleva la administración, las compras, las ventas, la atención al cliente, llevar las cuentas, la cantina se abría de 12 a 12 de la apertura hasta las 6 estaba un amigo incondicional de mi mama que se hacía pasar por el dueño, que surtía las hieleras, hacia compras y estaba al pendiente de la cantinera de la mañana, de la señora de la limpieza y de la cocinera. Nosotras llegamos de 6 al cierre.
Otra caso que me encanto es que siempre andábamos en tacones con ropa súper sexy, ajustada, escotada, mini, muy provocativa. Ya a esa edad había desarrollado mi voluminoso cuerpo.
De tanto en tanto y a petición del público empecé a tomar bebidas alcohólicas, a fumar y a probar alguna que otra sustancia prohibida, bueno, mi madre si bebía pero juntas empezamos con lo demás todo esto en menos de tres meses de estar trabajando…. y como les dije que todos los días había fiesta, no faltaba un solo día que un cliente o amigo a la salida nos invitara ir a bares que cierran a las 3 a.m. o algún after en una granja o casa de alguno de ellos el punto es que llegamos a casa al amanecer y dormíamos todo el día hasta las 5 p.m. que despertábamos para alistarnos para ir a trabajar y repetir lo de un día anterior… y todo esto me encantaba, me archí requeté recontra encantaba porque no tenía que ir a la escuela y vivía en una fiesta eterna.
Para todos éramos Angélica y Karla empleadas de la cantina, amigas que ahí nos conocimos y que decidimos vivir juntas para compartir gastos y además nos encantaba la fiesta… pero lo mejor esta etapa loca estaba por venir, fue al mes de estar trabajando en la cantina y precisamente unos tipos nos invitaron a festejar nuestro primer mes que me inicie en el sexo, eran dos tipos guapísimos de treinta tantos igual que mi mamá yo aparentaba por el maquillaje unos veintitantos y wow!!! Fue maravilloso, en la sala del depa de uno de ellos, ahí nos cogieron juntas, mi primer verguiza fue al lado de mi madre a los 16…
— ¿qué hago — le dije, en oportunidad que fuimos juntas al baño, el faje era evidente que no iba a parar, el tipo que me tocaba ya me tenía las tetas de fuera y mi vagina ya era un mar de fluidos, estaba muy caliente.
— Reina, solo déjate llevar, no pares, goza a ese cuero — dijo mi mamá.
Wow!! Vaya consejo y eso hice, Salí desnuda del baño directo al chico que me tocaba mi madre igual atrás de mi pero upa!!! El chico que le tocaba a mi madre me toma del brazo me jala hacia el dándome apasionado beso mientras que en un segundo se desnudó, me avienta al sofá y sin decir agua va me la deja ir hasta el fondo — auuuu… auu… mmm… —
El otro tipo hizo lo mismo con mi madre, la besa, se desnuda, se deja caer al sofá y se la monta, — Ay… si… si… —
Yo ardía de placer por tener a ese hermoso hombre que hacia escasas 6 horas acababa de conocer dentro de mí, sintiendo sus manos por todo mi cuerpo.
Me encanto ver con que maestría cogía mi madre, en eso momento entendí porque la abuela no la bajaba de “puta”, realmente le fascinaba la verga, ya se había volteado la revés dándole unos sentones ahora.
— ¡ey güey!, toma la que tocaba, esta perrita ya se vino como diez veces — dijo el tipo que estaba conmigo.
Se salió de mí y fue a ponerle la verga en la boca a mi mamá empapada de fluidos y ella como becerra se prendió.
— ¡no güey!, síguele allá yo ya me voy a venir — el otro tipo
— ¡no mames!, ya habíamos quedado, no te pases de verga — mi chico
Total que tomo de los brazos a mi madre y se la desensarto, la puso en cuatro en un sillón y se la dejo ir, mi mamá tenía una cara de lujuria que no podía con ella.
— ¡No mames güey!, ya me iba a venir, mamaste güey — el otro tipo
— ¡no mames tu güey! — dijo mi mamá.
— ¡pinche llorón! Écheselos a Karlita — dijo mi mamá.
Y no se lo dijo dos veces me puso en 4 e inmediatamente me empezó a dar unas buenas embestidas, no fueron tantas cuando empezó a gemir y a maldecir
— ¡ah la vergaaaaa, no mames güey ahhh me vengo chingao! — el otro tipo.
Me lleno toda, toda mi panocha de su abundante leche.
Unos minutitos después mi chico se la saco a mi mama la puso de rodillas y descargo en la boca de mi madre que parecía estar devorando el dulce más rico del mundo.
Fue realmente maravilloso seguimos bebiendo y después de un descanso seguimos cochando ellos siguieron intercambiándonos ahora si mi chico se descargó en mí y el otro en mi mamá…
Al siguiente día en casa, Angélica en su papel de madre me dice
— esperemos no te hayan preñado estos pendejos, si es así, pues el precio que hay que pagar por la putería, criar chamacas. Sino, pues ya la probaste y por lo que vi sin lugar a dudas saliste más puta que yo y, vaya que yo soy la gran puta. Vamos a ir con el ginecólogo para que vea que método anticonceptivo te viene mejor —
— La verga es una adicción y una vez que la pruebas solo vas a querer más y más, no vas a poder vivir sin ella. —
— Otra cosa, ponme atención porque esto es muy importante, esta es la lección de tu vida “las golosinas, los dulces son deliciosos pero para saborearlos y disfrutarlos hay se sacarlos de su envoltura”, ¿de acuerdo? —
— de acuerdo — dije, poniendo mucha atención
— de acuerdo, entonces dicho lo anterior Karlita, “la verga nunca va en envoltura, la verga no va empaquetada, la verga no sé en mica, a la verga no se le asfixia, a la verga no se le contienen sus fluidos, todo lo que sale de ella es sagrado, todo, absolutamente todo, todos sus fluido, todos…” escúchame muy bien, Karlita “a la verga se le siente en nuestra piel, a la verga se le recibe todo y por donde ella quiere, ella decide por donde quiere empezar y donde quiere terminar, a la verga se le venera, se le adora, se le sirve, se le rinde”, ¿me estas entendiendo? — dijo mamá.
— sí, sí, entiendo — dije, con asombro por su platica
— Esta plática será solo hoy, toma en cuenta que es una lección para toda tu vida, te lo digo de mujer a mujer, de madre a hija, te lo digo porque te amo y quiero que disfrutes de tu vida intensamente sin mojigaterías — dijo mamá.
— Ok! Ok!, entiendo, entiendo — dije
— “Venimos a servir a los hombres cualquiera que este sea, cualquiera que sea su estado, cualquiera que sea su situación económica, civil o emocional, son hombres y ellos son así, hay que servirles no juzgarlos… y la única manera real que hay para servir al hombre es con nuestro cuerpo, no hay otra, a ellos solo eso los satisface” ¿me estas entendiendo? — dijo mamá.
— sí, sí, entiendo todo — dije
— me pone feliz que estés receptiva y estés comprendiendo todo lo que te digo “como te acabo de decir la única manera real que hay para servir a un hombre y dejarlo feliz y satisfecho es con nuestro cuerpo, no hay más, a ellos solo eso los satisface… entonces si solo es nuestro cuerpo la herramienta, tenemos la obligación como mujer, como una verdadera hembra recibir a el macho por la cavidad que el apetezca, por eso un hombre”— dijo mamá.
— perdón mamá eso no lo estoy entendiendo, perdón — dije
— No te apures es muy sencillo, es sencillo porque es natural, es nuestro deber como mujer, seré más clara “el nombre nos puede meter la verga por la panocha, por el culo o por la boca cuando a él se le plazca” ¿sí?— dijo mamá.
— Sí! — dije
— Y lo otro “el hombre puede vaciar todos sus fluidos donde quiera o sea puede dejar su semen, orina o saliva donde guste, panocha, boca o culo” ¿de acuerdo, totalmente de acuerdo?— dijo mamá.
— de acuerdo, totalmente, gracias por la enseñanza — dije
Tenía 16 años cuando mamá me dio esa “lección” realmente era una pervertida, oh si! Absolutamente una pervertida.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!