La casa de las Putas I. Aranza, la hermana mayor
El inicio de una serie diferente, de aquí irá a más. De mis intenciones con las crías de los vecinos..
Hace unos años, una familia se mudó al piso de arriba del edifico donde vivo. Una pareja con 5 hijos, Toño, Aranza , Danna, Dominique y Max, la pareja se dedicaba a trabajar en un bar como meseros, el mayor es ladrón, los 3 más pequeños estudian y la segunda, Aranza, solo está en su casa, no hace nada, pero sirve para jalártela en su honor, pero siempre con ganas de darle mis 20 cm.
Siempre viste de falditas y top, marcaba su figura deliciosa, resaltando su culito y sus tetas, mientas caminaba se asomaba su tanguita, a veces de encaje a veces lisa y varias ocasiones sin sostén, marcando esos ricos pezoncitos, necesitados de ser relamidos, era un espectáculo mirarla hasta que un día tuve una gran oportunidad.
Subí a la azotea y entre un montón de cobijas la vi, recostada sobre una sábana con la faldita alzada mientras se tocaba, era excitante ver a una putita como esa necesitada de verga, y yo haría el sacrificio de atenderla, lo primero que hice fue cerrar la puerta con seguro, por si venía alguien, que casi no pasaba peor no quería arriesgarme.
Procedí a acercarme silenciosamente, mientras ella se daba placer cerraba los ojos y aprovece para acercarme de sorpresa, coloqué mi mano izquierda en su boca mientas la derecha la llevaba a su rajita.-Shh, tranquila mi amor todo está bien, es que te vi aquí dándote gusto y pensé ¿Por qué no mejor te lo doy yo?- Por un momento pensé que no era tan buena idea, pero en vez de gritar comenzó a gemir, al parecer le agrado la idea igual.
Seguí masajeándole su rajita, y con la otra mano manoseaba sus tetas mientras besaba su cuello, a la putita le gustaba, pues gemía pidiendo más. Me levanté para acercarle mi verga a su boquita, ella lo entendió a la primera y comenzó mientas aun pasaba mis dedos por su vagina, u ocasionalmente por su anito para que se sobresaltara.
Es muy buena mamando, no imagino cuantos han pasado para que sepa hacerlo, pero me da pauta para no tener que ser delicado con ella, puedo ser rudo y metérsela hasta la garganta sin tener que aguantar lloriqueos. Tampoco debo notificarle que estoy por venirme, como buena putita solo se lo traga y limpia hasta la última gota. Unas bofetadas ocasionales y unas palmadas en sus tetas acompañan la faena.
Ya quiero cogérmela, así que la suelto para poder acomodarme, pero primero la encuero por completo, no quiero que su ropa me limite en ver a esta zorrita. La recuesto de nuevo mientras pongo mi verga en su entrada- ¿Tienes condón?- Me pregunta- No, pero te doy una pastilla cuando acabemos- Le respondo y para que no insista empiezo a darle. De golpe se la metí para que sus gemidos me dieran más ganas.
Mientras yo dirijo el ritmo levanto sus manos para ver sus pechos, y empiezo a besarlos, a lamerlos, muerdo ligeramente sus pezones duros de la excitación. Me sentía extasiado, por fin daba rienda suelta a mis perversiones que solo podía tener en mi imaginación. Que delicia de puta había encontrado. La embestía muy duro, y a pesar de estar usada era delicioso estar dentro de ella, apretaba muy rico, hasta llegar el correrme. Unos 5 o 6 corros pude dejarle dentro mientras su cara roja de la sesión de sexo me miraba satisfecha y su orgasmo era expulsado de su cuerpo.
-Bien date la vuelta, todavía tengo más para ti- No me podía ir sin probar ese culito, mi erección no se bajaba y siempre he tenido abundante semen. Todo estaba a mi favor. Sin piedad me acomodé en su ano y empecé a impelerla. De inicio dio quejidos de dolor, pero estaba muy caliente para detenerme a dilatarla.
Puse una de mis manos sobre su cintura para un mejor agarre, solo así puedes dominar a una perra como ella, aunque de pronto dejaba de sujetarla para rozar su clítoris. Con la otra tiraba de su pelo para dominar más y darle verga como solo ella se merece. Aranza solo se dejaba usar, era tanto su placer que me cedió el control sobre sí misma. Su culito se contraía involuntariamente por la penetración sorpresa, lo que me excitaba aún más, pero me complicaba aguantar tanto tiempo, hasta que me corrí dentro una vez más, para dejarla con mi semen en todos lados.
Me quede un rato dentro para que poco a poco mi pene saliera perdiendo fuerza, y nos recostamos sobre el piso rozando sus nalgas con mi verga. Buscábamos recuperar el aliento, pero mi pene quería más fiesta. –Que rico coges- se animó a decir la putita- Si, esta mi departamento, pero no es gratis, cuesta otra cogida en tu culito-le die al tiempo que comencé a tomar mi ropa Esta bien mi amor- Acepto, a huevo.
Nos vestimos y bajamos. Al entrar a mi casa solo la puse sobre la barra de la cocina, le quite su tanga y la recline con su culito al aire, para darle de nuevo en su ano, siendo más doloroso para ella debido al descanso, porque si algo me excita más es cuando a este tipo de putas les duele más de lo que disfrutan.
Tome mi teléfono y sujete su nuca para que no viera de inicio que la grabaría, ella solo gemía de dolor y placer- El video era monótono pero delicioso, ella gimiendo mientras yo uso su ano, al tiempo que le recuerdo lo zorra que es-Anda zorrita grita, así como la puta que eres- seguí un rato, ocasionalmente paraba y la nalgueaba o pasaba mis manos por su espalda o sus tetas pero no su vagina, quería durar más porque ya no le tocaba gozar a ella solo yo podía hacerlo, hasta que pude correrme con una gran cantidad de leche.
Salí de su culo, y sin acomodarle la ropa le di un vaso con agua y la post day. La toqueteaba mientras se tomaba el medicamento- Aguantas verga muñequita, dime ¿Quiénes de tu casa aguantan igual?– No me importaban las formas, después de esto la decencia sale sobrando y en sí todos sacaron buenos culos. –De Toño el tiene buena verga pero nada que ver con la tuya, a Danna no le gusta por el culo , Domi es virgen, y Max está chiquito, pero yo puedo cuando quieras- me decía picara.
-Perfecto nena, tal vez después vuelva a vaciarme en ti. Anda vete, pero me quedo con esto- le dije mientras tomaba su tanga del piso y me la enredaba en la mano. Ella solo se acomodó la ropa y salió. Al verla subir las escaleras pude notar el semen escurriendo por su pierna.
Por mientras Aranza sería mi puta de planta, pero ya veré como usar a las demás y porque no a los demás, no hay limite al placer.
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