LA CHIQUIS (De regreso al Prostíbulo).
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Por tres meses mi performance sexual en público con mi pareja Rolando, fué todo un éxito.
Siempre he sido muy creativa en todo lo que hago y me gusta.
¡Vaya que me esmeré en insertar rutinas de baile y ballet!, conocimientos desarrollados en la escuela intermedia y la Universidad en mis talleres de danza.
Deliciosas cogidas y mamadas en posiciones muy novedosas, lo que ahora se conoce en mi país como "tubo" ó pole dance, terminaron por electrizar a nuestros asiduos espectadores.
Pero, a mi semental "lo retiró" para "su establo", una muy adinerada dama para su uso muy particular y ¡se acabó mi acto!.
Me negué en redondo a aceptar otro compañero sexual para el escenario.
Me sentía frustrada y decepcionada y tuve que admitirlo, me había enamorado de tan hermoso ejemplar.
En fin, hay que aceptar las vueltas de la vida y heme aquí, de nuevo en el gran salón de éste "mercado de carne", ataviada con una provocativa minifalda roja muy untada, de una sola pieza sin escote, que muestran sin lugar a dudas mis atributos de piernas, nalgotas y chichis y qué decir del montecito que se asoma en mi bajo vientre, señalando el lugar por donde un hombre penetra a mis gloriosas entrañas.
Tomo asiento y muy provocativa e impúdica, cruzo mis piernas mostrando mi entrepierna y la punta de mis muy redondas nalgas maquilladas con una pantaleta blanca que una vez termino de acomodarme en la silla, se asoma por debajo de la minifalda una prominente vulva ceñida por la ajustadísima pantaleta.
Me gusta hacerlo, sé que a los hombres los excita mucho "asomarse" a nuestras intimidades femeneninas, que ésta noche he elegido sea mi panocha.
No tarda el mesero en acercarse a mi oído para decirme que el hombre de la mesa cinco me espera.
Volteo sonriendo coqueta al hombre que no deja de mirarme desde la mesa y descruzo mi pierna, mostrando de nuevo las ricuras que acarreo entre mis piernas, vestidas de blanco y terso nylon.
Un hombre de mediana edad, cuerpo delgado, tranquilo contempla con arrobamiento a la "abundosa chaparrita" que se encamina a él.
Hola papi, saludo con un besito en su mejilla, para hacerlo sentir mi cercanía, mi aroma a mujer, mis chichotas muy cercanas a su rostro que desvía rápidamente su mirada hácia mis voluptuosas caderas untadas de rojo.
Siéntate chiquilla me dice con una suave voz, te ves muy bien, me gusta mucho tu cuerpo y tienes un lindo rostro.
Bebamos unas copas y después pasemos al cuarto para hacerte mía, lindura, me dice caballerosamente.
si amor respondo.
Paga y ruiseños, tomados de la mano nos encaminamos al lugar donde un hombre consumará sus más eróticos deseos y ¿por qué no?, yo de paso disfrutaré todo el "proceso".
Ruidoso y sexi el taconeo de mis zapatillas amenizan nuestro paso hasta la primera puerta abierta que él mismo cierra ya una vez adentro los dos.
Suavemente me toma de la cintura y me atrae a él, hundiendo su lengua en mi boca, que acepto, jugueteo mi lengua con la suya, busco también su boca e intercambiamos nuestra saliva en la lascivia del acto.
Comienza a juguetear lentamente con mis nalgas, sobando, apretando, mete una mano bajo mi vestido y comienza a acariciar mi culo excitándose con la tersura de mis pantaletas.
No pierdo el tiempo tampoco y abrazada a su espalda beso su cuello, su rostro, unto mis chichis contra su pecho que se agita con su respiración cada vez más intensa del placer que recibe al tocarme; comienza a acariciarme las caderas, desliza sus palmas por mis muslos y por mi cola alcanza a sobarme mi caliente y ya húmeda entrepierna, raudo pasa una mano a mi vientre y desesperado busca y encuentra mi panocha que estruja, pellizca y exprime en un paroxismo de deseo incontrolable.
Ya caliente, gimo: ".
ahhhh.
papi, desnudémonos para que me disfrutes completita, quiero que me cojas papá.
", el hombre se sienta en la cama y se descalza, se quita la camisa, cinturón pero se detiene alelado al verme desnudarme, ya sin vestido solo con bra y pantaletas le sonrío y coquetamente doy un lento giro sobre mis pies descalzos para que me admire, ".
para que veas lo que vas a tener mi rey.
" me dirijo a él.
Y sonriendo lasciva hácia donde está, petrificado, abre más sus ojos al ver cómo provocativa y coqueta engancho con mis pulgares la pantaleta para lentamente y con sensuales contorsiones deslizarla hacia abajo por mis piernas, hasta mis lindos pies que se levantan obedientes para dejar salir la blanca e íntima prenda.
Con la panty aún en mis manos, me acerco lentamente a él, desabrocho mi blanco bra y saltan dos blancas chichotas que paso por su rostro, le acerco mi pantaleta para que aspire los aromas íntimos, los aromas de una mujer.
No puede más y rojo de deseo hunde su rostro entre mis blancas montañas, gime bufa y resopla de urgencia, de deseo al chupármelas, comienza a mamar con suavidad un pezón duro por lo hinchado y parado por mi lujuria, después el otro entre gemidos que llenan la estancia, mis gemidos de placer y deseo.
".
ay papá.
qué rico.
" me siento a su lado y le pido que se levante para terminar de desnudarlo ".
con el pantalón puesto no me vas a poder ensartar cabrón.
lo regaño con ternura y risa cristalina.
", sonriéndonos los dos, se levanta y desabrocho la prenda, impaciente tomo al bajarle los pantalones la trusa ¡¡¡.
y no puedo creerlo.
la que abre sus ojos como platos ahora soy yo.
!!!: frente a mis ojos palpita un ENORME trozo de carne erecta, roja y venosa ¡¡¡.
gruesa como un enorme camote.
!!!.
cubro mi boca con mis blancas manos y uñas pintadas de rojo no pudiendo contener mi sorpresa.
"papá.
¿¿.
éso me vas a meter.
cabrá.
??.
exclamo asombrada y con mis manos temblorosas de la excitación que ha seguido a la sorpresa, acaricio, oprimo suavemente con deseo, un caliente, duro y ¡¡¡GRUESÍSIMO CAMOTE!!! .
Chiquita.
comienza a decirme.
chiquilla, sé que no es tu primera verga, pero.
cómo decirte.
"si dime", lo animo a continuar.
mi verga no es común, ".
ya lo creo.
" exclamo fascinada, aún con el camotote en mis manos.
muchas chicas de plano se niegan, temen que las lastime y no les discuto nunca, están en su derecho.
continúa el amable hombre y llena de ternura, me abrazo a sus nalgas y siento como el camote se estremece de placer y yo también al sentir la pirongota que encuentra su nido en mis chichotas.
Sin dejar de abrazarlo, pegada a él lo beso varias veces en su vientre y pubis.
le pregunto con curiosidad "¿sabes cuánto mide?".
sí, me responde, no es muy larga diez y siete centímetros.
"¿.
y de ancho.
?" lo animo a continuar, casi once centímetros.
exclama tímidamente con un hilo de voz.
¡¡¡Guauuu!!! exclamo entre sorprendida y admirada.
(la de Rolando es más larga, pero más delgada que ésta ricura, pienso, SOLO seis centímetros).
"no culpo a las otras chicas, le digo.
es impresionante tu verga, pero a mí me gusta, sólo prométeme que me tratarás, con gentileza, con suavidad y puedes penetrarme mi rey.
" le digo con ternura fuertemente apretada contra su vientre que comienza a agitarse por la excitación.
si mi chiquis.
te lo prometo.
"entonces, ven mi amor", me tiendo en la cama y lo jalo hácia mí, "súbete a mi cuerpo y dame amor".
termino nuestro diálogo.
Se desliza con su ardiente cuerpo sobre el mío que hierve, su boca se apodera de uno de mis paradísimos pezones e inicia una suave, delicada succión.
ay, ay,.
hmmm.
ayyyy, así, así, mi amor, mi amor.
gemidos y expresiones que salen de mi boca que es silenciada por largos y húmedos
besos que anhelante, mi hombre me da.
Pasa algún tiempo con el sonido de los chupeteos de nuestras bocas al tomarse una a otra, no deja de manosearme las chichotas y yo lo acaricio en la espalda, brazos y tomo su enorme pito, masajéandolo con suavidad y ternura.
Abrazados, rodamos y se coloca sobre mí, lo atraigo a mi boca, se zafa y toma mis chichis con lujuria me las mama, una primero, otra después hasta que loca grito de placer una y otra vez; una de sus manos acaricia mi vulva, mete un dedo en mis labios y comienza a abrirlos.
Se desliza hácia abajo besando, chupando y lamiendo en su descenso mi vientre y monte de venus hasta en un estertor de mis piernas, se apodera de mis labios vaginales los que empieza a masajear hábilmente con su lengua hasta hacer saltar la puntita de mi triangular clítoris, hinchado, lleno de terminales nerviosas y flujo sanguíneo luce como una banderita que se asoma de su trinchera, de mis labios vaginales mayores.
Con ternura comienza a masajearme con su lengua mi botoncito clitoral y en un solo grito del espasmo, mi vagina se contrae y yo con su cabeza entre mis piernas, lo atrapo para que no me suelte, durante el explosivo orgasmo que parece no terminar.
.
Jadeando, como puedo exclamo.
vamos mi amor, lo tomo de sus hombros, lo acomodo boca arriba y me deslizo sobre él abriendo mis piernas para montarme en su boca, que obedeciendo a un atávico instinto, vuelve a tomarme por la panocha con su boca para iniciar otra rica mamada; yo a su vez, me echo sobre él y una de mis manos toma su pajarote para comenzar a pasarle mi lengua por el tronco, lamo sus huevos salados y oloros a sudor de hombre, olor que me excita y comienzo a arropar su hinchada cabeza con mis tibios y carnosos labios lo que hacen que se estremezca, dando pequeños saltitos.
Intento y lo consigo muy difícilmente y a medias meterme el pene, mi boca está muy abierta, casi como si se me fueran a dislocar las quijadas, consigo tener un trozo del camotote dentro de mi boca y un ouugghh.
ouhgggg.
oughhh.
cadencioso sale de mi boca con la mamada de verga que comienzo a regalarle con mi boca y garganta.
Los dos tardamos chupando nuestros respectivos sexos, hasta que con un hmmmfffffffffff.
comienzo mi segunda venida, mis jugos salen expulsados con violencia, la violencia del deseo, la pasión y lujuria que aquel hombre me despierta, con mi vagina muy empapada, siento que ya está lista para la arremetida del tremendo pajarón que en éste día de puta, me tocó en suerte.
.
Ya estoy lista amor, me acuesto de nuevo boca arribo y continúo.
penétrame mi corazón.
abro mis piernas y el hombre se acomoda entre ellas, apoyo mis pies en la cama y levanto un poco mis caderas para facilitar la difícil penetración de mi cuerpo: desliza a lo largo de mis labios vaginales su hinchada cabeza hasta sentir que se atora en la entrada de mi vagina.
¿lista?, me pregunta entrecortadamente.
".
si mi amor, le respondo.
" mis piernas tiemblan al sentir el primer empujón y mi boca vaginal se abre al comenzar a deslizarse la monstruosa poringa.
ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy.
grito de dolor, .
¡¡¡¡ no te detengas!!!! le grito, y obediente continúa con el empalamiento, me arde la vagina, las paredes las siento tan dilatadas, duras, a punto de reventar y él gentil, se detiene un momento con la vergota a la mitad, comienza despacio otra vez a empujármela y el deslizamiento ya no encuentra resistencia, casi desmayada, soy penetrada hasta que sus huevotes pegan en mis nalgas.
Termina de penetrarme, se queda quieto y siento como se estremece el pajarote en mis paredes vaginales, tiembla de la excitación, con mi calor, no me he dado cuenta que he contraído mi anillo y aprisiono el camote, lo aflojo y entiende que puede empezar a moverse como la naturaleza le enseñó.
(fugazmente veo a Rolando y veo como preparó mi vagina para ésto).
: por el espejo del techo me excito y caliento al ver la espalda del hombre, sus piernas flexionadas y su pelvis sube y baja entre mis piernas bien abiertas en la cadencia que un macho adopta para darle placer a su hembra en la penetración de su orificio vaginal.
Los movimientos copulatorios no cesan en un buen rato y mis gemidos cada vez más intensos, denuncian mi placer por el tremendo garrote que me están dando ésa noche.
"más, más, cógeme más, así, así.
mi amor, soy tuya, agghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.
" y un interminable y prolongado orgasmo se apodera de mi vagina.
El rostro del hombre, rojo como un tomate, me mira fijamente acelera su cadencia copulatoria entre mis piernas que se aferran a sus muslos, lo tengo atrapado, me abrazo fuertemente a su espalda y soy suya, no lo suelto, eres mío.
solo mío.
pienso, formamos un cuerpo, un hombre y una mujer unidos en una danza que por miles de años ha unido a machos y hembras en éste planeta.
.
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhmmmmmmmmmmmgmgggggrrrsssssmmhhhh.
la expresión, sonido de hombre, explota en el cuarto junto con su verga en mis entrañas que comienza a golpearme el útero con punzadas dolorosas, por la violencia de la eyaculación de millones de espermetazoides que ahora nadan muy adentro de mí, entre mis piernas.
Yo penetrada por su pene y él atrapado por mi vagina, comenzamos un furioso besuqueo y un intercambio de amorosas y violentas palabras de deseo del uno por el otro, estamos muy unidos en ése momento, como hombre y mujer, sólo éso.
Así quedamos, él con su falo que se niega a abandonarme y yo con mis piernas lo atrapo, me aferro y no quiero que me abandone.
Hay que aceptar las vueltas que da la vida, pero ésto querid@s, será material, tal vez de uno ó dos relatos sobre mi vida y mi futuro Esposo que hoy está conmigo, sobre la familia que fundamos y que éste hoy desconocido para mí, es el padre de mis hijos.
Hasta entonces,.
LA CHIQUIS.
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