La Cofradía VII
Entrega de energía presencial .
Una semana después y mientras veíamos una película en la noche con mi hermano, le pregunté:
– Oye, pero si yo quiero entrar a la » hermandad » habría algún problema? –
– No, sólo tienes que cumplir los requisitos –
– Y cuáles son? –
– Pero si ya te lo dije. Primero que nada tienes que tener 18 años, ser mayor de edad y a ti te faltan 2 años – Segundo tienes que tener aptitud, que es querer participar para ayudar a los demás, sin prejuicios – y tercero tienes que pasar las pruebas de concentración y poder –
– Ah, ya, pero no hay problema con que seamos hermanos –
– No, al momento de entrar, los lazos familiares desaparecen, somos todos iguales, somos todos hermanos –
— Y hay hermanos en la hermandad? Me refiero a hermanos de sangre, como tú y yo – le dije.
– Si, si hay, incluso hay matrimonios y un matrimonio con la hija –
– En serio? Cuéntame de eso –
– Un día un hermano le pidió al Gran Maestre que ayudaran a su tío que estaba enfermo. El Gran Maestro lo presentó y tuvimos una sesión para él. Un par de semanas después volvió a pedirlo porque el tío no había mejorado mucho e hicimos otra sesión. Finalmente fue el Gran Maestro en persona a la casa de éste señor. El tío se recuperó y en agradecimiento pidió entrar a la hermandad. Después de cumplir todos los requisitos, fue aceptado. Con el tiempo, seguramente le contó a la esposa, porqué todos jueves llegaba tarde. Y el le contó como yo te conté a ti. La esposa no le creyó, entonces él le hizo el ritual que te hice a ti. Pero como era la esposa, entonces le hizo el ritual completo –
– Como es éso del » ritual completo » ? Explícame – le pedí.
– Es el ritual con penetración y termina con sexo –
– Ah, que rico, yo quiero –
– No, no se trata de tener sexo, el ritual puede o no, tener penetración, pero no significa tener sexo –
– Ah, bueno, entiendo. Y qué pasó con la esposa? –
– Ella quiso entrar y venir juntos a las sesiones. Entonces este señor me pidió que yo la preparara. No era suficiente con que él la hubiera preparado, tenía que hacerlo el Gran Maestre o yo. Y yo la preparé y pasó todas las pruebas –
– Pero, la preparaste con penetracion ? –
– Al principio no, le dije que no era necesario, pero ella insistía, una señora de unos 40 años. Entonces le di en tratamiento completo –
– Completo…con sexo incluido? –
– Lo que pasó fue que estaba con tanta energía, que al momento de la penetración, ella comenzó a convulcionar, me di cuenta de que era un orgasmo y la ayudé. Ella me explicó que su esposo lo hacía así con ella y ella se acostumbró. Después de dos sesiones completas más, le dije que estaba lista, que no era necesario seguir con la prueba. Pero ella me pidió terminar el mes, que eran 3 sesiones más. En vista de eso y entendí lo que ella quería, le di 3 sesiones completas más, casi sin preparar, eso fue sólo sexo y terminábamos los dos agotados. Después de que ella se vestía y se iba, yo me duchaba y me cargaba de energía. Lo más divertido de todo, es que después me encontraba al esposo y nos saludabamos. Yo se la presté al Gran Maestre y él la presentó a la hermandad. Cada vez que nos saludamos antes de cada sesión, es con penetracion y con un beso en la boca. Aveces me pide que en la próxima sesión sea completo y lo hacemos. No es común, pero aveces ocurre que en el proceso hayan orgasmos –
– Pero y el esposo? No los ve? No dice nada? –
– No, ya te expliqué que dentro de la hermandad no hay ningún tipo de lazo familiar. Además de que el ve como todos los hermanos la saludan con penetración y aveces tiene orgasmos en el salón. Es por eso que prefiere tener los orgasmo en la sala de preparación –
– Vaya, que fuerte es eso –
– Si, así es, y tiene que ser así. De manera que si quieres pertenecer a la Cofradía, ya sabes que te espera –
– Si, quiero. Y quiero que empecemos ahora, con el tratamiento completo –
– Quieres el tratamiento completo o sólo el sexo? – me preguntó.
– Sólo el sexo – le dije llevando mi mano a su erección que había tenido mientras me contaba.
– Vamos a tu cama o a la mía – me preguntó.
– A la mía – me levanté del sofá, lo tomé de la mano, el apagó el televisor y las luces y lo llevé a mi dormitorio. Sentía un calor entre mis piernas y toda mojada.
Entrando al dormitorio rápidamente nos desnudamos, nos abrazamos y nos besamos. Me colgué de él y puse mis piernas al rededor de su cintura al momento de sentir la penetracio…
Sigue…
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