La dulce Vicky 13
Segun parece ya habia publicado el 12 hace un año, no lo recordaba y bueno, perdon por ese gazapo si asi fue, ahora les dejo la 13va parte.
El camino de la oficina de mi papito a la de mi mamita no era muy largo, en poco tiempo estábamos ingresando al parqueo, por unos minutos pensé que mi papito iría al sótano mas bajo para que esperáramos a mi mamita en el coche teniendo sexo, pero decepcionantemente mi papá se parqueo en el sótano 1. Y luego de apagar el carro me dijo:
– ¿Qué te parece si subimos a darle una sorpresa a tu mami?
Me pareció fantástica la idea, la oficina de mi mamita es muy bonita, con mucha luz y muy ordenada, me imagino que todos los bufetes han de ser similares.
– ¡Siiii! – Grite entusiasmada y se me olvido las ganas de tener sexo en ese momento.
La verdad había otra razón por la que me gustaba ir a la oficina de mi mamita, y que en la recepción siempre hay dulces y chocolates y la recepcionista nunca me pone peros para agarrar los que quiera, mi papa o mi mama solo me dicen que debo cepillarme bien los dientes al llegar a casa y nada más.
Eran apenas las 5:30 y en teoría a esa hora están cerrando la oficina y salen los empleados normales, mi mamita por ser una “socia junior” salía más tarde, nunca comprendí a que se referían con “socia junior” me sonaba a que mi mama estaba en la escuelita o algo así ja ja.
Cuando salimos del elevador en el piso 7 que es la oficina de mi mamita, vi que había un motón de gente saliendo, cuando entramos en la recepción me decepcioné mucho al ver que la recepcionista ya se había ido, y no estando ella los dulces y chocolates habían desaparecido.
Me senté frustrada en el sillón de espera con mi papito, y nos quedamos viendo salir a la gente por unos 10 minutos, hasta que se quedó en silencio la recepción.
De repente salió una señorita muy guapa, con traje sastre igual que mi mami solo que de color beige, y tomando una engrapadora del escritorio de recepción noto que estábamos con mi papito sentados ahí, y muy amablemente nos dio que el horario de atención era hasta las 5 de la tarde, a lo que mi papito le explico que veníamos por la Licenciada Vicky Mendoza.
La chica se le quedo viendo a mi papa de forma extraña, como sorprendida, volteo a ver hacia adentro como pensando que responder, y le dijo rápidamente que la Licenciada estaba en una reunión con los “socios senior” y que le pasaría una nota indicándole que aquí estaba su esposo y su hija.
Mi papa le agradeció el gesto y se volvió a sentar, miré a mi papito y no pareció que notara la turbación de la señorita, entonces pensé que talvez eran ideas mías. Mi papito se volvió a concentrar en una revista que tenia en las manos y que estaba leyendo hacía unos minutos.
A los dos minutos vi salir a un señor ya grande, canoso completamente, de traje muy elegante, y se acerco a mi papito, el cual se levanto y le estrecho la mano:
– Hola Víctor que gusto de verte por aquí, me dijo mi asistente que viniste por Victoria – le pregunto el señor que a todas luces parecía conocer a mi papá.
– Hola Hans, es cierto, salí temprano y le quise dar una sorpresa, esta es mi hija Vicky – le dijo mi papa dirigiendo la mirada hacia mi – Vicky te presento a el Licenciado Hans Price, el dueño del buffete donde trabaja tu mami.
– Encantado, señorita – me dijo el señor Hans, tendiéndome su enorme mano y apretando la mía suavemente, sus dedos eran muy finos y su sonrisa muy linda y principalmente olía muy bonito, en fin, un señor muy agradable.
– Gracias, encantada – dije con mi mejor sonrisa.
Luego el señor Hans se dirigió a mi papa:
– Víctor, considero muy fortuito que hayas venido, le decía a Victoria que deseaba discutir con tu persona unos negocios de unos clientes que están interesados en unos inmuebles, ¿tendrás tiempo para pasar a mi oficina?
– Pues creo que si – respondió mi papá – me parece que Victoria está en una reunión.
– Excelente – dijo Hans nuevamente con esa sonrisa tan bonita, y tomando del hombro a mi papito nos condujo hacia adentro a su oficina que estaba al fondo del lugar.
Era una oficina enorme, con ventanales inmensos, podía ver toda la ciudad, bueno al menos las partes que dejaban ver los otros edificios. Estaba toda alfombrada y tenia sillones como la oficina de mi papito, pero se notaba que era más lujosa esta oficina.
No me gusto el escritorio, era totalmente trasparente, así que ahí no podría meterse nadie a jugar ji ji ji.
Sin embargo, tampoco ahí había dulces ni chocolates, por lo que hice un puchero que pareció notar el señor Hans:
– ¿Qué paso señorita? ¿Es que no es de su agrado mi oficina? – me dijo haciendo una cara de tristeza.
– Noooo,- me apresure a decir – es muy bonita y grande.
– Lo que sucede es que mi princesa esta muy malcriada y siempre asalta la dulcería de la recepción, pero hoy encontró bacias las arcas de su golosa necesidad – dijo mi papito poniéndome en evidencia, a lo cual solo le dirigí una mirada de reproche y le saque la lengüita.
– Ja ja ja – se rio en carcajadas el señor Hans – me parece que es correcto, pero no os aflijáis mi estimada señorita – me dijo y tomando una llave de su escritorio me la entrego diciéndome – pues ya no tienes que asaltar mas, ten la llave de la bodega de suministros y puedes tomar todos los dulces que quieras, esta al fondo al extremo de la oficina tiene un rotulo que dice “Suministros” ahí podrás encontrar tu tesoro.
– ¡¡¡Gracias!!! – fue mi respuesta casi a vos de pecho, lo cual hizo que su sonrisa fuera mas amplia si se pudiere.
Saltando de la alegría salí de su oficina, y me puse recorrer el pasillo, estaba solitario y pude divisar al fondo una puerta color verde, creo que ese era mi objetivo así que me dirigí raudamente hacia ahí, toda la oficina era alfombrada así que mis pasos eran casi imperceptibles.
Cuando llegue al fondo justo delante de la puerta verde, escuche unos sonidos en la oficina de al lado, era una oficina amplia de vidrio, pero estos vidrios estaban opacos, así que no podía ver nada desde afuera, la puerta estaba cerrada y tenia el rotulo “Sala de Reuniones IV”.
Me quede con la duda, pero no podía abrir solo por así, seguro me pegarían una regañada y no podría andar sola por los pasillos otra vez, así que mejor me concentre en mi objetivo, mis dulces.
Abrí la puerta y encendí la luz, la bodega era muy amplia y todo estaba etiquetado, ¡Gracias al cielo! Así que no fue difícil encontrar una estantería donde decía “Dulces” y ahí estaba mi objetivo, un montón de paletas de dulce de leche y chocolates, así que tome 5 paletas y 3 chocolates, era todo lo que me cabía en la mano y como mi vestidito no tiene bolsitas lo que lamente mucho, me tuve que conformar, ya iba de salida cuando escuche que alguien abría la puerta.
No se porque me asuste, así que me escondí detrás de una de las estanterías, con el corazón palpitando rápido del miedo, la verdad no se de que tenia miedo si tenia el permiso de el señor Hans, pero ve tu a saber, creo que fue el instinto de traviesa lo que hizo que me ocultara.
Entonces vi algo que me dejo sorprendida, era el Licenciado Jones, el gringo que fue a traer a mi mami a la casa con el otro señor afroamericano, entro con alguien más, pero no pude ver quien era ya que me cubría la espalda del señor Jones, pero alcancé a oír que decía:
– Vamos una mamadita rápida, total ya cerramos el negocio y te fue muy bien, creo que con este negocio te ascenderán y debes reconocer que fue con nuestra ayuda.
Entonces creo que la persona no tuvo mucho que rebatir ya que vi como los pantalones del señor Jones caían al sueldo y seguidamente sus calzoncillos, y a través de sus piernas vi que una mujer de traje sastre se arrodillaba delante del señor Jones.
Me quedo claro de inmediato, reconocí ese traje, era… mi mama.
Entonces Jones jalo un banco que estaba cerca y se sentó, con eso quedo de lado y pude entonces ver claramente que era mi mamita la que estaba de rodillas, sobando el falo de Jones, y claramente escuché que le decía mi mama:
– Ok, Jones, pero solo una mamada, no tengo mucho tiempo, mi esposo y mi hija me esperan afuera así que te apuras y terminas rápido, me avisas cuando ya vallas llegando para que no me vayas a manchar ¿ok? – le dijo mi mamita de lo más natural.
– Claro Victoria, no te preocupas no soy tan guarro como Mendoza, así que tu dale rápido si quieres que termine rápido.
Desde mi perspectiva era claro, mis sospechas eran fundadas, Jones y Mendoza se cogían a mi mama, sentí mucha lastima, no por mi mama, ya que se notaba que le gustaba tener la verga de Jones en la boca, la forma que la chupaba, la lengüeteaba de arriba abajo, le apretaba la base con una manita mientras la otra subía y bajaba rápidamente teniendo en su boca completamente atrapada la cabezona del vergajo de Jones.
Sentí lastima por mi papito, se que a mis 9 años no comprendía muy bien el tema del engaño, pero sabia bien que mi mamita engañaba a mi papito.
Mi mamita seguía rápidamente con el trabajo mamatorio a Jones, el cual solo atinaba a sobarle la cabeza a mi mama, intento quitarle el gancho que sostenía el chongo que se hacia mi mama para sujetarse el pelo, pero recibo un manotazo de parte de ella:
– Quieto, no me despeines ¡idiota!, no ves que me espera mi familia.
– Ok, perdón, perdón – atino a responder Jones.
Mi mamita siguió chupando y succionando y masturbando el falo de Jones por unos 2 minutos más, pero se veía que el Licenciado estaba recaliente, ya que rápidamente le dijo a mi mamita:
– Ya Victoria, ya me … me… me.. vengoooo.
Pensé que mi mama se alejaría para que no se manchara, pero en lugar de eso, apretó fuertemente los labios alrededor de la cabeza de pene de Jones y pude ver como pulsaba el falo de él, muestra inequívoca que se estaba viniendo y en la boca de mi mamita.
Ella no se despego hasta que las pulsaciones terminaron.
– Wow, Vicky, si que eres una experta, no me dejaste ni una sola gota, me exprimiste completamente.
Mi mama se levantó, se le acerco a la cara a Jones, abriendo la boca, donde seguramente estaba inundada de lechita y luego se la trajo, pasándose la lengua por los labios, se acerco a un espejo que estaba en una pared, se retoco los labios, y verifico que su pelo estuviera en su lugar.
Luego volteo a ver a Jones, que estaba terminando de ponerse sus pantalones:
– Ok, Jones, espero que te haya gustado, ya que no tendrás muy seguidas estas sesiones, si todo va como espero y me hacen “socia senior” entonces seremos colegas y deberás buscarte a otra que chupe tu pajarito – y mostrando su linda sonrisa de siempre salió.
Jones termino de abrocharse el cinturón y espero unos segundos y luego salió también y apago la luz, me quede a oscuras, pero sabia donde estaba el interruptor así que llegue y lo encendí, en eso me percate, mis manos estaba todas encharcadas con los chocolates ya que se me habían desecho en las manos, de plano por la calentura que en ese momento me di cuenta que tenía, además, sentía mi puchita muy húmeda y sensible… estaba caliente!.
Tire los chocolates que se deshicieron y encontré una caja de kleenex y me limpie las manos, agarre otros chocolates y salí de la bodega, por un momento pensé que había pasado mucho tiempo, pero en realidad fueron solo como 15 minutos, y por lo visto no me extrañaron ni mi papa ni el señor Hans, entre a la oficina y lo encontré aun platicando de negocios, me acerque a su escritorio y le entregue la llave:
– Muchas gracias – le dije con mi mejor sonrisa, a lo que el respondió:
– De nada señorita, pero veo que ya disfrutaste de algunos de los chocolates je je, si gustas puedes lavarte en el baño de mujeres en el pasillo – refiriéndose a mis manos que estaban aun manchadas por los chocolates.
– ¿Estás bien mi princesa?, te veo muy colorada – me dijo mi papito, ya que por lo visto la calentura por la excitación se me notaba.
– Si – le respondí – voy al baño a limpiarme y regreso.
Y salí rauda hacia el baño indicado, cuando entré al mismo me encontré cara a cara con mi mamita, la cual se estaba lavando los dientes en ese momento.
Enjuago su boca y me dijo:
– Hola mi cielo, ya casi estoy lista y nos vamos ¿ok?
– Vaya mami, estamos en la oficina del señor Hans – fue lo único que le dije, me lave las manos y salí del baño.
Me sentía rara con mi mami, como molesta, pero a la ves curiosa, no se, era raro el sentimiento.
Me senté en el sofá de la oficina de el señor Hans y me sentía intranquila, por un lado, por el secreto que tenia conmigo pensando si le decía o no a mi papito y por otro la urgencia de tocarme mi puchita.
En eso llego mi mami y le dijo a mi papito que ya estaba lista, entonces mi papito se levanto le estrecho la mano al señor Hans y le dijo que hablarían mas adelante para concretar lo platicado.
– Bueno princesa despídase del Licenciado – me dijo mi papá.
– Mucho gusto señor Hans, muchas gracias por los dulces – le dije estrechando nuevamente su enorme mano y el suavemente me planto un dulce beso en mi manita diciendo:
– Fue todo un honor señorita, la próxima ves le daré mas tiempo para que escudriñe mejor la bodega – y acercándose a mí me planto también un beso en la mejilla, aunque sentí que fue mas próxima a la comisura de mis labios, pero no me molesto.
Salimos de la oficina, y mi mama me miro asustada y como si no quiere la cosa me pregunto:
– ¿Fuiste a la bodega de suministros hace un rato?
– Si – le dije escuetamente.
– Ah y ¿Qué fuiste a hacer? – me pregunto viendo a mi papa, asumo para ver si notaba algo en su expresión, aunque no pudo hallar nada ya que mi papito era de los más normal.
– Pues a recoger dulces – le dije sin dar mayores detalles.
– ¡Ah! ¿y los encontraste?
– ¡Oh! Si mami, encontré dulces y muchas, muchas otras cosas… – le respondí y entonces vi como los ojos de mi mamita se abrieron como platos e intento decir algo más.
– Me voy a recostar, ¿me despiertan cuando lleguemos a casa sí? – y diciendo eso me recosté en el sillón trasero dando la espalda sabiendo que había dejado a mi mama con las alarmas a tope…
Continuara….
Como me encanta las historias de vicky…
Para cuando la siguiente historia, me urge seguir leyendo
Espero que vicky ayude a su mamita a obtener un mejor puesto en la empresa
máxima puntuación! Sigue así, me encanta.
Me gustaria que vicky y el papa compartan con la.mama
¿Qué pasó con los otros relatos de La dulce Vicky? Sólo llegó hasta la 13, y su fecha es vieja. Podrían por favor publicar el 14 y los que hiciesen falta? Gracias.