La edad no importa…
Comenzó una relación con una chica vendedora de flores en los cruces peatonales de las calles de mi ciudad.
De nueva cuenta vuelvo con un relato entre Mirna de 15 años y yo con 39, mi trabajo estaba cerca de mi apartamento de renta un compañero de trabajo por una emergencia médica me vendió una motocicleta con la intención de recuperar la cuando su situación económica mejorara y se hizo un transporte más rápido entre mi casa y mi trabajo, cerca de mi trabajo había un semáforo y ahí conocí a Mirna que siempre se acercaba a ofrecerme flores pero yo le regalaba algún billete sin comprarle nada y ella lo agradecía con entusiasmo tenía una sonrisa muy bella yo calculaba unos 18 años de edad hasta que un día iba caminando para un mercadillo donde vendían comida y la encontré parada a la orilla de una banqueta, me vio y me sonrió y me entretuve con ella platicando por un rato invitándola a comer conmigo y ella un poco apenada aceptó.
Comiendo en la Fonda donde estábamos le pregunté cómo se llamaba y cuántos años tiene me respondió 15, era de complexión media delgada sin ser gorda siempre traía puesto un suéter holgado color café y una falda muy ancha en su condición humilde trataba de ser limpia pero las inclemencias del sol y el trabajo callejero no se lo permitían yo trabajaba de lunes a viernes y ella me comentó que todos los días tenía que trabajar, había algo en ella que me atraía quizá era su sonrisa o la curiosidad de saber que había debajo de esa ropa holgada, yo le pregunté si aceptaba trabajo con el pretexto de llevármela a mi casa los días sábado y domingo ella me respondió que en realidad esos dos días a pesar de ser fin de semana vendía poco y dudosa me preguntó de qué se trataba el trabajo, yo le respondí que sería lavar mi ropa y hacer un poco la casa enseguida me preguntó cuánto le pagaría sabiendo aproximadamente lo que ganaba en su trabajo le ofrecí el doble por día y ella aceptó, quedamos de acuerdo intercambiamos números de teléfono y le pregunté dónde vivía, por las señas me dijo que era dos colonias cerca de donde yo vivía y quedamos de vernos en un punto intermedio para el día sábado.
El día sábado por la mañana desperté temprano haciendo un poco de ejercicio caminando como tenía costumbre por las calles de mi colonia, siempre he sido solitario y viendo en casas de renta teniendo trabajos en diferentes estados de la república mexicana y no me puedo quejar simplemente me ha ido bien llegada la hora para encontrarme con Mirna me fui en la moto a alcanzarla ya llegar a donde nos quedamos de ver cuál fue mi sorpresa ver a una chica con un pantalón de mezclilla y una chamarra de algodón al momento no la reconocí y ella me hizo señas con la mano indicándome que ahí estaba, honestamente tenía unos pechos bastante generosos para su edad y no podía pasar desapercibido ver el ancho de sus caderas me tenía embobado la chica de 15 años vendiendo en las calles se presentaba como una mujercita bien desarrollada y con todo en su lugar.
La hice abordar a la moto y nos fuimos a mi casa en realidad no tenía mucho que hacer pero supe que no me equivocaba con lo que yo sentía que me atraía de ella y era su escultura al cuerpo tenía unas nalgas redondeadas tipo repisa que me desencajaron, siempre tengo algo que comer en mi congeladora e inmediatamente hice lo propio invitarla a desayunar estuvimos platicando cosas banales y de la vida diaria entre nosotros tratando de ganarme su confianza y ella me decía que vivía con su abuela de la huérfana de padres y en realidad su abuela solo era una señora que la había recogido de pequeña.
Para eso le propuse que los fines de semana podía trabajar conmigo y así desahogarse un poco de la vida callejera ella aceptó considerando la cantidad económica que le ofrecí y dejándome saber que el trabajo que tenía en las calles en realidad era de otras personas para quienes trabajaba inmediatamente los dos nos pusimos hacer la limpieza de la casa y todo lo que habíamos acordado, en realidad no se llevó mucho tiempo al término de una hora ya todo estaba listo, me invité a quedarse un poco más de tiempo y ella aceptó la invité a sentarse a la sala y podía notar un poco de nerviosismo en ella para romper el hielo puse mi mano sobre su hombro diciéndole lo guapa que está y ya se sonrojaba diciéndome o haciéndome creer que yo también lo estaba, y directamente sus ojos color café su cabello rizado a media espalda su color de piel era apiñonado y parecía tan vulnerable que me atreví a besarla, de primero se quedó de una sola pieza sin saber qué hacer después abrió sus labios entrelazando torpemente su lengua con la mía, empecé a bajar el cierre de su chamarra lentamente ella no puso resistencia dejándome ver que traía puesto un corpiño de algodón bastante desgastado, empecé a besar su cuello acariciando sus pechos brotando inmediatamente sus pezones que estaban duros como una aceituna, la despojé de la chamarra y del corpiño dejando al aire sus pechos los cuales ya se veían más grandes, empecé a besar sus pezones que eran café claro Ella solamente emitía gemidos discretos.
Me quité la playera que traía puesta poniéndonos de pie la pegué a mi pecho con sus pechos que se sentían duros bajé mis manos hacia su culo pasando por el borde de sus caderas y en realidad sus nalgas eran muy duras, desabroché su pantalón bajándolo dejando ver unas panties de algodón con ositos color café con Rosa bastante desgastado pero admirando lo delicioso de su cuerpo inmediatamente me quité el short de entrenamiento que traía puesto dejando mi pene expuesto duro como una roca la seguí besando y la sentía nerviosa al sentir el roce de mi pene sobre su ombligo, tomé su mano para que lo tocara acomodándolo para que me masturbara, tímidamente accedió y la recosté en el sillón besándole su vientre y abriendo sus piernas empecé a lamer su vagina, ella no puso ninguna resistencia me dejaba hacer su vagina estúpida de pelos olía delicioso a vagina virgen, algo que me sorprendió fue que sus labios vaginales internos sobresalían demasiado de su vagina eran dos trozos de carne demasiado grandes los cuales empecé a chupar y meterlos a mi boca inhalando ese olor delicioso que emanaba de ella.
Mientras apretaba con mis dedos sus pezones yo me deleitaba con ese banquete vecinal que tenía a mi disposición, un camino de bellos que subía hacia el ombligo haciendo una línea que la hacía ver bella y más antojable para mi gusto traté de introducir mis dedos en su vagina pero me di cuenta que era virgen… Ella dio un respingo con un quejido sonoro indicándome que le dolía acerqué mi cara hacia la de ella y le pregunté si era virgen ella me respondió que sí con los ojos cristalinos como si quisiera llorar y yo le dije que si no quería no lo haríamos tampoco la obligaría, ella me respondió que lo deseaba pues en el poco tiempo de conocernos sentía que me tenía confianza, puse mis dedos en su vagina frotándolos y estaba demasiado mojada y le indiqué que iba a penetrarla le dije que le iba a doler al principio que sangraría pero que después de acostumbrarse lo iba a disfrutar con temor en sus ojos me respondió que sí, empecé a penetrarla lentamente ella gemía sintiendo el trozo de carne entrando por su cavidad vaginal.
Poco a poco sentí como su himen iba cediendo dando un grito de dolor sacando lágrimas por sus ojos me decía me duele! Yo dejé mi pene ahí adentro por unos momentos más hasta que ella misma me dijo que ya el dolor iba cediendo empecé a entrar y a salir de ella sintiéndolo apretado y caliente de su interior produciéndome un placer espectacular ella empezó a gemir más fuerte ahhh ahhh que rico se siente! Yo no paraba de besarle la boca y los pechos mientras la penetraba, ella no paraba de decir que se sentía rico abriendo los ojos con alegría y regalándome esa sonrisa que la caracterizaba, me sentía emocionado por el placer y por la respuesta de ella haciendo que me enamorara de ella, estuvimos haciendo la posición del misionero unos 20 minutos aproximadamente, hasta que los dos al mismo tiempo terminamos en un orgasmo placentero, ahí empezaba la aventura que se extendería por bastante tiempo.
Recostados en el sillón en forma de cucharita le propuse que siguiéramos cada fin de semana y ella aceptó emocionada porque al menos dos días sería diferente… Ya era mediodía y ella por lo regular llegaba a las 7 de la noche a su casa y le propuse que se estuviera el resto del tiempo que iríamos al centro comercial a comprar algunas cosas para abastecer en mi casa y quería comprarle algo de ropa y lencería, ella me dijo que no podría llevársela a su casa pues su abuela sospecharía algo te dije que no habría problema que la dejara ahí en mi casa y la usara cuando estuviera conmigo acepto de buena gana y nos fuimos al centro comercial. Al llegar a la tienda departamental le dije que escogiera ropa a su gusto escogió Leggins y ropa casual unas 3 mudas. Después la llevé a una tienda de lencería al entrar habían algunas parejas me imagino que de amantes o de esposos los cuales no te que me miraban con cierta envidia al ver la diferencia de edades pues por la ropa que traía y su cuerpo no pasaba desapercibida.
Escogimos algunos conjuntos de ropa normal pero también le sugerí algunos coordinados a mi gusto y ella aceptó de buena gana, me puse a escoger lo que más me gusta pantaletas cacheteros ligueros medias y algunas tangas totalmente transparentes en diferentes colores, pagamos y nos retiramos hacia mi casa al llegar metimos la ropa a lavar y le propuse que nos ducháramos, de una se quitó toda la ropa y nos metimos a la ducha bajo el agua empecé a acariciar su vagina y estirando sus labios internos que colgaban de ella jugando con mis dedos le propuse que me hiciera sexo oral y no sabía cómo la puse de rodillas y le dije que abriera la boca un poco dirigiendo mi pene hacia su boca le dije que empezara a lamerlo tomándolo con una mano, inmediatamente lo hizo de manera torpe pero aprendiendo le enseñé a no usar los dientes solamente la lengua y el paladar aprendió de inmediato en pocos minutos ya lo hacía de una manera que me satisfacía mucho mientras con mis dedos apretaba sus pezones indicándome que le agradaba y le hacía mojarse, la puse de pie apoyando la contra la pared de espaldas empecé a arremeterla penetrándola con una mano levantada una pierna introduciendo mi pene en ella, le enseñé a que se quejara de manera diferente más audible y lo hacía como una chica japonesa dando gemidos agudos y pequeños gritos de placer, Al poco tiempo sentía que iba a eyacular y la puse de rodillas nuevamente indicándole que abriera la boca y sacará la lengua obedeciendo y masturbándome arrojé mis chorros de leche en sus labios en su lengua y metiendo mi pene por su boca al principio le dio un poco de asco pero le dije que se los podía comer intentó hacerlo hasta que pudo y con sus dedos metí a los chorros de semen poniéndolos en su lengua y degustándolos diciéndome que le agradaba el sabor.
Estuvimos algunas horas más en casa quedando de acuerdo en vernos el siguiente día la llevé lo más cerca posible de su casa aunque la zona era muy tranquila no quería levantar sospechas con su abuela todavía y así quedamos!
Dia 2.
El día domingo temprano todavía yo en cama escuché que tocaron la puerta al abrir era Mirna que había llegado sin avisar y con las manos atrás en su espalda como escondiendo algo… Ella muy alegre me dice sorpresa!!! Entregándome un pequeño ramo de flores! Me quedé de una pieza sin saber qué responder pues se supone que el caballero debería ser yo sim saber qué decir, ella puso una cara no triste pero sí desconcertada y me preguntó te molestó? No al contrario le dije era demasiada sorpresa para mí y me regaló su sonrisa cálida y sensual, la hice que entrara a la casa y fuéramos a mi recámara donde ya tenía todo preparado para nuestra sesión de sexo, traía puesto un pantalón pants y una playera holgada como siempre, cuando noté que la ropa interior que traía era diferente a la de un día antes, una panty tipo bikini y un sostén a juego color lila de tela brillosa como raso y elástica, sostén apenas sostenía sus grandes tetas dejando asomar un poco sus pezones, y su bikini apenas cubría sus hermosas nalgas, girándole pude darme un buen taco de ojo!
Le indiqué que se pusiera el conjunto de lencería que dejé encima de la cama lo recogió y se fue al baño diciendo que la esperara, tarda unos 10 minutos dentro los cuales se me hacían eternos, a salir me dejó boquiabierto, preguntándome Cómo me veo? Parecía una diosa con sus 15 años y cuerpo escultural dejándome ver esas nalgas tipo repisa amplias bajo un panty completo totalmente transparente, unas medias color negras sostenidas con un liguero transparente y un sostén que dejaba las tetas de fuera, se veía impresionante, traía los labios pintados en rojo carmesí muy intenso el cabello suelto y poco maquillaje que le hacían verse divina… Se acercó abrazándome del cuello y besándome inmediatamente la cargué y ella me abrazaba con sus piernas llevándola a la cama sin despegarnos empecé a besar su cuello y pechos, haciendo a un lado su Braga empecé a lamer su vagina y esos labios internos que colgaban de ella chupando los con ahínco jugando con mi lengua dentro de mi boca mientras ella babeaba por su vagina un líquido viscoso y transparente me acosté boca arriba y la senté en mi cara con la pantía a un lado así hincada la hacía levantarse un poco para que dejara escurrir sus fluidos vaginales sobre mi boca veía como ese hilo transparente y viscoso salía de ella yo lo saboreaba ese sabor saladito y espeso caía en mi boca.
Me recosté y le pedí que me hiciera sexo oral como el día anterior pero que mientras lo hacía me dejara ver su trasero para poder hurgarlo con mis dedos, era un espectáculo delicioso mirar su culo en cuatro introduciendo mis dedos mientras ella me chupaba la verga, teniendo listo lubricante en la mesita junto a la cama lo tomé y empecé a untarle en su ano, ella me daba risitas diciendo que sentía cosquillas, yo le dije que perdiera cuidado que iba a introducir un dedo en él, volteó haberme sorprendida y me dijo se puede hacer eso? Claro le dije yo déjate llevar y mientras me chupaba el pene con un dedo el índice empecé a jugar con su ano poco a poco metiendo uno mientras ella se quejaba como la niña que es diciéndome que le estaba gustando de poco le metí dos dedos hasta que se acostumbró al mete y saca, le dije que se montara sobre mí metiendo mi pene en su vagina dándome la espalda, la fui acomodando y penetrando la de a poco en su vagina mientras con mis dedos hurgaba su ano, le enseñé a moverse de arriba hacia abajo y de atrás hacia adelante cabalgando, aprendió demasiado rápido varias posiciones mientras lo hacíamos me hipnotizaba verla con la lencería totalmente transparente dejándome ver sus carnes por debajo de ella, la puse en cuatro con la cara pegada sobre las sábanas, dejándome ver un espectáculo de su trasero el cual se veía más grande, empecé a apuntar mi pene hacia su ano el cual era mucho más grueso que mis dos dedos, ella me decía que le dolía un poco y que sentía cosquillas a la vez, yo le dije que se acostumbraría y que se dejara hacer, le indiqué Que ella misma se empujara de atrás hacia adelante muy obediente lo hizo dejándome un poco de restos fecales en mi pene.
Así estuvimos por largo tiempo mientras ella no paraba de decir cuánto le gustaba cómo lo hacíamos… Cambiamos de posición limpiándome los restos de su interior anal y comenzamos a coger nos acoplábamos demasiado bien en todas las posiciones que lo hacíamos, teníamos sesiones de sexo muy extensas me encantaba la cara de niña al tener sus orgasmos y como ella se acoplaba a mí en todo tiempo, cada sesión de sexo era diferente, cada fin de semana lo hacíamos como locos, te gustaba demasiado el sexo anal y siempre le gustaba exhibirse en casa con la lencería que compraba mi gusto, así pasó el tiempo siempre comprometida los sábados y domingos cumpliendo con el trato inicial de hacer la casa y lavar ropa, acompañándome a hacer compras y sin faltar el sexo a excepción de los días de menstruación… Un día antes del sábado me llamó por teléfono se escuchaba muy demacrada y me decía que estaba enferma de gripe y tos y que ese fin de semana no podría ir… Le dije que sin problema que lo dejaríamos para la otra semana como siempre le daba dinero extra le dije que visitara al doctor y comprar a medicamento dijo que lo haría pero que este fin de semana su abuela iría a cumplir con sus deberes en lugar de ella…
Entre aceptar o no su propuesta ella me respondió que sabía por dónde vivía yo pues una amiga de su abuela vivía cerca y ella no lo sabía pero que doña Inés su abuela llegaría sin falta ahí la conocería y seguiríamos con nuestro trato… A regañadientes acepté y al siguiente día puntual como siempre como si fuera Mirna llegó doña Inés… Pero ese ya será otro relato.
Gracias por leer mis publicaciones.



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Continua está muy buena
Muy excitante. Me pone caliente. Más relatos con Mina. Excelente