La Gordita
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
<p dir="ltr">Me había quedado sin trabajo, mi mujer me había dejado; entonces volvía a estar soltero, fuera de forma y cercano a los treinta.
<p dir="ltr">Conseguí un trabajo limpiando una casa. Éramos tres: un chiquillo de unos diecisiete, una joven un poquito gordita y yo. Ella tendría unos veinticinco. Al principio ella llevaba al hijo; un niño de unos cinco años. Ella nunca me hablaba, sólo me hablaba el muchacho, al final el joven se fue; renunció.
<p dir="ltr">El hijo de ella no la volvió a acompañar tampoco; iba a la escuela y se quedaba en casa de la abuela. En esos días la dueña de la casa se fue de viaje y yo quedé con las llaves; es decir cuidaba la casa. Al pasar los días fuimos tomando confianza la joven y yo. Se llamaba Gabriela, madre soltera, un poquito rellena, desarrollamos amistad.
<p dir="ltr">Un día ella se recostó a la pared y se me quedó mirando fijo, sentí un aire sexual; me puse serio y me le acerque mirándola fijo a los ojos, le tomé el rostro entre mis manos y la besé; ella no opuso resistencia, me beso también.
<p dir="ltr">¡Que labios! ¡Que delicia de labios! Esa trompita era sabrosa. La besé como loco y no pude evitar una erección, ella la notó y presionó su cuerpo al mío; yo la empuje contra la pared y le empecé a besar al cuello.
<p dir="ltr">Nos desnudamos mutuamente y nos hicimos el amor con locura, ella se sujetaba fuerte a mi cuello mientras yo ejercía fuerza en cada penetración, al final eyacule en su interior ¡Qué delicia!
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