La hija adoptiva (parte 2)
Esta es la historia de Juan de 48 años de edad. Su mayor deleite es quitar la inocencia a niñas pequeñas y de allí seguirlas follando hasta que ellas ya no quieran. Algunas veces en su pre adolescencia, en su adolescencia o cuando ya van saliendo de su adolescencia..
En el segundo día que Juan cuidaba de la beba, volvió a bañarla como siempre haciéndole carias y masaje en sus nalguitas y en su conchita. Y esta vez en lugar de ponerle panti, la llevo a la cama y la acostó boca arriba completamente desnuda. Y comenzó a besarla por todo su cuerpo, no dejando ningún centímetro sin besos de la cintura para arriba. Luego cuando estaba boca abajo la beba, Juan comenzó a pasarle la lengua entre las nalgas, llegando a rozar el anito de la beba, hasta que en determinado momento comenzó a acariciar la entradita del mismo con la punta de su lengua. Luego la levanto un poco dejándole el culito parado hasta llegar a pasar la lengua por la conchita de la beba. Y pasaba la lengua entre los labios vaginales, llegando a saborear la entradita de su vagina y su diminuto clítoris. La niña solo estaba en silencio sintiendo todo el placer que Juan le hacia sentir a su pequeño cuerpo de niña virgen e inocente.
Luego Juan la viro boca arriba y le abrió las piernas, quedando a la vista esa hermosa y virginal vagina de la beba. No aguanto más y comenzó a devorarla con su boca, sus labios y su lengua. La beba sentía tanto placer que le agarraba las mechas del cabello a Juan con fuerza y apretaba la cabeza de Juan con toda su fuerza. Con la cabeza inclinada hacia atrás sus ojos cerrados y su boquita abierta. Mientras eso, Juan mojo con saliva uno de sus dedos y metió la otra mano debajo de la cadera de la beba como para alzarla un poquito y palpando encontró la entrada del ano de para luego proceder a meterle el dedo humero. Solo le metió unos centímetros suficientes para hacer el mete y saca. Por primera vez esa bebita esta siendo penetrada en sus de sus orificios, mientras le hacían un rico sexo oral que estaba disfrutando con todo su ser. Allí paso casi media hora.
Juan tenia su verga bien dura y parada. No aguanto más y puso a la niña de perrito. Se ensalivo la punta de la verga y procedió a colocar su verga entre las dos nalguitas de ese angelito. Y comenzó a follarla a lo rápido, rápido. Agarrándola por las caderitas, volviendo a meter su dedo en el culito de la beba mientras la follaba con la verga. Hacia semanas que no sentía lo que era sentir su verga entre las nalgas de una niña. Así que si acaso duro 5 minutos y lleno todo el cuerpo de la beba de leche. El culo, la espalda, las piernas y hasta el cabello.
Luego se desnudo completamente. Claro ya se había rasurado para no asustar a la niña. Y la llevo al baño a bañarse los dos. Primero la baño a ella y luego mientras el se bañaba la niña se quedó viendo su verga con mucha curiosidad. El lo noto. Así que después de salir del baño se acostó con la niña en la cama, estando ambos desnudos. Y la niña se sentó en la cama y se colocó para seguir viendo su verga. Después de dejarla ver un rato, le dijo que si quería podía tocarla y jugar con su verga. Que esa verga seria su juguete de ahora en adelante, porque la quería mucho.
La niña solo siguió mirando la verga flácida recostada. Miraba la verga y miraba la cara de Juan. Juan cerro los ojos para que la beba cogiera mas confianza. Minutos después Juan siente movimiento en la cama y luego siente a beba pasando sus dedos encima de la verga con ternura y suavidad. Luego agarra la cabeza de la verga la levanta y la deja caer. Lo estuvo haciendo varias veces. Finalmente cogió confianza y agarro la verga con ambas manos y comenzó a moverla de un lado para el otro. Lo que ocasiono que la verga de Juan se fuera poniendo dura y creciendo. Lo cual le gusto a la beba, mientras seguía jugando con ella. Así paso el tiempo hasta que Juan no aguanto mas y ensalivo toda su verga y agarro a la beba para subirla y sentarla encima de su verga quedando la raya de la concha de la beba a todo lo largo de la verga de Juan. Y agarrándola por la cadera comenzó a moverla hacia delante y hacia atrás sintiendo como su verga abría los labios vaginales de la beba, mientras ella lo veía fijamente a su rostro. Tanto fue el gusto que 10 minutos después se vino con todo. Y lleno su barriga de semen. Lo que llamó la atención de la beba. La cual comenzó a sobar la barriga de Juan tratando de sentir lo húmedo de la leche. Increíblemente la beba era mas curiosa que asquienta. Tanto que se quedó mirando su manita toda embarrada de semen y le paso la lengua. Al parecer le gusto, puesto que siguió pasando varias veces la lengua como quien saboreara un barquillo.
Luego Juan coloco a la beba en la cama y se sentó, teniendo ya su verga bien dura y parada por la lambida de la beba a su semen. Luego se paro y le puso un pañuelo en los ojos de la beba y la sentó al borde de la cama. Y con su verga aun embarrada de semen le abrió la boca y le metió la punta diciéndole que lo chupara como un caramelo que le iba a gustar y la niña le obedeció. Y con la verga dentro de la boca le comenzó a pasar la lengua acariciándola. De pronto sin que se lo ordenara Juan, agarro la verga con las dos manitas para tener un mejor control de la mamada que le estaba dando a Juan. La mamada le estaba gustando tanto a Juan como a la beba. Ambos lo estaban disfrutando al máximo. Los labios de la beba estaban bien extendidos, pues su boquita era aun muy pequeña para una verga de adulto. Aun así, lo estaba haciendo muy rica y seximente. Juan no aguanto mas y le agarro la cabeza con las dos manos y se la movía para delante y para atrás tratando de que le hiciera una rica felación.
La cosa iba tan bien que finalmente Juan no aguanto y libero la leche que le quedaba del día, llenando la boca de la beba. Debido a que no era tanta, no se ahogo la beba. Y cuando finalmente Juan le iba a sacar la verga de la boca, ella no lo dejo. Y tuvo que dejársela hasta que la verga se ablando y se redujo. La leche había desaparecido. La beba se la trago. Luego de eso, se fueron a bañar y se vistieron. Y se pusieron a ver televisión. Sin embargo, la beba no dejaba de acariciarle la verga. Se le convirtió en costumbre y la única manera de que no estuviera acariciando la verga de Juan era que la esposa o la hija estuvieran presentes.
Continuara…
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