La hija de mi amante

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hace un par de años me encontraba separado de mi mujer. Durante ese tiempo tuve una amante que calmaba mis ansias y me ofrecia su cama sin ningùn compromiso.

Ella es preciosa, mide 1.70, es trigueña y tiene un cuerpo de ensueño, propio de una edecàn AAA, pues esa era su ocupaciòn. Ya se podràn imaginar el tipo de hembra que era: tetas gordas y grandes, una cintura menuda y unas nalgas firmes y suaves.

Resulta que una de las tantas noches que pase con ella, me sucedio algo inesperado. Fue una experiencia totalmente eròtica. Ella era madre soltera y tenia una hija de 10 años de edad. La chiquilla era encantadora, su tez era blanca y su cabello largo y castaño como el de su madre, era muy risueña y me da la impresiòn de que yo representaba la figura paterna que nunca tuvo. De tal forma que al visitar a su madre tan seguido, la niña se acostumbro a mi presencia, sobretodo por las noches.

Una noche, llegue al departamento de mi amante y no se encontraba, me recibio la chiquilla y se me avento a los brazos, yo pase y decidi esperar a que llegarà su mamà. La niña me pedia que jugaramos con sus muñecas y yo accedi, jugamos durante una media hora hasta que llego Martha.

Martha mando a su hija a dormir y la niña hizo un tremendo berrinche, tan grande que se gano un par de nalgadas. La niña llorando y enojada con su madre, subio a su cuarto y azoto la puerta. Acto seguido, Martha me dijo: ¡estoy que ardo, me muero por una cogida!, de inmediato bajo su mano, encontrando mi gordo pene y sacandolo del pantalòn me llevo jalandome hasta su cuarto.

Entrando al cuarto me tiro en la cama y se empezo a desnudar, yo me baje el pantalòn y le mostre como mi verga ya estaba bien parada, pues al sacarlo resoteo y le mojo la pierna con jugo lubricante.

Ella estaba tan caliente que se abalanzo sobre mi verga y la empezo a mamar. Estaba tan caliente que no escucho un ruido que venia del closet, yo si lo escuche y fue enorme mi sorpresa cuando vi a su hija adentro de èl, yo iba a parar, pero lo niña al darse cuenta de mis intenciones se llevo un dedo a los labios, indicandome que me callara.

Yo me desconcerte pero me calente mucho, pues he tenido todo tipo de experiencias eròticas, pero ninguna se compara con està.

Asi que estuve cogiendo con Martha durante 1 hora y todo ese tiempo su hija seguia dentro del closet. Por fin Martha tuvo su trecer orgasmo y se dejo caer a mi lado. Yo tambien descanse, pero no me vine, estaba muy excitado y buscaba los ojos de la niña a traves de las rendijas del closet.

De pronto el reloj de Martha sono y ella dijo: ¿¡Ya son las 11:00 p.m.!?, ¡hay mi cielo!, se me olvido decirte que tengo un evento de media noche en el Palacio de Hierro, es una venta nocturna y necesitan edecanes, la paga es el triple y no me pude negar, ya ves que tengo muchos gastos, ¿me acompañas?. Yo le dije que no que estaba cansado y que queria dormir. Entonces ella se levanto y se metio a bañar. La niña, mientras tanto, aprovecho la oportunidad para salir del closet y correr hacia su cuarto, no sin antes darle una ultima mirada a mi verga que seguia parada.

Martha se arreglo y se despidio, diciendo que llegarìa hasta las 4 d ela mañana, que me durmiera y que ella me despertarìa temprano para que me fuera a trabajar. Le di un beso, paso a darle las buenas noches a su hija y se fue.

Al cerrar la puerta y sentir el silencio del departamento, no podia dejar de pensar en su hija, me iba a levantar para ir a su cuarto pero al parecer a la niña se le ocurrio lo mismo porque al detaparme ella ya estaba en la puerta y me dijo: ¿porque ya no esta grandote como hace un rato?, yo me quede sorprendido por la pregunta y le conteste: porque esta descansando.

Ella me dijo: ¿a què sabe?, ¿por què a mi mamà le gusta meterselo en la boca?, eso me excito mucho y pude en ver en sus ojos satisfacciòn pues mi verga se habia parado de nuevo y exclamo entusiasmada: ¡ya esta descansado!

Le dije que si queria tocarlo, ella dijo que si y al hacerlome dijo: esta muy duro, ¿te duele?, le dijo que no y le pregunte que si lo queria chupar, ella medijo que si…cuando lo hizo, en su cara se dibujo una mueca y me dijo: esta salado, ¿por què le gusta a mi mamà?. Yo le respondì que porque me hacia muy feliz que me lo chupara y entonces me dijo: yo quiero hacerte feliz.

Asi que me la empezo a chupar bien rico con sus labios chiquitos y su lengua pequeña, me mordia porque no sabia como hacerlo asi que le enseñe.

Mientras tanto yo la desnude y vi su cuerpecito sin curvas, sin tetas, con sus nalgas rosas, suaves y chiquitas y vi su vagina sin pelos, rosa y suave como el terciopelo.

Empece a tocarle su vagina, buscando su clitoris y ella se moria y se retorcia de risa, dijo: me gusta pero me hace cosquillas, le dije que si me dejaba meterle mi pene en su vagina como a su mamà y ella dijo que si.

Asi que primero le meti la lengua y le hice màs cosquillas, se la empape toda con mi saliva y despues le puse aceite de bebe para que resbalara.

Para ese entonces a mi ya no me importaba nada y la sente sobre mi verga, ella sintio el dolor de ser desvirgada y de como mi verga de 22 cm, gorda como la verga del demonio, entraba en su vagina pequeña, rosa y apretada.

Empezò a moverse como loca, a gritar que le dolia y al voltear pude ver como mi verga estaba manchada de su sangre. A mi no me importo y le dije: ¿querias probar no puta?, pues esto es lo que se come tu madre todas las noches, ahorita te duele, pero con el tiempo te va a gustar y ya no vas a querer que te la saque.

Ella lloraba y gritaba: ¡sacamela!, ¡me duele!…pero yo se la metia cada vez con mas fuerza, sobretodo cuando sentì que ya entraba y salia de ella sin ninguna dificultad.

Finalmente senti que me venia y la abrace a mi cuerpo con mucha fuerza, metiendole la verga hasta el fondo, arrojandole los espermas hasta lo màs profundo de su pequeño utero. Cuando me vacie por completo, se la saque y ella se sintio aliviada, yo el dije: ahora ya eres mi amante, mi mujer, igual que tu mamà, ella se sonrio y me dijo: Te amo!

Desde ese entonces me cojo a la hija todas las tardes y a la madre todas las noches cuando llega del trabajo.

Despues les contarè màs de esta historia que aun no acaba.

Autor: Anonimo