La hija de mi amiga se inicia en el sexo conmigo por curiosidad
Martina es una niña muy bonita, de buen físico para su edad, ya está en sexto grado de la primaria. Pronto seguramente se convertirá en señorita, ya sus pechos comenzaron a rellenarse y serán de buen tamaño. .
Martina a sus once años, es toda una lindura, su cuerpo ya está comenzando a tomar formas de señorita, tendrá un par de bellos pechos con pezones agresivos. Sus piernas algo rellenitas culminan en un hermoso par de nalgas, redonditas y rellenas. Muy deseables ya. Y todo esto se redondea con una cara muy agraciada de labios gruesos, pelo enrulado color castaño claro y sobresale su personalidad, muy cariñosa, afectiva y también muy dada al toqueteo y a las caricias.
Yo soy amigo de la familia, tengo 29 años y trabajamos con el padre de Martina en la misma empresa. Como yo estoy solo, muchas veces me invitan a compartir momentos en familia, por lo que la niña me tiene mucho cariño y afecto, me llama tío y no por mi nombre. Eso llevó a que confraternicemos mucho, varias veces he tenido que cuidarla por que sus padres han tenido alguna obligación donde no han podido llevar a la niña, y la verdad es que siempre la hemos pasado muy bien. Nos hemos divertido mucho, hemos cocinado juntos, solemos mirar mucha Tv o jugar en la play station, algo que la vuelve loca.
Pero hace unas semanas algo cambió en la niña. Está más cariñosa conmigo, comparte mucho tiempo a mi lado, me busca cuando estoy en su casa, se sienta cerca mío, cuando miramos Tv se sienta casi encima mío, y la verdad es que me gusta todo este cambio, pero hasta hace un par de días, no le prestaba mucha atención. Pero el sábado pasado me piden sus padres si puedo venir a su casa a cuidarla, ya que tienen un casamiento y no pueden ir con la niña. Claro que no puse ningún reparo, al rato ya estaba en la casa de mis amigos, me recibe Martina con una gran sonrisa, me abraza y me da un piquito en la boca. Me sorprendió pero no le di mayor importancia. Al rato sus padres toman su auto y se van a la fiesta aclarándome que volverán tarde, que no me preocupe y que me acueste en a pieza de la niña para estar cerca de Ella.
La verdad fue como meter al zorro en el gallinero. Aunque inicialmente no fuera mi intención. Nos preparamos la cena, mientras se cocinaba la carne me dice Martina que se irá a bañar, lo cual aprobé. Mientras yo ponía la mesa y preparaba todo, me serví un vaso de vino, ella retorna del baño y viene con su camisón de dormir, me llamó la atención la transparencia del mismo, pero obviamente que no soy quien para decirle nada. Es más en ese momento me di cuenta que la niña tiene ya un cuerpazo y para mi deleite pude apreciar que debajo de su camisolín, no traía sujetador, si un diminuto calzón, pero eso hizo que cambiara inmediatamente la forma de mirarla. Ya no es tan niña y está provocándome, me coquetea. Será que quiere probar algo conmigo? Fue la pregunta que mentalmente me hice, pero también está la responsabilidad y la posibilidad de equivocarme y generarme un lío tremendo. Pero ya tuve la inquietud de sopesar las cosas y de alguna forma buscaría probar o detectar hasta donde estaba complicada la cosa. Cenamos y le serví medio vaso de vino, Martina no solo no sospechó nada, agradeció la bebida y luego me pidió un poco más, el cual serví sin ningún problema. Venía bien a mis planes. Finalizada la cena, levantamos la mesa y me dice la niña que como yo cociné, Ella lavará los platos. Acepté por que eso me daría tiempo y espacio para observarla mejor. Se arrió a la mesada y al inclinarse sobre la misma para lavar la loza, dejó al descubierto sus hermosas nalgas, y fue tremenda la inyección de sexualidad que mi cuerpo emitió, la pija se me puso dura en 3 segundos, nunca había tenido una erección tan rápido. Convengamos que sin ser el macho súper dotado, mi miembro se podría decir que está un poco por sobre la media de los hombre, con mis 19×6,5cms es una muy linda herramienta. No aguanté y aproximándome desde atrás le apoyo la verga en medio de sus nalgas con el pretexto de lavarme las manos. La niña sintió la dureza de mi miembro y se quedó quietecita, luego al separarme, Martina gira la cabeza y mira directamente a mi entrepierna encontrándose con el bulto de mi rabo dentro de mi pantalón de gimnasia. Se puso colorada y nerviosa, ero siguió lavando los platos sin decir nada. Yo un poco cohibido por lo que había echo, me fui al living a ver TV. De paso se me pasaba un poco la calentura. Al rato viene Martina y se acurruca al lado mío, me apoya sus pechos en el hombro y simplemente estira su mano y la coloca sobre mi pierna a la altura de mi verga. Es más, la coloca directamente sobre el lomo de mi verga. Me mira de frente y acercándose me da un beso en los labios, le tomo la cabeza y le doy un beso de lengua que duró al menos 3 minutos, al que la niña no se resistió, es más apretaba fuerte mi verga. La separo y mirándola a los ojos le pregunto si sabe lo que está haciendo. Con la cabeza afirma y me vuelve a besar, y yo me dejo llevar por el momento, me adueño de sus firme y tiernos pechos que ya tienen los pezones erectos y duros, Martina no aguanta la excitación y se sube a caballito de mi falda y con su pelvis busca la dureza en mi pantalón. Cuando la encuentra se sienta bien en el medio y comienza a frotarse con el tronco de mi tripa. Me adueño de sus nalgas y se las acaricio, ella se deja hacer, meto mis manos por debajo del elástico de su calzón y con mis dedos en la zanja de su relleno culito encuentro su agujerito trasero al que penetro con la punta de mi dedo anular, la niña se excita y se remueve más sobre mi tripa, que dicho sea de paso está dura como un tirante de madera. Tomo la iniciativa y levantando su camisolín se lo saco dejándola solamente en calzón, muerdo sus pechos y ella gime terriblemente excitada, se hace para atrás y desabrocha el cordón de mi pantalón, le ayudo y me lo baja, con lo que quedamos en igualdad de ropa, pero no contenta con eso, tira hacia abajo el elástico de mi sleep y permite que mi verga asome y quede parada hacia arriba. La observa fijamente, luego se agacha y la toma en su boca, no sé cuanto porno habrá visto esta niña pero lo hace de maravillas, se mete la cabeza y parte de la verga con gusto, mama y chupa como la mejor putita. Y tiene solo 11 años. Ya no resisto y le digo que voy a acabar y que tiene que tragarse todo lo que salga de mi pija. Asiente mientras se esfuerza por meterse un pedazo más grande de verga a la boca. Le acabo con grandes y fuertes chorros de semen que Martina traga sin siquiera hacer una arcada, luego sonriendo y pasándose la lengua por los labios me pregunta si me gustó, si lo hizo bien. No le contesté, la tomé de la cintura, la puse de espaldas en el sillón, le saqué la bombacha y apareció su lampiña vagina, brillosa por su excitación, me arrodillé entre sus piernas y me adueñé de su conchita con mi lengua y mis dedos, mientras chupaba su clítoris, mis dedos intercambiaban orificios de su conchita a su ano, pronto ya entraban dos dedos completos en el culito de la pendeja. Y ella seguía retorciéndose como una anguila hasta que en medio de un gemido y un largo suspiro me llenó la boca con sus fluidos. Había acabado también ella. Pasado el momento de calentura, ambos nos quedamos sentados en el sillón, sin hablar. De pronto Martina se levanta, se encamina al baño y desde la puerta me llama. Voy hacia ella y entramos juntos, ella abre la ducha y me invita a entrar con ella. Lo hago y rápidamente la niña se adueña de mi verga y comienza nuevamente a pajearme y a mamármela, me la pone dura de nuevo, está otra vez excitada, el agua nos moja y le da un aire romántico, la pongo de manos a la pared, le abro las piernas y ya con la verga dura la hago inclinarse un poco, sus labios vaginales quedan justo a la altura adecuada y suavemente posiciona la punta de mi tripa entre ellos, presiono un poco y comienzo a penetrarla, ella se esfuerza por no gritar, la verga se va deslizando por su virginal concha, la que gracias a Dios está bien lubricada y no es muy estrecha, llego a su himen y sin miramientos le rompo el virgo y se la entierro hasta el fondo. Martina gime y suspira, se le quieren doblar las piernas, pero al final ya está penetrada, con la verga hasta el fondo, comienzo a cogerla con ganas, se la saco toda y se la entierro hasta que la punta de mi pija topa con su útero, la bombeo durante unos 10 minutos y logro que acabe, su concha está muy caliente y súper lubricada, por lo que mi tripa va y viene cómodamente, le saco la verga y se la intento poner en el culito, pero será imposible no lastimarla si intento penetrar su ano sin lubricación, por lo que tomo el frasco de crema enjuague de pelo, le lleno su ano de gel y también mi verga, le pido que se abra las nalgas, lo hace obedientemente, dirijo la pija a su rosadito esfínter y de una suave estocada comienzo a entrar en su aterciopelado túnel. Este sí está estrecho, Martina se queja y llora, pero no cejo en mi trabajo de poseer ese culito hasta el fondo, y finalmente luego de un arduo trabajo logro penetrar totalmente con mi poronga ese culo. La tiene toda adentro y no puede moverse, estamos así por varios minutos mientras acaricio sus pechos y excito su clítoris con mis dedos, de a poco se va relajando y acostumbrando a tener la pija adentro, además está muy excitada por mis manos, tanto que logra acabar a pesar del dolor de su ano, finalmente la tomo por las caderas y comienzo a cogerla, primero suavecito, pero luego ya no me controla, su ano es una delicia, y le doy tripa y tripa hasta que logro llenarle el culo de semen. Tuve que esperar al menos 5 minutos hasta que se me achicó la tripa para sacársela sin hacerle doler más. La piba casi se desmayó. Finalmente se da vuelta me mira a los ojos y me dice que soy malo, que la hice doler mucho. Toda compungida procede a ducharse, yo la abrazo y ella me abraza, luego debajo del agua, se separa un poco, tomo mi tripa con su mano, le da un beso y se la vuelve a meter a la boca, la chupa un poquito y sonriendo me dice que a partir de ahora soy su tío novio. Por lo que debo prestarle la merecida atención, y que ella se encargará de darme todo el sexo que yo necesite. Esto sucedió hace tres días. Ahora está por venir a tomar la merienda conmigo, ya que sus padres se van al gimnasio y ella no quiere ir. Obvio probó la verga ahora la quiere a toda hora.
Wooooooooow! delicioso!
Muy excitante y con morbo, espero la continuacion.