La hija de mi prima de 4 años llamada Angélica. Parte 2.
Ahora contare cuando me fui a quedar por dos dias a casa de Angelica. Como estaba de vacaciones, escogí día de trabajo para mi prima y su esposo. De tal forma que solo estuviera la que cuida a la beba, llamada Marta.
En alguna parte de la conversación cuando yo estaba presente, mi prima menciono que le pagan muy poco a la muchacha que cuida a la beba. Yo siempre he sido analítico y deduje que dicha cuidadora no se esmeraba en el cuidado por el poco pago que recibe. Y acerté, pero con creses. Cuando quedamos solo los tres, Marta le hizo a la beba unas dos tortillas y 2 salchichas y un te y se lo dejo allí sin asegurarse de que se lo comiera y se fue a la sala a ver televisión. Por supuesto la beba no comió casi nada. Estaba mas interesada en mí. Yo aun no hacía nada, pues estábamos en el comedor.
Marta: ¿Angelica quieres algo más? Porque van a dar mi novela y ya sabes que no me paro hasta que se acabe.
Angelica: Quiero mi agua.
Y Marta le saco de la refrigeradora una botellita que tenían para ella.
Yo: Tranquila Marta que la mantendré entretenida.
Marta: Gracias, gracias, gracias.
En una pequeña conversación con Marta me dijo que tenia una hija de 6 años a punto de cumplir 7, entre otras cosas. Pero eso fue lo único que me intereso. Jajaja.
Me lleve a la beba al cuarto de ella disque para jugar y no interrumpir a Marta. Llevaba en mi bolsa chocolates, caramelos y galletas. La cosa es que la beba iba a probar del dulce de las golosinas y de lo dulce del sexo. Que afortunada.
Yo: ¿Bebe y si entran los ladrones al cuarto?
Angelica: Mejor cierro la puerta.
Y cerró la puerta con picaporte.
Yo: ¿Mi amor, quieres jugar a lo de ayer? ¿Quieres más chocolates?
Angelica: Si quiero.
Yo: Bueno entonces jugaremos al doctor, y lo primero es examinarte así que te quitare esto y esto.
Le decía mientras le quitaba su camisón y su panti, dejándola completamente desnuda. Me tome un tiempo para apreciar ese angelical cuerpo, blanca y de piel perfecta por todos lados. Cabello largo rubio, un culo redondito igual al de su madre, unas caderas grandes para su edad y una conchita hermosa y muy apetecible. Se me hacía agua la boca para chuparla. La acosté en la cama y saqué tres pastillitas de mi bolsa.
Yo: Mira lo que te vas a ganar.
Y lo puse a un lado de la cama y le abrí las piernas, aun cuando ella trataba de cerrarlas pidiendo que fuera poquito. Yo le dije que estaba bien. Pero no tan poquito. Y dejo de cerrarlas y metí mi cabeza entre sus piernas y comencé a chupar esa vagina como si no fuera a tener mas oportunidad. Ella trataba de cerrar las piernas, pero en silencio y levantaba la cabeza con los ojos cerrados y la boca abierta. Coloque mis manos en su trasero, levantando su entrepierna y llegue a la entrada de su ano y también comencé a pasarle mi lengua e intentaba penetrar con la punta. Volví a su vagina y chupaba ese clítoris como un bebe recién nacido al pezón de la mama. Y al fin comencé a escuchar esos gemidos que tanto había esperado. Con la boca abierta la beba comenzó a decir: Ah, ah, ah, ah, ah. Eso fue música para mis oídos. Y de pronto me agarro la cabeza con las dos manos mientras seguía gimiendo. Y comenzó a agarrarme mechones de mi cabello con fuerza. La beba ya no sabia que hacer para resistir la avalancha de sensaciones que estaba sintiendo. De allí procedí a pasarle con fuerza mi lengua por la entrada de su vagina, una y otra vez mientras ella comenzaba a hacer mmm ,mmmmm, mmmm. Allí comencé a tratar de meter la punta de mi lengua y ella me decía: Me duele, me duele. Por lo que dejé de hacerlo y volví a lo anterior. Y no me lo van a creer, la beba arqueo la espalda, mordiendo sus labios y de pronto sentí un saborcito rico que salía de su vagina. Mi beba había tenido su primera corrida. Y yo, este mortal, se había bebido el primer néctar producido por su conchita. Que delicia.
Luego para dejarla descansar le comencé a besar todo el cuerpo centímetro a centímetro, la espalda, las nalgas, el abdomen, el ombligo, las piernas, los brazos. Ella solo permanecía quieta agotada de tantas sensaciones. Ya ella no oponía resistencia a nada de lo que le hacía. Así que me quite la ropa y le coloque una almohada debajo de las caderas para levantarle el culito y le comencé a pasar mi lengua entra la entrepierna y el culo, y me unte saliva en mi pene. Y procedí a follarla por el culo, pero sin penetrarla. Ella solo permanecía quieta con el rostro hacia un lado y los ojos abiertos mirando hacia la nada. Y me gustaba ver como mi verga se hundía entre esas dos nalgas vírgenes y blanquitas. Era la primera vez que un pene era tragado por ese culo y a la vez rozaba esa vagina al salir del otro lado. A pocos mortales le otorgan el privilegio de sentir tan incomparable placer. Le di duro hasta que la vire dejando la almohada debajo de sus caderas para que sobresaliera su vagina y le alce las piernas abiertas y coloque mi pene como si fuera a penetrarla, pero comencé fue un movimiento donde le sobaba mi pene contra su vagina, llegando la punta de mi pene a rozar su clítoris. Como estaba medio seco, le dejé caer saliva y comencé a aumentar la velocidad mientras veía como mi pene rozaba esa conchita y ese delicioso clítoris. Ella volvió a abrir la boca respirando agitadamente. Y mientras hacia eso, me dieron muchas ganas de venirme dentro de su boca, pero no la había convencido aun de chupármela, así que no quise forzar nada. Pero con lo delicioso que lo estaba pasando me corrí con una fuerza tal que el chorro de mi semen llego a caer en su boca abierta, quedando regado también en su cuello, pecho y barriga. Ella con su lengüita trataba de sacar mi leche de su boca, pero ya era tarde, esa boca había sido profanada por el semen de un hombre. Solo faltaba meterle mi pene. Luego de eso, le di una chupada extra a su vagina aprovechando que estaba alzada y ya la deje tranquila porque había pasado mucho tiempo y esa novela solo duraba una hora. Nos metimos a bañar rapidito, nos secamos y nos vestimos.
Al salir, Marta estaba cocinando el almuerzo. Y me agradecido por entretener a Angelica porque pudo adelantar sus cosas. Y le dije que no era nada. Que la puedo entretener cada vez que este allí. Y yo en mi mente: ¿Quehaceres o novela? Jajaja.
Yo: ¿Marta, cuando cumple tu bebe?
Marta: En dos semanas
Yo: Por que no la traes y le cantamos el cumpleaños
Marta: No se si los papas de Angelica quieran.
Yo: Tranquila, yo los convenzo.
Marta: Esta bien. Después lo planeamos.
Yo: Yo comprare el dulce y el helado.
Me dicen si les gusto la segunda parte para ir por la tercera.
Quiero maaaaasss
https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/heterosexual/la-hija-de-mi-prima-de-4-anos-llamada-angelica-parte-3/
Tercera si!!!
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Muy bueno quiero más de estos relatos. Son exitante