La hija del casero
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
De animo destrozado. No quería ni ir a trabajar después del divorcio. Llegué al apartamento, el cual quedaba casi enfrente de donde vivía el casero, un viejo gordo alcoholico y mal hablado. Para mi mala suerte, él estaba parado en la puerta de su apartamento y me llamó, me dijo que quería invitarme un trago, que mas mal podía pasar?, acepté. Su apartamento, casi igual al mio, en eso pegó un grito -Gloorriiaaa!!-, en eso apareció un muchacha joven, la hija del casero, era flaquita, de cabello largo hasta la espalda, su rostro era bonito, pero sus piernas y brazos bastante delgados, cualquiera diría que la chica era anoréxica o algo.
El viejo le dijo a la muchacha que me saludara, -es el nuevo inquilino!- le dijo, ella me saludó y bajó la cabeza. El casero le pidió la botella y que trajera vasos limpios. Me sentó en un sofá y la pequeña, que se llamaba Gloria, le trajo lo que pidió, me dijo que era un buen brandy, luego le dijo a su hija que se sentara con nosotros, la chica era un poco timida. -Mirá ella es Gloria, mi hija, la zorra de su mamá me la dejó después de abandonarme, y sabes que ? nunca a preguntado por ella desde entonces, zorra- decía a alta voz el viejo. La delgada Gloria solo bajaba la cabeza. El viejo agregó -por eso yo no le permito salir a ella, para que no se vuelva como la zorra de su madre!-.
Días más tarde también regresando del trabajo, me encontré a Gloria en las gradas, parecía que ella tenía tiempo alli esperandome, me saludó y luego me dijo que ella había notado que no tenía mujer, entonces se ofreció a cocinarme y arreglarme la habitación por un módico precio. Yo que de ánimos seguía con mucha depresión le dije que lo iba a pensar por no decirle alli mismo que no. -por favor, por favor, ya no aguanto a estar todo el día encerrada con mi padre- me repitió Gloria. Asi quedamos y seguí hacia mi habitación, no tenía la menor intención de contratarla, mi apartamento en pocas semanas era un desastre, yo compraba algunas cosas para tener en la refrigeradora, pero por el momento comía en la calle.
Pasaron los días, ya no vi a Gloria. Una noche regresé del trabajo, ya estaba un poco mejor de ánimo. En eso voy viendo mi apartamento completamente limpio y ordenado, luego vi que en mi pequeña mesa de comedor, estaba servida mi cena, me senté pues llevaba apetito, oh que sabroso volver a comer comida casera. Pensé que debía haber sido Gloria. Asi que después de comer, salí y toqué la puerta del casero, él abrió, estaba algo borracho, le dije que quería saber si podía pagarle a Gloria por limpiar mi apartamento y hacer mi cena, que le pagaría a ella. -ja, pero si ella no sabe nada !!- me dijo él despectivamente, sin embargo insistí y finalmente él aceptó.
Asi que Gloria consiguió su trabajo. Una noche, ya eran como las 11:00, yo aún estaba viendo tv, tocaron la puerta, era Gloria, quien me abrazó y me dio que si se podía quedar un rato, pues su padre se había emborrachado y quería pegarle, al rato se oían lo gritos del padre llamándola, ella se refugió en mis brazos. Yo la calmé y comencé a tratar de tener una charla con ella, con el afan de que olvidara lo de su padre. Vimos tv juntos, acabamos una pelicula y después se despidió, me dio un beso rápido en la boca y se marchó.
Lo mismo se repitió al día siguiente, solo que esta vez cuando se marchó yo fui quien la besó en la boca, ella lo remedó y nos dimos un rico beso en la puerta. Eso pasó los siguientes 3 noches. Pero..
Como una semana después, entré a mi apartamento, encontré mi cena, comí y me fui a mi habitación y para mi sorpresa Gloria estaba dormida entre mis sabanas, se veía angelical, me senté a su lado y le acaricie la cabellera, en eso ella abrió los ojos y me sonrió, me acerqué y le di un beso, luego ella me jaló y me lo devolvió y nuestras bocas se quedaron pegadas, mi verga se puso erecta dentro de mis pantalones, sin darme cuenta, yo ya tenía varios meses sin sexo, con 37 años eso es demasiado.
Me fui acostando con ella sin dejar de besarnos y luego le saqué su blusita floja, luego ella se quitó el sostén, sus senos eran pequeñitos pero de buena forma, los mamé delicadamente uno por uno, ella cerraba sus ojos de exitación cada vez que mis labios tomaban sus pezones y los mamaban, yo que ya estaba totalmente caliente, fui bajando y le bajé los short que llevaba, luego su braguita y colocandome entre sus piernas le comencé a lamer su cuquita, la nena empezó a emitir pequeños gemidos y yo me daba un banquete con su labios vaginales y su culito. Mis dedos masajeaban su clitoris y con eso a Gloria le sobrevino un orgasmo, luego como no aguantaba más, me fui subiendo sobre ella y abriéndole las piernas la penetré, no era virgen, me puse a bombearle mi verga duro y profundo, ella se sujeto a mi cuerpo y la cama empezó a rechinar de la fuerza que yo le ponía en cada bombeo, los gemidos pasaron a ser gritos de Gloria. Yo la penetraba como buscando desahogar meses de frustración, ella llegó rapidamente a su segunda corrida, mientras yo me mantenía aún sin ganas de eyacular.
La puse ahora a ella arriba, ella me montó y la penetré de nuevo, pude ver su delgado cuerpo desnudo completo, la verdad es que no era fea, era una delgada atractiva, solo que no se arreglaba bien. Me senté en la cama con ella montada sobre mi verga y nos abrazamos y le dimos duro, su cuerpo delgado ocasionaba que su pelvis me apretara la verga dentro de su cuerpo toda un sensación única y excitante, me apretó tan duro y le rozaba sus huesos que no pude más y sin pensarlo eyaculé dentro de su cuquita, los dos gritamos pues ella llegaba a su tercero. Terminé bañado en sudor, como ella. Luego le dije que se fuera pues su padre no tardaría en salir a buscarla. Ella se vistió y antes de irse me dio el acostumbrado beso.
Me quedé un rato en la cama, pensando en lo sucedido, primero no sabía si esto había sido un error o bien la vida me estaba dando algo por donde iniciar. Pronto lo sabría.
Al siguiente día no vi a Gloria. Ni al siguiente, solamente sabía que había estado en mi apartamento por que me dejaba la cena en la mesa. Al tercer día, tocaron la puerta, era Gloria, nuevamente se refugió en mis brazos y cuando vi tenía sangre en la nariz, -que pasó?- le pregunté. -Mi padre otra vez borracho- me contestó. No aguanté la besé y la llevé a mi recamara, le quité la sangre con un algodon remojado con agua oxigenada y nos empezamos a besar, en eso oimos otra vez los gritos de su padre llamándola.
Nos centramos en nuestros besos y la fui desnudando en mi cama y ahora fue ella quien tomó la iniciativa, se metió entre mis piernas y me quitó los calzoncillos, luego tomó mi verga y se puso a darle lenguetazos en todo lo largo., no era un experta pero hacia su esfuerzo, luego la metía y la chupaba, mi verga se entiesó en su boca. Luego de su mamada, la puse en cuatro, Gloria era tan delgada que los huesos de las costillas se le marcaban, luego la penetré, su vagina en esa posición se sentía super estrecha, que apretaba todo lo largo de mi palo, nunca había hechado un polvo tan delicioso, me rozaba la verga todos sus huesos pélvicos, en pocos minutos follandola asi estuve a punto de correrme, pero me detuve, no quise cambiar nuestra posición drásticamente, solo la acosté y me fui colocando encima, comencé a moverme de nuevo dentro de su vagina, ohh que ricura sentir de nuevo su huesos y cuquita apretando mi verga adentro, no iba a aguantar mucho pues era mejor que cuando me masturbaba apretando con la mano mi verga.
Y asi fue, cuando iba a explotar, saqué mi verga de su cuquita y comencé a eyacular, buenos latigazos de semen cayeron en la espalda de Gloria y no había para cuando terminar.
Cuando me estaba vistiendo y ella también, me preguntó -cómo ya lo hicimos por segunda vez, quiere decir que ya somos novios??-, yo me acerqué y le di un beso, -claro que si, con una condición-, ella abrió sus ojos y me dijo, cual? -quiero cuidar desde ahora tu alimentación, y vas a cenar conmigo todas la noches, además compraré unas vitaminas y las dejaré aqui para que las tomes todos los días!. aceptas?- le dije. Ella me devolvió el beso y me dijo que estaba bien.
Estuvimos juntos de ese modo por siete meses, luego logré ascender en el trabajo, la motivación volvió, me mude ahora a una casa y saben que, ella se fue conmigo, no fue dificil convencer a su papá. Aún estamos juntos. (los nombres de este relato fueron cambiados por cualquier cosa)
Esta bueno