La Hijastra lV
Se formaliza la relación con Amanda .
Debido a su trabajo, nuestras reuniones con Amanda eran con suerte dos veces al mes. Y después de ésa noche, la primera que me quede en su casa, comenzamos a tener nuestro encuentros en el departamento.
Para el cumpleaños de Alinne, Amanda me presentó como su pareja oficial ya teníamos una relación de casi 2 años. Después de la fiesta y cuando se fueron todos, Alinne se fue a acostar y nosotros recogimos todo. Amanda se puso a lavar la vajilla y yo le ayudé, conversamos en la cocina, nos tomamos unos tragos y nos besamos. Nos acariciamos, Amanda sacó mi erección, se arrodilló y comenzó a succionar. Que rico estaba eso, apoyé mi trasero el mueble, me eché hacia atrás y disfruté la felación. Amanda sabía hacerlo muy bien, se notaba que tenía experiencia pero no dije nada. Lo introducía hasta la garganta y cuando ya no podía más se lo sacaba para respirar, se tragaba todos mis jugos y llegaba a sorbetes. De pronto ve a Alinne en la puerta de la cocina, con una remera cortita y unos calzones pequeños y se quedó mirándonos. Amanda no la vio, yo le hice un gesto como para que se fuera, después de unos minutos se marchó. Le dije a Amanda que nos fuéramos al dormitorio. Apagamos todo, nos fuimos al dormitorio, nos desnudamos e hicimos el amor con mucha pasión.
Me quedé a dormir el fin de semana y todos los fines de semana. Amanda me preguntaba que porqué no arrendada el departamento y me iba a vivir con ella. Le expliqué que en el departamento tenía mi oficina y mi estudio, donde hacia las maquetas y pintaba, cosa que últimamente hacia muy poco. La verdadera razón era que Alinne iba a espiarnos, y aunque lo había hecho muchas veces igual lo hacía. Una vez tuve una conversación con ella, precisamente después de la felación que ella vio.
– Porqué mi mamá estaba de rodillas? Qué difícil dar una respuesta sin tocar el acto sexual. Le dije que los adultos teníamos muchas formas de expresar nuestro amor a la otra persona y esa era una de ellas. Y cada vez las preguntas eran más concretas, terminé un día dándole una clase de biología de cómo se hacían y nacían las guaguas.
Finalmente hicimos una ampliación en la casa. Diseñe y construí un estudio a mi gusto, bien amplio, haciendo un segundo piso con una escalera exterior. Eso me permitía trabajar con tranquilidad, excepto cuando Amanda subía a llevarme un café, al principio porque después compré una cafetera Express. O simplemente a conversar en la terraza que tenía el estudio. Aveces venía Alinne a ver qué estaba haciendo. Desde ese momento comencé a hacerle un retrato, pero ella insistía en que quería un desnudo como el que yo tenía colgado en una pared.
– No puedo pintarte desnuda, eres muy niña, te prometo que cuando seas grande te voy a hacer una pintura –
– Porqué, soy muy fea desnuda ? –
– No, eres hermosa y tú lo sabes, te lo he dicho muchas veces, eres muy linda y me gusta verte desnuda –
– A mí también me gusta verte desnudo –
– Si, lo entiendo, nos bañamos juntos, aveces dormimos juntos, pero nadie puede saberlo –
– Pero mi mamá lo sabe –
_ Pero eso es porque siempre nos has visto desnudos y haciendo el amor, pero eso no significa que duermas conmigo una noche y hacer el amor –
– Porqué no ? –
– Porque tu mamá me colgaría, ella se daría cuenta y lo más probable es que me eche a la calle –
– No, ella te ama y no te haría éso –
– Y cómo lo sabes ? –
– Porque un día le pregunté si te amaba y me dijo que si. Entonces le dije que yo también te amaba y podía dormir contigo –
– Qué te dijo ? –
– Me dijo que me entendía, pero que era muy chica para hacer el amor, cuando seas más grande podrás hacerlo –
– Si, claro, pero eso no significa que lo hagas conmigo ? –
– Pero yo no quiero a nadie más –
Pero no puedo pintarte desnuda, está prohibido por ley, me llevarían preso si alguien la viera.
Cuando Amanda tenía turno los fines de semana, quedábamos solos con Alinne. Ella se iba a mi cama en las mañanas y cuando era el turno de noche dormía conmigo.
Lo cual era un problema por la erección que me provocaba y sin poder concretar el acto sexual.
A ella le gustaba jugar con mis genitales.
– Por favor, mi niña hermosa, no sigas que me vas hacer acabar – le dije una noche.
– Y no quieres papi? – hacía más de un año que me decía papá y yo era feliz con éso.
Pero la relación entre los dos era mucha más que eso.
– Papi, te amo – me decía.
– Yo también te amo – y cómo no amarla.
Un día que durmió conmigo, desperté con una erección y mi miembro entre sus nalgas, unas nalgas lindas, redondas y firmes. No se si tenia un sueño erótico, pero imaginaba de qué se trataba y no quería despertar. Lo evité lo más que pude, pero finalmente acabé dentro de su ano.
Después nos duchamos, tomamos desayuno y nos acostamos de nuevo.
– Te voy a comprar anticonceptivos, no quiero que quedes embarazada cualquier día de éstos. Así como acabé en tu ano, pude haber acabado en tu vagina – le dije
– Pero no significa que vamos a hacer el amor los dos – le advertí.
– Porqué no ? –
– Porque recién tienes 14 años, eres una niña todavía, aunque tu cuerpo diga lo contrario – ella tenía un cuerpo espectacular y se paseaba desnuda por la casa. En realidad todos andábamos desnudos. Finalmente Amanda se rindió.
– Si quieres andar desnuda, anda, no te lo voy a prohibir – Alinne tenia 12 años. De manera que era normal que ella se viniera a la cama en las mañanas de los fines de semana. O cuando íbamos de vacaciones a la playa y arrendábamos una cabaña.
– Pero ya pues mi niña, deje tranquilo a su papá – le decía Amanda cuando la veía jugar con mi erección, mientras veíamos una película.
– Así que le estás comprando anticonceptivas a la Alinne?, desde cuando que se las estas comprando ? – me preguntó un día.
– Hace más de un año, pero es por precaución, no significa que yo tenga sexo con ella – le dije.
A no? Me estas diciendo que todavía no te la has cogido ? –
– No, cómo se te ocurre –
– Pero ganas no te faltan –
– Si, no sabes lo que me cuesta – le dije
– Y yo que pensaba que te la cogias desde los 13, cuando una mañana llegué y los encontré a los dos desnudos y abrazados cucharita –
– No, no te voy a negar que eso me produce una erección, pero no la penetro, sólo lo tengo entre sus piernas –
– Éso es peor, si no te la vas a coger no duermas con ella, la pobrecita, cómo debe quedar –
– Bueno, si tu quieres que me la coja… –
– Qué más da, prácticamente tienen una relación de pareja –
– Bueno, dile tu a ella, que es tu desicion –
– Ok, yo sé lo voy a decir –
Alinne tenia más de 15 años cuando comenzamos a coger. Ella estaba feliz, ella misma me lo contó.
– Mi mamá me dijo que podemos coger si tu quieres –
Me dejó agotado, parecía insaciable. De hecho tuve que comprar píldoras para mantener la erección más tiempo. Y para peor, después fueron las dos al mismo tiempo.
Al final Amanda a sus 45 años, llegaba cansada y lo único que quería era dormir. Entonces se iba a la cama de Alinne y nosotros en la cama principal.
– Mamá ! – le dijo Alinne un día.
– Vas a ser abuela –
Fin
Wow!