La indigente de la colonia
Soy de México, y conseguí a la puta más barata que he visto.
Por la colonia dónde vivo hay una indigente que siempre me ha llamado la atención. Va en minifalda y con tanga, es una negra sin culo ni tetas destacables pero simplemente no puedo dejar de considerarla atractiva. Supongo que soy solo alguien pervertido, en fin. Con el tiempo se me ocurrió la idea de comprar sus servicios pero tenía miedo de que me atacará o algo así. Desconocía si padecía de algún problema mental pero después de dudar al respecto por un buen tiempo, me decidí.
Al caer la noche la seguí para hacer mi propuesta, terminamos llegando a un callejón sucio. Tratando de ser lo mas amable posible me presenté
Yo: disculpa, pareces hambrienta creo que podríamos llegar a un acuerdo
Ella se acercó y al momento saqué mi billetera. Enseñando 50 pesos y saqué mi verga
Yo: si te ocupas de esto con gusto te daré el dinero
Siguió acercándose y empezó a oler mi pene, claramente estaba drogada y tenía miedo de que me mordiera pero afortunadamente no paso. Comenzó a hacerme una mamada como una experta, simplemente no podía creer su habilidad. Pasaron 5 minutos y me corrí en su cara
Acto seguido sugerí:
Yo: te doy más dinero, comida y dónde dormir si vienes conmigo
Me miró confundida y asintió con la cabeza
Al llegar a nuestro destino quedó asombrada, realmente el lugar es bastante promedio pero alguien en su situación era demacionado
Le ofrecí un algo de comida antes de continuar cogiendo. No decía nada y solo me miraba fijamente, sabía que traer a alguien así era peligroso pero mi morbo pudo más
Yo: oye ¿Estás lista para seguir?
Procedí a ponerla sobre la mesa para hacerle un oral, como era de esperar, su vagina apestaba y era un completa jungla pero eso me encantaba, el olor era intoxicante y muy intenso. Tras comenzar escuché como gemia, parecía que enserio lo necesitaba y eso hizo que lo hiciera con más ganas. Se corrió a los pocos minutos y saboree su sucio fluido.
Después procedí a besarla, su asquerosa boca me lo puso duro y le dije que me siguiera. Me tomó de la mano y fuimos a la cama
Al llegar la acosté boca abajo y levanté sus nalgas, listo para penetrarla
Lo tenía muy apretado, era lógico ¿Quién sería tan degenerado como para coger con una indigente? Pero ya era demacionado tarde para cambiar de idea, justo ahora ya estaba ensartandola como un animal mientras ella lloraba . Deje su culo relleno y comenzé a hablar con ella
Yo: escucha, puedo darte comida y casa siempre y cuando me dejes repetir lo de esta noche
Nos besamos y le di un baño
Para que siga apestosa hago que use la misma ropa como por una semana, obviamente depilarse queda totalmente prohibido
No puedo creer lo adictivo que coger a una vagabunda, obediente, y sobre todo, barata
Ni las tiendas de conveniencia tienen abonos tan chiquitos jeje