La Isla
Un chico llegará a un lugar del que no querrá irse jamás.
Personajes
D: Diego (17)
E: Emilia (30)
V: Valeria (7)
Diego estaba emocionado por su primer viaje en avión. Había ganado un sorteo para viajar con una agencia de turismo a unas vacaciones todo pago en Bangkok, Tailandia. El día del viaje, el aeropuerto se llenó de familias que despedían a los afortunados ganadores. Algunos comentaban que querían ir a buscar pareja y otros solo iban a ir para tener la oportunidad de follar con las tailandesas. Entre estos estaba Diego, quien no se había masturbado hacía más de 2 semanas con la intención de poder largar mucho semen en suelo indonesio.
Luego de que la megafonía del aeropuerto llamara a los ganadores, un grupo de personas que eran el staff de la agencia les dijeron a los ganadores que fueran a abordar. Ahí todos aprovecharon para despedirse: algunos se sacaban fotos, otros prometían volver lo antes posible, las parejas se juraban amor eterno y otros se daban un fuerte abrazo (sin saber que sería el último). Ahora sí, todos se fueron a la puerta de embarque rumbo al avión.
Una vez en el aire, el viaje transcurrió con normalidad, con alguna que otra turbulencia, pero nada que pudiera tirar el avión. Hasta que Diego vio por la ventana que todo estaba oscuro afuera, no sabía si ya había oscurecido o si pasaba algo. Al final comprobaría que la segunda opción era la correcta: el avión estaba volando a través de nubes de tormenta. Acto seguido, se escucha un gran estruendo que genera lo que parecía una turbulencia, pero era peor que eso, ya que un rayo había caído sobre el avión y había apagado todos los sistemas (radar, control de motores, luces externas del avión, etc.) por lo que el avión estaba cayendo en picada completamente a oscuras.
Los miembros del staff intentaban mantener el orden en el área de pasajeros, pero era un desastre. La inercia del avión cayendo a gran velocidad junto con la oscuridad solo aumentaba el caos. Algunos pasajeros se resignaban, otros lloraban, otros rezaban, hasta que pasó lo inevitable: el avión cayó en el Mar de Burma cerca de unas islas que estaban en la costa de Birmania. El avión se rompió al instante al tocar el agua a tal velocidad y Diego quedó inconsciente. Unas cuantas horas después, Diego notó que había dejado de flotar, miró a su alrededor y notó que estaba en tierra firme, en una isla. Solo podía arrastrarse por la costa, pero cuando vio una sombra humana y temiendo que sean las infames Islas Sentinel del Norte, se dejó caer rendido y resignado a su supuesta muerte.
Pero no fue así. Diego despertó unas horas más tarde en una especie de cabaña y acompañado de 2 voces femeninas. Una de ellas le dijo:
E: Ey, ¿estás bien? ¿te hiciste daño?
D: Si, estoy bien. ¿Qué pasó?
E: Te encontramos en la playa completamente debilitado. Pensamos que te habías desmayado y te trajimos acá
D: ¿Dónde estoy?
E: En un lugar donde te vas a poner mejor. ¿Cómo te llamas?
D: Diego, ¿y vos?
E: Me llamo Emilia. ¿Cuántos años tenés Diego?
D: 17, ¿Y vos Emilia?
E: 30
Diego se fue despertando poco a poco, pero se quedó boquiabierto al ver que la mujer tenía la mano sobre su pene y que ambos estaban desnudos
D: ¿Por qué estoy desnudo?
E: Pasa que cuando te encontramos vimos que tu ropa estaba mojada. Teníamos miedo de que te enfermaras, así que decidimos desnudarte para que aproveches el sol y te seques. Aparte acá no usamos ropa
D: Gracias
En eso Diego escucha una voz aguda. Era Valeria, la hija de Emilia
V: Hola mami
E: Hola hija, veo que ya te despertaste
Diego se sorprendió y se quedó muy duro al ver que la niña también estaba desnuda
V: Hola, mi mami te rescató de la costa
D: Si, si no fuera por ella, capaz que me quedaba ahí por días
V: Me llamo Valeria, ¿y vos?
D: Me llamo Diego, ¿Cuántos años tenés? Estás muy chiquita
V: Tengo 7 añitos
D: Sos una niña muy linda
V: Gracias Diego. Por cierto, mami, quiero hacer popó de nuevo
E: Cierto, ayer no pudiste ir
Diego se sorprende al escuchar que la niña decía esto a viva voz
E: Tranquilo Diego, esto es normal acá. Vení, te voy a mostrar
Emilia le ayuda a Diego a incorporarse de la cama y los 3 salen de la casa. Ahí afuera, Diego se topa con todo un espectáculo: mujeres hermosas que rondaban los 25 y los 40 años de edad completamente desnudas acompañadas de niñas pequeñas (de unos 6 a unos 10 años) y otras no tan pequeñas (de unos 11 a unos 16 años) correteando por la aldea, también desnudas. Pero lo que más llamaba la atención del lugar era una gran zanja circular que rodeaba toda la aldea. Diego se sintió intrigado y preguntó.
D: Emilia, ¿Por qué hay una zanja rodeando toda la aldea? ¿Acaso es una trampa para los depredadores?
E: No Diego, esta zanja es donde algunas mujeres, pero sobre todo las niñas hacen sus necesidades
Diego se sorprende al escuchar esto, pero mientras analiza todo, Emilia le señala una cosa: una madre y su hija se dirigen a una parte de la zanja, y en ese momento la niña se pone en cuclillas y Diego nota que una cosa oscura empieza a salir, la niña estaba cagando. La madre tampoco se quedó atrás, ya que ella se abrió un poco de piernas y comenzó a orinar directo en la zanja. Cuando ambas terminaron, volvieron a su casa y al poco tiempo la niña salió de nuevo a jugar.
D: El aroma debe ser muy agradable acá
E: Justo para que no haya olor, al final del día arrojamos fuego y agua caliente a los desechos para que se disuelvan y no huelan mal. Ahora vení, quiero que me acompañes
D: Ok, como vos quieras
Emilia y Diego comenzaron a caminar hasta que salieron de la aldea. Mientras caminaban, Diego se sentía fascinado por la naturaleza de la isla, pero al mismo tiempo le llenaba de curiosidad el lugar al que iban.
D: Emi, ¿A dónde vamos?
E: Te voy a explicar Diego. ¿Viste que Valeria está estreñida? Bueno, vamos a buscar una planta que le va a ayudar
D: ¿Cómo así?
E: En esta aldea, el estreñimiento en niñas es más común de lo que parece. Hace algún tiempo no sabíamos cómo lidiar con esto, a tal punto de que le hacíamos anales, enemas y todo tipo de procesos a las niñas para que pudieran defecar. Si bien era efectivo, también era doloroso para ellas y sus pequeños agujeritos, así que una vez salimos a buscar una mejor solución y la encontramos: unas plantas con hojas de un color muy llamativo. Arrancamos unas cuantas y las llevamos a la aldea. Preparamos una especie de sopa con agua caliente y esas hojas y se las dimos a las niñas, rezando para que no sean venenosas. Por suerte pasó todo lo contrario, ya que, al poco tiempo, la hija de una de las mujeres decía que su pancita no paraba de vibrar, así que la llevaron a la zanja y ahí ya se sintió mejor
D: O sea que luego de tomar la infusión, ¿la niña tuvo diarrea?
E: Así mismo, la infusión de esa planta le curó el estreñimiento. Y esa planta es lo que vamos a buscar para Valeria
Después de caminar por un rato encontraron la planta, arrancaron unas 5 hojas y caminaron de nuevo a la aldea. Como los 2 estaban desnudos, Emilia no podía evitar mirar el pene erecto y depilado de Diego, cosa que le hacía mojarse, y de forma disimulada se mordía el labio y se tocaba la vagina y al mismo tiempo Diego veía de reojo su vagina depilada, sus hermosos senos y su linda cola. Ya en la aldea, entraron a la casa y Emi empezó a preparar la infusión.
Cuando terminó hizo que Valeria se recostara en la camilla y le dio la infusión (que consistía en las hojas y agua caliente) para que tomara.
Después de tomar la infusión, la nena se acostó completamente horizontal en la cama mientras su madre le hacía masajes para que el medicamento haga efecto. Finalmente, la niña intentó zafarse ya que su pancita comenzaba a vibrar y eso significaba que el medicamento ya había hecho efecto
V: Mami, quiero hacer popó. Ya no aguanto
E: Ok hija, levántate y vení. Diego, vos también
Los 3 salieron de la casa un poco deprisa y ni bien llegaron a la zanja, Valeria se agachó, hizo fuerza, cerró sus ojitos, y al poco tiempo ya estaba saliendo de su ano una caca más larga que su intestino. Todo un espectáculo para Diego, quien lógicamente estaba muy duro al ver a una niña pequeña de 7 años cagando desnuda. Cuando terminaron, Emi cargó a su hija hasta una laguna que había por ahí cerca y en vez de lavarle la colita ella, le pidió a Diego que lo haga. El agua estaba tibia y era muy agradable. Una vez ahí Emilia le dijo a Diego lo que tenía que hacer.
E: Bueno Diego, para limpiar a Valeria simplemente tenés que frotarle bien la cola bajo el agua
D: Y porque no hacerlo con otro material, como hojas, por ejemplo
E: Pasa que algunas hojas tienen espinas y pequeños pelitos que, al entrar en contacto con la piel, liberan una sustancia que causa una erupción terrible, asi que el agua es nuestra apuesta más segura
D: Ok, entiendo
E: Ah, y otra cosa: está terminantemente prohibido orinar a defecar en la laguna. Es una regla para preservar la pureza del agua
Una vez aclarado todo, Diego comenzó con la limpieza de Valeria. La hizo sentarse en el agua y empezó a pasar su mano por su rajita, algo que le ponía muy duro. Seguidamente pasó a frotar su vagina la cual no tenía un solo pelo, algo que Valeria disfrutaba mucho. Emilia, al notar su dureza, comenzó a masturbarse bajo el agua disimuladamente producto de la excitación que venía acumulando. Diego siguió “limpiándole” a Valeria, pero en verdad estaba masturbándola discretamente. La nena comenzó a sentir rico, pero al mismo tiempo sentía ganas de hacer pipí, asi que le pidió a Diego que fueran a la zanja.
V: Diego, llévame a la zanja, quiero hacer pipí
D: Como quieras princesa
Diego sacó a Valeria del agua y se dirigieron a la zanja. Durante el camino Diego siguió tocándola, por lo que Valeria iba a reventar ahí mismo. Llegaron a la zanja y ni bien Valeria puso un pie en el piso comenzó a orinar. Un chorro fuerte y potente que enseguida creó un pequeño charco con algo de espuma en el fondo de la zanja. Valeria estaba orinando desnuda en la zanja con una pierna arriba, algo que le ponía a Diego muy duro. Cuando ella terminó de orinar, Diego la llevó de nuevo a la laguna para seguir bañándola. Siguió frotándole su rajita y le manoseó las nalgas. Después de limpiarle su ano, pasó a lavarle su recién meada vagina.
Intentó meterle algunos dedos para limpiarla mejor, pero debido a que ella era muy pequeña, y por ende todavía virgen, sintió mucho dolor; algo que Diego notó y dejó de hacerlo. “Ya habrá mejores oportunidades”, pensaba para sus adentros.
Valeria y Diego seguían jugando mientras Emilia miraba, pero mientras Valeria veía a Diego como su hermano mayor y Diego veía a Valeria como una hermanita o incluso una hija, Emilia comenzaba a sentir algo por Diego, verlo tan amable y juguetón con su hija le causaba algo. Ella ya lo sabía: se estaba enamorando de él. Diego no lo sabía, pero mientras él le ayudaba a Valeria a orinar, Emilia se excitó tanto que tuvo un squirt ahí en la laguna.
Finalmente, Diego terminó de bañarle a Valeria y los 3 salieron de la laguna. Como había mucho sol, Emilia le dejó a Valeria que se vaya a corretear por ahí para secarse. La niña pasó todo el resto del día jugando hasta que cayó la noche y las chicas (mujeres y niñas) se sentaron alrededor de la fogata de la aldea para cenar. Mientras comían, algunas mujeres conversaban entre sí, las niñas hablaban y se reían entre ellas, pero todas las hembras del lugar se quedaban mirándole a Diego, ya que por estar desnudo y ser el primer hombre en mucho tiempo, tenía el pene muy duro. Una vez terminada la cena, cada pareja de madre e hija se retiró a su respectiva casa para descansar.
De pronto Diego se despierta ya que siente que algo lo está tocando: era Emilia, quien le estaba acariciando el pene muy suavemente, algo que a Diego le gustaba.
E: ¿Te gusta que te masturbe así despacito?
D: Si. Oh Dios me encantaa…
E: A mí me encantás vos
D: ¿Qué di-dijiste?
E: Me gustás Diego, me enamoré de vos desde la primera vez que te vi. También Valeria disfruta mucho de tu presencia. Ella te ve como su hermano mayor, incluso te diría que como su padre. Vos sí que demostraste ser un verdadero hombre con ella, la trataste con cariño y la hiciste reír
Mientras Emilia le decía todo esto iba acelerando la velocidad de la masturbación, cosa que era mucho más placentera para Diego debido al precum de su pene. Después de una buena paja y de dejar a Diego en su límite, Emilia se pone en 4 con su vagina sobre el pene de Diego, dispuesta a meterlo, pero antes hace que Diego se acueste completamente en horizontal. Se acerca a su cara, más específicamente a sus labios, y le planta un beso.
D: ¿Estás lista?
E: Obvio
Emilia baja su cabeza despacio hasta tener el pene de Diego en su boca. Una vez ahí comienza a lamerlo y empieza a chuparlo de arriba hacia abajo, lo lamía como si fuese una paleta, algo que a Diego le llevaba al cielo. Pasados unos 10 minutos cambiaron de posición, siendo Diego el que haga el oral. Estuvo así por otros 15 minutos hasta que Emilia le pidió cambiar de posición. Ahora ella se ponía al borde de la cama con las piernas colgando y él comenzó a darle duro en esa concha lubricada. Después de tanto sexo, Diego ya estaba en su límite y le pidió a Emilia cambiar de posición a como estaban al principio: él acostado y ella en 4 con su concha apuntando a su pene.
Diego le agarró de la cintura y comenzó a bajarla lentamente, hasta el punto de que todo su pene entró en su vagina. Para sorpresa de Diego, Emi comenzó a moverse por sí sola: le hacía twerking, se movía de arriba hacia abajo muy rápido, y jugaba con el pene de Diego a su antojo. Lógicamente Diego ya no aguantó y se lo hizo saber.
D: Emi…ya no…aguanto más
E: ¿Te está gustando?
D: Te…movés…muy rico…Como…no…me…va a…gustar…
E: ¿No te masturbás hace 2 semanas?
D: Si…desde…que llegué…no…eyaculé…
E: Eso se termina ahora
Para darle a Diego el máximo placer posible, Emi comenzó a moverse de arriba hacia abajo muy rápido, algo que venció a Diego por completo.
D: Emi…ya no…aguanto
E: Hacelo adentro Diego. Te amo
D: Aaaahhhh
Emi bajó su vagina con tal fuerza que Diego no aguantó más. Soltó un fuerte y pesado gemido y vació sus testículos que tenían 2 semanas de semen adentro de esa hermosa mujer de piel morocha, pelo oscuro rizado, unos hermosos ojos verdes y unos atributos espectaculares.
Después de correrse, Diego se tumbó en la cama completamente exhausto mientras su pene echaba sus últimos restos de semen. Emi se tiró a su lado y le plantó otro beso, esta vez más duradero y romántico, ella estaba real y profundamente enamorada de él. Antes de quedarse profundamente dormidos, ella le dijo algo al oído.
E: No te masturbes hasta dentro de 1 semana. Créeme que lo vas a gozar muchísimo
Parte 2
Hay alguna forma de contactarte? Tengo una historia pensada de forma parecida y me encantaría intercambiar detalles
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