La Isla de los Niños 5
Mi primer hijo.
Mi mayor preocupación era la comida, ya les conté que recorríamos la isla buscando comida. Aparte de las hierbas la única comida animal era los mariscos y pecados. Todo lo que encontraba me lo comía, a mi hermana le daba leche, mi leche.
– Tengo que comer proteína animal para poder darte leche – le decía y ella me ayudaba a mariscar.
El sexo
En la isla no habían parejas, todos eran independientes. La única pareja éramos nosotros, sólo cogiamos entre nosotros. A mi hermana le daba vergüenza coger con los demás chicos y yo no cogia con ninguna chica o chico aunque me lo pidieran. Y nos pedían bastante, sobretodo a mi hermana. Después de más de un año de coger entre nosotros y ver coger a los demás, ya no le daba vergüenza mamar o coger delante de todos.
Una mañana, después del baño me acosté en el pasto, ella como siempre comenzó a » desayunar «. Después de que me corrí en su boca y que ella se tragó todo, un chico que estaba mirándonos le dijo si quería tomarse su leche, ofreciéndole su erección. Ella dijo que no. Acaba de tomarse la mía, está satisfecha por ahora. El chico se fue.
– Porqué le dijiste » por ahora » ? – me dijo mi hermana.
– Para que te dejara tranquila –
Después nos fuimos a la playa a mariscar.
Cerca de medio día me dijo que tenía hambre, se arrodilló y metió mi miembro sin erección a su boca. Poco a poco comencé a tener una erección, ella siguió chupando hasta el final, me cogia su boca empujando mi miembro por su garganta.
– Tenias poca leche – me dijo.
– Quedaste con hambre? –
– No, pero me hubiera gustado un poco más –
– Deberías haberte tomado la del chico que te la ofreció –
En otra ocasión ella me estaba cabalgando en la playa y al lado habían otros chicos. Uno de ellos vino con su erección y le preguntó si quería chupársela, ella dijo que no.
– Al único que se la chupo es a ti, porque eres mi hermano. A ti te gustaría chupársela ? –
Había visto varias veces a chicos haciendo el 69. También a uno de rodillas chupándosela a otro chico. Era normal, varias veces me habían hecho el mismo ofrecimiento y como mi hermana me lo chupaba con tantas ganas y los chicos se chupaban con las mismas ganas, tiene que ser rico, pensé. Pero no había pensado chupárselo a ningún chico. Por eso me sorprendió la pregunta de mi hermana.
Tiempo después comencé a hacer que mi hermana comiera mariscos.
– Con mi leche no alcanza para lo que necesitas comer, y si no quieres chupárselo a nadie más tienes que comer mariscos. Me eché un marisco a l boca y lo mastique, después la besé y le eché el marisco en la boca.
– Traga, traga, no vas a sentir el gusto –
De ésa manera logré que comiera mariscos y después le daba mi leche para que se le quitará de la boca el sabor a mariscos.
Un día me dijo que estaba embarazada, sabíamos que eso iba a pasar. Ahora tenía que darle leche más seguido, para ella y la guagua. Estábamos en la laguna, en el pasto acostados, ella con un embarazo notorio se había tomado toda mi leche. Me preguntó si tenía más. Le dije a un chico que había estado mirando que viniera. El chico se paró a mí lado, me puse de rodillas y le pregunté al chico si quería que se lo chupara, dijo que si, metí su miembro en mi boca y comencé a chupar, cuando vi que el chico estaba por correrse, le dije a mi hermana que se lo chupara. Ella de mala gana se lo chupó y después le fue gustando hasta que se tragó toda la leche.
– Te gustó? – le pregunté.
– Si, estaba rica. Y a ti te gustó chupárselo ? –
– Lo hice por ti –
– Pero te gustó chupárselo? –
– Si, estaba rico – le dije.
– Te veías divertido chupándolo – pero aquí todos se chupan, qué tiene de divertido?
– No sé, nunca imaginé verte en esa posición –
Ahora tenía ayuda, el embarazo aumentaba, y ya no eramos dos los que alimentabamos mi hermana, éramos tres o cuatro. Al final del embarazo no cogia con ella solo le entregaba mi leche y los demás hacían lo mismo.
– Si tienes ganas de coger puedes hacerlo con cualquier chico o chica que quieras –
– Pero mi leche, para ti ? –
– Todos me dan su leche, no te preocupes –
Y así fue la primera vez que cogia con una chica y también cogí con un chico, quería saber que se sentía. Cogerlo era rico pero no más rico que cogerme a mi hermana por detrás. Y que me cogieran tampoco. Escogí a un chico de 12 para que me cogiera y no me doliera. Después tuve que cogérmelo a él y le gustó.
Después cogí con uno de mi edad, uno de 15, su miembro era grande y me dolió mucho. Hablé con Safey y la dije que me había cogido un chico de 15. Ella se río. Me dijo que me acostara boca abajo, me echó la crema verde entre mis nalgas y me dió a comer un trozo del bulbo naranja con gusto a uva y limón.
– Ya, ahora estas listo, mañana te sentirás como nuevo
Reitero el querer vivir en ese Lugar, sería genial que Netflix hiciera una serie de está novela, esperare la sexta entrega así que felicitaciones RISEVA por tan excitante Relato.