LA MAMÁ QUE VISTE A SU NENA COMO UNA PUTITA
Una mamá termina pervirtiendo a su hija sin proponérselo. .
LA MAMÁ QUE VISTE A SU NENA COMO UNA PUTITA
La mamá tiene como 35 o 36 años. La nena tiene 9 años. Ella es una madre muy liberal y le gusta vestir a su hija como si tuviera 20 al menos. Desde pequeñita, unos 3 o 4 ya le ha gustado vestirla así. Con modelitos bonitos de muñequita linda.
Sus vecinos y amigos se sorprendieron al principio al verla así vestida. Luego se acostumbraron y no le dieron más importancia.
Esta mañana la nena lleva un pantalón corto, medias claras y un top que hace juego con sus ojos azules. También lleva un bolsito que le da ese aspecto de putita. Una putita de 9 años nada más y nada menos.
La mamá llega a tarde a un cita. Tiene una entrevista de trabajo en un barrio no muy bueno de la ciudad. Tira fuerte de la nena subiendo la calle mientras el bolsito rebota contra su pequeña cadera izquierda.
Llega por fin al edificio alto y un poco cochambroso donde tiene la entrevista. Mira el móvil para confirmar si la dirección es correcta.
-Calle del Pez Espada numero 46. Pues si, es aquí. Pensaba que sería un sitio más elegante.
Toca el portero y le abren a los pocos segundos. Sube en el ascensor con la nena cogida de la mano hasta el octavo piso donde está la empresa.
Vuelve a tocar otro timbre, esta vez el de la puerta, pero no abren.
-Vaya, exclama. Hemos llegado hasta aquí y ahora no nos abre nadie.
-Tranquila mamá, dice la nena. Quizá hemos llegado pronto.
-Quizá. Y si tu padre no nos hubiera abandonado, piensa, ahora no estaríamos así.
Después de un rato que a la mamá se le hace eterno por fin se abre la puerta.
Un hombre alto y muy gordo las invita a pasar dentro.
-¿Señora Pérez verdad?
-Si, soy Rosa Pérez, encantada. El gordo le estrecha la mano y parece que su papada rebotara.
-Anda que nena tan bonita, dice al verla. ¿Cuántos años tienes cariño?
-9, responde la nena.
-¿Cómo te llamas?
No quiere decir su nombre. El hombre gordo no le gusta nada.
-Ahora tendrás que esperar aquí pequeña. Tu madre va a hacer la entrevista. Aquí tienes unas revistas para leer.
La nena coge unas revistas de moda y de coches que le da el hombre gordo. Deja su bolsito colgado de la silla y se cruza de piernas.
El gordo se sienta en la silla que tiene enfrente de la nena y mira con disimulo sus piernas. La verdad es que le gustan las crías de instituto. Las crías de unos 14 o 15 años, pero nunca se había sentido atraído por nenas más pequeñas. Además mira como va vestida, parece una putita, una pequeña putita de 9 años.
Joder la nena esa me está calentando. ¿Querrá hacer algo si le ofrezco unos caramelos? Piensa.
Se levanta y coge unos caramelos que siempre tienen preparados para visitas. Son de menta y no sabe si le gustaran a la nena.
-Mira tesoro. ¿Quieres unos caramelos?
-No gracias, mi mamá siempre me dice que no acepte nada de desconocidos.
-Pero yo ya no soy un desconocido. Me presento: me llamo Pedro. Ya nos conocemos. ¿Cómo te llamas tú?
La nena no contesta y vuelve a mirar la revista.
Media hora después la mamá sale del despacho donde había estado haciendo la entrevista.
-Vámonos de aquí, dice enfadada. Pues no quería que le enseñara las tetas y el coño. Será cerdo el tío….
Va a coger a la nena del brazo cuando el entrevistador sale detrás de ellas.
-Señora Pérez, espere. Le dice este.
-No, no espero, me largo. No me dijeron que sería una entrevista para el casting de una película porno.
-Decía que era para una película para adultos y…..
-No decía nada de una película para adultos, responde enfadada la mamá. Vámonos hija.
-¿Tú quieres irte pequeña? Pregunta el entrevistador agachándose frente a ella.
La nena alza la mirada de la revista y se quede mirando fijamente al hombre.
-No sé. Si mi madre se quiere ir, nos iremos.
-Vamos cariño, dice cogiéndola del brazo y tirando de ella.
El entrevistador le hizo entonces un gesto al gordo para que no dejara que se fueran. Este se puso delante de la puerta.
-Perdone un momento, les interrumpió el entrevistador. Quería disculparme en primer lugar en nombre de la productora por no haberle informado bien que la entrevista era para una película porno y no para una sesión de fotografías para un álbum de modelo. Estoy dispuesto en hacerle un book de fotos y enviarlo a agencias de modelos. De hecho si quiere su hija también podría hacer uno. ¿Qué les parece? Les pagaremos 100€ por las molestias.
-¿Un book de fotos? ¿Y me pagarán 100€? Pregunta la mamá. Se queda pensando un momento. Estaría bien para poder terminar el mes. Esta bien, acepto.
-Muy bien señora Pérez, no se arrepentirá. Tenemos contacto con varias agencias de modelos y les haremos llegar el book.
El hombre sacó el dinero de una caja fuerte y se lo entregó.
La mamá vuelve a entrar al despacho mientras el entrevistador le dice al gordo:
-Dale una piruleta a la niña. A los críos les encantan los dulces.
-Le ofrecí unos caramelos de menta antes y no los quiso.
-Dale una piruleta, anda. En el ultimo cajón quedan algunas de la otra vez.
El entrevistador va preparando la cámara y el gordo le da a la nena una piruleta con forma de corazón.
-Toma cariño.
Al principio se queda mirando extrañada la piruleta y finalmente la coge. Le quita el papel y empieza a chuparla.
El gordo se sienta detrás de la mesa y mira a la nena chupar la piruleta mientras ella mira a todos lados menos a él. Imagina que era su capullo el que estaba chupando y empezó a sudar presa de la excitación.
Su polla se puso dura y entonces bajó la silla hasta abajo del todo, era de oficina que podías regular en altura.
Como la mesa estaba cerrada por delante, la nena no podía ver nada, empezó a acariciarse la polla y después sacó su miembro y comenzó a masturbarse mientras la nena seguía chupando la piruleta.
Su mano bajaba y subía por su miembro, estaba gozando como loco. No se preocupaba demasiado de que la nena le pillase porque no le había mirado en todo el rato.
Mientras tanto la mamá estaba haciéndose las fotos. En un momento dado el entrevistador le pidió si podía hacerle unas en ropa interior. Se lo pensó un momento y aceptó.
Se acordó de unos videos que veía de Chezcasting.con donde unas mujeres Checoslovacas posaban por dinero primero en ropa interior y después desnudas y acababan siendo folladas por un tío de polla grande.
Acabada la sesión el entrevistador se sentó junto a ella. Sabia lo que iba a pedirle:
-Le ofrezco 200€ más si posa desnuda y folla con mi ayudante.
Joder 200€ más. 300€ en total era mucha pasta, pensó. Antes casi se había largado de allí por pedirle menos, pero es que ese dinero era muy goloso. Con eso podrían acabar bien el mes y empezar mejor el siguiente, al menos hasta que tuviera un trabajo decente. Además llevaba un año sin follar.
-Esta bien, acepto los 200€. Follaré con su amigo el gordo. Con una condición. Que me lo haga con goma.
-Perfecto, vamos entendiéndonos. Y la golpeó en la pierna suavemente.
Salió del cuarto y llamó al gordo. Este había dejado de meneársela y se levantó empalmado. La nena había terminado la piruleta.
-Veo que vienes preparado, le dijo al verle así.
Entró y cerró la puerta. El entrevistador se quedó fuera hablando con la nena.
-Voy a hacerte unas fotos cariño. Tu madre sigue trabajando en el reportaje.
Ella no dijo nada y él sacó otra cámara.
-Ponte así bonita. Le abrió un poco las piernas y la sentó a horcajadas. Le hizo varias fotos y luego la puso de pie.
-Así bonita. Coge el bolsito y cuélgatelo del hombro.
La nena obedeció mientras el hombre seguía haciendo las fotos.
Luego volvió a sentarla y apuntó el objetivo directamente a su entrepierna. Los pantalones se habían abierto porque solo llevaban dos botones y uno se había roto. Su vulva rosadita se marcaba a través de la bragas y el hombre tuvo una erección tremenda.
-¿Quieres probar otra piruleta? Le preguntó al terminar de hacerle las fotos.
-Vale, dijo la nena muy confiada. Me encantan los dulces y las piruletas son mis favoritas.
-Esta tiene un sabor distinto, verás como te gusta.
Se bajó el pantalón y el calzoncillo y dejó al aire su miembro que apuntaba a la cara de la nena.
Su glande gordo parecía que fuera a estallar.
-Pruébala cariño.
La nena se acercó despacio a su polla y abrió la boca. El hombre no pudo aguantar y se acercó aun más metiendo el glande en su boca. A la nena solo le cabía la mitad en la boca.
-Vamos cariño, chupa.
La nena obedeció sin preguntar que era eso que tenía en la boca y comenzó a chupar.
-Ummmm, está salado, dijo parando un momento la mamada.
-Sigue cariño, no te preocupes. ¿Te gusta, eh?
-Si, esta salado, pero es un sabor dulce a la vez.
Volvió a chupárselo y el hombre echó la cabeza hacia atrás muerto de placer. Se imaginaba como sería si pudiera chuparle toda la polla.
La nena se daba arte en hacerlo. Era igual que chupar la piruleta de antes.
Intentó forzarle la boca abriéndosela más pero vio que era muy pequeña y no le entraba nada más que el glande.
Mientras tanto el gordo se había desnudado y puesto un condón. Sacó lubricante que había en un cajón y untó a la mamá con el por todo el cuerpo.
Pasó a su coño y empezó a masturbarla. La mamá estaba disfrutando. Hacia tanto que no follaba…
Cuando estuvo húmeda la penetró. Su polla no era muy grande, estaba muy gordo y eso hace que se te encoja, pero la sintió nada más penetrarla.
Ahora comenzó a bombear. Le levantó la pierna izquierda y así la penetró más fácilmente. Su barriga botaba con cada embestida.
La mamá disfrutaba como loca. Se notaba el año que llevaba sin follar y al final el gordo le gustaba y no follaba mal del todo.
Él no paraba de sudar. El sudor caía por su frente y su barriga también estaba mojada. Ella se agarró a su barriga y notó llegar el orgasmo.
Fuera, la nena seguía con la mamada y el hombre estaba a punto de correrse. No tuvo que esperar mucho. Estaba tan excitado que se corrió enseguida. Oyó los gemidos del gordo corriéndose a la vez que él.
Chorros de semen inundaron la pequeña boca de la nena y terminaron por salirse de ella incapaz de contener tanto semen.
El hombre terminó de eyacular y se quedó relajado. Se agachó y miró a la nena a la que le salía el semen por las comisuras de la boca y le escurría por el cuello.
Cogió unos clínex y se apresuró a limpiarla bien antes de que su madre saliera.
-¿Qué es esto? Preguntó la nena llevándose un dedo al semen y untando un poco en su índice.
-Esto es el relleno. Es que la piruleta venía con relleno, le dijo sonriendo.
Se limpió el semen y se volvió a vestir bien. La nena ya estaba limpia. Afortunadamente nada de semen había salpicado la ropa.
En ese momento la mamá salió del cuarto con el gordo detrás completamente desnudo y sudoroso.
-Pues ya hemos terminado con el video. Dijo el gordo.
-Anda vístete. Yo también he terminado con las fotos de la pequeña y además se ha comido otra piruleta. ¿Verdad cariño?
-Si. El señor me ha dado una piruleta que sabía distinto y además tenía relleno dentro.
La mamá se dio cuenta de que a su hija se le veían las bragas porque el pantaloncito estaba abierto como ya sabéis por los botones. El bulto que aun quedaba en el entrevistador le hizo saber más o menos que habían estado haciendo los dos mientras ella follaba. Solo esperaba que no se la hubiera follado también, que tan solo la hubiera sobado o algo. Puede parecer duro que un tío o varios perviertan a tu hija, pero cuando no tienes mucho para vivir te agarras a cualquier cosa.
El entrevistador habló y le dijo al gordo:
-Dale los otros 200€. Hemos hecho un buen trabajo los dos y las fotos les van a encantar.
-Aquí tiene señora, le dijo estirándole la mano con los billetes.
Ella se los guardó en el bolso y cogió a la nena. Le arregló un poco el pelo y la ropa y le estiró el pantalón aunque no pudiera estirarse demasiado. Cogió su bolsito y se lo colgó del hombro.
-Ya estamos listas.
-Mañana nos pondremos a revelarlas y a editar el video, dijo guiñándole un ojo a la mamá. Si quieren venir la semana que viene tendremos listos los book para ustedes.
-Muy amable, contestó. El entrevistador le dio la mano pero ella evitó dársela al gordo que estaría pringado de semen aunque ahora le gustaba.
Salieron de allí saludando.
-¿Qué? ¿Te ha gustado la piruleta? Le preguntó a la nena.
-Si, mucho.
Menuda vas a salir, pensó la madre.
Ese día se dedicaron a descansar. Al día siguiente la mamá le dijo a su nena que por fin tenían dinero para hacer una buena compra y que llamaría a la tienda para que el chico del reparto les trajera el pedido. No quería que la vieran gastar tanto dinero los vecinos después de lo mucho que se había quejado meses atrás de no tener mucho dinero desde que su marido las dejó.
La nena pidió dulces y piruletas con relleno. ¡!
Un rato después el chico de la tienda llegó con el pedido en una caja grande y fue dejando las cosas. La nena no le quitaba ojo.
-Oye granujilla. Ya estás muy mayor. ¿Cuántos años tienes? Preguntó él.
-9, le contestó ella. Dentro de nada iré a la universidad, dijo dándose aires.
Entonces se estiró y se puso a andar muy solemne por el salón.
-Ja,ja,ja.
Justo en ese momento sonó el móvil de la mamá. Habló unos segundos y luego colgó. Su cara era de preocupación.
-¿Qué pasa? Preguntó el chico.
-Mi padre se ha caído y le han tenido que llevar al hospital, está en urgencias ahora.
-Deberías irte.
-Si, pero no tengo con quien dejar a la pequeña.
-Puedo avisar a mi jefe y quedarme con ella un rato.
-Es que es tan precipitado. No sé que hacer.
-Tu ve con tu padre. El jefe me debe un favor y hasta la tarde puedo quedarme con ella. Puedo retomar los pedidos de nuevo esta tarde.
Solo conocía de comprar al chico, no sabía que clase de persona era y si podía dejarle solo con su hija, pero la situación lo requería. No se llevaba bien con los vecinos y creía que esta era la única opción.
-Esta bien, dijo tras pensarlo un momento. Quédate con ella. Volveré antes de que vuelvas al turno de tarde. Prepárate lo que quieras de comida.
Él asintió y la mamá se fue a vestir.
Cuando salió le dio su teléfono al chico para que la localizara si pasaba algo.
-Estaremos bien. ¿Verdad que si pequeña?
-Claro, asintió la nena.
En cuanto salió por la puerta el chico cogió el teléfono y llamó a su amigo Ricardo. Los dos tenían antecedentes por rondar colegios y espiar niñas.
-Vamos a jugar a un juego. Le dijo.
-¿Cuál?
-Antes dijiste que querías una piruleta con relleno, ¿no?
-Si. Contestó ella sonriente.
-Pues tienes que ganártela. Y le guiñó un ojo.
Fueron a su cuarto y buscó en los armarios ropa de la nena. No encontró nada que le gustara y finalmente se decidió por un pijama de cachorritos.
La cambió y cuando estuvo vestida con el pijama la sentó en el sofá del salón.
-Ahora empieza el juego. Yo te enseño mi piruleta pero primero tu tienes que enseñarme tu caramelo.
-¿Caramelo? Dijo ella mirándose en los bolsillos. No tengo ninguno.
-Si que tienes uno. Todas las nenas guapas lo tenéis. Pero está escondido.
-¿Y donde está?
-Déjame mostrártelo.
Le bajó el pantalón del pijama y lo dejó en el suelo dejándola en bragas. Luego señaló con el dedo a su entrepierna.
-Está ahí.
-¿Ahí?
-Si, justo ahí.
-Ah, es la conchita. Mi mamá la llama así mientras me lava.
-Claro cariño, pero es tu caramelo, tu caramelito de fresa. Déjame comértelo y tendrás tu piruleta.
No es que supiera ni mucho menos que era el sexo, pero si se había tocado alguna vez ahí dándose placer como un cosquilleo que no sabía exactamente aún que era.
Se dejó hacer y el chico le quitó las bragas y luego la parte de arriba del pijama dejándola totalmente desnuda.
Entonces la abrió de piernas y le acarició la vulva. Era rosada y estaba muy cerrada.
Siguió un poco más y la nena se estremeció.
Agachó la cabeza y la metió entre sus piernas. Con su lengua comenzó a chupar su vulva. Aquello era como chupar miel. Su vulva era de una dulzura infinita. Ni las chicas de 16 años que se había follado sabían así.
Entonces dejó de lamer y chupar e intentó separar sus labios. No lo conseguía por lo que siguió lamiendo. La nena comenzó a gemir.
-¡Aaaaaaaah!
-Tranquila cariño, no pasa nada. La abrió un poco más las piernas. La nena era preciosa y sus muslos aun sin desarrollar anunciaban en el tipo de mujer en que se convertiría. Muslos no demasiados gruesos y piernas preciosas.
Sus pechos sin desarrollar aun presentaban dos pezones con areolas pequeñas como al él le gustaban. Los lamió despacio y la nena gemía más y más.
Su polla estaba erecta y le dolía bajo el pantalón. Se incorporó para quitárselo cuando en ese momento sonó el timbre. Era su amigo Ricardo.
Abrió la puerta solo una rendija para ver que nadie mirara y lo metió dentro.
-Veo que ya la tienes preparada, dijo mirando a la nena.
-Si. Justo ahora iba a comerse la piruleta.
La nena miró a Ricardo, pero no dijo nada.
Se bajó el calzoncillo y la polla salió como un resorte. La nena sonrió al verla y se acercó a él. Se metió el glande en la boca y comenzó a chuparlo.
Ricardo se quedó asombrado de lo bien que lo hacia siendo tan pequeña.
-Ummmmmm, gemía el chico. Que gustooooooooo.
Ricardo se empalmó enseguida. Se saco su polla y comenzó a masturbarse.
La nena seguía chupando y entonces paró y pasó a menearle la polla a Ricardo.
-Joder tío, ¿Dónde la has encontrado? Le preguntó.
-Vive aquí, tío. Sigue chupando pequeña.
Entonces la nena volvió a chupárselo y el chico no pudo más, estalló en su boca y la nena se tragó casi todo el semen.
Se sentó en el suelo exhausto mientras Ricardo detuvo un momento la paja y la sentó en el sofá.
-Tío, tienes que abrirla el chocho, tengo que metérsela.
-No tío, métele solo el dedo, la polla no le cabe aún.
Ricardo le metió por fin un dedo y la masturbó y la nena tuvo el primer orgasmo de su vida. Se estremeció en el sofá pero esta vez no gimió. Respiró agitadamente hasta que se calmó.
-Ahora acábame pequeña.
Se levantó y le hizo una paja como había aprendido al verle hacérsela a él.
No duró mucho y se corrió en varios chorros que salpicaron su cara y el pecho y acabaron escurriéndose hasta su tripa.
Ya repuestos todos, Ricardo dijo:
-Joder con la cría, ha aprendido rápido.
-Ya ves, es una autentica putita.
Ella no decía nada.
La cogió de la mano y la llevó a al baño donde la limpió bien con la ducha quitándole todo el semen.
La secó con la toalla y le volvió a poner el pijama.
Una vez seca le dijo:
-A tu mamá ni una palabra de esto ¿eh?
-Si, asintió. Por cierto la próxima vez quiero probar la piruleta de Ricardo dentro de mi caramelo.
-¿Estás segura? Te hará daño.
-Solo la puntita, dijo.
Joder con la niña, pensó.
-Anda vamos, dijo sacándola del baño, que me vas a meter en un lio.
Cuando volvió la mamá, Ricardo ya se había ido y ella no se dio cuenta de nada, no hubo ningún indicio ni la nena dijo nada. Solo sonreía.
Se despidieron en la puerta.
-Hasta otro día pequeña. Prometo traerte más piruletas cuando traiga la compra. Y no tendrás que pagarlas.
-Muchas gracias, me has salvado, dijo la mamá. Gracias nuevamente.
-Ha sido un placer. Nos vemos.
-¿Qué tal se ha portado el chico?
-Muy bien, ha sido muy amable y hemos jugado juntos.
-De acuerdo. Anda vámonos a descansar.
Pasó una semana y recibió un mensaje donde le decían que el book estaba listo para recogerlo. Debajo había otro donde decía que trajera a la nena con una ropa sexy para hacerle tal vez otro book. Le prometían 100€ más.
Esta vez quieren ir más allá con mi hija, pensó. ¿Qué hago, la llevo o no?
Joder, me joroba emputecer a la niña pero necesitamos el dinero. 300€ están bien pero 100€ más estarán aun mejor.
Dicho y hecho, vamos allá.
-Cariño hoy te voy a poner más guapa aún. Vistió a la niña con otro pantalón corto y le puso una blusa con escote. Aunque no tenía pechos aun, sabía que se vería mas sexy todavía.
Llegaron a la oficina a mediodía. Dos tipos estaban fumando junto al edificio. Se quedaron mirando a las dos.
-Vaya putones, dijo uno de ellos.
-Son madre e hija muy putitas ellas. Ja,ja,ja,ja.
-Ignórales hija.
Subieron a la oficina.
Una vez dentro el entrevistador y el gordo les dieron la bienvenida y les enseñaron los book de fotos.
-No están nada mal. Dijo la mamá. Mira el tuyo cariño.
-Está muy bien, dijo la nena.
-Ahora me gustaría enseñarle el video que grabamos señora Pérez. Pase por aquí.
-No tardo nada cariño.
El gordo sentó a la nena en su silla.
-El otro día le chupaste la piruleta a mi amigo. ¿Querrías chupármela a mi también?
La nena se quedó un momento pensando y luego le preguntó:
-¿La suya también sabe dulce y salada como la otra?
-Si cariño.
-¿Y lleva relleno?
-Por supuesto.
-De acuerdo, esta bien, se la chuparé.
El gordo se desnudó y la nena hizo lo mismo.
-Sé que a los chicos os gusta verme desnuda, dijo la nena mientras se quitaba la ropa.
-Así es.
Se quedó mirando su polla.
-Es más pequeña que la otra.
-No importa cariño, así te gustará aun más.
La nena comenzó a chupar, como el gordo la tenía más pequeña le entró todo el glande.
-Uggggh, que gusto cariño, que rico, que bien lo haces.
-¿Ah que si? Ya soy toda una maestra.
Joder que putita es, pensó el gordo.
Después de un momento se le antojó metérsela como a Ricardo.
-Ahora cariño para un momento. Me gustaría meter mi…. Tu ya me entiendes.
-¿Quieres penetrarme como Ricardo?
¿De donde había sacado esa palabra? Pensó.
-Yo solo quiero…sentirte, cariño.
-Vale, pero despacio ¿Eh? Mamá lo hizo una vez con un tío y decía que no fuera tan rápido, supongo que se refería a eso.
El gordo alucinaba.
Sentó a la nena en el sofá y se agachó con dificultad, la barriga le pesaba.
Intentó separar sus labios y esta vez se despegaron con facilidad, estaba húmeda.
-Voy. Tranquila, iré despacio.
Agarró su polla y acercó el glande a su vulva. Empujó despacio pero solo entró un poco.
-Ummmmmmmmm, gimió. Estás muy estrecha pero es normal, tienes 9 años y eres virgen. Intentó entrar más pero no pudo.
Entonces se salió pero estaba tan excitado que se corrió sobre ella.
-Ah, ah, ah, aaaaaaaah, me cooorrooooooooooooooo!!!!.
Dio unos espasmos y se lo echó todo encima.
Dentro la mamá se desnudó tal y como le había pedido el entrevistador. No le importaba ser follada siempre que le pagase los 100€.
El hombre la masturbó como había hecho el gordo la otra vez. Ella le chupó la polla hasta que estuvo erecto. Cogió con un condón y la puso a cuatro patas. La penetró así y comenzó a bombear.
-Le doy, le doy 100€ más, dijo gimiendo, si me deja follármela sin goma.
-No, joder, siga así, pero con goma. Ah, ah, ah.
-Es, esta bien.
-Si, por dios, siga así, siga así, démelo todo, ah, ah, ah, ah. Por dios siga así, asíiiiiiii, voy a correrme, démelo todo. Más, más, máaaaaassssssss.
No duró mucho más. El hombre se corrió primero y luego ella.
Fuera el gordo recuperó la respiración y en ese momento la mamá salió del cuarto.
-Vamos tesoro, dijo, es tarde y estos señores tendrán trabajo.
Había visto al gordo desnudo y recién corrido sobre su hija, la había convertido en una puta por dinero. Aunque ella también era igual.
-Tengan sus 100€. La semana que viene si quieren podemos volver a vernos.
-Gracias. Nos veremos. Vamos hija.
Vistieron entre todos a la nena después de limpiarla bien y se fueron de la oficina.
-Dinero fácil mamá, dijo la nena. Solo tengo que chupar piruletas y dejar que me la metan en el caramelo.
He creado una putita. Dios mío si tu padre nos viera, pensó la madre.
Si os ha gustado y quereis comentar, escribidme a: [email protected]
Muy exitante sigue asi
Excelente relato y narración te doy 10 estrellas
Eso es ser chingon amigo…..sigue por favor
Que rico !
Rico